Los mejores años de mi vida (1)

Conozco a una espectacular vecina, y mi vida cambia completamente.

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que la vi, estaba entrando a mi edificio, en un conjunto de apartamentos, en la entrada estaban un grupo de hombres bajando el trasteo del nuevo arrendatario del apartamento 501, cada piso se divide en dos apartamentos, esté estaba vacío desde hace un poco más de tres mes, lo cual me daba cierta tranquilidad al no tener vecinos bulliciosos, yo vivía en el 502.

A los pocos metros de la entrada la vi, estaba de espalda con un pantalón azul, unas botas encima del pantalón lo cual hacia que se viera aun más interesante, tenía una blusa gris, tenía un gran trasero, era muy llamativo.

Mientras me acercaba a ella, calcule que tenía una altura de unos 170 centímetros, al darse vuelta pude ver que era mayor que yo, tal vez unos 38 años, que para mí de apenas 22 producía un gran morbo, tenía una muy buena delantera y un abdomen plano lo cual me impresiono, se notaba que cuidaba mucho su cuerpo, la cara normal sin nada que resaltara o llamara la atención.

En ese momento no hablamos, tardamos como dos semanas y fue ella la que me busco, se entero por un par de vecinas que yo dictaba clases de matemáticas y trabaja con computadores, el hijo tenía problemas para pasar matemáticas de noveno grado y quería ver si yo le podía dictar clases particulares.

Comencé a dictarle clases a Daniel (así se llama el hijo), para que pasará los logros de los primeros dos trimestres, el objetivo es que los superará entes de salir a vacaciones de mitad de año, Joanna era una mujer bastante retirada, por más que intentaba nuestras charlas no duraban más que unos minutos, por lo visto no le interesaba ni un poquito.

Con ayuda de Daniel me entere que la mamá estaba divorciada desde hace más de un año, no tenía más hijos, Daniel se quedaba con el papa, pero él estaba de viaje fuera del país y por eso estaba con Joanna. Ella se la pasaba en el gimnasio bastante tiempo, casi nuca salía por las noches, al parecer no tenía novio o algo así, o no se lo había contado al hijo.

El pequeño enano no era tan bruto como pensaban, después de encaminarlo por el camino correcto logro salvar los logros de los primeros dos trimestres con lo cual concluyeron mis clases, quede bastante decepcionado, no pude acercarme para nada a Joanna,  las esperanzas de que pasara algo más cada vez se veían más distante.

Un par de semanas después, llamo a mi puerta solicitando mi ayuda, estaba trabajando en el computador y cada vez que abría un programa este se cerraba, intento hacer varias cosas pero no pudo para mi fortuna solucionarlo. Con solo mirarlo por encima entendí que estaba lleno de virus, por lo visto la licencia del antivirus había vencido hace varios meses, le explique lo sencillo del problema, para solucionarlo necesitaba llevarme el computador y limpiarlo, instalarle un nuevo antivirus y listo.

Me pareció ver que le molesto que tuviera que llevarme el equipo, no sé si fue mi impresión o me imaginaba cosas, me sugirió que trabajara en su estudio, pero yo le explique que las cosas necesarias no estaban acá y el proceso podía ser largo, no quería molestar, me sentía más cómodo en mi espacio, ella insistió un poco más, a cada cosa que decía ella la refutaba, al verme sin armas me toco aceptar.

Lo más rápido que pude cogí mis cosas y regrese, me dispuse a trabajar, pero tan pronto estuve frente al computador ella se acerco y con la escusa tonta de aprender cómo se arreglaba el equipo, no se me quitó de encima, esto basto para generarme una duda, aparentemente había algo en el computador, o eso parecía, no se tal vez, pero no iba a perder la oportunidad de salir de las dudas.

Desístale el viejo antivirus, con la disculpa de hacerlo más seguro le dije que iba a restringir los puertos de acceso para que no se la pegaran más virus, pero lo que hice fue abrirlos, me di acceso completo, bueno a cualquiera en la Web con la dirección IP correcta, en todo momento no me quitaba el ojo de encima, pero no entendió nada de lo que hice, porque no hizo nada, con la escusa de ir a mi apartamento por el antivirus que curiosamente se me olvido me fui.

