Los maestros del placer

Dos compañeritos se convirtieron en mis mejores maestros.

Ahora que tengo la suficiente edad y experiencia para comprender mejor el mundo, recuerdo casi con nostalgia el internado canadiense donde mis padres me fueron a tirar, según ellos, porque sus trabajos no les permitían cuidarme adecuadamente. Fue ahí donde conocí a Devon Hanner y Santiago Melendez. Devon era un profesor de origen alemán, amigo de los dueños del internado, además de ser un digno espécimen de su raza de 28 años, alto, rubio de ojos azules y con un muy buen cuerpo atlético, era mi profesor de educación física.

En contraste, Santiago, que era el director del colegio, era más bien del tipo mediterráneo, ya saben, delgados de cuerpos bien marcados, con un tono de piel olivo, cabello rizado negro y unos increíbles ojos verdes, él es de origen gallego, tenía en ese entonces 33 años, aunque su físico lo hacía verse de unos 25 años. En lo que a mí respecta, nací en la ciudad de Barcelona, bajo el nombre de Mikel Haines Aranzazu, por ser hijo de un matrimonio mixto, de padre alemán y madre española. No era muy bien visto dentro de la sociedad española de ese entonces. No obstante esto, supe imponerme y llegar hasta los 13 años, edad en la cual mis padres decidieron que era hora de "expandir horizontes", y fue cuando me enviaron a Canadá, a estudiar a un internado católico para varones llamado Sagrado Corazón, ubicado en la ciudad de Calgary. Cuando llegué al internado, corrían los años ochenta, para ser más exacto era 1983; y yo ya contaba con el desarrollo físico suficiente para valerme por mí mismo, al menos eso creía, era un chico de tez blanca, ojos grises y cabello negro ensortijado, que tenía la talla de un adulto pequeño y el cuerpo desarrollado de un adolescente de 16 años. Para ese entonces yo era un jugador junior consumado de balompié en España. Fue precisamente Devon quien sirvió de comité de bienvenida por parte del colegio; a mi llegada, él fue el que me mostró las instalaciones, me indicó lo que se nos tenía permitido y no, así como me designó la habitación que tendría durante mi estancia en el colegio, además me señaló los deportes que se practicaban, y oh!, el balompié no era uno de ellos, sin embargo fue Devon quien me sugirió que practicara la lucha grecorromana ó wrestling como le dicen aquí, así que para animarme me llevó a algunas prácticas. En una de estas prácticas fue donde conocí a Josh Leroux, un chico canadiense de 17 años, de un impresionante físico, musculoso, rubio y de ojos azules, y a Max Keller, otro chico de 17 años, sólo que él provenía de Bélgica, y al igual que Josh, tenía un físico increíble, de amplia y bien definida musculatura, piel blanca y cerosa y unos increíbles ojos negros al igual que su pelo. Josh, al verme en compañía de Devon, fue el primero en presentarse: JOSH: Hi, Devon, ¿qué tal la práctica? DEVON: Perfecta, creo que este año volveremos a ser los campeones! JOSH: ¿Quién es el chico? DEVON: Será su nuevo compañero de equipo, se llama Mikel, y viene de España. JOSH: Hi, Mikel, ¿quieres que te enseñe el gimansio? DEVON: Bien, los dejo para que se conozcan mejor, nos vemos en la tarde durante la práctica. JOSH: Ven, Mikel, te quiero presentar a nuestro capitán. JOSH: Mira, Max, te presento a Mikel, va a estar en el equipo. MAX: Hi, ¿cuántos años tienes? MIKEL: 13, aunque en febrero cumplo los 14. MAX: ¿Has practicado este deporte? MIKEL: No, nunca. MAX: No importa, yo te enseñaré, para ello necesito que vengas al gym todas las tardes, después de las 7 de la noche, yo te pondré al corriente en las técnicas. Josh también vendrá porque él es el experto en los novatos. Lo único que necesitarás traer es tu zapatillas y venir en cortos y alguna remera. Muy puntual, acudí a mi entrenamiento, a las 8:00 me encontraba en el gym, como le decían ellos al gimnasio, sin embargo desde que llegué noté muchas cosas extrañas, como por ejemplo puertas cerradas por fuera, que no había ni