Los obreros y yo...

Largo relato real sobre una semana donde disfrute de unos obreros y ellos de mi...

Desde que estuve aquella caliente noche del agosto pasado con el panadero, mi vida ha sido aburrida y sin nada de acción, sería increíble que me pasara lo mismo que me pasó aquel mes de Octubre de hace años, cuando apenas con 18 años y mientras estaba en la academia, la situación me había hecho morirme de la abstinencia y las ganas de sexo locas como las que tengo ahora.

En aquel Octubre en la academia, mi amante adorado Juan, estaba de vacaciones y se había ido a ver a su Madre en un estado lejano, además mis compañeros estaban preparándose para la semana de descanso que tendríamos, así mismo no me podía quedar en el hotel toda una semana… así que estaba aceptando que me iría unos días a casa y pasaría mucha hambre… ni idea del regalo que me tenía preparado el destino.

Era jueves y llamé a mi madre para decirle a que hora regresaría mañana a casa, ella me dijo que me había estado llamando y que nunca había ido a atender el teléfono, aunque ambos ya sabíamos que a veces en la central de la academia no les gustaba pasar a los alumnos, así que no era culpa de ella ni mía… mi madre me dijo; “ Raulito, nos vamos a ver a tu madrina Mercedes que la acaban de operar y necesito que te quedes en casa que van a hacer arreglos en el cuarto de huéspedes y en el techo de la casa, los obreros llegan mañana en la mañana y nosotros nos iremos en lo que hayas llegado tu, así que por favor no te atrases, no queremos pasarnos la noche viajando”

Al colgar el teléfono tuve sensaciones compartidas,  mi madrina vivía en el mismo pueblo que la mamá de Juan, podría haberlo visto… pero por otra parte estaré en casa solo, toda una semana, cosa que siempre me ha gustado, hasta el día de hoy…la soledad es una de mis mejores amigas y cómplices.

Revise el parte meteorológico y descubrí que tendría una semana de sol y calor, ya sabía que me la pasaría en la piscina de casa y eso me alegró. Me fui a dormir y saldría mañana en el primer turno de salida…

Salí a la hora prevista y el viaje fue relativamente rápido, al llegar a casa, mi Madre me saludó agradeciéndole lo temprano que había llegado, casi inmediatamente pasó mi Padre por ella y se fueron, no sin antes ella indicarme lo que debían hacer los obreros y la comida que había dejado hecha para mi…

Al salir sentí el placer de saberme libre y solo… era tan feliz que hasta se me había olvidado que los obreros vendrían hoy a traer los equipos para comenzar mañana en la mañana los trabajos…

Me di un mega baño y me depilé, ya lo venia haciendo desde el verano pasado, me puse mi crema hidratante y con tan solo una camiseta de fútbol y el resto desnudo, me puse a ver tele.

El timbre me sacó de un casi sueño total en el que había caído… de esos que ni sabes dónde estás al despertar, fui a la puerta y desde la ventana vi que eran los obreros… subí corriendo a ponerme unos shorts… abrí y me saludaron, “ tu debes ser Raúl”, les abrí la puerta de la parte trasera y del garaje para que dejarán sus cosas y prepararán todo para mañana, volví a entrar y los dejé en lo suyo… allí fue que me percaté de que par de hombres se trataba…

Eran dos hombres morenos tipo indígenas de Suramérica, de piel canela y de fuertes brazos debido a su trabajo, eran ya grandes; quizás entre los 50 y 60 años, pero estaban muy fuertes y en forma. Me dio morbo retardado debido a mi estado de sueño con el que les atendí, desde la ventana de mi cuarto que daba al patio de atrás y la piscina les vi más detalladamente, descubrí un sinfín de cosas que me gustaron…

En principio, había más diferencia de edad entre uno y otro, uno era más joven de lo que me había imaginado y el otro quizás era un poco más viejo también, así que el joven, que se llamaba Arturo, tendría unos 38 años y el mayor, al que Arturo le decía “padrino” y que se llamaba Roberto, tendría unos 65 años, muy bien puestos, además tenía cara de pícaro enfermito, con la mirada de querer violar a cualquier cosa joven que se le cruce en el camino, cosa que alborotaba a mi loca interior…

Me fui excitando sabiéndome sola a merced de estos dos machos en mi casa toda una semana, pero era un muy alto riesgo, era mi casa, estos trabajaban para mi madre… era arriesgado así que volví a mi tele y trate de pensar en otra cosa, claro que era difícil, mi colita tenía mucha hambre… mucha…

Había pasado como una hora y tocaron al timbre, era el hombre mayor, Roberto; me vino a avisar que ya habían terminado y que ya podía cerrar el garaje y la puerta de atrás. Me pidió agua y le dejé pasar a la cocina, recordé que estaba con solo esos shorts de algodón y que estos me quedaban bien cortos, era la moda de la época… abrí la nevera y le serví un buen vaso de agua fría… sentí que me observaba más de lo normal, en silencio esperé que se tomará el agua y aproveché para recoger unos platos que estaban limpios en el escurridor, sentía su mirada, sentía un calorcito en mi cola, pero pensé que era mi imaginación, así que lo dejé pasar. Terminó su agua y me dijo que mañana a eso de las 9 am estarían llegando, me preguntó si eso estaba bien para mi, sonreí y le dije; “a la hora que usted decida estaré esperándole, estoy para atenderlos y que hagan su trabajo sin problema” me di cuenta, justo terminé la frase, que mi loca interior fue la que respondió, se me salió por completo, puta y pícara, trate de reacomodarme pero ya era tarde, la sonrisa del señor Roberto era la picardía hecha hombre… joder en la que me había metido, este hombre me miraba de una forma que me estaba volviendo loco o mejor dicho, loca, más loca que nunca… tan loca que despidiéndose de mi le di la mano y al apretarme el con la suya me descubrí que le veía como tonta mientras mordía mi labio inferior… que puta soy Dios!!!

Saberme descubierto era todo un éxtasis de libertad, vi el empalme que traía, esta situación de haberme descubierto como la loca interior que tengo había despertado toda esa necesidad de sexo que traía desde hacía dos semanas… entregarme a mi loca interior, feminizar mis movimientos y relajarme era algo que me excitaba al máximo, mi corazón latía muy rápido y allí comenzó una batalla entre mi loca y mis temores de hacer una locura que pondría en peligro mi doble identidad… los deseos ganaban cada argumento de mi mente… estaba derretida recordando esa mano grande, áspera y fuerte del señor Roberto… ya quería esa mano entre mis nalgas…

Recordé la maleta de cosas porno que tenía mi padre debajo de su cama y fui a ver que había de nuevo, escogí un vhs y me puse a verlo, se trataba de un hombre mayor que se cogía a una sirvienta en forma anal y que hizo que mis manos terminarán por darme el placer que tanto deseaba… allí en el sofá me quedé dormido.

Al día siguiente…

A eso de las 8 am me desperté e inmediatamente mi corazón comenzó a latir como loco, apenas faltaba una hora para que llegarán mis machos, ya estaba todo decidido, hoy la loca estaba al mando, arriesgaré, como siempre he oído decir; “ las cosas más buenas, divinas y divertidas se esconden detrás de nuestros miedos” . Subí a mi baño, me di una buena lavada en el bidé, me lavé mi cara y refresqué mis brazos… ya en mi cuarto me puse mi bikini negro y una camiseta de fútbol americano que había recortado por la cintura y que al quedarme bien corta dejaba ver perfectamente mi cola comerse mi bikini y mi cola que con el uso que le habían dado además de un par de kilos de más, estaba más grande, divina y preciosa….. huuuy y mi ombligo… estaba como para que se me lo comieran con nata. En fin viéndome al espejo me gusté, era un dulce bombón.

