Los mellizos se aprovechan de su madre (2)
llega papa con algunos amigos, mama sigue con los efectos de la bebida, aquello es una verdadera orgia.
Segunda parte de los mellizos.
Mama estaba media dormida en el sillón del living, con su bata desacomodada, Brian a su lado trataba de controlar su respiración agitada y su nerviosismo, mientras yo iba derecho a la puerta de entrada acomodando mi pantalón del pijama.
Abrí la puerta y ahí llegaba Papa con tres de sus amigos. "Hola! Vinimos a ver el partido acá, no conseguimos entradas!"
Para mi sorpresa todos venían ya con algunas copas de más, traían botellas y unos paquetes de la confitería. Entro primero un gran amigo de mama que fue derecho a saludarla, era un cónsul, y mama lo beso y abrazo muy efusivamente. Evidentemente seguía con sus deseos sexuales a tope. El cónsul no sacaba los ojos del escote de mama, debía vérsele todo.
Luego la saludo Papa que noto que algo andaba mal, pero no le dio importancia.
Detrás la saludaron George, un jugador de basketball que mide mas de 2 metros y Paul, diplomático de carrera representante de varios países europeos.
Mama al ver la importancia de la comitiva, junto fuerzas, pidió disculpas y medio tambaleándose se dirigió al baño. Por suerte ya estaban todos mirando el partido en la Televisión y no se percataron de los tropiezos de mama.
Teníamos una fiesta de comidas que nos encantaban y refrescos, ya se nos había pasado el susto. El alcohol era suficiente como para 20 personas y estaba siendo consumido por los cuatro hombres como si fueran esponjas. Nosotros comenzamos a agregarle whisky a los refrescos y estábamos medio mareados. En un momento ya habían 2 botellas de whisky etiqueta negra terminadas. Brian estaba riéndose continuamente.
Mama salio del baño, mejor arreglada y peinada, como no le daban las fuerzas para llegar al dormitorio a cambiarse, decidió quedarse en el sillón con nosotros, me pidió que le sirviera un refresco con hielo para despejarse, pero su estado no era para nada normal. Le di un refresco que estaba tomando yo y que tenía whisky.
Papa se dio cuenta del estado anormal de mama y se sentó a su lado, la abrazo y le hablo al oído. Mama le recrimino su estado de ebriedad y Papa apenas podía entender lo que le decían.
Pero algo andaba mal con ella, papa le pasó el brazo por el cuello y comenzó a correr su bata para verle sus senos, algo que siempre hacia que mama reaccionarse inmediatamente y se pusiera furiosa, pero ahora no solo no sucedió sino que ella misma colaboraba para mostrarse.
Esos polvitos que papa guardaba tan celosamente en su escritorio eran mágicos, lograban que mama se comportara como una puta. Se meneaba con una gran sonrisa y hacia gestos con la boca, gimiendo.
La bata se iba abriendo para sorpresa de todos, y más de papa y más de sus amigos.
Esto era lo que mas excitaba a Papa que seguía mostrando los encantos de su mujer sin importarle la presencia de otros hombres y de sus hijos. El partido termino y la fiesta continuaba. Risas estridentes, comentarios subidos de tono. El cuerpo de mama era infartante, su cintura, su cadera, su piel, su larga cabellera todavía mojada, su perfume, los invitados no sabían que mirar con mas atención.
El Cónsul no le sacaba los ojos de encima a mama, siempre le había admiración por ese cuerpo, tenía una tremenda erección en su pantalón, y ya nadie miraba otra cosa que no fuera a nuestra madre. Papa que estaba casi inconsciente por el alcohol y la situación, desato con dificultad el nudo del cinturón y termino de abrir la bata. La sorpresa seguía invadiendo la casa. Mama no se había puesto su tanga y quedaba a la vista de todos totalmente desnuda, cosa que disfrutaba como una prostituta. Papa impresionado y casi cayéndose sobre ella, la abraza y la besa apasionadamente, lo que termina por encender la ya exaltada lujuria de mama.
Nosotros que a esta altura estábamos en el piso próximo a la mesa (para alcanzar fácilmente los alimentos) teníamos una imagen espectacular. Paul comento algo sobre sus viajes a playas nudistas y comenzó a sacarse su camisa. George y el Cónsul querían convencernos de que nos fuéramos a nuestro cuarto a dormir. Mama estaba a mil y comenzaba a gemir mientras le sacaba los pantalones a papa, que estaba como dormido.
Brian tomo la iniciativa y le dijo al oído al cónsul algo que me sorprendió. "Mire Señor, Usted no se lo tome a mal pero aquí en esta casa somos muy liberales, nosotros estamos acostumbrados a estas fiestitas y no queremos irnos a acostar, es mas, si a ustedes no le gusta pueden retirarse y dejarnos disfrutar de nuestra madre tranquilamente".
Cuando volvemos a mirar Mama se había sacado su bata y solo quedaba vestida con sus sandalias, tenia en sus manos el miembro de papa que recostado en el sillón y borracho no daba crédito a lo que estaba sucediendo. El cuerpo monumental de aquella mujer hacia que todos estuvieran a mil. George termino de desvestirse y al darse vuelta, nos dejo a todos "helados" con el tamaño de su pene, aquello era IMPRESIONANTE, como treinta centímetros de pene totalmente erecto. Paul quedo con sus pantalones a medio sacar y no le sacaba los ojos de encima. Brian también estaba desnudo y con una tremenda erección.