un alma, y que las canchas estaban sin iluminar, sólo se podía ver iluminada la zona de regaderas y la pequeña habitación en donde estaban los aparatos de acondicionamiento físico. Me dirigí a la habitación de aparatos, y aquí mi extrañeza aún aumentó más, ya que dentro se encontraba montado todo un equipo de fotografía y video, pero no presté mayor atención, ya que tenía entendido, la escuela tenía prestigio por tener uno de los mejores talleres escolares de fotografía y video, así que pensé que esto era parte del taller. Esperé un momento y estaba yo a punto de irme cuando llegó Josh, el cual me dijo que no tardaba Max en venir, pues su padre le había hablado por teléfono, y por eso se estaba demorando. A los pocos minutos apareció Max, acompañado de Devon, ambos muy amables, me saludaron y fue Devon el que dijo: DEVON: Mikel, estaba revisando tu expediente con Santiago, nuestro director, y decidimos que tú formes parte de nuestro equipo de jugadores especiales, veras, en este colegio tenemos chicos de varias partes del mundo que tienen padres como los tuyos, que por algún determinado motivo ven en sus hijos un estorbo a sus aspiraciones profesionales, así que Santiago, yo y otros amigos decidimos desde hace algunos años, que chicos como tú no deben estar solos y que deben de tener, digamos, una especie de familia, en la cual crecer y confiar, pero para ello debes de "renacer" en esta familia. - ¿Qué dices Mikel?, ¿quieres ser parte de nuestra familia? MIKEL: No sé, es cierto, a veces quisiera tener una verdadera familia, pero por otro lado creo que ya me he acostumbrado a vivir así. JOSH: No te preocupes Mikel, yo también me sentía así al principio, pero ahora no sólo tengo muchos amigos, sino que incluso algunos de ellos es como si fueran mis hermanos, y Devon, Santiago y sus amigos y amigas, han sido como padres y madres para mí. MAX: Eso es cierto, también vale para mí decir lo mismo. Después de algunos minutos de relfexión, dije: MIKEL: Está bien, ya me cansé de vivir en solitario y de hacer todas las cosas solo, pues bién, quiero ser parte de esta familia que dicen. DEVON: Muy bien, pero como te dije, tienes que renacer en esta nueva familia, y serán Max y Josh quienes se encarguen de este renacimiento. Al terminar de decir esto, Devon se colocó detrás del equipo de vídeo, y Max y Josh me tomaron de los brazos, al principio creí que era una especie de juego, pero al sentir la fuerza de Max en mis brazos y la forma en cómo Josh me veía comprendí que estaba a punto de suceder algo que cambiaría mi vida para siempre. Josh me dijo levemente al oído, mientras Max me sujetaba 'no te preocupes, somos expertos en esto, así que sólo relájate y disfruta'. Al decir esto, Josh bajo rápidamente mis cortos y de un golpe sacó mi remera, las zapatillas se encargó Max de sacarlas con sus pies, con lo cual me di cuenta que no era la primera vez que hacían esto. Me encontraba solamente con mi slip y nada más, en ese momento Max me dijo, con voz firme: MAX: Mira chaval, puedes hacerlo de la forma fácil o díficil, esa es tu decisión, cuando te suelte no quiero que corras o grites, pero sí quiero que te quites el slip, ¿quedó claro? Algo en mí me decía que corriera, sin embargo la mirada de Josh y la rudeza de Max me impusieron e hice lo que me dijo, una vez que me soltó me quité el slip. Y ahí estaba yo, completamente desnudo frente a esos tres, fue cuando escuche la voz de Devon decir: DEVON: Que empiece el renacimiento. En cuestión de segundos, Max y Josh estaban completamente desnudos, y vaya vista, los dos eran perfectos, Max tenía una polla que hacía juego con su musculatura, no menos de 23 gruesos centímetros y unas bolas enormes, y qué decir de su trasero, perfecto, redondo, musculoso, erguido. Y Josh era toda una estampa, músculos bien marcados sin exageración, un trasero redondo con unos hoyuelos, que lo hacían verse muy sensual, pero lo que más impresionaba era su polla, circuncidada, de líneas rectas y venas