Los negocios de Pactrick

Continua las experiencias del Francés. El francés recibe la visita del hermano de 18 años del escolta, supliendo las necesidades del chico y su mismo escolta, no sin antes definir, cómo va adquirir las acciones de una empresa, el joven empresario firmé un documento con sello de placer y semen.

Los negocios de Pactrick

El francés recibe la visita del hermano de 18 años del escolta, supliendo las necesidades del chico y su mismo escolta, no sin antes definir, cómo va adquirir las acciones de una empresa, el joven empresario firmé un documento con sello de placer y semen.

Señor Pactrick, ellos son los miembros de la familia Sáenz. El doctor Ramiro, Federico su hijo mayor el vocero oficial de la familia, la señorita Catalina y el joven Esteban. –Cada presentación el francés saludaba como las reglas de etiqueta de París exigen, estaba realmente despampánate, dispuesto a conquistar a esta familia a nivel financiero como social, miraba a los ojos a cada uno de los integrantes, observó al anciano en una elegante y autómata silla de ruedas, vio al joven ejecutivo no tendría más de 22 años, hermoso, vestido de sport pero muy elegante, con un azul claro, sus ojos azules se conectó con los ojos del francés, a ese chico se le notaba la clase, a la chica unos 20 años, despreocupa en su vestir, muy juvenil observó con detenimiento la estampa de aquel extranjero. Y el chico 17 ó 18 años, muy bello, se le notaba cierta delicadeza, su cabello largo, lacio castaño, contrastaba con el color de la piel de sus hermanos, su tono era un poco más castaño, quizás por el sol o porque su pigmentación natural, era más latino, que contrastaba con su intenso y brillante verde de sus ojos. Estaban detectó aquel fina fragancia de aquella colonia que llevaba este hombre, lo miró detalladamente y miró sin querer el paquete de aquel hombre, obviamente Pactrick detectó esa miraba. Se sentía seguro, pensaba que sus oponentes estaban conquistados, al menos en su primera impresión.

Es para mi un verdadero placer conocerlos. Espero que de este magnifico encuentro tenga frutos y podamos recibir una gran cosecha económica y de amistad. – Pactrick le dio una indicación al obeso abogado y él abrió de su portafolios unos documentos que se los entregó a francés, luego se hizo a un lado del gran salón, y el viejo Ramiro habló con dificultad y muy pausado.

Señor Pactrick, mi hijo Federico es el encargado de los negocios de la familia, yo ya estoy muy viejo para esto, falta poco para irme a hacerle compañía a mi amada esposa –hubo una pausa- estamos acá porque su abogado nos solicito esta reunión, y queremos decirle que nos acogemos solidariamente a mi Federico. –miró a su hijo indicando que tomara la batuta.

Mi padre me ha dado esta responsabilidad doctor Pactrick, hemos analizado la propuesta que nos fue dada por su representante y considero no es viable. –el francés iba a intervenir, pero autoritariamente el joven ejecutivo con prepotencia no le permitió y continúo- esta empresa es de tradición, mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre lucharon para hacer que Helicop se convirtiera en lo que es hoy, una empresa con prestigio, con reconocimiento a nivel internacional.

Finalmente Pactrick no soportó más es este chico prepotente y lo interrumpió con autoridad.

Doctor Sáenz, de prestigio y reconocimiento no pueden vivir más. Ustedes están hasta el cuello de deudas, pronto esto serán ruinas, porque los bancos y el sindicato se quedarán con todo, yo les estoy ofreciendo una salida digna, con un valor superior a lo que realmente vale esta desquebrajada empresa.

Federico sintió furia, el maldito francés tenía quiso replicar pero el odioso visitante continúo.

Tengo informes confidenciales donde demuestra que Ustedes han tocado puertas en muchos banco e incluso han buscado dinero en el mercado negro y todo el mundo les han negado todo, Por favor Federico, yo soy su tabla de salvación, conozco los balances de esta empresa desde el año 2000 y cada año arroja perdidas y perdidas. Pronto no tendrán para el cilindro de oxigeno de su padre.

Pactrick había tocado con el orgullo de su familia, Federico estaba furioso, sus ojos se inundaron de lágrimas, había sido derrotado con un golpe fulminante llevado a la lona. La chica reaccionó ante tal atropello:

Cómo se atreve, venir a insultarnos en nuestra propia empresa, irrespetando a mi padre. ¡Le exijo que se vaya ahora mismo!