Bajé y puse a hacer café y unas tostadas… fumé un cigarrillo mientras pasaba el tiempo y me imaginaba esas manos duras de Roberto entrando entre mis nalgas y mi bikini, estaba que explotaba… con mi loca totalmente al mando y ni rastro de Raulito, mi cola hambrienta estaba feliz y a la espera…

El café ya comenzaba a llenar de aroma de mañana toda la casa y en eso escuché que llegaban, me puse un pantalón de chándal y me asomé por la ventana, vi la camioneta y vi como el viejo Roberto se bajaba y dejaba a su ahijado al volante, venía a por las llaves para abrir el garaje, al ver que venía el solo volví a quitarme el pantalón y así, solo en mi bikini decido abrirle la puerta, tomé las llaves del garaje y justo antes de que tocará el timbre le abrí y sus ojos se pusieron como platos recorriéndome con su mirada desde mis pies descalzos hasta mi cara… sin poder emitir palabra le di las llaves y le dije; “¿ quiere café?”…

Tomo las llaves diciendo que SI, corrió hasta la camioneta le dio las llaves a su ahijado y regresando hacia la puerta le dio instrucciones de que bajará el cemento y preparará la mezcla…

Venía solo y a por su café… entró a la casa y me siguió hasta la cocina, sentía su mirada casi a un centímetro de mi cola, y allí recostado de la mesa de la cocina me miraba servirle el café, sin pronunciar palabra pero se sentía en el aire que quería decir algo, volteé con su taza y le dije; “ ¿y su compañero? ¿el no quiere café?, tengo para los dos…” dejando de sorber el café me dijo; “ no, el no toma café”, “además esta preparando la mezcla, así que tengo tiempo para tomarme mi café tranquilo contigo”, “por cierto, ese bañador te queda perfecto”…

Yo : ¿le gusta?

Roberto : si, mucho...

Me sonreí y di una pequeña vuelta sobre mí eje dejándole verme completamente y le dije; “gracias”… mientras le servía un par de tostadas. Su mirada era la de un pervertido en trance y su boca medio abierta descubría su deseo… le di la espalda y puse otras tostadas en la tostadora y mientras se tostaban y sin voltearme acaricié mi nalga derecha y le preguntaba que harían hoy…

A él se le notaba que hacía esfuerzos de no saltarme encima mientras me explicaba que harían hoy… el parecía un tigre viendo a su presa, sabía muy bien que hacer y yo estaba disfrutando de lo lindo…

Roberto : hoy, deberíamos avanzar con lo del baño y también preparar lo del techo…

Yo : ok, no se preocupe, yo estaré todo el día en la piscina, allí no les molestaré y claro está, lo que necesite me lo pide y yo se lo daré…

Diciéndole esto volteé hacia el y le retiré su taza y su plato, al darme la vuelta vi que se estaba tocando su paquete, un paquete que parecía iba a explotar…

Roberto : gracias por el café y no te preocupes que lo que necesite te lo pediré.

Mientras decía esto su mirada fue sin censura hacia mis piernas y mi cola, este ya se había abierto ante la situación… y viéndole a la cara le dije; “por favor dígale a su compañero que venga a tomarse su café…” el inmediatamente tomó la taza y dijo; “mejor yo se lo llevó y luego te regreso la taza…”

Entendiendo le puse el café en un vaso plástico y le dije; “ vale, no se preocupe se lo sirvo en este desechable y ya no tiene que traerlo…”

El levantándose y yo por igual le acompañé a la puerta..

Se había ido y yo estaba que explotaba de excitada, pero a la vez me daba un poco de miedo, la mirada de este hombre era muy violadora.. subí a verles desde la ventana y vi que platicaban mientras el menor, Arturo, se tomaba su café. Mientras hablaban no noté ninguna complicidad entre ellos, creo que Roberto no le dice nada de lo que pasó en la cocina, por un momento pensé que iría corriendo a contarle a su ahijado la hembra que yo era, pero no, ahora más bien siento como que no quería que su ahijado sospechara nada…

De pronto ya no los veía, así que salí a preparar todo en la piscina y ver si podía averiguar donde estaban, salí y saqué la tumbona del deposito de la piscina, la puse en un lugar estratégico y les escuché, estaban por el garaje subiendo cosas al techo… regresé a por mi toalla y una limonada… allí al lado de mi tumbona me saque la camiseta y comencé a ponerme bronceador… mientras me ponía en las piernas una voz me sorprendió; “ necesitas en la espalda” era Roberto que estaba asomado desde la pequeña ventana del baño de huéspedes que estaban reparando. Viéndole simplemente sonreí y me tumbé a tomar sol…

Así paso un buen rato y de verdad que disfrute mucho del sol… no les veía, ni les escuchaba hacia mucho, de pronto se apareció Roberto por la puerta del garaje y me dijo; “¿nos podrías dar agua fría?”, “estamos muertos de sed allá arriba”

Me levanté y caminé a la cocina, el me siguió sin perder detalle, me incline sabiendo que el estaba justo detrás de mí y busqué una jarra grande, al encontrarla la enjuague y la puse cerca de Roberto, fui a la nevera a por hielos y se los puse a la jarra, el agua purificada estaba justo detrás de Roberto, sin decirle nada me puse a su lado a llenarles la jarra, el no se movió ni un centímetro, es más, se volteó a verme las nalgas y poniéndome su mano en mi cintura me dijo que debía ponerme protector en mi espalda. Esa mano allí me tenía derretida por completo, automáticamente empine mi cola y me moví un poco a ver si dejaba de tocarme, pero más bien sentí que apretaba mi cintura suavemente… volteé a verle y le dije; “ acá esta su agua, llévela y luego baje y me ayuda con el bronceador en mi espalda, ¿quiere?”

“Así haré” me dijo con voz ronca y suave mientras dejaba de tocar mi cintura, tomó la jarra y salió rumbo a la casa de huéspedes, ya cuando supe que no estaba cerca, dejé salir de lo más profundo de mi alma un gemido que tenía dentro desde hace mucho… Creo que la mesa ya estaba puesta, ahora a comer….

Me puse de nuevo bronceador en mis piernas y me tumbé boca abajo a disfrutar del sol,  luego de un buen rato escuché el motor de la camioneta y sentí que se alejaba, allí de repente apareció Roberto que se acercaba a mi como depredador a su presa, le dije; “ hola, ¿todo bien?”, el medio sonríe sin dejar de mirarme y me dice; “vengo a ponerte protector en tu espalda, ¿quieres?”, sin levantarme, tomé el pomo de aceite del piso y se lo acerqué, “ por favor”…

Tomó el aceite y comenzó a untarme toda la espalda con el, sus manos eran como herramientas de acero, duras y fuertes, pero con mucho mimo acariciaban mi espalda poniéndome el aceite. Siguiendo con el proceso, volvió a por más aceite y siguió por mi baja espalda y poco a poco iba conquistando la piel debajo de mi bikini, ya me acariciaba media nalga y yo levantaba mi cola con deseo mientras de mi salían ruiditos de placer… el continuó y conmigo ya entregada dejo pasar sus dedos sobre mí ano, acariciándolo y llenándolo de aceite preparándolo para la inminente entrada de sus dedos…

Medio volteando le pregunte; “¿ Qué me hace?... su compañero nos puede ver” sintiendo como su dedo acariciaba mi ano/coño, agachándose me dijo al oído, “se fue a por la comida, ahora verás” metiéndome suavemente ese dedo dentro de mi y sacándome un gemido profundo… ahhhhh