excitantes, de unos 20 centímetros, con una bolas totalmente rasuradas, cabe decir que ambos eran muy lampiños de piel. Cuando vi estas imágenes de estos bellos ejemplares de adolescentes, no pude dejar de soltar un: - ¡Qué tíos! A lo cual Max respóndió: MAX: Vamos chico, si tú también tienes lo tuyo, ve nada más el tamaño de esa polla y qué piernas. Ahí fue cuando me di cuenta que no tenía un cuerpo muy diferente al de ellos, para mis 13 años había desarrollado, gracias al deporte, una piernas musculosas y un buen trasero, por los entrenamientos adquirí un buen abdomen y mi polla era como había dicho Max de un buen tamaño, si la comparaba con la de ellos tendría unos 17 o 18 cm. Sin mediar mayores palabras fue Josh el que tomó la iniciativa, tomó mi polla y se la metió en la boca para darle unas buenas chupadas, yo me resistí, pero fue Max el que me doblegó de tal forma que me dejó inmovilizado para poder resistirme. Josh era todo un maestro, no sólo podía sentir su lengua repasar mi glande, sino con los dientes daba una extraño masaje a todo el tronco de mi polla que me ponía a mil, por su parte Max se dedicaba a darle a mi cuerpo un suave masaje con su lengua, primero el cuello, luego las tetillas y por último se sumó a Josh, él trabajando las pelotas y Josh explorando toda la anatomía de mi polla, primero el glande, luego la coronilla, el frenillo y por último dando un mete y saca de su boca, como si ésta fuera una vagina. Después tocó el turno de Max, ambos se fueron turnando hasta que ya no pude aguantar más y me vine en la boca de Josh, sentí tal placer al momento de la descarga, que inconscientemente me abalancé sobre la polla de Max. La polla de Max respondió divinamente a mi ingenua y virginal boca, pues como si tuviera mente propia, se dejó acariciar y mover a mi voluntad como si estuviera dando lecciones, primero tomó un rubor rosado, para luego alcanzar un tamaño increible, sus venas se inflamaron e hicieron que ese imponente trozo de carne se viera más musculoso, viril y poderoso, además desprendía un olor a macho que me confundió más los sentidos pues tenía un raro aroma mezclado a adolescente y hombre; por su parte Josh seguía con su vigoroso masaje genital disfrutando a cada lengüetazo. Para mi sorpresa, mi polla, esa amiga a la cual para ser sinceros nunca había puesto gran atención, pareció ponerse en complicidad con la lengua de Josh, pues alcanzó un gran tamaño, desconocido aún para mí, y la sensaciones que mandaba eran increíbles, nunca antes había sentido algo similar, fue también cuando descubrí que mi polla podía rivalizar con las mejores, no sólo alcanzó gran tamaño, sino que su olor a niño-adolescente, sus venas tan bien definidas y su dureza hicieron que Josh quedara prendado de mi polla un buena rato, como si estuviera poseído por ella, pues la miraba con tal placer, con tal deleite y al mismo tiempo con dulzura. Josh no dejó de meter y sacarla de su boca, no encontraba formas para acomodársela en la boca, primero de arriba hacia abajo, por los costados, en fin, utilizó todas las formas que su imaginación le dio. Por mi parte, mi boca y la polla de Max habían también alcanzado su complicidad, aunque era inexperto, recuerdo que de la nada, como si fuera algo instintivo, le di una gran chupada a la polla de Max, tal fue la mamada acomodada, que Max terminó en mi boca con gran fuerza y en grandes cantidades, su leche escurría por las comisuras de mis labios e incluso una parte de ella tuve que tragarla, por la fuerza del chorro con la cual salió. Era la primera vez que tomaba leche, su semen tenía un sabor agridulce, muy rico y sobre todo muy excitante, con un increíble aroma a macho, que me hacía recordar a los animales salvajes cuando se aparean. Creí que hasta aquí terminaría todo, sin embargo me equivocaba, fue Devon, quien se encontraba filmando todo, el que dijo: DEVON: Chicos, muestren a Mikel todo su cariño, después de todo, de ahora en adelante es como si fuera su hermano. Mejor