Los mellizos
Una madre que colabora para la felicidad mutua de su mellizos
Al final no me resistí mas a contarles mi retorno a la normalidad como mujer, ya a mis 35 era hora de hacerlo.
Como suponen soy una mujer de 1,65 con tendencia a engordar por ello me cuido en las comidas y hago regularmente algún ejercicio que me permite lucir un cuerpo agradable, rellenito con una cola atractiva y todavía bastante firme, como mis gomas que desarrolle al amamantar a mis mellizos y de paso también a mi marido.
De joven era bastante flaca y de muy pocos pechos pero la maternidad me los han cambiado, para bien pues estoy orgullosa de ellos, pues siendo naturales se parecen mucho a los operados.
Al acariciar mis pezones y sus areolas que no solo los adornan también me producen gratos momentos de felicidad.
Tengo dos hijos que son mi luz, una nena y un varón, ya han cumplido sus 18 años, altos, delgados, muy bien formados, dos bellezas.
Desafortunadamente la nena tiene una atresia vaginal, una malformación congénita de su vagina, la que prácticamente no existe, de ella solo se le ve la vulva hasta el meandro y a la altura del himen permanece totalmente cerrado, lo que la hace inútil, no solo para la procreación sino también para su goce sexual.
Solo entre sus labios aparece un diminuto punto rojo a modo de clítoris que mantiene sus terminales nerviosas y puede ser excitado provocándole una satisfacción parcial.
Existe una práctica quirúrgica más bien de carácter estético que le conforma una vagina pero sin función ni sensación alguna.
Ya mayor ella decidirá hacérsela o no.
Es una morocha preciosa muy bien formada, delgada con unas piernas y un culito encantador, con muy pocos pechos pero turgentes y duros como son los de las chicas de su edad.
El varón, un potro, divino, y calza una pija maravillosa de tamaño medio, pero tan bien esculpida como salida de una estatua porno, también así de dura la cabezona.
Mi historia, nada distinta a la de tantas madres, novié y me casé muy joven solo por civil pues ambas familias, nunca fueron afines pues la nacionalidad y las religiones eran y son totalmente antagónicas.
El que fue mi marido un macho alto, fornido, de tez cetrina propia de los descendientes de árabes, fue mi único hombre hasta hace poco y goce su pija bastante gorda desde mi desfloración hasta que descubrí que la compartía con otra mujer una paisana bailarina bayadera, con la que se acostaba desde la época de mi cuarentena maternal.
Mi familia de inmigrantes judíos nunca aceptó esa unión, a la que accedimos por amor y rebelión ante los mandatos parentales.
Ambos fuimos por ello aborrecidos y echados de nuestras familias.
De ese amor nacieron los mellizos.
Cuando ellos ya tenían nueve años me entero de su amorío, lo que fue motivo para nuestra separación.
Las cosas nunca volvieron a ser como antes de nacer mis hijos, pues el sexo era poco y rutinario, al menos de su parte lo que me contagiaba un desamor que terminó en frigidez.
Por mi parte seguí estudiando hasta recibirme de contadora y al separarme pude mantener mi hogar llevando contabilidades de pequeños comercios.
Mi padre era constructor, por ello tenía varias propiedades arrendadas lo que les permitía vivir holgadamente.
Al saber de mi separación, mi madre comenzó a visitarnos y ayudarnos, siempre sin que mi padre se enterase pues él nunca me perdonó.
Eran muy proclives a viajar como turistas y así conocieron mucho mundo, pero en un fatídico vuelo la desgracia hizo que perdieran la vida.
Como hija única me hice cargo, recién entonces deje parte de mis clientes y me aboque a la administración de mis ahora propiedades.
Nos mudamos a una casa amplia y ambos chicos pudieron instruirse en colegios de primer nivel.
Una tarde cansada decidí volver a casa más temprano para acostarme a descansar, ya que mi rutina comenzaba a las nueve de la mañana y terminaba a las 20 horas, a mis chicos solo los veía en el desayuno y la cena, además de los fines de semana, poco, pues ellos esos días también tenían sus compromisos de clubs, deportivos y sociales.
Dejo el auto en la calle pues el de ellos me tapaba la entrada al garaje y entro en mi casa.
Raro, normalmente a esa hora deberían estar, pero no escuchaba nada. No me preocupé.
Me hago un café cuando me pareció oír algún grito agudo que provenía de los dormitorios del piso superior.
Era en el dormitorio del nene y abro la puerta, quede petrificada, mi hijo estaba cogiéndose a su hermana por el orto.