Entre como un loco a mi apartamento, mi corazón latía impresionantemente, mi laptop se demoraba en prender y yo estaba que me moría de curiosidad, al fin pude entrar, tenía acceso completo, en total había 20 gigas de información en el disco duro, afortunadamente tenía espacio de sobre en mi portátil, por lo tanto le di un sencillo copiar pegar, al ver que la barra empezó a trabajar me alegre, el único problema es que avisaba que quedaban tres horas para terminar de copiar, lo cual en tiempo de Windows puede ser más o menos.

Ya con la pilatuna hecha regrese, instale el nuevo antivirus, lo configure para una limpieza completa y súper extensa, con la esperanza que durara el tiempo suficiente, le dije que no debía hacer nada con el equipo mientras pasaba el antivirus, la asuste diciéndole que si lo utilizaba podía dáñalo de forma permanente, que eso podía tomar varias horas, que tan pronto terminara me avisara para hacer un proceso de seguridad importante y con eso terminaba.

En mi apartamento revise la conexión, iba apenas en un 20%, pero aun así un 20% de información, empecé a revisar los archivos copiados con mucho detalle. Pasaron casi dos horas antes que Joanna me llamara, por lo visto el antivirus término, y apenas faltaba un 3% para copiar. Entre revise un par de cosas, baje un par de actualizaciones, revise el historial del antivirus, en fin, hice todo lo que se me ocurrió para quemar tiempo, hasta que no pude más. Mi preocupación es que ella no lo prenda cuando yo este, yo podía entrar pero si estaba siendo utilizado, o podía pasar que lo deje poco tiempo prendido o que borre lo que quería ocultar, si es que había algo. Salí una vez más, está desafortunadamente la última, no sin antes una sarta de agradecimientos por parte de Joanna, igual no me ofreció ni un peso por el servicio, está realmente era toda una descarada.

Esa fue un tarde y noche muy larga, es impresionante la cantidad de basura que una persona puede guardar en un computador, ya estaba mamado de buscar y buscar, pero no encontraba nada interesante, salvo una mano de videos graciosos. Hasta que me dio por revisar el historial de Internet, el cual era muy largo, había muchas visitas a sitios de dominación sexual, en donde se podía ver videos, técnicas y todo lo relacionado con este arte. Imaginándola mirando esas páginas me puse a mil, sumado a un par de videos que fui descargando,  el saber esto fue muy interesante.

Además a esto no encontraba nada, tal vez solo le preocupaba que mirara las cosas que le gustan, mi interés en ella aumentaba, además de estar súper buena, le gustaba la pornografía, y la pornografía pesada. Ya estaba por darme por vencido cuando encontré algo sumamente valioso, un archivo de Word, un poco más pesado de lo normal, en él Joanna escribía todo lo que le pasaba, me imagino que a las mujeres les gusta llevar un diario y todas esas cosas, pero no esperaba que alguien lo llevara digital.

Empecé a leer de atrás para adelante, pero al poco rato me di cuenta que para entender mejor era importante el orden, este diario contenía información desde un poco más de dos años, por lo visto cuando el matrimonio comenzó a dañarse, Joanna buscando un desahogo empezó a escribir, en él narraba como el marido cada vez se distanciaba más, cada vez le prestaba menos atención y ella intentaba por todos los medios tener esa atención, entro al gimnasio y buscaba complacerlo en muchas cosas, pero poco a poco el fue perdiendo el deseo sexual, definitivamente a veces se le da comida al que no tiene dientes. Ella empezó a pensar que tenía una amante, lo acosaba con preguntas, un par de veces lo siguió, hasta que él la pillo, fue tremenda la pelea, el matrimonio se derrumbaba rápidamente. Las peleas se incrementaron, cada vez eran más fuertes y agresivas, hasta un punto en que apenas se hablaban, apenas se saludan y ya.

Un mes antes de separarse paso algo que le cambio la vida a Joanna, estaba en la calle llegando a casa a altas horas de la noche, después de una larga jornada laboral, ella tenía que caminar unas 7 cuadras desde el sitio que la dejaba el bus, ese día no tenía carro, era una ruta bastante oscura y con pequeños callejones de separadores en vez de calles.