Excúseme señorita, no estoy insultado, se que la realidad es dura, Ustedes están en la quiebra. Y no quiero atacarlos, todo lo contrario es ayudarlos, Helicop necesita un inversionista nuevo, con visión, con experiencia y lo más importante con dinero.

Dinero mal habido, producto del narcotráfico. –agregó Federico queriendo salir de las ruinas con ese golpe- nosotros sabemos que usted estuvo en la cárcel por tráfico de drogas, y así nos muramos de hambre no haremos negocios con delincuentes.

Tictictic. Grave error, ¡Abogado! – quiere explicarle al párvulo sobre el origen de mis fondos.

El abogado se sintió importante e inició la presentación, sustentada por impuestos y demás. El tipo se tomaba su tiempo y varias veces intentaron interrumpirlo pero seguía, hasta que su jefe hablo:

Creo que es suficiente Alonso, si el señor Federico está interesado podrá consultar en cualquier base de datos. Se cierto que tuve cierta dificultad, lo cual pagué con creces a la sociedad y a este hermoso país mi falta y ahora soy un modelo de ciudadano un empresario digno de confianza, dispuesto a ayudarlos.

Mi respuesta sigue siendo NO, nosotros saldremos adelante.

¿última palabra? Mire que esta generosa oferta que podría irse a vivir al caribe sin tener que trabajar por el resto de sus vidas sólo es hasta hoy.

Ya le dije señor Pactrick, NO. Y ahora si nos disculpa, esta reunión terminó.

Ok. ¡Señorita, Caballeros! Suerte con lo que les viene.

El francés se retiró tranquilo y el abogado salió detrás de él.

¡Alonso!

¡Señor!

Es hora de apretar a esta querida familia. Hoy mismo, en dos días ese chico me llamará y tendrá que aceptar lo que le ofrezco incluso su culo será mío. –Miró al abogado a lo cual él sonrió nerviosamente, sabía que lo que decía no era un chiste.

Me pondré en esas ya mismo.

.

Muy temprano al día siguiente, cuando el francés hacía gimnasio llegó Julián el jefe de seguridad. Interrumpiendo su rutina.

Señor, mi hermano está acá, para escoger el auto que usted muy gentilmente me obsequió, lo llevo al parqueadero para que lo elija.

Calma Julián, no te preocupes, tráelo hasta acá, quiero conocerlo.

Señor, con todo respeto le pido el favor que no se meta con mi hermanito, mire que es muy joven tiene 18 años y no deseo que haga … -guardó silencio.

Julián, ¿acaso pasó mal conmigo? O está celoso que me coma a su hermano y no a Usted, ¿por quién, por mí o su hermano?

Señor, por favor, no es nada de eso, solo que no quiero que él se enrole con Usted.

Eso no lo decide Usted, ni siquiera él, ¿Tiene problema con eso? –no lo dejó responder y ordenó toscamente – ¡que vega ya!

A Julián le hervía la sangre, quería matarlo, sabía lo que iba a pasar con su hermano y eso lo enfurecía, se contuvo y obedeció.

Pactrick llevaba una camisilla gris estaba sudada, dada al ejercicio, llevaba una pantaloneta negra, bóxer blancos, a él se le veía su hombría y su poder, en realidad era demasiado sexy. Él continúo pacientemente con sus ejercicios hasta que por fin llegó. Julián era lindo, pero su hermano era. Llevaba una camisa negra abierta, con una camisilla roja, llevaba un collar barato que se le notaba en su pecho, un blue jean desteñido ceñido al sus hermosas nalgas, que eran muy paraditas, y un tímido paquete. Pactrick siguió con las pesas, hasta terminar su conteo, casi indiferente. Terminó, puso las pesas en su lugar y:

Señor, el es mi hermano Nicolás.

Hola Nicolás –le extendió su mano sudorosa que llevaba unos finos guantes negros.

Hola don Pactrick

Jajaja, por favor, dime Pactrick o Jean. ¿Somos amigos, o no? –miró directamente a los ojos a Julián que tomaba aire para no cometer un error fatal. Luego y sin soltarle la mano, miró aquellos ojos negros a sus pronunciadas cejas y su bella sonrisa. Pudo percibir que llevaba un percing en la lengua, un arete ordinario en su oreja izquierda. El chico sonreía cómodamente.

Bueno Pactrick.