Ambos desnudos, ella en cuatro patas y el sobre ella, se aparta y tapándose huye al baño.
Ella, también cubriendo su desnudez, me mira y dice: perdón mama, es mi culpa.
En ese instante pasaron por mi mente mil cosas sobre todo la imposibilidad de mi hija de tener sexo.
Me arrimo y la abrazo, en silencio, ella llora sobre mi hombro.
Allí comprendí que lo mío era abandono total hacia ellos, que solo me estaba ocupando de mis negocios y nada de los deseos humanos, claro si yo ya había archivado los míos.
Hijita, amor, gozas así?,
Si mama, es muy bello, nos amamos y no solo yo lo disfruto también Carlos lo hace y a mí me encanta verlo tan feliz, ambos somos felices así, perdónanos por favor.
Ambas lloramos así abrazadas por un largo rato, luego llamo a Carlos, ven cobarde da la cara.
Sale con una toalla a la cintura, cohibido, un pollo mojado, me dio pena, pobre ángel.
Ven siéntate aquí, cuanto hace que son pareja?
y….. bastante, desde los 14.
Y yo ignorante.
Como no pude darme cuenta? Pregunto y él me espeta:
Es que nunca estas en casa.
Cámbiate y nos vemos abajo.
Tu amor ven conmigo, tomándola de la mano la llevo a mi dormitorio.
Cuéntame hija, cuéntame todo desde el principio.
Nos perdonas?
Si, hija. Los perdono, pero no me ocultes nada.
En realidad comencé yo hace mucho, cuando nos bañabas juntos, le jugaba con su pirulin y se lo chupaba, el no decía nada y a ambos nos gustaba, luego ya mas grandecitos lo hacíamos a escondidas hasta que un día el pito lloró una agüita y Carlos se retorcía de gusto.
Quizás allí mi instinto me llevó a hacérselo más seguido y jugando me lo pasaba por mi rajita y mi culito, hasta que le pedí me lo metiese en el ojete porque en mi rajita no se podía y dolía al empujar pero atrás me comenzó a gustar, así fue todo.
Y gozas cuando te lo hace.
Si mucho me gusta mucho, y más sentir su lechita como me inunda es un gusto inigualable.
Claro si me chupa la concha allí siento un poco más, pero distinto, también me lo hace seguido.
Ambos nos satisfacemos y somos felices, además estamos enamorados, cuando grandes proyectamos casarnos y como yo soy inútil pensamos adoptar algún niñito abandonado.
Pero como se van a casar si son hermanos?
Bueno no sabemos, pero ahora lo hacen ente mujeres y entre hombres seguramente pronto no habrá problema que lo hagan entre hermanos.
Esa noche dormí poco y pensé mucho, mañana será viernes, voy a aplazar algunos compromisos y me los llevo la semana la playa así comenzaré a estar más con ellos, luego veré de trabajar solo medio día mientras ellos están en la escuela y luego la pasaríamos juntos, debo tratar de volver a ellos, pues me necesitan.
Carlos me rehuía tenía miedo, lo llamo y viene muy abatido, le pregunto: has hablado con tu hermanita?.
Si, y me dijo que nos perdonaste, pero me da mucha vergüenza lo que hacíamos.
Tonto, vergüenza? De qué?, no te digo que sea correcto coger a tu hermana, pero si se aman……. Lo peor es que no me lo hayan dicho.
Acaso no soy vuestra madre?.
A quien se lo han dicho?
A nadie es nuestro secreto.
Bueno, eso es cierto la sociedad no los entenderían.
La nena baja a desayunar, y así reunidos les pido cancelen todos sus compromisos porque hoy a la tarde nos vamos a la playa los tres juntos.
Carlos dice: y mi partido de futbol?,
Nada, te vienes con nosotras y basta de discusiones.
A la tarde, preparamos algunas cosas y nos vamos, Carlos con cara de culo y la nena más que feliz.
En medio del viaje la cosa ya estaba arreglada pues hablamos de como pasaríamos la semana, así haciendo proyectos en el aire, llegamos, solo había lugar en un hotel bastante lujoso y la habitación, solo una con tres camas, una doble y dos simples.
Bueno chicos pensaba que íbamos a estar juntos pero no que iríamos adormir en la misma habitación, la doble para Uds. y una simple para mí.
La nena, me besa y me dice: mami gracias.
Carlos dice: pero juntos, mejor tomemos nosotros las chicas y mama que use la grande.
La que manda soy yo y ya está decidido, además Uds. son pareja y querrán amarse, cierto?
Mama; adelante tuyo.
Tranquila yo duermo, no los voy a mirar.