dicho, su "hermanita"... Al momento de oír esto, Max y Josh, como si fueran perros de presa que habían oído la voz del amo, se abalanzaron sobre mí tirándome al piso. MAX: Pequeño Mikel, ahora que eres mi "hermanita" te voy a mostrar todo mi cariño. JOSH: Y yo chico, te convertiré en una auténtica damita. Fueron las últimas palabras que escuché de ellos en ese momento, pues seguidamente se dedicaron a saciar toda esa furia sexual que tenían contenida: una y otra vez ambos se dedicaron violarme. El primero fue Max que sin decir ninguna palabra, me colocó en posición de cuatro con el culo hacia su hermoso rabo, y sin previo aviso sólo lo introdujo, primero muy lentamente, para una vez introducido, hacer un mete saca tan doloroso como placentero. El tamaño de su polla parecía sentirlo hasta el mismo estómago, con cada metida y sacada, sólo gemía, a ratos de placer a ratos de dolor, sus manos sobre mis nalgas y la mamada que Josh me estaba haciendo, hacían que mis sentidos se encontraran embotados, como si todo eso fuera un sueño, uno del cual no quería despertar. Una vez hubo terminado Max, la polla de Josh reclamó mi culo, y vaya enculada que me dio, por algo dijo que me convertiría en una "damita" . JOSH: Qué lindo culo tienes "hermanita", sin vello y muy apretadito, si es que eres toda una muñeca, y ¡ah!, qué bien se desliza mi rabo. Max! te dejo bien lubricado, mira cuánta leche te sale todavía, sí, eso, mueve el trasero, así, ahora de atrás para adelante, sí, muy bien, tienes una piel muy suave y linda, ¡ah!; levanta el cuerpo, quiero tocar tus pectorales, ¡umh! qué fuertes son, y tú qué lindo eres, si hubieras nacido mujer serías una linda hembra. MAX: Qué rabo tan viril tienes, eso es, pequeña, sí, sigue moviéndote así, ¡umh!, delicioso, qué suave es. MIKEL: ¡Por favor, ya no!, ¡agh!, déjenme, no Josh, ya no aguanto más. JOSH: Calla putita!, porque cada vez que me pidas que pare te la voy a meter más, ¡jum!, ¿lo ves?, y ahí te va otra vez, ¡jum!, eso es, mira nada más qué enculada te estoy dando, ahora para que te calles dame un beso!. MIKEL: Yo, no sé... JOSH: Pues acerca tu boca para que te enseñe, preciosa. MAX: Eso, así se hace Mikel, métele bien la lengua en su boca, eso lindura. JOSH: Lo dicho, eres una bomba, muñeca, tienes el aliento más fresco y suave que he probado en una chica como tú. MIKEL: Que no soy ninguna chica! JOSH: Vuelve a lo mismo, te dije que si contradecías nunca terminaría tu enculada, pues ahí tienes, ¡jum! ,¡jum!, ¡jum!, ¡aaah!, rico, delicioso. Ahora repite conmigo, "soy una linda chica que tiene por hermanos a Max y Josh" ,vamos, repite. MAX: Josh, no seas tan violento, ¿no ves que puedes espantar a nuestra hermana?, es más, quítate para que le pueda demostrar mi cariño. Mira Mikel, nosotros ahora somos tu familia, como tal nos tenemos que querer, y para que veas mi cariño ¡jum!, ahí tienes mi polla, ¿verdad que es enorme?, así, sí, eso es, muévete, ¡me corro!, ¡agh!, eso es, siente mis bolas en tus nalgas. Max y Josh no tuvieron consideraciones conmigo, me violaron repetidamente, una y otra vez de todas las formas que se les ocurrió en ese momento, primero en posición de perrito, luego en 69, los besos negros estuvieron a la orden del día, o qué decir de las penetraciones en posiciones frontales que sólo las mujeres pueden tomar, sin embargo tal vez la penetración más dolorosa y satisfactoria fue la doble penetración que Josh y Max hicieron, primero se introdujo Max, su enorme polla tuvo la fuerza suficiente para abrirle campo a la polla de Josh, que con su fuerza terminó el trabajo. Ahí estaba yo, con dos pollas colosales adentro, y cada una follando a su ritmo, todo bajo la orquestación y seguimiento en cámara de Devon. Max y Josh después de un prolongado mete y saca terminaron casi al mismo tiempo, me inundaron con su leche, no sólo por dentro, sino por fuera también, pues lo que no terminó dentro acabó afuera. Yo terminé completamente lleno de semen en mis muslos, pecho y