Los Lobos de Crepusculo
Jacob necesita sexo, y encuentra en su segundo al mando con quien pasar la noche.
Se levantó sobresaltado, pensando en que habría pasado. Nunca había sentido a Jacob de esa forma.
Las ultimas semanas habían sido de mucho movimiento. Primero ellos separándose de la manada de Sam, creando su propia manada. Estaba contento de no tener a tanta gente en su cabeza, pero aun seguía sabiendo lo que pensaba su hermana, y eso era algo que nadie quería.
Aún así, después de todo lo que pasó con los Vulturi, por fin parecía que se volvía a restablecer la calma. Ellos estaban en paz con el clan de los Cullen. Bella parecía sonreír finalmente junto a Edward y Reneesme. Y Jacob y su manada eran aceptados como parte de la familia, después de todo Jacob y Reneesme estaban destinados a estar juntos.
Lo que lleva a que Seth estuviera sobresaltado.
Al pertenecer a una manada, cuando te trasformabas en lobo los otros miembros sabían lo que pensabas, lo que habías pensado y lo que sentías, lo que no daba lugar a la intimidad.
Y en las últimas semanas parecía no importar. Leah pasaba la mayor parte del tiempo en el bosque, corriendo o en la reserva intentando demostrar su valía; Jacob lo pasaba con los Cullen, cuidando de Reneesme. Y Seth había vuelto a la reserva, con su madre, y aprendía mas cosas sobre su naturaleza, como controlarlo, sin separarse de Jacob.
Por eso cuando sintió a Jacob en la reserva se sobresaltó, pensó que algo malo había pasado. Enseguida salió de su casa y se transformo en lobo, y enseguida deseo no haberlo hecho. Jacob había ido a la reserva para encontrarse con Leah. A pesar de la conexión con La pequeña Cullen, parecía que todavía tenia ciertas necesidades humanas, y Leah parecía dispuesta a ayudarle. Seth enseguida volvió a su casa. Y al poco tiempo escucho como Jacob entraba a la habitación de su hermana.
No era la primera vez que lo hacían, y hasta ahora les había ido bien ocultándoselo a Seth, a pesar de la conexión mental entre miembros de la misma manada. Jacob sentía un profundo respeto por Leah, y la apreciaba como segunda al mando. Leah al igual respetaba a su líder, y le seguía en cualquier cosa. Los dos sentían afecto por el otro, pero no amor. Ambos lo sabían, al igual que sabían que el deseo sexual era parte de ellos. La primera vez estaban en el bosque, y mientras hablaban de sus futuros, y de las diferentes posibilidades que se les presentaban, se besaron. Al principio no pensaron ello, pero con el primer beso, llego la primera caricia y pronto se encontraron desnudos.
Esta vez era diferente, pues Seth les había descubierto. Jacob sabía que Seth era muy intuitivo, pero nunca imagino que pudiera oírle acercarse mientras dormía, y menos sin su forma de lobo, por lo que cuando supo que se había transformado, se asusto y todas las imágenes de el y Leah se le vinieron a la cabeza. Cuando entró en la habitación de Leah le dijo que su hermano les había descubierto, pero esto no pareció importarle, pues enseguida le agarro, y le empezó a besar.
Leah era la que mas duro lo tenía de todos, pues tener que compartir los sentimientos que tu exnovio tiene por t prima no es algo del agrado de todos. El hecho de que su hermano supiera de su vida sentimental le debió parecer una broma, por lo que no dudo en seguir con lo previsto.
Se abalanzó contra Jacob, y enseguida le empezó a recorrer el cuerpo con sus manos. Era verdad que era mas joven que el, pero al ser un hombre lobo se había desarrollado mas rápido de lo normal, por lo que su apariencia era la de un hombre de unos 26 años con un cuerpo musculado.