Roberto : que rico y apretadito está esto… mi niño hermoso…

Yo gemía y levantaba mi cola ayudándole con su penetración… su dedo salió para meterme dos a la vez, haciéndome suspirar de placer… voltee a verle y al ver su mirada de completo éxtasis puse mi mano en su paquete y le dije; “ que rico… siga y déjeme ver que tiene por acá” se abrió el pantalón y dejó salir a su grande y divina polla… dura como un fierro y ya emanado el dulce de su deseo… me incorporé sin dejar que sacara sus dedos de mi culo y me acerqué para comerme su animal… abriendo mi boca me lo tragué todo de una para luego dejarlo y comenzar a lamerlo con mi lengua por toda su cabeza, olía a macho y sabia a gloria, joder como me gusta una buena verga, esta era grande y gruesa, justo como todo el… mientras me comía su hombría el seguía fallándome con sus dedos… de pronto escuchamos un claxon, era Arturo que ya regresaba… saco sus manos de mis nalgas y yo deje de comerme su carne, se levantó y me dijo, nos vemos en un ratito…

Allí quedé caliente a más no poder, encendí un cigarrillo y me quedé esperando la continuación… pero pasó más de una hora y nada, me levanté y fui a la cocina en busca de algo que refrescara mi sed y calmara mi alma, me hice otra limonada, pero a esta le puse un chin de vodka… estaba rica, rica…

Tomaba mi cóctel tranquila cuando por fin le vi venir, me dijo; “¿ podríamos pasar un momento a la cocina?” me levanté y caminé delante de él, venía con la jarra una vez masa a por agua fría… apenas habíamos entrado bajo techo y en la puerta de la cocina me tomó por detrás de una manera violenta y desesperada, oprimía con sus caderas mi cola dejándome sentir su magnífica erección, me quedé apoyada del umbral de la puerta de la cocina mientras esté hombre cual toro salvaje me besaba el cuello apretando mi cola hacia su pene duro y me decía a mi oído; “Eres una perrita divina, ya quiero romperte ese culazo que me tiene desesperado, ven déjame que te lo meta todo mi rico niño, puto divino…”

Yo consentía, entregada a sus violentas caricias, a su deseo desesperado y a su polla dura entre mis nalgas…sin embargo sentía como que había alguien mas, a pesar de esa sensación, me dejaba llevar y cuando estuve a punto de desatarme uno de los lazos de mi bikini para dejarle me hiciera de todo, algo me sobresaltó, haciéndome separarme de él de manera abrupta; era su compañero, su ahijado Arturo que le estaba buscando… me zafé y deje caer la jarra de plástico al piso, me agaché a recogerla y el aprovechó para preguntarle que le pasaba; Arturo le respondió diciéndole que algo estaba mal con el encofrado, note en la voz de Arturo cierta vergüenza o desconcierto, la verdad no sé, poniéndome de pie y disponiendo a lavar la jarra le dije, “ ande a ver que pasa y regresé a por su agua” , el salió de la cocina y se encontró con su ahijado en el patio, desde la ventana donde Arturo nos vio en la cocina les vi alejarse, y logré escuchar que Roberto le increpaba y reclamaba que apareciera por el patio.

Roberto : que te he dicho muchacho tonto, que venía a por el agua y que me esperaras, te he informado que la señora no quiere que estemos en esta zona de la casa, salvo que necesitáramos algo y ya te dije que solo yo puedo venir por acá.

Me dio un poco de pena que le hubiera tratado tan fuerte al pobre Arturo que ahora y sin lugar a dudas me había percatado que a lo mejor y también tenia algo de toque mental, en fin que quizá era un poco tonto o lento de cabeza…

Escuche que Arturo le decía; “ no vi nada padrino, no vi nada…”

Muy extraño todo esto, la verdad  me quedé en la cocina esperando a que regresará por su agua cuando de repente entró hecho un animal, directo hacia mi, y tomándome de nuevo por detrás me volvió a besar el cuello de manera aun más desesperada, sacando su lengua me lamia el cuello y las orejas, soltándome se agachó detrás mio y bajándome el bikini hundió su rostro entre mis nalgas buscando mi ano con su lengua, con mi mano aparté un poco mi nalga ayudándole a llegar a su meta, sentía esa lengua gruesa penetrándome por mi hoyito que rico le permitía hacer… levanté mi pierna apoyándola en el borde de la mesa de cocina abriendo así mis nalgas para su deleite…al poco se levantó y me dijo; “ven perrita, comete tu salchicha” bajándose el cierre y abriendo su pantalón me puso la polla en mi cara y sin dudarlo me la comí, una vez más.

Mientras el sostenía mi cabeza haciendo que diera arcadas, yo volví a tener la sensación de que alguien nos veía… de repente Roberto me dejó libre y tomándome por los brazos me levanto volviendo a ponerse a mi espalda donde mi cola le esperaba paradita, ya quería carne y mucha.. sentí su glande mientras el con su mano apartaba mi nalga para penetrarme, puso su cabeza lubricada en la entrada de mi ano y la dejó ir entrando poco a poco mientras yo jadeaba con mis ojos cerrados entregada a su deseo…

Roberto : puta, que rico niño divino eres, que hoyito tienes, es la sensación más divina que he sentido, mira como te comes mi verga de rico… hmmmm así toda…

Ya su penetración había llegado a fondo, sentía sus vellos en mis nalgas y sus manos tomándome por mis caderas me tenían con la boca abierta buscando aire para satisfacer mi excitación mientras me taladraba sin cesar una y otra vez…

Siguió sin detenerse hundiéndome su carne hasta el fondo mientras me besaba la espalda, espalda que yo arqueaba recibiendo todos sus envites, entraba y salía de mi cual máquina de follar, hasta que sentí que tras un fuerte temblor y un rugido animal me penetraba hasta donde no había llegado antes llenándome toda por dentro con su dulce néctar… me había llenado por completo… dejándose dentro de mi varios minutos, me moví dejándole salir y rápidamente me volteé agachándome y llevándome su polla a mi boca para lamerla toda, limpiarla y dejarla lista para que regresé a mi cola…

Allí mientras le limpiaba vi en el reflejo del espejo del comedor a Arturo haciéndose una paja… tenía una polla que dejaba a la de su padrino en nivel de pollita… esto se ponía bueno, le vi desaparecer sin hacer ningún ruido y yo no dije nada…

Roberto se dejaba limpiar mientras se deslizaba por mis nalgas y piernas su dulce néctar mientras yo me comía su animal que ya no volvía a despertar…

Ya había pasado más de una hora desde que disfrute de la carne en la cocina con el viejo Roberto, mi piel ya no quería más sol, mi piel pedía una buena ducha, así que recogí las cosas, guarde la tumbona, pero antes de subir a ducharme, me había ganado la curiosidad y decidí ir a ver que estaban haciendo en la casita de huéspedes. Entré y vi que la camioneta no estaba, que raro, nunca escuche nada, quizás me dormí tomando el sol, seguí y no escuchaba nada, así que me dispuse a subir, justo al final de las escaleras estaba el baño que estaban reparando, pero no se escuchaba nada y les llamé; “ holaaa, ¿hay alguien…? Pero no hubo respuesta, seguí subiendo y no vi a nadie, cuando pensé que se habrían ido decidí regresar y fue cuando casi me morí del susto, estaba Arturo justo detrás de mí, grité muy fuerte del susto que me dio y recuerdo que le reclame; “coño!!! Casi me matas del susto, tienes complejo de ninja o que? El se puso mal y nervioso y me pedía disculpas, estaba muy nervioso, así que me acerqué y le traté de calmar, estaba solo con los pantalones de trabajo y pude ver que tenía un torso hermoso y fuerte, me acerqué más calmándole diciéndole; “ ya esta, todo está bien, tranquilo, solo que me asustaste” vi como temblaba y me acerqué aún más y le abracé, “tranquilo, ¿Dónde está Roberto?” , me explico que había ido a por unos plásticos para cubrir la ventana del baño por si llovía en la noche, mientras me explicaba le seguí abrazando y comencé a sentir en mi abdomen como su hombría estaba creciendo rápido y mucho… me quedé allí pegando mi cuerpo a él que ya no temblaba y se había calmado, justo cuando ya le iba a soltar, sentí sus enormes manos agarrarme cada una de mis nalgas y apretándome me dijo; “ me gusta tu culo…, me gusta mucho…” había sacado de mi un buen gemido y mi cola loca se dejaba acariciar por este hombre/niño…

