Los mejores años de mi vida
El tener a cuatro hermosas mujeres a mi disposición cambio mi vida para bien y para mal, al no saber en que categoría ponerla, ya que tiene de varias un poco y por lo extensa decidí que esta es la mejor.
Camino por la calle pensativo, tengo los ánimos por el piso, últimamente no tengo ganas de hacer nada, no se que me pasa!!! pero de un tiempo para acá algo me falta!!!, me siento incompleto, no se que es!!... entro a mi casa, sale a mi encuentro Carolina casi desnuda, apenas con una diminuta tanga, con sus hermosos senos saltando de un lado al otro.
Buenas noches me dice, buenas noches perrita respondo sin mucho aliento más por costumbre que por otra cosa, sin esperar me desabrocha el pantalón, se arrodilla y comienza a lamerme el pene, aun cuando no me siento con ganas, el reacciona y comienza a crecer, pero no siento ganas en mi cabeza!!, tal vez mi cuerpo reacciona como es natural, sobretodo cuando le ponen tanto esfuerzo en hacerlo y lo hacen tan bien, pero aun así no quiero!!.
Quieta!!, déjame pasar!! le digo, como quieras me responde poniendo una cara de perrita regañada y haciéndose a un lado, me arreglo el pantalón, sigo a la sala y me acuesto en el sofá a ver televisión, realmente es más lo que divago que la atención que le pongo al programa, son cerca de las 11 de la noche y no están dando nada interesante, aun cuando salí de trabajar a las 5 no tenía ganas de llegar a mi casa.
Se acercan Liliana y Viviana, ambas vestidas con un delantal de cocina, debajo solo tienen una tanga, me saludan y se acercan a besarme, yo las retiro de mala gana. No molesten, dice Carolina, creo que algo le molesta complementa, enserio ¿Qué te pasa? me pregunta Viviana, yo con la mente aun en otras cosas hago como si no la hubiera escuchado y sigo "mirando" al televisor, no veo sentido a explicarles como me siento, si aun para mi no es del todo claro.
Él ha estado muy raro en estos días, dice Liliana como si yo no estuviera presente, ¿Qué podemos hacer mama? le pregunta Viviana, ¿Hemos hecho que algo que te moleste? me pregunta Carolina, eso es lo que más me gusta de ella, se esmera por complacerme, de todas es la más sumisa, pero aun sigo concentrado en el limbo, ven hijita tengo una idea dice Liliana llamando a Viviana.
Tan pronto está se cerca se dan un beso, suave y delicado, como el de un par de novios de 14 años, después otro beso delicado seguido de otro y otro, poco a poco los besos son más largo, empiezan a jugar con sus lenguas, las cuales entran y salen buscando desesperadamente la lengua de la otra.
Liliana comienza a apretar los senos de Viviana, los saca por la parte superior del delantal, dejándolos al aire pero apretados por los lados por las tiras del delantal, ese par de 98 centímetros quedan al aire, acerca su boca y lame suavemente un pezón de Viviana, esto hace que ella de un pequeño suspiro, apenas lo rosa con la lengua, ocasionado que Viviana se empuje sus senos a la cara de su madre, Liliana se retira un poco, lame un seno, luego el otro y repite la operación, Viviana vuelve a acercar los senos pero a Liliana le gusta jugar con ella, por que se quita, esto se repite varias veces más haciendo que Viviana la busque cada vez más desesperada.
De un momento a otro aprovechando que Viviana busca con desespero que la lengua de su madre, esta abre la boca y se mete lo más que puede, Viviana da un fuerte suspiro, ahora la cosa se acelera, la madre chupa con fuerza, lo hace con uno y pasa al otro, lo hace cada vez más rápido y en cada ocasión intenta comérselo entero, lo cual dadas las dimensiones de Viviana su vuelve misión imposible, pero aun así la madre buscaba con desespero lograrlo.
Ya en estos instantes mi atención esta sobre este par de mujeres que en las dudas que me embargaban, Liliana se suelta el nudo del delantal que esta en la nunca, permitiendo que solo le quede el delantal ajustado en la cintura, dejando al aire también sus senos, ese hermoso par de mayores dimensiones que las de la hija, ya que alcanzan los 105 centímetros, pero aun así cualquiera de esos dos pares bastaría para tener bastante ocupado a cualquier hombre.
Viviana entendiendo la sugerencia se encarga de regresarle el favor a su madre y empieza a jugar con los senos de ella, no lo hace como su madre, sabe que a ella le gustan las cosas un poco más fuertes, le da mordiscos en los pezones y lo tira, moviéndolo en cada jalón, lo hace con uno y con el otro, colocando el mismo esmero de la madre, definitiva de tal palo tal astilla.