Bajamos a cenar, café, un rato de tv y a dormir, no escuché nada o no lo hicieron o yo estaba realmente cansada y me dormí.
A la mañana me levanto me aseo y los observo ambos con pijama.
No veo rastros de que hayan hecho nada.
Sin que se lo pregunte en el desayuno la nena me dice: sabes ma?. Que? Anoche solo dormimos, le contesto yo también, sin darle importancia.
Ahora yo me iré a la playa, si quieren me acompañan o sino tienen tiempo para recuperar el tiempo que han perdido anoche, la nena exclama, Mamá ¡!
Subimos y nos pusimos los trajes de baño, la nena una biquini infartante, el nene una bermuda colorinche que la verdad le queda malísimo y yo mi malla antigua enteriza de hace tiempo, la única que tenia.
Todos con bata y a tomar sol.
Cuando me ven mi malla, la nena no pudo con su genio y me dice, pero ma, eso es una antigüedad, te doy una de las mías.
No jodas hija son demasiado chiquitas, bueno entonces al regresar vamos de compras yo te regalo una como la gente. Jaja y a tu medida.
Carlos nos pasa ambas protector y reacciona al punto de que debajo del feo pantalón se le formó una carpa grandísima.
Pensé primero, como será de grande esa pija y luego, cuan cual de las dos se le paró?.
Lo reto y le pido vaya al agua a bajar ese bulto.
Rojo de vergüenza sale corriendo al agua.
Al rato vuelve, tardo tanto que pensé, este fue a pajearse.
Tomamos sol, conversamos, jugamos a la paleta, nos bañamos, almorzamos unas manzanas confitadas con pororó y coca.
Pasamos hasta media tarde y regresamos al hotel.
Hay un solo baño, úsenlo Uds. y luego lo haré yo.
Salen y se acuestan mientras yo me ducho pensando que habrán hecho?, no hay rastros. Cuanto aguante estos chicos.
Además que morbo me mueve a pensar siempre en lo mismo?, tan grande será su pija?.
Hay que locura, entre hermanos vaya y pase pero entre madre e hijo, no por favor?
Salgo enfundada en un toallon y me visto de espaldas a ellos.
Pienso seguramente Carlos me habrá visto el culo.
Ellos también se visten ella en el dormitorio y él en el baño.
Bajamos a merendar, estabamos con apetito, pues habíamos almorzado casi nada, allí nos pusimos a tono.
Luego de compras, la nena eligió una biquini para mí y al final luego de varias pruebas compro dos. Una más osada que la otra que era solo un hilo, como la de ella pero a mi medida.
Pensé cuando me vea Carlos revienta la bermuda.
Para que eso no ocurriese yo le compre una tanga más moderna, la nena me dijo, mami Carlos con eso y tú con esta me van a abandonar.
Cállate, sin vergüenza, que crees que es tu madre…… y tu hermano.
Carlos al salir nos recriminó que tardamos mucho por un pedazo de trapo. Lo mismo que hacen todos los hombres.
Paseamos un rato viendo vidrieras y luego a cenar.
Donde vamos aquí o a otro lado?
La nena decide que vayamos a un antro que vimos en nuestra recorrida, allá vamos.
No se come muy bien pero se baila y hay buenos tragos.
Yo que soy bastante abstemia me pasé y estaba bastante alegre, bailamos, Carlitos nos franeleó, ambas pudimos sentir su estaca en nuestras panzas.
No niego que me dejo calentita, justo a mi; una vieja frígida de añares.
Regresamos tarde, cantando, se notaba que el alcohol estaba haciendo efecto.
Los chicos se acostaron rápido y en bolas, ahora si van a coger, pensé.
Yo con mi camisón liviano pero nada sexi, lo que sí sin bombachas, me molestan al dormir.
En la oscuridad siento como suspira la nena la debe tener metida hasta los huevos y sin pensarlo mi mano acaricia mi lengüeta, siento por fin sensaciones ya olvidadas, continúo, me meto dos dedos y me hago mi primer paja desde hace muchos años.
Es que sentirlos a ellos me lo imaginaba dentro mío y dos orgasmos hicieron que sin darme cuenta estuviese bien dormida.
A la madrugada siento mojada mi sabana y mi camisón, es que soy de mojarme bastante, y ahora que hago?. Me quito el camisón, y me pongo otro seco, pero la sabana, bueno quizás se seque un poco más.
Medito la razón de mi calentura, escucharlos a ellos, seguramente, pero soñar con la verga de mi hijo, ese fue el detonante, que degenerada soy. Lloré, de rabia, o no sé de qué.