No sabía que hacer, pero me estaba gustando mucho sus manos allí…el morbo era enorme, subí mis brazos sobre su cuello y acercándome suavemente a su cara le dije , “a mi también me gusta mucho que me lo acaricies, es más me fascina sentir tus manos allí, pero ahora debo irme, tu padrino va a volver y debes prometerme que esto no se lo vas a decir, será nuestro secreto, ¿esta bien?” Mientras le hablaba sus manos ya habían entrado debajo de la tela de mi bikini y estaban a punto de tocarme más adentro… no podía permitirlo aunque me moría de ganas, me logré zafar y le dije; “ cuando vuelvas a quedarte solo vendré y me podrás tocar más, ¿quieres?...” el sonrió y asintió como un buen niño obediente.

Yo : ahora me voy, ya sabes, nada de esto a tu padrino, este es nuestro secreto rico…

Mientras me iba me acerqué a su cara y le di un pico en la boca acariciándole su mejilla, mientras con mi otra mano le acaricié su polla, descubriendo que era algo que quería comerme por completo. Me despedí y le dejé tranquilo cuando ya iba entrando a la casa sentí la camioneta…decidí esperar antes de meterme a bañar por que sabía que Roberto vendría a verme. Así fue… y abrazándome de frente me dijo…

Roberto : Hola mi niño hermoso, que rico nos lo vamos a pasar todos estos días…no sabes como me tiene ese culito tuyo, no paro de pensar en el, se siente más rico que cualquier mujer… pero ya nos tenemos que ir…

Mientras decía esto había metido su mano entre mis nalgas y su dedo índice dentro de mi… me tenía a su merced y yo quería más…acerqué mi cara y le entregue mi boca con mis labios abiertos y el no lo dudó, me besó con deseo y su lengua violo mi boca a placer mientras su dedo me hacia su mujer por mi culo, me di vuelta dándole a entender que quería que me penetrara, y así hizo, en menos de un segundo su glande ya estaba entrando de nuevo en mi, hasta el fondo… hmmm que rico… sentir esa verga dentro de mi y que me deseen así, estaba volando de rico mientras más le empinaba mi cola recibiéndole cada una de sus penetradas profundas y divinas… sentía cada centímetro de mi interior como era llenado por el y su pedazo de carne jugoso dentro de mi… con mis manos abrí mis nalgas para permitirle más profundidad y el tomándome por mis caderas fuertemente aprovecho para meterla toda hasta adentro mientras me lengüeteaba mi cuello y me decía, “ no se como tienes ese culo tuyo mi niño, pero lo que si se es que se siente divino, es suave y apretadito, me vas a volver locooooo”, metiéndomela con violencia sentí como una vez más este viejo enfermo me depositaba su leche caliente, llenándome por completo, estaba a punto de sacármelo cuando le pedí que no lo hiciera, que esperara un minuto, este entendiendo mi deseo me la volvió a meter hasta el fondo y con mi mano me toque mi polla erecta hasta acabar divinamente mientras le apretaba su carne con mi ano excitadísimo… estaba disfrutando al máximo…

Luego de temblar en sus brazos por un par de minutos me soltó y salió de mi cayendo toda su mercancía por mis muslos y hasta el piso… tomó mi cabeza y empinándome hacia su polla me dijo; “ anda, limpiamente toda la polla mi niño, que ya me tengo que ir”, “tenemos que pasar por una casa al otro lado de la ciudad que hay que hacerle el techo y que de hecho empezamos mañana”

Yo : ¿mañana?, ¿Y que no van a venir a trabajar?

Se descubría en mi voz la decepción, a lo que en viejo tomándome por mis mejillas me dijo…

Roberto : Tranquila, perrita insaciable, vendré temprano,  a eso de las 8 am a dejar a mi ahijado a que siga el con el baño y luego yo regreso en la tarde a buscarle y luego de llevarlo a su casa regresaré a que me des de cenar, ¿quieres?, ¿puedes esperarme hasta esa hora mi niña puta? No ves que me trae loco ese apretadito tuyo, quisiera dejártelo dentro toda la noche…

Yo: por mi, estoy más que dispuesta acá está…

Mientras me limpiaba sus restos me voltee entregándole mi divina cola a sus manos, el no lo dudó y me las cogió con sus manos ásperas una vez más para dejarme gimiendo por más… era un macho divino… aunque mis pensamientos estaban ya maquinando mi día de mañana y mis travesuras con el ahijadito… mañana va a ser un día delicioso.

Se fueron, cerré muy bien la puerta de atrás y el garaje y me di un baño de Cleopatra, duré horas en la bañera llena de sales y aromáticas… debía prepararme muy bien para mañana…

Al día siguiente;…

No eran las 7 am y yo ya estaba despierto y jadeando de lo excitado que estaba, hoy me lo iba a disfrutar al máximo…

Bajé, puse el café y luego de refrescarme me puse una tanguita de mi hermana que me quedaba divina, era apenas un triangulito de satén rojo que hacía resaltar mis nalgas hermosas y bronceadas…unos shorts de algodón color rosa que también tomé prestados de ella y que me quedaban divinos, arriba me puse una sudadera muy grande que me quedaba como si no trajera nada debajo, en fin casi era un vestido tipo mini… estaba divina.

Un poco pasadas las 8 am escuché la camioneta, esperé que tocaran el timbre y al hacerlo abrí, allí estaba Don Roberto y su mirada de enfermo sexual comiéndose mis carnes, me miraba las piernas de una forma que casi podía sentir su lengua por todas ellas, “ hmmm buenos días!” Creo que le gusta lo que ve!”, está vez no le di las llaves, fui a abrir el garaje y la puerta del patio trasero que llevaba a la casita donde ellos trabajaban, lo hice completamente a posta, para que Arturo viera bien lo que le iba a regalar hoy… lo vi mientras pasaba delante de la camioneta y le saludé guiñándole el ojo de forma picara, mis movimientos estaban volviendo loco a Roberto que no se fijaba que mi desfile no era para el sino para Arturo que me veía boquiabierto.

Una vez todo abierto regresé a la casa, donde Roberto se había quedado esperándome… viéndome me dijo; “ creo que no quieres que me vaya verdad, estas divino mi niño, ese short debajo de esa sudadera, ¿me quieres volver loco?