Carolina que había estado observando se acerca a Viviana, mientras esta inclinada concentrada en los senos de Liliana, le baja la tanga y comienza a lamerle la cola, con cada mano aprieta una nalga y con la lengua recorre la línea que las separa, luego las abre y busca meter la lengua más allá, la lengua entra en esa zona oscura y prohibida, pero ella busca más y se inclina un poco más, lleva la lengua hasta la vagina, a Viviana le encanta pero no para ni un segundo en la tarea que tiene con Liliana.
Liliana decide sentarse en la alfombra, se levanta el delantal y se masturba con las manos, Viviana que siempre ha sido muy golosa se coloca en cuatro, retira las manos de la madre y comienza a jugar con su lengua, luego con el dedo anular, el cual mete lentamente hasta que entra todo, luego empieza a sacarlo y meterlo, a la vez que con la lengua recorre los labios inferiores de su madre dándole mayor placer.
Carolina de pie observa el espectáculo, se mete un mano en la tanga y se masturba, saca un consolador doble, de esos que parecen dos penes pegados por la base, se sienta en el suelo, sigue dándose placer con la mano y chupa el consolador desesperadamente, luego se mete una de las punta del consolador, poco a poco hasta que logra que este completamente a dentro, lo mete y lo saca un par de veces gimiendo como una si estuviera poseída, al cabo de un rato decide detenerse con el consolador completamente adentro, se coloca de rodillas, se acerca lentamente al provocativo trasero de Viviana, ubica la punta del consolador que esta por fuera en la entrada del ano de su prima y mete lentamente un par de centímetros.
Viviana da un grito de placer y dolor, este es callado cuando Liliana con ambas manos coge la cabeza de su hija por el cabello y la introduce de nuevo entre sus piernas, Carolina empuja lentamente el consolador, lo mete un poquito, lo saca y lo vuelve a meter, procurando que cada vez, entre una porción más grande, hasta que todo queda en el interior de su prima, esta está dando gripos de placer pero son acallados por tener la cabeza metida entre unas piernas.
La expresión del rostro de Carolina se torna más lujuriosa, lo mete y lo saca de un solo golpe, Viviana grita con fuerza, vuelve lo repite, una, dos, tres veces, cada vez con más fuerza, cada vez más rápido y más fuerte, con una insolencia que solo tienen las más pervertidas, así dura por unos diez minutos, lo hace sin clemencia, lo hace tan rápido y fuerte que hasta envidia siento, ojala pudiera mantener un ritmo tan exigente por tanto tiempo.
Aparto mi mirada de ese fabuloso trío y me doy cuenta que tengo a Yohanna aferrada a mi pene, no se en que momento se me acerco!! estaba tan concentrado mirando el espectáculo que no me di cuenta, no la sentí llegar!!, pero tengo el pantalón desabrochado con mi miembro afuera y ella arrodillada en el piso con su boca golosa, saboreando y degustándolo.
Cuando ya empiezo a sentir que voy a llegar la paro, la miro y ella entendiendo mis gustos sin necesidad de utilizar palabras se coloca en cuatro en el piso mirando al trío que no para de gritar, la agarro por la cintura y se lo meto sin clemencia, de un solo golpe hasta el final por el culo e intentando imitar la velocidad y fuerza de las embestidas que Carolina le hace a Viviana empiezo a entrar y salir sin preocuparme por el bienestar de ese lindo trasero.
Entra y sale, sale y entra, rápido y más rápido, a Yohanna parece dolerle pero no me importa!!, la agarro del cabello con ambas manos, como formando dos colas y tiro de el, Yohanna arquea la espalda y yo la embisto con más fuerza, al cabo de unos minutos llegó en su culito, con el corazón latiendo a mil por minuto de siento en el sofá y descanso un poco.
Al rato Carolina da un fuerte grito por lo visto llegó al su orgasmo, pero no se detiene, sigue moviéndose por un rato más, hasta que Viviana parece que alcanzó el clímax, se retira Carolina saca el consolador y lo arroga al suelo, Liliana que por lo visto necesita más llama a su hermana, Yohanna obedientemente se arrastra en cuatro hasta ella y se besan.
Carolina no pierde el tiempo, se arrodilla a mi lado y comienza a dejarme limpio mi pene, definitivamente es la más servicial, tal vez por eso la quiero tanto, mientras tanto Viviana, Liliana y Yohanna se acomodan en el piso formando un extraño 69 triple, cada una busca darle placer a otra, al mismo tiempo que alguna le esta dando placer.
En esos momentos me pongo a pensar en que nunca llegue a imaginarme estar en una situación como esta, mi vida ha cambiado bastante en estos últimos 19 meses y todo gracias a Yohanna, recuerdo como si fuera ayer la primera vez que la vi, estaba con un pantalón azul descaderado, unas grandes botas y una blusa verde,