Pero además, mi deseo involucraba la felicidad de mi hija, la que nunca toleraría que su amor la cornease y menos con su propia madre. No, no puede ser.
Hasta pensé en regresar, un motivo puede ser trabajo, y los dejo a ellos aquí, sería la solución.
Este plan de acercamiento con ellos se derrumbaba y resultaba imposible porque soy una puta.
Hoy es domingo nadie trabaja, recién mañana podre poner en marcha mi proyecto.
A la mañana la rutina del desayuno donde planificamos un nuevo día de playa, donde yo debía estrenar mi nueva biquini y Carlos su sunga.
Al final solo yo estrené la biquini mas seriota y el no quiso usar ese calzoncillo diminuto y apretado.
Vamos a la playa y nos quitamos las batas.
Carlos se quedó mirándome como embobado.
Por fin la fricción con la crema protectora, y allí si al pasármela por la cola, ahora bien al aire, la nena le dice, tanto te gusta mamá?.
Pensé: trágame tierra.
Ella se la agarra por encima del pantalón y la pajea, mete la mano por debajo y la saca mostrándomela, mira mami, como lo has puesto, y me dices que ya eres vieja, menos mal.
La vi y creo que temblé, cerré los ojos, tenía miedo…..
La nena allí agachada sin que la viese nadie se mete la cabeza en la boca y me dice, mamita ven prueba tu.
Le recrimino, estás loca, los dos están locos, soy vuestra madre respétenme.
Al nene se le bajo y sale corriendo al agua.
La nena me abraza y me dice: mamita porque no me das los gustos?
Que gusto?
Que se la chupes.
Estás loca.
Mami ambas somos mujeres y sabemos cuán linda la tiene, acaso no te gusta la pija de tu hijo?.
Que?.......
Si mami, no imaginas las ilusiones que me hago que lo compartamos, anoche mientras me cogía te sentí gozar, mami, tu camisón estaba empapado y las sabanas también, no me lo puedes negar.
Hija querida, si anoche luego de muchos años volví a sentir como mujer y a continuación le conté mi historia, incluso el porqué de este viaje, la necesidad de que me sientan su madre y no una extraña, el plan que había urdido para cambiar las cosas y volverlas a como estaban antes con todo el dolor del alma.
Que yo quería la felicidad de ellos no la mía. Que lograr la mía era restar o destruir la de Uds., y eso sería mi crimen.
Ella muy emocionada me abrazaba y besaba, me juraba que deseaba que formásemos un trío indisoluble, que Carlos nunca había cogido a una concha, que la mía era la solución.
Que teme perderlo si prueba otra si le resulta más agradable que mi culo, acuérdate que yo no tengo una vulva para ofrecerle.
Que mejor que nosotros no queremos a nadie más que a ti y ti no quieres a nadie más que a nosotros, estemos juntos y seamos felices.
Así como nadie debe saber de lo mío, tampoco han de saber de lo nuestro.
Callamos un buen rato, luego le pregunto: y el que dice?
Que va a decir, nada; si no sabe nada. Solo su pija habla por él, no te has dado cuenta?.
Míralo, jugando a la pelota, y pensar que nosotras las arpías de la familia estamos organizando su futuro.
No te digas arpía, lo amamos.
Hija, no has pensado que los hombres si bien desean hacernos saber que son inmunes a los sentimientos complejos, son también muy sensibles a acomplejarse.
Cómo?
Si, piensa que también puede llegar a pensar que su madre es una puta.
Mamita y que importa ambas queremos ser su puta, o acaso me equivoco?.
Nena tienes una contestación para cada cosa.
Mami, déjame a mí, quieres?
Bueno, que sea lo que Dios quiera.
Vamos hijos aquí cerca hay un bufet de pescados vamos allí, ya es tarde.
Almorzamos y como comenzó a nublarse desistimos de seguir haciendo playa.
Regresamos nos duchamos y acostamos a ver tele, mira mama me dice la nena hay un canal porno.
Bueno mírenlo Uds. que son jóvenes, les contesté aunque me daba curiosidad.
Mami veni acóstate con nosotros. Veo bien desde aquí,
No ven.
Bueno.
Yo estaba con la bata y ellos en bombacha y calzones.
La película era bastante escabrosa y Carlos como de costumbre al palo.
Se pusieron de acuerdo y se me abalanzan sobre mi costado uno de cada lado, me desabrocha el cinturón, apartan la bata y descubren mi frente, yo allí en bolas entre ellos. Uno se prende a cada teta y la nena que lleva la iniciativa dice bueno mamita danos teta como cuando nacimos.