cara, pero esa sensación pegajosa y olorosa me excitó a tal punto que sin necesidad de masturbación me vine en mi propio abdomen. Todo esto bajo la complaciente mirada de nuestro querido Devon que sólo se limitaba a dirigir y filmar el suceso, como si estuviera filmando el nacimiento de un pequeño en un parto, de ese tamaño era su entusiasmo. Para cuando Max y Josh terminaron, yo efectivamente, como dijo Josh, me sentía casi como una chica, sentía una extraña confusión de placer y dolor, de odio y amor por esos dos chicos, y ellos lo sabían. MAX: Bien pequeña, y ahora, qué dices, ya que eres nuestra hermana, tienes que conocer al resto de la familia. JOSH: Es cierto Mikel, mira pequeña, ahora nosotros en esta escuela seremos tus hermanos mayores, y como eres una de nuestras hermanas menores no dejaremos que nadie te moleste, además tus "tios" y "abuelos" en el colegio te van a cuidar y apoyar en todo, y ni qué decir de tus "papas" y "mamas" fuera del cole. MIKEL: ¿Pero hay más? MAX: Claro, es más, ya no deben de tardar en llegar dos de tus hermanos que citamos para que los conocieras, son unas linduras de séptimo grado, claro que no están tan desarrollados como tú, pero en fin, son familia. Mientras Max y Josh me decían todo esto, Devon me ayudaba a limpiar, yo me sentía totalmente adolorido de todo el cuerpo en especial, ya se imaginaran de donde, después de tremenda enculada impuesta por mis "hemanos". El que no me quitaba la vista de encima era Devon, me abrazaba, casi como un padre abraza a un hijo, y yo podía sentir ese afecto, ese cariño, a pesar de estar totalmente desnudo, no me sentía mal, al contrario, podía ver a Max y a Josh al rostro sin vergüenza, sin miedo, como si estuviera frente a mis hermanos en una ducha o algo parecido; incluso Devon que se encontraba vestido, me parecía más cercano en ese momento que mi propio padre, exhibía y manifestaba mi desnudez frente a él como la de un niño pequeño cuando juega en la playa con papa y su familia. Fue Josh el que se acercó para decirme: JOSH: Gracias por todo Mikel, por haberte portado como te portaste, fue increíble. MAX: Lo hiciste bien Mikel, te quiero mucho. Espero que tú también lo hayas disfrutado. MIKEL: No sé, estoy un poco confundido, pero sí, creo que lo disfruté. JOSH: No te preocupes, la primera vez es difícil, pero después todo se aclara. En ese instante, entraron a la habitación dos chicos de unos 12 años, eran Randal y Evan, ambos canadienses y gemelos idénticos, de brillantes ojos verdes, piel blanquísima y cabellera rubia platinada, cuerpos de escultura romana, es decir, delgados sin llegar a extremos de músculos fuertes y definidos, con amplios y bien formados traseros y unos rostros tan angelicales que ni parecían seres humanos. De momento noté que a los chicos no les extrañaba nuestra desnudez, por el contrario, parecían acostumbrados a ella. RANDAL – EVAN: Hi a todos! Devon: Hi, chicos, quiero presentarles a su nuevo hermano, se llama Mikel. RANDAL – EVAN: Hi, Mikel. JOSH – MAX: Nos vamos Devon, maña tenemos competencia. DEVON: Adiós y suerte, chicos, nos vemos mañana. DEVON: Bien, como les decía Randal y Evan, este es su nuevo hermano y quiero que lo cuiden y respeten, ya que no sólo es mayor que ustedes, sino que es nuevo en el país, así que quiero que le enseñen nuestras costumbres. ¿Quedó claro ? RANDAL: Bienvenido, mi hermano y yo te ayudaremos en lo que podamos cuando nos lo pidas. MIKEL: Gracias. DEVON: Bien Mikel, ¿por qué no conoces mejor a tus nuevos hermanos? estos los traje especialmente para ti. MIKEL: ¿A qué te refieres? DEVON: Bueno, a que te puedes presentar con ellos como lo hicieron tus hermanos Josh y Max. MIKEL: Pero son unos críos. DEVON: Vamos, ¿y tú qué eres? MIKEL: Pero DEVON: Vamos, no hay pero que valga, estos chicos ya no son vírgenes si es lo que te preocupa, además están aquí por ti y sólo para ti, como una cortesía de bienvenida. Es más, yo te daré indicaciones para que disfrutes mejor a tus hermanos, ¿qué