Los maduros

Un joven de 22 años en la Ciudad de México nos cuenta su atracción por los maduros gays.

Los maduros.

No puedo explicar por qué, pero siempre me han encantado los hombres maduros, empecé con mi vida sexual, o mejor dicho bisexual, desde los 13 años, cuando iniciaron los juegos de ésta índole con un amigo de la secundaria, de mi edad y más o menos del mismo físico que yo. Me gustaba chuparle el pene y dejarlo venirse en mi cara. Fue la única persona con la que he tenido sexo sin condón. Me penetró varias veces sin usar nada, y a él le encantaban mis nalgas, eso es lo que más me excitaba.

Me excitaba sentirme deseado, o deseada, por que cuando lo hacíamos él decía que yo era su novia, y me hablaba con nombre de mujer, me decía Gabriela. Le encantaba penetrarme cuando yo me sentaba en su pene y me daba de sentones, y también le encantaba hacérmelo de a perrito, me cogía hasta que sentía que se venía y entonces me daba la vuelta para echarme los mocos en mi cara; dos o tres veces me hizo comérmelos, y yo lo obedecía con mucho gusto, la verdad sea dicha.

Cuando empezamos a tomar mayor confianza un día lo invité a quedarse en mi casa y dormimos en el cuarto de mis papás como marido y mujer, vimos una película porno, o mejor dicho él la vio por que me puso a mamársela mientras la veía, y luego me cogió en la cama de mis padres. Ya por ese entonces empezó a aceptar que nos besáramos, y antes de cada encuentro dedicábamos veinte o treinta minutos a fajarnos. Era muy rico.

Con el tiempo lo dejé de ver y tuve que explorar mis opciones, la verdad me asustaba mucho pensar que alguien se pudiera enterar de mis inclinaciones, de esa otra vida secreta que yo llevo, así que durante toda la preparatoria no hice nada. Me límite a chatear con otros gays, y a fijar citas a las que nunca asistía. Me masturbaba mucho viendo fotos de transexuales y me dedicaba a extrañar a mi amigo.

Ya entrando en la Universidad por los desplazamientos tuve ocasión de darle rienda suelta a mi instinto. En el vagón del metro he masturbado a infinidad de hombres e incluso le practiqué sexo oral a uno, me han arrimado la verga en mis nalgas también cualquier cantidad de hombres, he podido visitar cines, mamar vergas, he ido a vapores, me han cogido, y todo ese tipo de experiencias que he de platicarles poco a poco.

Pero lo que me ha llamado poderosamente la atención desde que estoy en este ambiente es primero, que me encanta ser la niña cuando tengo sexo, me gusta sentirme deseada, me gusta que me besen, que me toquen, que me penetren, y cuando alguien lo sabe hacer bien siento que voy al cielo. Me encantan esas personas que te besan y te acarician hasta que tú mismo ruegas que te la metan, solo me ha pasado en dos ocasiones.

La otra cosa que me llamó la atención fue el hecho de que me encantan los maduros, desde que inicié mi vida sexual con hombres en la universidad me di cuenta de que tengo debilidad por ellos.

Cuando me cogieron por primera vez después de mi amigo, me lo hizo un señor como de 50 años, me llevó a un hotel que está cerca de metro hidalgo, y primero me besó en la boca, que es lo que más me gusta, me besó los pechos, las piernas, y me puso empinado, luego se pasó atrás de mí y me empezó a lamer el ano, y los testículos por detrás, eso me puso a mil.

Luego hicimos un sesenta y nueve riquísimo, su verga no era muy grande, pero era gruesa, luego me puso hincado a mamársela, cosa que me encantó.

Después volvió a besarme en la boca y a tocarme por todo el cuerpo, hasta que yo sentía que me venía de tanto placer, fue en ese momento cuando le supliqué que me penetrara, y primero me sentó en su verga con mucho cuidado hasta que me entró toda en el culo, y me dejó que me acostumbrara a ella mientras me besaba en la boca y en el cuello.

Hicimos toda clase de posiciones, me lo hizo con mis piernas en sus hombros (que es como más me gusta), y luego yo me senté encima de él y lo cabalgué como toda una mujer, cuando terminó me masturbó y me la chupó hasta que yo también acabé, y es el mejor encuentro sexual de toda mi vida.

Luego de esa primera vez siempre he buscado maduros, no me importa el físico, la edad, ni nada, a veces parece que mientras más feos, o gordos o viejos me gustan más, por que lo que me gusta de ellos es su masculinidad, me gusta sentirme dominada y deseada, por eso necesito que mi pareja sea más varonil que yo.

Cualquier maduro puede tener un chance conmigo, incluso se las he mamado a ellos antes de a cualquier chamaquito, por que lo que me gusta es la experiencia, y ese sentimiento de que ellos me poseen. Es riquísimo.

Un rato anduve con un señor que trabaja en un hospital en metro zapata, continuamente lo encontraba en el metro e iba con él a su trabajo, la primera vez me llevó a una zona donde solo hay archivos y ahí me la mamó y me puso a mamársela, después nos masturbamos hasta que los dos terminamos.

Otro día se la mamé en su oficina y me echó los mocos en la boca, fue riquísimo. Lo que más me excitaba es que después de cada encuentro me daba dinero para que pudiera tomar un taxi a la escuela, era cualquier cosa, quince o veinte pesos, pero eso me hacía sentir como su puta, y eso me ponía a mil. Cuando se la mamaba él me decía cosas como venga puta, eres mi puta, me encantan tus nalgas, eres una puta sucia, eres MI puta. Eso me calentaba, saberme suya, saber que él me poseía, pero a la vez saber que yo tenía control de la situación.

Nunca lo dejé penetrarme, tenía un pene muy grande y la verdad me asustaba un poco, la vez que estuvo más cerca fue por que me llevó a unos baños en Mixcoac, y ahí se la mamé, y me la mamó, me besó por todos lados y me puso de espaldas a él, pero en cuanto sentí su pene en mi ano me zafé y le dije que no. Él obedeció, luego con el tiempo yo quise que me cogiera, pero no tuvo tiempo en dos ocasiones que lo busqué, así que acabé por enojarme y lo dejé de ver, todavía hoy en día lo extraño, creo que la cagué. Deseo estar con él más que nada, pero no tengo como localizarlo, solo sé que trabaja en un hospital cerca de metro Zapata, no es doctor, sino administrativo. Es moreno, como de 1.75, chino, de lentes, los dientes algo separados.

En fin, hoy en día mientras les escribo y recuerdo todo esto estoy imposibilitado para salir por una fractura en la pierna derecha, me está volviendo loco el confinamiento, cuento los días para poder salir a buscar algún maduro con quien pasar un grato momento.

Ojalá que me puedan escribir todos los maduros a los que les gusten los jóvenes, mido 1.70, moreno, tipo oso, nalgón, pasivo 100%, bisexual, así que solicito discreción. NO me importa su físico ni su edad, pero me encantaría una relación estable.

Ya nos estaremos viendo en próximas entregas, ahora que tengo todo el tiempo del mundo me pondré a escribir. Hasta pronto. Mi mail es eccemeumcor@hotmail.com