Ahora Mama estaba arrodillada en el piso, moviéndose como una gata, con su cola bien parada y su boca tratando de abarcar lo más posible el miembro de papa, evidentemente no se daba cuenta del espectáculo que daba, disfrutaba como si nadie estuviera allí.
El Cónsul que siempre andaba como alzado detrás de mama, estando totalmente desnudo se arrodillo en el piso detrás de mama y dijo mirando a papa que estaba en otro mundo "con tu permiso, camarada".
Acercándose de rodillas y con su miembro en la mano, lo coloco entre las nalgas de mama. Ella al darse cuenta reacciono y quiso separarse. Papa ya no se daba cuenta de nada. El cónsul la tomo del pelo y la obligo a quedarse en cuatro patas en el piso, en el mismo movimiento aprovecho a enterrarle su pene e hizo que mama pegara un grito mezcla de dolor y placer. A pesar que el ambiente era de tremenda excitación yo quise intervenir para evitar que le hicieran daño a mi madre, aunque aquella situación me excitaba muchísimo. George me tomo por detrás y me apretó contra el, sentí como su pene pasaba por entre mis piernas, tremendo cañón. Reaccione aunque no desagrado sentir sus pelos en mis nalgas y su miembro entre mis piernas, tocando mis testículos.
Nunca había tenido deseos homosexuales pero el ambiente ayudaba a que eso me gustara. Estaba como sentado sobre un gran tronco que aparecía por delante y terminaba su cabeza junto con la mía. Sus brazos me acariciaban todo el torso y me ponía muy calentito.
Por delante mío, George paso su mano y tomo su pene junto con el mío, masturbándolos al mismo tiempo. Ya estaba a punto de tener una eyaculacion. Mirando a mama gozar y gemir y teniendo semejante masaje me tenia muy acelerado.
El cónsul estaba gimiendo y acabando dentro de mama y esta que estaba gozando como una perra, casi gritaba de placer mientras movía su cabeza todavía aprisionada por esas tremendas manos.
Paul, que no había intervenido, le dijo algo en alemán a George que no entendí. Mama quedaba recostada en el piso con una calentura tremenda, el cónsul estaba exhausto.
Brian se dio cuenta, pretendían que nosotros hiciéramos el amor con mama para calentarse con esa imagen.
Era la noche de nosotros, habíamos debutado sexualmente, con la mujer que mas deseábamos y participábamos en una tremenda orgía.
Brian me comento al oído: "hagámosle un espectáculo a estos viejos".
Sin esperar mi respuesta se recostó en la alfombra al lado de mama, la abrazo y como una película romántica comenzó a besarla apasionadamente, mama estaba a mil, con tremenda calentura y no se daba cuenta con quien estaba. Abrazo a Brian y cruzo sus piernas por detrás de el, quedando sus sexos pegados.
Paul, George y el cónsul estaban disfrutando de aquello, papa roncaba suavemente.
Mama cada vez se ponía más loca, gimiendo, moviéndose y gozando de cada cosa.
En un momento Brian queda de espaldas al piso y mama se acuesta sobre el. Desesperada por ser penetrada busca con su mano el miembro erecto y lo coloca en su sexo, con un movimiento preciso logra hacerlo desaparecer dentro de ella profiriendo otro grito mezcla de placer y dolor.
Sin esperar comienza un galope continuo, Brian acaba de nuevo dentro de mama, y ella vuelve a gritar pero esta vez de placer.
Mama da un giro y queda boca arriba en el suelo, lleva sus manos a su sexo y no aguante mas, me zambullí sobre ella como si fuera un colchón inflable. Me saque las ganas, Tome el cabeza de mama con mis dos manos, tirandole del pelo, y comencé a zarandearla, mama abría las piernas para que su sexo tocara el mío. Me gustaba tratarla violentamente, incluso pegarle pequeños golpes.
Me comenzó a besar apasionadamente y esta vez tome la iniciativa. Coloque mi pene en su sexo que al estar totalmente lleno de semen resbalo hasta el final. Ella volvió a abrazarme fuertemente con sus brazos y luego con sus piernas.
Que placer sentir mi pene entrando y saliendo de aquella cueva de sexo. Que placer sentir a mama gemir mientras su lengua recorre mi boca apasionadamente. Que placer sentir sus tetas y sus pezones duros bailar en mi pecho. Que placer sentir sus bellos rozar los míos.
Paul no aguantaba mas, tomo a mama por debajo de sus brazos y levantándola la puso boca abajo en un sillón, quedando todo su trasero expuesto. Mama gemía y disfrutaba de cualquier cosa. Paul abrió sus nalgas y todos vimos como caía semen como de una canilla. Paul tomo una botella de refresco y batiéndola logro que con la presión del gas saliera un chorro de liquido que dirigió al sexo de mama. Aquello era una canilla portátil. Así hizo que todo quedara salpicado de refresco y semen. Desesperado por tener un alivio ubico su miembro en el ano de mama y a pesar de los gestos de esta para que no continuase lo fue haciendo desaparecer suavemente dentro de ella. Mama gritaba, ronca, afónica, fuera de si. Ahora eran gritos de dolor. Paul padecía de eyaculacion precoz y no demoro en llenar sus intestinos de semen. Al sacarlo mama quedo lagrimeando.
El cónsul se había vestido, George continuaba desnudo y con un vaso en la mano disfrutaba del espectáculo. Papa seguía dormido.
Con Brian no podíamos creer todo lo que había sucedido.
Pero la noche recién comenzaba.