Eso esté mejor. Julián llame a alguien del servicio que le ofrezcan algo de tomar a nuestro ilustre visitante.

Señor Julián tiene que irse pronto, tiene clase en la Diversidad.

¡Perfecto! Estudias, me gustan los chicos con aspiraciones. Llame al servicio y que nuestro amigo se queda almorzar, ¿quieres?

Claro que quiero

Pero Nico, tienes que irte.

¡Julián! Cumple la maldita orden

El escolta llamo por el interno. Mientras el chico extasiado por lo que estaba viendo se fue con su anfitrión a recorrer las instalaciones del gimnasio.

Ni la mejor Universidad de la ciudad tiene un gym como este, es genial.

¿Te gusta? Puedes venir cuando quieras.

En serio está genial. Gracias

Señor, ya di la orden

Bien, gracias puede retirarse.

¡Señor yo!

Usted nada Julián, se me agota mi paciencia.

Julián salió abatido y muy enojado.

Pactrick no le gusta perder el tiempo y así fue

¿Dónde quieres hacerlo nene? - Extendió su mano hacia el chico lo acercó y lo besó. El chico sonrió y dijo:

Donde quiera, pero en qué me beneficio.

Ah, eres ambicioso que bien, pero creo que la paga ya está hecha.

¡No señor!, seguramente usted tuvo su rollo con mi hermano, él le pagó, pero yo soy carne fresca y joven, además yo soy una chimba.

Me gusta esa actitud. ¿Qué quieres? – lo besó y sintió aquel juvenil aliento, había masticado chicle y sentía el sabor insípido a menta, su lengua jugueteo un rato mientras ya la camisa caía al suelo, el chico tenía su experiencia, sin preámbulos tocó la herramienta de Pactrick y le bajó rápidamente hasta el pido su short y su bóxer, liberando ya su agitada verga dispuesta a ser consumida. Pactrick le despojó la ropa al chico empezó a besarlo, a tocarle el pecho, su ombligo, olía a limpio, tenía una sombra de vellos, forman un camino desde su pulido ombligo hasta el rincón del placer. Pactrick estaba extasiado con su lengua producía placer aquel chico que se entregó sin ninguna resistencia, el francés lamía con sutileza la cabeza de su pene, que era pálido, limpio y ya mostraba gotitas de semen aún transparentes. No hubo más palabras, no eran necesarias, se acomodaron en una máquina mixta y Pactrick se sentó cargando a Nico, sin pedir permiso apuntó directamente al canal anal del chico y lo penetró, la expresión de dolor fue magnifica para el francés, sin ninguna contemplación Pactrick taladró las estrías del chico, él hacía un esfuerzo enorme para acomodar a el intruso y sentir placer. El extranjero tomó masajeaba la espalda del chico y le besaba las tetillas el chico ya estaba sintiendo deseo de más de placer, su pene estaba a punto de reventar. El deseo y el placer los tenía extasiados sin importar el tiempo y el espacio. Hasta

¡Señor! ¿Puedo? – Era Julián que estaba desnudo con su hermosa verga preparada para lo que ordenara su jefe. Pactrick sonrió, no dijo nada, aún tenía ensartado al hermanito y estaba apunto de explotar, pero tuvo una idea, Julián puso la verdad entre los dos y ellos empezaron a devorar aquella linda herramienta.

Pactrick, se desprendió del canal del placer se incorporó, fue a una de las duchas se ducho, mientras los hermanos se besaban. Luego él se acerco a ellos y les puso su verga en los labios de los hermanos, y ambos devoraron esa jugosa cosa, Pactrick los guiaba con sus manos en la cabeza, chupaban, Pactrick estaba en el cielo, los dos peleaban por beber el producto final, pero el francés tenía otros planes, suspendido el servicio de mamología ordenó a Julián que se pusiera de pie lo dobló y le dijo a su hermanito que lo preparara, el muchacho cumplió con lo pedido y empezó a lamer el rabo del su hermano mayor, Julián se quería morir, nunca había sentido tan placer, Pactrick le llevo la verga a la boca de su escolta de confianza y empezó a chupar, los gemidos de Julián eran incontrolables, y llego el momento definitivo. El francés ensamblo su verga por aquel dilatado agujero y lo introdujo como los machos, Julián se portó estremeció, grito de dolor o de placer, su hermanito le llevó so verga al hermanito para le sacara el jugo. Las embestidas del francés eran cada vez más rápidas y más placenteras, Julián se entregó por completo, chupaba la verga de su hermanito de 18 años y era devorado por su jefe que le daba repetidas palmada en las nalgas y besaba al adolescente, todo estaba listo para terminar, desde la punta de los pies subiendo por la piernas, pasando por los huevos y terminando en el deposito anal de Julián el jefe desprendido la borrasca de semen inundando cada canal, cada estría, cada célula, al sentir ese torrente sin explicación alguna Julián de vacío de semen mojando las piernas de su hermanito que estaba desprendido la avena de placer en los labios y en la garganta de su poderoso hermano.