La caricia fue tan intensa que rápidamente me empapé mientras siento manos que se apoderan de mi concha y la acarician con suavidad.
Locos salgan, me están excitando.
Eso queremos, …….. no hijos por favor, cuidado con las manos….
Haaaa……… por favor ………. Haaaa … y tiemblo como una hoja al viento.
Viste Carlos le hemos sacado un orgasmo.
La nena va y trae una toalla la pone bajo mi culo para no empapar las sabanas que ya estaba húmedas y siguen.
No chicos basta, es suficiente. Mientras miraba como el galán en la tv la ensartaba por el orto a la chica.
Ellos también lo ven y deciden hacerlo ellos allí, sobre mí, la nena se cruza y el chico se la moja con su saliva y se la mete hasta los huevos, casi sobre mi cara, que hermosa pija calza mi niño, esta divina y esos huevos tan cerquita, saco la lengua y los rozo, temo arruinarles el polvo pero siento que acabo de nuevo, me estaba lleno en seco como cuando era una nena, casi sin tocarme. Un milagro.
Por fin el la llena y de a poco se le va saliendo con un moco colgando, abro la boca y lo chupo, fue instantáneo, sin pensarlo él se queda quieto mientras del culo de ella sale su leche mojando ni cuello y pechos. Un relajo, duró poco pero fue maravilloso.
Mi cerebro trataba de grabar cada instante en que por primera vez le chupaba la pija a mi hijo.
Ya no recordaba el olor y el gusto de la leche, pero esta era más suave que la de su padre.
Quedamos deshechos, tirados luego nos fuimos juntitos a duchar,
La nena quería que lo enjabone al nene y para colmo el insaciable de nuevo al palo, allí pude contemplar en detalle la belleza de su pija.
La nena quería mas, pero yo me negué.
La reto y le digo lo único que falta es que Carlos me coja.
Ella muy ufana dice: y que acaso no es lo que corresponde.
No hija, seguramente lo haremos pero déjame tratar de digerir todo lo que estoy pasando, para mi es tan anormal.
Ella dirigiéndose al hermano le dice: viste boludo vos que creías que ella no quería coger contigo.
Les sonreí y me di vuelta estaba cansada, para mi había sido un ejercicio tan demoledor que dormité mientras ellos seguían con sus juegos.
Cenamos en el hotel pues afuera diluviaba, a los postres les digo hijitos, me han hecho muy feliz, nunca creí que volvería de mi letargo, no sé como agradecerles tanto cariño, tanto placer.
La nena como siempre adelantándose a todo, me pide necesito ver como Carlos te coge mientras yo le chupo sus huevos, que te parece?.
No te parece muy apresurado, porque tanta impaciencia?.
No me contesta.
Voy al baño a orinar y ella aparece, sabes, le jugué cuando salíamos de casa que antes del lunes te lo cogías, no me dejes perder.
Que mocosa atrevida y eso lo arreglaron cuando decidimos venir a la playa, que segura estaba la pendeja que yo su madre aflojaría.
Al subir a la habitación, saliendo del ascensor me pide nos besemos, aquí en el pasillo, si, no hay nadie. Y así comenzó la franela entre todos.
Cuando llegamos al pie de la cama entre ambos me desnudan, me masajean, me excitan al máximo hasta que yo misma le pido, Carlitos de mi alma aquí está la concha de tu mami, es toda tuya, sentí como resbalaba hacia mis entrañas un chorizo durísimo, su cabeza la sentía como corría hasta tocar la boca de mi útero, era algo tan distinto, no sé el morbo de que tu propio hijo te haga gozar es algo imposible de describir, solo atiné a disfrutar, hasta sentir que desde mi cerebro un destello eléctrico fluía atravesando mi pecho mi panza hasta descargarse sobre él, mi orgasmo duró minutos fue intensísimo, en el ínterin me vacio sus huevos totalmente al punto que cuando recobro la razón su pija estaba ya mustia saliéndose y sus labios sellaban los míos mientras nuestras lenguas jugaban una danza cargada de saliva.
Esa noche fue de locura, que no hemos hecho?, no sé.
Al amanecer yendo al baño me miro al espejo y veo que todavía tengo un cuerpo deseable, había regresado mi intima autoestima.
Fue una semana inolvidable, la pasamos tan bien, de ahora en mas seré mas para mis hijos, su madre, su compinche, su placer y ellos el mío.
Lo único que me resultó un abuso por parte de mi hija fue cuando me confesó que no hubo apuesta alguna; que nunca al salir para la playa soñaban que ocurriría lo que ocurrió.
Pendeja tramposa.