Yo : si, pero primero entre, que le doy su café…

Entrando a la casa y al pasar justo al lado de él sentí como me acariciaba mis nalgas sobre el short… solté mi primer gemido del día. Una vez en la cocina se sentó en un taburete mientras me veía buscando las tazas… volteé y le dije, “¿ quiere que realmente le vuelva loco Don Roberto?”, el mirándome con esa cara de deseo que me volvía loca, asintió con su cabeza y mientras me bajaba el short le dije; “ ok, acá voy, pero la condición es que no puede moverse de su taburete, hoy está castigado por dejarme sólito, hasta que regrese” termine de sacarme el short y cuando volteé dejándole ver mi cola pegó un grito de animal e intentó levantarse, pero me acerqué recordándole que no podía pararse de ese taburete, aprovecho para agarrarme una nalga con esa mano que me fascinaba, apretó duro y rico mi nalga dejándome suspirar al aire mi deseo… me zafé y volví a las tazas, serví el café y volví a acercarme a él, esta vez suavemente me acarició mi cola con su mano y yo le di un beso largo y divino donde nuestras lenguas se divirtieron mientras me magreaba mi cola a placer…el beso se alargaba y mi deseo también, besar a ese viejo e imaginarme la visión desde afuera ver esa mano de trabajador acariciar mi culo hermoso de adolescente primaveral, ver desde afuera ese hombre besar a ese niño lindo con mucha lengua y deseo animal, eso era algo demasiado para este cuerpito rico… seguí besándole y tomándole su mano moví a un lado la pequeña tira de mi tanga, dejándole acariciar mi ano de una manera sublime, cuando ya estaba a punto de introducirme su dedo me aparté y riéndome le dije; “ ok, eso es todo por ahora, cuando regresé todo esto será suyo, es más, si quiere puede quedarse a dormir conmigo, ¿le gustaría eso? Por qué a mi me encantaría pasar la noche y quedarme dormido con eso que tiene allí, pero dentro de mi” le decía mientras le acariciaba su paquete duro dentro de su pantalón… “¿ a que hora regresaría?”

Roberto : regreso a buscar a Arturo primero a eso de las 5 pm y luego regreso a pasar la noche contigo mi dulce perrita a eso de las 8 de la noche…

Me acerqué y le volví a besar mientras le serví un par de tostadas con mermelada. Allí nos quedamos hablando y disfrutando de nuestro deseo mutuo, que entre caricias y morreos nos hacia pasar un rato divino, hasta que el se levantó diciendo; “ madre mía es tarde, debo salir de prisa me deben estar esperando en la otra obra”, me acerqué a él y besándole dulcemente en los labios le dije, “ acá le espero Don Roberto”…

Le acompañé a la puerta y vi como se iba en la camioneta, ahora comenzaba mi otra aventura, esperé fumando un cigarrillo a que no hubiera posibilidad que se regresara por algo y me dispuse a comenzar mi otro frente.

Ya habían pasado más de 15 min de que se había ido, así que decidí ir a ver que hacía mi querido Arturo, pobre, no sabe lo que le espera; me quedé así sin el short, solo con mi tanguita y mi sudadera y saliendo por el patio recordé que el garaje estaba abierto, me regresé y salí a cerrarlo, no me puse los shorts así que estaba semi desnudo, me apresuré a cerrarlo. Regresé al patio y abriendo la puerta de la casa de huéspedes escuché ruido arriba, “ holaaa, ¿hay alguien por acá? Nadie contestó, comencé a subir las escaleras y volviendo a saludar siguió el silencio, “creo que si hay alguien, se estará escondiendo…” escuché que alguien se movió al otro lado de la puerta del baño, al llegar a la puerta le vi, otra vez sin camisa, dejándome ver ese torso enorme y sudado y su cara sonriente que me saludaba…

Yo : Hola Arturo,  ¿como estás? Te estaba buscando, ¿quieres desayunar?

Arturo: Hola mi niña, buenos días! ¿Ya se fue mi padrino?

Yo : si, ¿por que?

Arturo : ok, entonces si puedo ir al otro lado, el me lo prohibió.

Yo: vamos ven conmigo, recuerda que este es nuestro secreto, el jamás debe saber que somos amigos y que nos gusta jugar, Arturo ¿si sabes que no soy una niña verdad? ¿Sabes que soy un niño como tu?

Arturo : como yo no, por que tu a mi me gustas, me gusta tu culo mucho y me lo pones duro…

Yo: ¿que te pongo duro?

Arturo : esto…

Sacándose del pantalón de trabajo esa polla hermosa, grande gruesa y bella. Tenía una erección de campeonato…

Yo : huy que grande que la tienes, ¿te la puedo tocar?

Asintiendo con pena me lo permitió y se la cogí con una mano y casi me derretí del placer eléctrico que sentí, era enorme, quizás más grande de lo que recordaba.

Soltándole le dije, “ ven, vamos que te hago desayuno”

Mientras caminábamos a la casa, sentía su mirada clavada en mi colita, mientras yo me puse a dudar si estaría bien esto que estaba haciendo, Arturo era un hombre completo físicamente, pero un niño pequeño de mente, me hizo sentir quizá que esto no estaba bien, estaba aprovechándome de el y su realidad… igual seguí adelante, total le había invitado a desayunar, solo eso…

Al llegar a la cocina se sentó en el mismo taburete en el que se había sentado su padrino hacia unos minutos y vi que viéndome se acariciaba su paquete por encima de su pantalón de trabajo, le dije: “ hace calor, si quieres quítate los pantalones” el se puso rojo como un tomate y me dijo, “ es que me quedaría desnudito todo”

Yo: a mi no me importa, es más, si tu lo haces entonces yo también me quito todo y así estamos igual, ¿quieres?

Sonriendo se quitó su pantalón y dejó en libertad eso que yo quería para desayunar…esa hermosa polla que me iba a desayunar…

Entonces me quité mi sudadera quedándome solo con mi tanguita roja, el comenzó a reírse de manera nerviosa… “¿ Que te pasa? ¿De qué te ríes?

Arturo : de que si eres una niña, así se visten las niñas donde me lleva mi padrino a jugar con ellas… me gusta tu culo con esa ropa…

Yo : así que tu padrino te lleva a jugar con niñas que se visten así… ¿y a qué juegas con ellas?

Mientras le preguntaba me moría de la excitación al descubrir que Roberto llevaba a Arturo a burdeles… así que no era su primera vez…por ende se esfumó de mi mente cualquier pensamiento que me hiciera dudar lo que estaba por pasar.

Arturo : con ellas juego al escondite y cuando las encuentro me besan y chupan mi pipi, luego se los meto por su rajita, pero nunca por su culito y eso es lo que yo quiero…

Puse a calentar el café y acercándome a él le pregunte; “ ¿Cómo te la chupan, así?”

Me agaché y le pase mi lengua desde las bolas hasta la cabeza enorme que ya estaba llena de su dulce néctar divino que me enloquece, abrí un poco mis labios y me metí un poco su cabeza divina mientras con mi lengua le acariciaba el frenillo…sentía su calor y su poder… me levanté y el, que se había quedado quieto, me respondió; “ no, así no me lo hacen, eso que me acabas de hacer fue súper divino… quiero más, chúpamelo, anda…”

Volviendo a agacharme lo tome con mis manos y me lo metí todo lo que pude en mi boca, era enorme ese animal… y olía divino, me lo saque y le lamí sus bolas suavemente haciendo que el se riera y gimiera… definitivamente esta era su primera buena mamada.

Me levanté y le acaricié su cara, me acerqué y le di un besito en los labios, cuando me quise retirar me abrazó con sus enormes brazos y comenzó a besarme de una manera tosca y brusca, poniéndole mis brazos en el pecho le detuve diciéndole, “ así no, ven, tranquilo, deja que te enseñe como es”… le puse mis labios en los suyos y con mi lengua poco a poco le abrí su boca, comenzando a invitar a jugar su lengua con la mía… allí nos comenzamos a besar, estuvimos así un rato mientras sus manos me acariciaban mi cola…

Me aparté y terminé de preparar su desayuno, le serví y me dijo que tenía hambre y me preguntó por mi desayuno, yo solo sonreí y le dije tu come lo tuyo, yo voy a tomar lechita…

Me arrodille entre sus piernas y le di una mamada de antología, mientras el desayunaba yo me lo comía a él por completo, allí estaba yo como becerro hambriento hasta que sentí que comenzaban a temblarle sus piernas y llegaba el momento esperado, casi me atragante de tanta leche caliente y dulce, mientras el gritaba de éxtasis…

Yo: viste, ya tomé lechita, y tu ya desayunaste.