dices? MIKEL: Vale. Así fue como Devon, nuevamente como maestro de ceremonias, empezó a dar instrucciones a los gemelos y a mí, mientras él filmaba toda la acción. DEVON: Mikel, desnuda a los chicos lentamente pero con algo de violencia. Y así lo hice, primero con Randal, que era el más pasivo de los dos, le quité la ropa lentamente, empezando por su camisa, luego sus zapatos, posteriormente desabroché sus jeans tan ajustados que utilizaba, para quedar en un maravilloso slip azul cielo. Luego seguí con Evan, él tenía puesto un hermoso conjunto deportivo color gris que hacía resaltar aún más sus hermosas facciones, no costó ningún trabajo, pues el conjunto deportivo se quitaba fácilmente y así quedo vestido sólo con una maravillosa licra color negro. DEVON: Mikel, rompe el slip de Randal y baja de un golpe la licra de Evan. Así lo hice, y qué maravillas quedaron frente a mis ojos, Randal y Evan tenían unos lindos rabos, diría yo que de unos 15 cm, y cuerpos perfectos en todos sentidos, tamaño y forma. DEVON: Bien Mikel, dales duro. No lo tuvo que decir dos veces, me fui primero contra Randal, quien ni siquiera se sobresaltó, simplemente aceptó mi cuerpo con toda sumisión, simplemente se metió mi polla en su boca y empezó un masaje tan cálido, húmedo y esmerado como ninguno, se notaba que el chico tenía experiencia; por otro lado mi boca pidió a Evan y él ni tardo ni perezoso me ofreció su polla para comerla. La polla de Evan era suave al tacto, con un aroma a niño y abundante vello en el pubis, con una circuncisión tan bella, que esta hacía resaltar la forma de su pene recto, de glande rosado y terso, de líneas y curvas perfectas hasta en las bolas, con bellas y delicadas venas. Sí, esa obra de arte natural la tenía en la boca y le estaba dando todo un homenaje, Max y Josh me habían enseñado bien, le di con todo a la polla de Evan primero con la lengua, luego con los dientes, inventé todas las posiciones para ese hermoso pene que merecía. Inventé incluso un lindo chupa-chupa, que consistía en ensalivar el pene para luego de un chupete quitarle toda la saliva, y así llevarme de un sólo golpe todo su calor y sabor. DEVON: Eso es, maravilloso, ahora Mikel dales duro en el culo. Para cuando Devon dijo esto, ya Randal había terminado su faena en mi polla, y vaya que la dejó a punto, pues tal vez por la excitación de esos cuerpos, creció más que con mis otros hermanos, y lo mejor, se puso más gruesa y dura. Yo seguía dándole duro a la polla de Evan, pero mientras hacía esto, puse en posición de perrito a Randal, y aprovechando que estaba ensalivada, de un golpe la metí contra el culo de Randal, el pobre sólo gimió, para lanzar luego un gran y largo suspiro. Fue cuando noté que ese chico ya estaba muy penetrado, pues mi garrote se deslizaba tan cómoda y suavemente como si estuviera hecho este culo a su medida. Por un momento la lujuria descontrolada me controló, qué irónico, hacía unos momentos yo pedía piedad a mis "hermanos", y ahora yo no le daba tregua a este chico. Lo follé una y otra vez, hasta que me vine dentro de él. Cuando saqué mi polla de su ano, estaba completamente bañada en leche y al chico le escurría una buena cantidad de semen, fue cuando Evan se acercó al culo de Randal y se puso a chupar y limpiar toda mi leche del culo de su hermano, aprovechando que estaba boca arriba limpiando a su hermano, me lo enculé al igual que a su hermano, de un sólo tajo. Evan tenía más experiencia en el meneo, pues sabía apretar el esfínter de su culo para dar más placer sin lastimar, y qué placer, en el momento de estar con este chico me llenó un calor de pasión como nunca, sentía no sólo que iba a reventar de placer, sino que por un momento, esos chicos eran como hembras sedientas de placer, y ahí estaba yo para complacerlas. Y así fue, seguía dentro de Evan, cuando se me ocurrió enculármelos en forma alternada, así que acomodé a uno sobre el otro con las piernas abiertas hacia a mí y boca arriba, y así tuve esos