El olor a sexo inundó el recinto, se escuchaba de lejos a la podadora, a los empleados, los autos que entraban y salían, todos estaban ocupado, y ellos en un invernadero sexual, Pactrick salió del tubo de ensayo de su jefe de escoltas, mientras él limpiaba con cuidado el pene de su hermoso hermano, el chico besó a Pactrick y luego a su hermano, fue a la ducha y se ducho.

Julián, dale lo que quiera a tu hermanito. Esta noche se queda conmigo.

Julián comprendió que no valía la pena discutir, el chico estaba feliz y el sentía un aire extraño en su culo, no se había acomodado aún después de la invasión de esa gran verga.

¡alo!

Señor, todo está a nuestro favor, Federico Saenz está al borde de la locura, el sindicato y los bancos hicieron lo pedido. Él me ha llamado y quiere verlo a Usted pero a solas.

¿Qué cree que va a pasar?

Señor, negociará y está muy seda, se ajustará a nuestras condiciones.

¡Bien! ¿quién lideró la revuelta del sindicato?

Un piloto, es el presidente, está dispuesto a cooperar.

Ok, pero busque algo a nuestro favor, necesito sacarlo de inmediato de la empresa, no me sirve un vendido. Busque que ahí que hay para usarlo a nuestro favor, consígnele el dinero y sácalo del juego

Entendido señor. Recuerde hoy a las 3:00

Tres bien

Todo estaba listo, para hacerse dueño de Helicop. Pactrick impecable como siempre llegó a la oficina de Federico Sáenz, ese día el joven ejecutivo estaba muy hermoso, vestía un fino traje de corbata estaba a la altura de su contendor. El francés se anunció y fue recibido de inmediato. Federico miró con odio al tipo que acaba de ingresar, sabía que era el que estaba detrás de todos los acontecimientos de últimas horas, los embargos de las cuentas bancarias, el paro indefinido impulsado por el sindicato, y la orden de la aerocivil de bajar los helicópteros, por falta de garantías, estaba acorralado y él sabía que ese maldito francés tenía el poder.

Pactrick amable como siempre lo saludo con respeto, se sentó sin pedir autorización sacó de su maletín ejecutivo un documento y dijo:

Amigo Federico, este es el documento de la transacción ante la bolsa de valores para la compra venta de la acciones. Lamentablemente ya no le puedo pagar al precio de hace dos días, porque su empresa ha perdido todo, realmente le voy a comprar el aviso. Pero aún así, estará a muy buen precio, será una valiosa suma señor Sáenz. Igualmente tengo un adelanto importante para Usted y traje una buena botella de vino para celebrar el buen negocio que Usted ha realizado

¿Por qué?

¿Perdón?

¿Por qué me acorraló de esa manera? Destruye lo poco que queda y ahora viene a burlarse de mí.

No, Doctor Federico, Usted desafió el destino, nada tengo que ver con lo que pasó en estos días con Helicop. Por favor Federico, tome lo que le ofrezco, usted sabe que nadie en la bolsa quiere comprar unas acciones que no valen nada, yo quiero ayudarle, me cayo bien su familia y sobre todo Usted

Federico frunció el ceño, no entendió lo que le dijo en lo último. Sintió un vacío en su estómago y se electrizó con la mirada inquisidora de su verdugo.

Tomo el documento, lo leyó, en él se exponía que cedía todos los derechos, propiedades, aeronaves, el 100% de sus acciones y que quedaba a libre discreción de disponer con la empresa, sus activos y pasivos además de su planta personal sin objeción alguna por parte de los vendedores.

No puedo aceptar esa cláusula, porque usted piensa acabar con Helicop, la vida de mi familia.