En el trayecto un hombre se le acerco por detrás, ella camino más rápido pero él también aumentaba el paso, sentía los pasos detrás, casi que alcanzándola, ella corrió y el hombre también, ya casi llegaba, un poco más, su corazón latía a mil por hora, a unas pocas cuadras de su casa el tipo la alcanzó, la sujeto con fuerza, ella pego un grito pero nadie salió a ayudarla, con gran fuerza la empujo dentro de un callejón, fue tal la fuerza que ella cayó al piso.

El hombre de pie le mostró un cuchillo y la amenazo para que no volviera a gritar, al ver el arma Joanna se asusto y se cayó pero las lagrimas se les escurrían por las mejillas, el tipo se acerco y le puso el cuchillo en la garganta y la puso de píe, ella entre llanto le pedía que no le hiciera nada, que la dejara ir, que tomara la plata y las cosas que tenía en el bolso, pero que la soltara.

A él no le importaba el dinero, con el cuchillo en la garganta empezó a cogerle los senos por encima de la ropa, se los apretaba con fuerza haciendo que Joanna llorará más, bajo el cuchillo y le corto la blusa con todo y sostén, dejando al aire ese gran par de melones, con la mano que tenía el cuchillo le jalo el cabello moviendo la cabeza hacia atrás y la amenazó con cortarla si gritaba y con la mano libre jugaba con los senos, le decía cosas sucias de lo buena que estaba y elogiaba ese par de melones tan ricos.

Después le toco el turno de jugar a la boca, las recorrió completas, las mordía con fuerza, tal vez demasiado, porque al poco tiempo Joanna ya las tenía rojas de los maltratos, así fueron pasando los minutos que a Joanna le parecían eternos, a pesar que no paraba de llorar no hacia algún ruido fuerte era tal el asco y miedo que se dejo hacer, fue de lo más horrible para ella.

La coloco de espaldas a una pared, le subió la falda, ella aumento las suplicas, que no le hiciera más, que la dejara, pero seguía sin gritar, él en el afán de bajarle las medias veladas las destrozó por completo, se detuvo un momento para hacerle insinuaciones sobre lo buena que estaba y le describió todo lo que le haría, ella lloro aun más desconsolada, pero una fuerte cachetada la volvió en sí, si haces ruido te voy a dejar un recuerdo en esa cara tan linda, la siguió amenazando, con eso basto para que dejará de hacer tanto ruido.

Le bajo la tanga hasta las rodillas y le lamió la entrepierna, luego la vagina, la lengua con desespero buscaba entrar, ella no paraba de llorar y él se excitaba aun más, al rato la obligo a ponerse de rodillas, saco su miembro, coloco el cuchillo al frente de la cara de ella, si no te lo comes te voy a cortar, la amenazó, ella casi un shock completo no se movió, no contesto, solo siguió llorando, él tomo el gesto como un sí, y le acerco el pene completamente erecto a la boca.

El pene encontró los labios pero no paso más allá, Joanna aun cuando la poseía el miedo y no peleaba tan poco le facilitaba las cosas, el empujo con fuerza pero ella no abría la boca, le acerco el cuchillo al cuello y se lo clavo un poquito, apenas lo suficiente para que ella diera un grito, momento que aprovecho para metérselo, la amenazaba con que no fuera a hacerle daño por que la mataría.

El pene entraba y salía, buscaba llegar más lejos de donde el de su marido había llegado, le sujetaba de la cabeza y la obligaba a moverse, afortunadamente era tanta la excitación del hombre que este martirio solo duro unos minutos, él contrayéndose llegó de forma abundante, mantuvo la cabeza presionada unos segundos más, dando las últimas estocadas con su pene, la soltó y jadeando se recostó contra la pared.

Pasaron unos segundos en el que el tipo buscaba recuperar el aliento, estaba sudando y se limpiaba con la manga del saco, ella de algún lado obtuvo algo de valor, aprovechando que estaba arrodillada y él tipo estaba distraído agarro rápidamente el pene y lo apretó con mucha fuerza, como si lo quisiera partir, el hombre gritando de dolor cae al piso, ella velozmente corrió a su casa.