Arturo : gracias, estaba rico… todo.

Yo : ¿te gustó lo que te hice?

Arturo : si mucho, pero me gusta más tu culo,…

Yo: si, ¿quieres mi culo? ¿Qué vas a hacer con el?

Arturo : quiero pasarle la lengua y luego meterte mi pipi, nadie me deja meterle mi pipi…

Yo : ven Arturo, yo te voy a dejar… sígueme.

Subimos a mi cuarto y al llegar me puse en la cama en cuatro y le dije, “ vamos, has lo que quieras con mi culito”

Metió su cara entre mis nalgas y comenzó a besarme por todas partes, mientras yo me bajaba mi tanga dejándole todo para el, inmediatamente me metió su lengua en mi ano haciéndome gritar de placer, su lengua era todo un musculo enorme de dar placer… las putas lo habían entrenado muy bien a este… luego se apartó y vi que su intención era metérmelo, le detuve y le invité a que se acostara boca arriba, sabia que si le dejaba el solo me dolería, una vez allí me subí sobre el habiéndome puesto lubricante previamente en mi ano, arrodillada sobre su enorme falo me deje caer poco a poco mientras sentía esa divinura de la naturaleza entrar poco a poco dentro de mi y el comenzaba a hacer ruidos de animal salvaje, me ganó lo excitada que estaba y me deje caer por completo, me dolió pero fue algo de otro mundo  me tenía completamente empalada, no podía ni moverme y mi respiración era agitadísima, al sentir que mi culo ya estaba más acostumbrado a semejante animal, comencé a moverme dándole el placer de su vida y yo gozando como una loca, así estuvimos varios muchos minutos hasta que de repente sentí como me venía un orgasmo anal y acelere mis movimientos de caderas apara acabar juntos… fue sublime como entre gritos de mujer y de animal salvaje me llenó toda por dentro mientras yo le bañaba su pecho con mi propio néctar, y allí caí en su pecho muerta de felicidad y éxtasis… hacia mucho que no acababa así…

Pasaron varios minutos hasta que recuperé el aliento y la cordura… le dije, gracias y le recordé que tenia que trabajar, el asintió y bajamos a la cocina, se puso su pantalón y salió corriendo, yo le dije mientras se iba que le llevaría agua fría en algún momento… me sonrió a lo lejos y allí quedé yo sola y feliz, que rico me había hecho acabar, ya quería más, pero debía dejarle trabajar, de lo contrario su padrino se enojaría muchísimo con él, volteé y al ver el taburete me acordé de mis dos machos divinos que están dándome la semana del placer…

Tomé mi tanga y subí a lavarme toda… me la volví a poner y me perfume un poco, ya quería ir a llevarle el agua, pero no, debía dejarle trabajar…

Me puse mi bikini negro y sacando la tumbona me tiré de nuevo en el sol, allí pasaron más de dos horas… y tenía mucha sed, y si yo tenía sed mi Arturito debe estar seco.

Subí al baño me di una ducha veloz para refrescar mi piel, me puse aceite en mi ano y volví a ponerme mi tanga roja, solo que esta vez arriba me puse una camiseta de fútbol… llené la jarra con agua y hielos y se la subí.

Al entrar le vi trabajando duro; “ llegó el agua…” ¿Cómo estás, has avanzado mucho?...

Arturo: si, de hecho el baño está casi listo,  estoy esperando a que seque y le pongo lo que falta.

Yo: muy bien acá está tu agua…

Le acerqué el vaso lleno y el mientras solo me veía solo mi cola, se la comía de lejos… me estaba calentando más y más…

Yo: acá te dejo el agua, luego regreso, sigue en lo tuyo…

No había terminado de decir eso cuando el ya estaba a mi lado, tomándome por la espalda me besaba el cuello mientras entre mis nalgas sentía su bestia dura y deliciosa queriéndome penetrar…

“ahhhh, que rico…” le dije… y volteándome le busque su boca mientras con mi mano le bajaba los pantalones dejando su animal libre y sin correa… me volteé dándole mi cola para su deleite y con mi mano moví la tirita de la tanga acto seguido, sentí su carne buscando por donde penetrarme, abrí mi nalga y le ayude a entrar, entro todo de un golpe haciéndome gritar como una loba en celo, me dolió pero el placer era mayúsculo, además ya eran casi las 4 de la tarde y muy pronto vendría su padrino a por el, debíamos aprovechar… con mi otra mano abrí mis nalgas dejándole todo a su merced, me estaba cogiendo como un perro a su perra, una y otra vez me penetraba duro y divino, solo el sonido de sus caderas golpeando salvajemente mi cola me hacía gemir del más puro placer y la más absoluta entrega, era su muñequita de trapo siendo violada por ese animal mientras sus embestidas aumentaban sentí que mis piernas temblaban, ¿era posible que otro orgasmo anal este a la vuelta de la esquina? Que delicia, me entregué más aun y poniendo mis manos en la pared empiné mi cola para recibir toda su carga lo más adentro posible… una y otra vez me hacía dar saltitos mientras yo de puntillas le recibía con un hilo de baba cayendo de mis labios, estaba en el Nirvana sexual y mis gemidos eran algo delicioso… ah, ah, ah, ah, ah… hasta que el rodeándome con sus brazos y pegándome duro sus caderas a mi culo sentí como llegaba mientras yo muda de placer aspiraba mis gemidos sintiendo un nuevo orgasmo anal y llenaba la pared de mis néctares de felicidad… estaba destruida, mi culo agradecido y Arturo con una cara de felicidad indescriptible…

Arturo : este es nuestro secreto, ¿verdad?

Yo: así es, nadie nunca debe saber que te dejo meterme el pipi en mi colita, que te gusta ¿verdad?

Arturo : te amo…

Joder, esto no me lo esperaba  quizás alguna película de amor que haya visto  pero de verdad que me partió el corazón…

Arturo : ¿mañana volvemos a desayunar?

Yo : mañana volvemos a desayunar, los dos…

Tomé la jarra, le di un besito en sus mejillas y me fui hacia la casa, me metí corriendo al baño, me di una ducha y mientras me secaba vi como comenzaba a llover.

Me puse un cachetero de algodón y mi sudadera, tenía frío en los pies así que me puse unas medias hasta los muslos con lunares, estaba que parecía un helado en copa… me encanta divertirme…

Escuche la camioneta afuera y me asomé, vi a Arturo subir bajo la lluvia que ya era más un aguacero, la vi alejarse… bajé a comer algo y me puse a ver la tele, mientras esperaba mi round nocturno… ya quería un poco de hombre… ¿a que hora vendrá Roberto?...

Eran casi las 10 pm cuando me despertó el ruido de la camioneta… me asomé y era Roberto que venia empapado, aun seguía lloviendo, le abrí y con ojos de cansancio me explico que por la lluvia había tenido que regresar a la otra obra y que no podría pasar la noche como me había prometido, le hice pasar…

Yo : tranquilo, no pasa nada, ven, quítate esa ropa y te la pongo a lavar y a secar, así no puedes andar.