hermosos culos y rabos juntos para disfrutarlos, primero me tiraba a uno, luego al otro, me salía y chupaba un poco el rabo de uno y luego el del otro, además en esa posición, mientras me tiraba a uno podía besar al otro. El tiempo que estuve haciendo esto no lo recuerdo, pero debió ser bastante, ambos estaban completamente "mojados y chorreados" de sus esfínteres, prueba de que ya habían sido varias eyaculadas encima. Sin embargo yo estaba a punto, quería más y más. Fue cuando Devon, tal vez notando mis ganas, dijo: DEVON: Bien Evan y Randal, uno de ustedes se tiene que ir, por que nuestro querido Mikel va a tener que terminar con uno de ustedes, de lo contrario no nos vamos de aquí en toda la noche, así que, ¿quién va a ser? EVAN: Seré yo, me gusta mucho mi nuevo hermano. DEVON: Bien, Randal, espera en la cancha. RANDAL: Esta bien, Devon. EVAN: Mikel, quiero que me des con todo, no importa qué tan fuerte sea, y también te quiero decir que de ahora en adelante eres mi hermano preferido y podemos hacerlo cada vez que tú quieras. MIKEL: Gracias Evan, te prometo que no te arrepentirás. Dicho esto, le di con todo a Evan, no sólo le follé el culo, sino la boca, pasé húmedo el glande de mi polla por todo su cuerpo, hasta que éste quedó totalmente pegajoso, hice que me la chupara hasta que su boca ya se sentía chiclosa y pegajosa de tanto semen, y en cuanto a follar, pues bueno, lo puse en tantas posiciones que el sólo movimiento de su piel por mi cuerpo bastaba para pedir más, lo coloqué de espaldas y él se penetraba solo, de frente y lo masturbaba, sobre mi cuerpo y lo acariciaba y besaba hasta pedir aire, de perrito y me lo tiraba hasta que se sofocaba del placer, de costado por atrás con las piernas al aire y así podía masturbarlo y acariciarlo al mismo tiempo, lo masturbé con todo lo que la imaginación me dio en ese momento, lo masturbé con la boca, con las manos, con mis piernas y cuerpo; poco a poco se me fue pasando el éxtasis y el placer conforme mi pequeño hermano iba perdiendo fuerza. Y es que mi imaginación, mi edad y mi cuerpo, dada la situación, me pedía dar todo en ese momento. Así fue que cuando estaba con sus piernas en mis hombros y le estaba recetando un buen beso negro con una masturbada manual y un masaje glúteo, mi pequeño hermano fue el que puso punto final a nuestro encuentro, a nuestra bienvenida, a nuestro hallazgo carnal, sin decir palabra, se puso boca arriba del piso donde nos encontrábamos, sólo abrió sus piernas para que yo le diera la última follada del día. Y qué follada, con mi garrote completamente tieso y a su máximo largo se introdujo en ese esfínter juvenil, rosado y perfectamente bien lubricado de folladas anteriores. Metí y saqué mi polla de ese cuerpo, del cuerpo de mi hermano Evan, tan feroz y rápidamente que sólo podía oír su voz entrecortada y agitada diciendo: EVAN: Eso es hermanito, soy tuyo, dame más, más, ¡agh!, sí así, ¡snif!, ¡snif!, ¡snif!, sí, máaaas……… umh!, ¡aaaaah!, qué gusto, sácala y mete ese garrote de un golpe, vamos, así, sí, máaaas…… umh!, ¡aaaaah! Con esta última expresión y sensación, me di una gran venida en ese cuerpo, en ese viril y juvenil cuerpo, sellando mi amor por Evan con un largo y profundo beso. Devon estaba más que conmovido, estaba como extasiado, y sólo se limitó a decir: DEVON: Es lo más cool que he visto en estos últimos años, y vaya que he visto cosas buenas. MIKEL: Gracias Evan por todo, simplemente eso, gracias por todo. EVAN: Mikel, siempre estaré para ti cada vez que lo desees. DEVON: Bien chicos, es hora de irnos, ya pasan de las 3 de la mañana y deben descansar, recogeré el equipo y los alcanzo en las canchas. Y tú Mikel, bien hecho, nunca había visto tal potencia y pasión en un chico, bien, pronto conocerás al resto de tu familia y amigos, y espero que les demuestres esa pasión a cada uno de ellos. Así fue como terminó mi primera de muchas, muchísimas experiencias, que al paso de los años tendría con mi nueva "familia" y "amigos".