Corrió las dos cuadras que le faltaban en pocos segundos, podía haber ganado una carrera de 100 metros planos, afortunadamente el portero no vio en las fachas que entro, en el ascensor se acomodo la ropa lo mejor que pudo, llego a la puerta del apartamento, aun sin aliento entró, con solo cerrar la puerta sintió que el alma le volvía al cuerpo.

El marido estaba embobado viendo un partido que ni siquiera la saluda, ella se va a la habitación se encierra a llorar, nunca en su vida se había sentido tan humillada, se entra al baño y se lava el cuerpo como desesperada, buscaba quitarse de la piel el olor y la sensación, pero sentía que lo conseguía, no pudo dormir esa ni otras noches a causa de lo sucedido. La falta de interés del esposo al estar ella en peligro fue la gota que derramo el vaso, nunca se lo contó pero según escribe aun se lo reprocha, un mes después decidió dejarlo y acudir a su única familia que vive en la ciudad, la hermana.

De ahí en adelante describe lo mal que la pasaba con su hermana, que para no hacer esta historia más larga no entraré en detalles, pero por lo visto cambio un infierno por otro, casi un año después logro conseguir el divorcio, un proceso largo debido a lo importante y rico del esposo, logro al fin la mitad del dinero, con esto cubrió las deudas que tenía, compro el apartamento que estaba a mi lado y aun así le quedo mucho dinero.

Lo interesante del asunto, es que conforme pasaron los meses, el recuerdo del callejón se hizo menos doloroso, se despertaba varias noches recordando lo vivido, pero cada vez era menos doloroso, de un momento a otro de volvió hasta placentero, luego más agradable, hasta el punto de volverse excitante. Existen en el diario muchas descripciones de estos sueños, no las coloco, pero me sirvieron para darme unas buenas pajas por varias noches.

Por lo que entendí, de ese encuentro tan doloroso en su momento se despertó el gusto de Joanna por la dominación sexual, cada vez los sueños eran más fuertes, así como las fantasías alimentadas por los videos que veía, soñaba siendo dominada en ese callejón, en alguna calle hasta en su casa.

El tema de los sueños fueron cada vez más llamativos, la fantasía que la dominaran paso a ser en su casa, en cualquier lugar, que entrara un desconocido y la obligara, que la violara, algunos eran en su cama por la noche, mientras dormía, otros en el ascensor, estaba completamente obsesionada con el tema, describía que le gustaría que le hicieran y como le gustaría que se lo hicieran.

Se despertaba con estas “pesadillas” rondándole la cabeza, y se masturbaba recordándolas, las complementaba o las arreglaba de acuerdo a lo que le pasaba en el día en el trabajo, o en el camino a caso, algún desconocido que la mirara morbosamente era suficiente para sumarlo a sus fantasías.

Lo curioso es que el deseo y las fantasías llegaban al punto de dejar sin seguro las puertas o una que otra ventana abierta, aun que en un quinto piso esto era casi imposible, esto le permitía soñar mejor. Por otro lado ese aspecto la poseía, pero cuando estaba más calmada se cuestionaba si debía buscar ayuda, tal vez estaba loca o ninfómana, pobrecita y yo deseando ayudarla, llego al punto de plantearse buscar ayuda, ya sea para cumplir las fantasías o para dejar de pensar en esas cosas.

Eran las tres de la mañana, mi mente volaba a más no poder, yo sabía que estaba sola, ¿será que estaba la puerta sin seguro?, ¿podría yo entrar y cumplirle sus fantasías?, esas ideas me dieron vueltas por varios minutos en mi cabeza, analizaba los contra, que quedara como un vil entrometido o ladrón al entrar a esta hora, pero al fin pudo más el deseo y salí con toda, abrí la puerta de mi apartamento, me acerque despacio a la puerta de ella, mi corazón latía como nunca, estire la mano hacia la perilla, el llegar a ella parecía una eternidad y lo peor es que dudaba tanto que no fui capaz de tocarla, dure casi un minuto con la mano estirada, hasta que al fin sudando a más no poder la apreté con fuerza.

La gire lentamente y