Roberto : no te preocupes he estado en peores…

Ayudándole y con decisión le quité su ropa y la metí a lavar, había quedado en la cocina completamente desnudo, le estaba lavando hasta las medias… allí fue cuando ya más tranquilo se fijo en mi y su dichoso miembro revivió de alegría al verse libre y a merced de mi…

Me acerqué poco a poco, mientras me sacaba mis medias, le dije, “ven; vamos a bañarnos con agua caliente…” mientras le decía esto me sacaba mi sudadera quedándome solo con mi cachetero… su boca se abrió y dijo; SI…

Subimos y abrí el agua ajustándola a una temperatura perfecta y le pedí que entrará para luego yo quitándome el cachetero entre desnuda a su lado.

La ducha era enorme y tenía una especie de base a desnivel que se usaba para sentarse y también para colocar los utensilios de baño…allí le senté mientras llenaba de espuma una gran esponja y me ponía de rodillas a lavarle todo su cuerpo, a pesar de su cansancio su hombría estaba ya a tope y feliz así que al llegar a su pecho con la esponja aproveché y me comí su carne a placer… mis masajes duraron un rato y mis artes “mamatorios” le devolvían la alegría a este viejo cansado, poco a poco. Ahora hasta comenzaba a hablar…

Roberto : eres una Diosa, nunca ninguna mujer me esperó así como tu lo has hecho y me ha mimado de la forma que lo haces y además con este culo tan divino, ven que te enjabono yo ahora mi niño divino.

Me levantó y me hizo poner mis brazos en la pared, seguidamente tomó la esponja y comenzó a darme una enjabonada divina por todos lados, me enjabonaba la espalda, mi cola la acariciaba con deseo, se agachó y me enjabono mis muslos y piernas… metió su mano debajo de mi y enjabono mi pollita y bolitas, que estaban que explotaban, y así siguió, para luego levantarse y al buscar mi pecho para enjabonármelo se puso tan cerca que su polla erecta punteaba mi cola con deseo, moviéndome de caderas le ayude en su búsqueda mientras el solo se dedicaba a enjabonar mi pecho, bajé mi mano y tomándosela la puse en el lugar correcto y entro toda dentro de mi… sacándome un gemido y apretándole con mi colita le saque un gruñido a él…

Estuvimos un buen rato haciéndonos de todo, su pene ya estaba a punto de llenarme toda y yo mientras tanto también gracias a su mano que nunca dejó de acariciar mi pollita y pellizcar mis pechos… de repente le apreté más aun su verga en mi interior y nos vinimos a la vez llenándome toda y yo vaciando lo que me quedaba…

Nos enjuagamos, le di muchos besos y nos secamos… viéndole a la cara como niña regalada le pregunte; “ te tienes que ir, ¿cierto?”

Roberto : si mi niña divina, debo ir al deposito muy temprano y para eso debo buscar la otra camioneta...

Yo: ven no te preocupes vamos a por tu ropa que debe estar lista… por cierto  ¿traerás a Arturo mañana  a que hora?

Roberto : a eso de las 9 am, si no lo traigo yo le traerá el capataz de la otra obra,  no te preocupes. Por cierto es un tipo muy peculiar, mucho cuidado como le recibes…

Yo: No entiendo…

Roberto : es un hombre que si te ve así de divino como andas siempre no te va a preguntar, simplemente te va a violar de una…

Yo: jajajajajaja  entonces le espero desnudito…. Jaajajaja…

Roberto : ya su sabrás… prepárate..

Sentí en su voz un hilo de celos, que me divirtió mucho, el ahijado me ama y el padrino me cela… jajajajaja esto es too much!

Me fui a dormir y mañana será otro día…

Al día siguiente…

El día amaneció lleno de sol y luz, eso siempre me pone bien, bajé monté un café y busqué mi bikini negro que había puesto a lavar ayer, me lo puse y como siempre vi que me quedaba divino… me puse de nuevo mi sudadera y me fumé un cigarrillo disfrutando de mi café y pensando como sería este “capataz” jajajaja reí recordando la cara de celos de Roberto anoche, si supiera que su ahijado me llena como nadie…

Escuche la camioneta y me asomé, así sin ponerme nada más salí a abrir el garaje, sin ni siquiera saludar me regresé a la casa… pero sabía que ambos hombres me comieron con la vista…

Sin cerrar la puerta de casa entré a ver que pasaba, Arturo se bajó, recogió unas cajas pesadas de la parte trasera y se fue al lado a trabajar. Mientras el se iba, vi a este hombre quedarse esperando a que Arturo entrará, luego apagó la camioneta y le vi bajar, era muy gordo y alto, era un hombre enorme, si fuera mujer habría mojado el piso con lo mucho que me gustó esta mole de hombre…vi que caminaba hacia la puerta y al acercarse me asomé en la puerta a recibirle, “ Buenos Días!”, usted debe ser el otro capataz… ¿cierto?

Capataz : Hola, buenos días, si soy yo y Don Roberto me dijo que tu café es muy bueno…

Entre su tamaño, su porte y su desdén me tenía derretido… “ claro que si, pasé por favor y le sirvo, esta recién colado” sabía muy bien a qué café se refería…

Caminé delante de él moviéndome divinamente dejándole adivinar que había debajo de mi sudadera. Se sentó en el mismo taburete de todos mis otros machos y apoyándose en la mesa con sus codos me veía profundamente.

Estaba nervioso, su tamaño y mi estado de excitación me tenían temblando… le serví y al acercarle su taza me rodeo con un brazo y me dijo; “ que rica estas mi niña, no sabes como me encanta un ano/coño temprano en la mañana con el café, ven acá” me acercó hasta quedar apoyado en su enorme panza…

Yo : ¿pero que hace? Será usted abusador…

Dije esto tratando de mostrar un poco de dignidad pero temblaba como una hoja.

Capataz : mira como tiemblas, eso es frío o estás derretida por mi… tranquila que desde que saliste a abrir vi que querías verga…

Con su mano subió mi sudadera y me agarró la nalga sacándome un suspiro divino, con la otra mano me tomo del cuello y se comenzó a comer mi boca, ya era absurdo hacerme la buena niña, así que abriendo mi boca le respondí el beso con mucha pasión y sin censura.

Ya su mano se había adueñado de mi culo por completo, su sola mano abarcaba mis dos nalgas y sus dedos eran casi penes de lo enormes que eran… me puse más de frente a el pasando mi pierna sobre la suya y quedando como si le cabalgara la pierna mientras su mano ya estaba a punto de penetrarme…

Ya quería que me diera lo mio… así que con mi mano afloje el lazo de mi bikini dejándole vía libre a su mano que no esperó ni un segundo, al sentir mi desnudez llegó hasta mi entrada y la acarició, era muy grande su dedo, en la mesa había un mantequillero y tomó un poco y volvió a colocar su dedo allí acariciándome y haciéndome gemir y gemir… de repente sentí su dedo entrar y fue, de verdad, como si me penetraran de lo grande y grueso que era… volví a su boca dándole mi cola empinadita toda a su mano y sus dedos… ya quería descubrir su paquete… metí mi mano en su busca y fue muy extraño, pero su pene era más bien pequeño para lo grande que era todo lo demás, es más, creo que su dedo era más grande que su pene… no le toque más y deje que me siguiera violando su dedo mientras me comía su boca y seguía cabalgando su pierna…

Se separó de mi y me llevo por mis brazos al sofá del salón donde me puso en cuatro y fue cuando sentí su glande entrar en mi, era realmente pequeño… pero a pesar de eso y sin querer descubrir mi decepción le deje penetrarme hasta que acabo dentro de mi…

Se apartó y busco unas servilletas en la mesa, se limpio su penecito y me dio servilletas para que me limpiará yo… había culminado un momento que parecía iba a ser épico, pero no… ahora solo quería que ya se fuera para ir a buscar a Arturo, debía buscar una buena verga de verdad que me apagará el fuego que llevaba por dentro…

El Capataz se tomó su café, y se despidió de mi diciendo; “ espero que nos volvamos a ver, chiquita…” mientras yo por dentro pensé “chiquita, tu” jajajaja y me sonreí mientras le despedía…

Una vez que sentí la camioneta partir me metí al baño y me limpié bien, tenía todo el culo lleno de mantequilla, una vez bien limpio, me sequé y puse lubricante dentro de mi ano y me volví a poner mi bikini y mi sudadera… y fui a la casa de huéspedes, buscando una manguera de verdad que me apagará el incendio…

Nada más entrar a la casita sentí que me tomaban por detrás, era Arturo y su bien erecto pene, nada más abrazarme sentí como estaba, con todo y pantalón casi me penetra allí mismo…

Arturo : ¿vienes a traerme el desayuno?