Federico, no estás en condiciones de exigir nada. –Extendió su mano a la mano derecha del ejecutivo y sin recato alguno lo miró y con su mano izquierda tomó por el mentón a Federico y le dio un tremendo beso forzado. Federico se resistió ante tal abuso y reaccionó, pero su calor, su beso, su fragancia, su tez lo debilitó. Sin embargo, sacó restos de dignidad y se desprendió y protestó.

¡Que se ha creído Usted! Respete

¿Por qué protestas? si te gusto.

¿Qué le pasa? Usted está loco –se alejó confundido del francés- yo soy todo un hombre, y creo que no

Pactrick lo volvió a besar y esta vez su mano toco la verga de Federico que ya estaba grande.

Esta linda cosa que guardas acá dice que te gustó, y a mi también. – seguía tocando y lo volvió a besar, sin pedir permiso metió sus manos por la cintura y con fuerza haló el pantalón rasgándolo y desprendiéndolo de su cuerpo, llevándose una excitante sorpresa que no llevaba calzoncillo, quedó liberada aquella presa expuesta al francés. Se agachó y mamó con premura aquella verga. Federico, se rindió su verdugo mamaba como nadie, sintió que un dedo tocaba la puerta del hoyo del placer. Pactrick chupó hasta sentir tímidamente los gemidos del chico no iba a perder mucho tiempo en sutilezas, mamaba y mamaba mientras un segundo dedo estaba ya dentro del presidente de Helicop, Federico hizo más fácil la tarea se recostó ante el gran escritorio de vidrio y se dejó llevar, Pactrick hacía su trabajo con afanes pero con maestría, percibió que llegaba el momento al sentir como los huevos del chico se inflaban y él chupó con más maestría, los brazos de Federico estaban apoyados en el escritorio no soportó más el silencio y exhaló un fuerte grito de placer e inundó la boca de su comprador. Con paciencia Pactrick terminó de limpiar esa bella verga, sus labios estaban con ese delicioso sabor a avena sexual, se puso de pie y los besó, Federico sintió asco pero cedió.

No hemos terminado, ahora tienes que firmar el documento. –parecía normal pero Pactrick lo giró quedando de espaldas y se bajó los pantalones y sin decir nada como un radar localizo el hueco e introdujo su verga en el culo del ejecutivo, los movimientos de Pactrick eran certeros y le producían un enorme placer a Federico, el francés le respiraba sobre la oreja y lo mordía por el cuello y la nuca como un gallo de pelea apareándose con su gallina. Federico estaba feliz, aquel hombre lo devoraba, lo consumía de placer, Pactrick estaba listo para terminar, sacó de su bolsillo de su chaqueta un bolígrafo y se lo entregó al joven mientras se movía con velocidad y destreza, apoyado en él dijo entre susurro y gritos cuando su cuerpo le desprendía placer y electrizaba a Federico por el culo inundándolo por todo el cuerpo.

¡Firma YAAAAA!!! Ahhhh

Federico sintió la corriente y la fuerza de manantial sexual del francés. Y el joven ejecutivo Firmó.

Pactrick terminó buscó el baño de la oficina se limpió se apuntó, tomó el documento verificó la firma, sacó de su portafolios el cheque lo firmó y se lo entrego a su desdeñado vendedor, que aún no se recuperaba de semejante experiencia. El francés tomó agua que había en una mesilla auxiliar giró a su derecha donde estaba entre abierta una puerta verificó encontrando a Esteban el hermano menor de Federico que había visto todo.

Hola –saludó y volvió como si nada a Federico y dijo.

Mañana estará esto en la bolsa de valores, una vez se legalice el documento, se desembolsará el resto de dinero, y quiero que te vayas de inmediato, sobra decirte que no pueden sacar ni siquiera un cerillo.

Federico lo odió mucho más, había sido usado de manera bursátil. Sus pantalones rasgados se sentía humillado y más cuando ve salir a su hermanito de 17 años de la sala de juntas, había presenciado todo. El chico lo miró a los ojos en silencio, miró al francés que se estaba preparando para salir, cuando Pactrick pasó por el frente de Esteban, le dio un beso en la boca, que sabía a sexo y se marcho.

Alonso, ya está todo listo, saca al líder del sindicato y mañana tomamos posesión de la empresa.

Pactrick durmió en el auto mientras era conducido a su mansión, tenía en su cabeza a Esteban. Esa era otra cita que debía cumplir.

Jeduka

Espero sus amables comentarios, es muy importante para mí sus valiosas notas. Haber si es posible idear más historias para Ustedes.

teeu2@hotmail.com