Yo : si quieres yo misma seré tu desayuno, pero si quieres vienes a casa y te doy tu café…

Todo esto se lo decía mientras jadeaba, mi respiración se aceleró al máximo, había quedado tan necesitada después del gigante del pipicito… sentir esto en mi cola era lo máximo. Arturo me tenía atrapada y ya había metido sus manos dentro de mi sudadera y me acariciaba el pecho mientras me hacia sentir su deseo en mi cola, ya lo quería dentro de mi, todo…

Mientras me besaba el cuello, me desanude ambos lazos de mi bikini dejando mi cola al aire, le agarre un brazo y se lo dirigí a mis nalgas, empezó a apretármela con un deseo descomunal, yo seguía gimiendo como una niña, se que eso le fascinaba, me zafé y poniéndome de frente a el me agaché y le bajé sus pantalones y allí estaba esa maravilla hermosa de la naturaleza, adornada con su miel de excitación por toda su cabeza, le moví hacia atrás su piel dejando el glande enorme y brillante ante mis labios y me lo tragué todo lo que pude, en ese momento me desesperé de tanto placer y deseo y le pedí que se tumbara en el piso, lo hizo mientras yo seguía chupando y lamiendo ese animal divino, había quedado a su lado mientras el tenía mi cola a su merced, con su mano me acarició las nalgas y comenzó a meterme su pulgar, con el lubricante que me había puesto esta tarea fue magnífica, como si me hubieran metido un cable con electricidad, dejé de mamar para pasar a gritar de placer… ahhhh que rico…

Mientras volvía a meterme su carne hasta mi garganta dándole la mamada de su vida, pasé mi pierna sobre el así que mi cola le había quedado en su cara, mi intención era estar más cómoda y que el tuviera una mejor visión, pero de repente sentí como con sus manos abría mis nalgas y me introdujo su lengua, volviendo esta vez a sacarme un grito de placer absoluto, me incorporé y le puse toda mi cola en su cara mientras su lengua estaba disfrutándome por dentro, estaba como loca… tan loca que no escuche ningún ruido y de repente sentí que me agarraban la cabeza y al abrir los ojos vi una polla hermosa en frente de mi cara, era Roberto que había venido a por unas cosas y desde hacía más de 15 minutos nos había pillado y decidiendo que hacer, pues decidió perfecto, por que ahora mis gemidos se podían escuchar a una cuadra  estaba en el Nirvana absoluto del sexo…

En una pausa, me levanté y viéndole a la cara a ambos les dije; “ vengan vamos a mi cama a que me violen los dos”… a Roberto lo tomé de su brazo y a Arturo de su polla y mientras pasábamos por el patio me morreaba con uno y luego con otro, estaba vuelta una loca total… mientras subíamos a mi cuarto Arturo que venía delante se detuvo y me metí su polla en la boca, mientras al quedar unos escalones detrás fue Roberto quien me metió su lengua entre mis nalgas hasta el fondo… los ruidos y gemidos eran la banda sonora de una súper porno salvaje… seguimos subiendo y al llegar al cuarto me tiré en la cama me quite la sudadera quedando completamente desnudo, les pedí que se desnudaran por completo y me puse de lado mientras les veía desnudarse y subir a la cama conmigo, el primero fue Arturo y se puso detrás mio e inmediatamente me metió su polla sin ningún preámbulo, grité de placer una vez más, luego y mientras me ametrallaba el culo el bueno de Arturo, ya estaba la polla de Roberto una vez más en mi boca…

Me moví para que Arturo saliera de mi y me volteé a chuparle su polla quedando en cuatro regalándole mi cola a Roberto que sin esperar un segundo me la metió hasta el fondo…luego de un rato de penetradas de Roberto, me volví a mover quería a Arturo otra vez, y así fue durante un buen rato, no se cuanto, solo se que de repente estaba sobre Arturo cabalgándole y sentí como Roberto intentaba metérmela a la vez, no lo lograba, pero yo estaba dispuesta para lograrlo,  me estire y tomé de la mesita de noche el lubricante y poniéndome un buen le dije que entrará el primero, así hizo y fui yo quien sobre Arturo y tomándole la polla traté de bajar sobre ella con la carne de Roberto dentro, pero era demasiado, no llegaba ni a dolerme por que simplemente no se podía, no había espacio ni para intentarlo, así que en esa misma posición ambos fueron turnándose de a poco, me penetraba Roberto y saliendo me sentaba sobre Arturo, en fin ese momento es algo que quedó marcado en mi vida como la gran follada, el placer de los tres era sublime, así como me turnaba entre penes, me besaba con Arturo cuando Roberto me cogía y luego me comía la boca Roberto cuando cabalgaba a Arturo.

Arturo fue el primero en venirse, tembló como un ogro y tomándome de manera violenta por la cintura me vacío todo su cargamento y así sin dejarme ni respirar Roberto que se había puesto al lado de Arturo me tomó por mi cintura haciendo que me subiera en el, le cabalgué como loca de arriba abajo y que con todo el néctar de Arturo la lubricación era perfecta, me moví como nunca antes lo hice sobre otro hombre dejándole casi al borde de un infarto hasta que ambos estallamos, el me vació toda su leche dentro de mi y yo gritando tuve una vez más un explosivo orgasmo anal llenándole hasta la cara con mis dulces… y caí destruida con ese animal dentro de mi mientras el me acariciaba las nalgas y Arturo me besaba sin parar… fue algo sublime y acá mismo mientras escribo jadeo recordando y me corro como una loca con dos dedos dentro de mi y mi otra mano dándole placer a mi pollita… éxtasis supremo… para todos…

Pasamos el día juntos los tres  comimos, nos bañamos en la piscina desnudos y follamos más de las veces que nunca imaginamos ese día entero, nadie trabajó… ese día fue un desfile de sexo… a la noche se marcharon mis machos y caí en la cama a menos de las 9 de la noche y dormí hasta las 8 de la mañana corrido…

El resto de la semana fui la amante de estos dos machos divinos que hicieron conmigo cuando y como se les dio la gana, el baño quedó perfecto y el techo reparado y todos felices… nunca jamás olvidaré esa semana y se que ellos tampoco, lamentándolo mucho no más de un mes después de esa semana supe que habían partido en un accidente de tránsito… espero que en el otro lado me esperen y me reciban divinamente como solo ellos lo han sabido hacer, esto me paso a los 17 años y ha sido un desafío ya que el nivel de sexo que disfruté esa semana ha sido una barra muy difícil de alcanzar a lo largo de mi vida… gracias al universo por ese regalo en mi tierna juventud… aún hoy en día muchos años después aún lo recuerdo y me sigo volviendo loca de placer solo de contarlo…

Me desahogue, espero lo hayan disfrutado tanto como yo…

Musa.