Leah le besaba y empezó a bajar lentamente por su torso, hasta llegar a los pantalones vaqueros ajados que siempre llevaba, para no estropear la ropa cuando se transformaba. Jacob se había olvidado de sus preocupaciones por Seth, y solo pensaba en el placer que Leah le proporcionaba. Enseguida se animó, y con un brusco movimiento tiro a Leah en la cama, y le empezó a quitar la ropa. Le agarro las tetas ya desnudas, y las estrujaba en sus manos, las lamia saboreándolas, empezó a dar pequeños lametazos en los pezones. Leah ahogaba gritos de placer, y cuando Jacob le quitó los pantalones no pudo aguantar, empezó a tener un orgasmo. Había tenido sexo antes de su primera transformación, pero sin duda el ser inmortal le proporcionaba ciertas ventajas que no había esperado. Con un rápido movimiento dio la vuelta a la situación y ahora era ella la que tenia a Jacob contra la cama, y ella con el control. Le quito de una vez el pantalón y empezó a masajear su pene ya erecto y a punto de explotar.
Jacob puso los brazos detrás de la cabeza, miro a Leah y sonrió. Leah era una buena guerrera para tener al lado en una pelea, pero en la ultima semana había descubierto que sus habilidades iban mucho mas allá. Era toda una experta en el sexo, y si a eso le añadíamos las sensaciones aumentadas que tenían los dos desde que se transformaron, cada experiencia sexual era algo nuevo e increíble.
Leah le empezó a chupar la polla, primero dándole lengüetazas en la punta del glande, lo que hacía que se excitara más. Jacob quería agarrarla y meterle su polla de una vez en su boca, y correrse en su boca como nadie lo había hecho, pero sabia que si le dejaba hacer lo que quisiera seria mil veces mejor. Leah poco a poco se introducía su pene dando lengüetazos, pequeños mordiscos que dejaban a Jacob con los ojos en blanco. De repente sintió como se iba a venir, y no queriendo acabar todavía le saco la polla, la tiro contra el suelo, y le empezó a comer el coño. Jacob había estado con 3 mujeres en su vida, dos de ellas después de transformarse, y sabia que no solo recibir da placer, dar era una experiencia que daba tanto el placer como la mejor puta mamandotela, por lo que daba lo mejor de si. Le mordía el clítoris, cosa que llevaba a Leah al éxtasis. Le introducía primero un dedo, luego dos, así hasta 4, mientras Leah ya fuera de si no paraba de gritar de placer. Su lengua se introducía por cada agujero disponible al que se acercaba, y su mano experta iba a los puntos que sabia arrancarían un grito de Leah
Su madre ya no vivía con ellos, pues se había mudado con Bill cuando Jacob dejo de vivir con el, pero aun así Seth estaba en la casa, y estaba escuchando todo. Estaba en su habitación cuando escucho los primeros gritos, pero al ver que ni Jacob ni Leah parecían preocupados por el, se acerco a la habitación, y pudo ver por la puerta entreabierta como la pareja disfrutaba de sexo apasionado. Al principio cuando leyó los pensamientos de Jacob no quiso saber nada, pero ahora estaba muy excitado. Se acerco mas a la habitación, y notando su erección no se lo pensó dos veces. Ahí mismo se quito el pantalón con el que dormía, y quedándose completamente desnudo, empezó a masturbarse. Veía como Jacob tiraba a su hermana de la cama, y empezaba a chuparle el coño, a meterle dedos y no podía por menos de excitarse. Su mano iba de arriba abajo lentamente, al mismo ritmo que Leah masturbaba a Jacob, mientras este seguía dedicado a su labor oral. Seth se imaginaba que esa mano le masturbaba a el, y seguía el ritmo fielmente. Nunca había fantaseado con su hermana, y de hecho aun ahora pensaba que era algo repugnante, pero aun así no podía evitar sentirse excitado, y al ser un hombre se sentía identificado con Jacob. A veces parecía que como los vampiros ellos también tenían diferentes poderes, y el parecía sentir muchas mas cosas que la mayoría de los Quillets. Ahora mismo parecía sentir exactamente lo que sentían Leah y Jacob, como la soledad y la necesidad les había unido, y les hacia disfrutar del sexo con todos sus sentidos. Seth podía sentirse invadido por sentimientos, casi sentía la mano de su hermana en su polla, subiendo y bajando, y sentía el sabor de ese coño en su boca.
Jacob decidió cambiar de posición y puso a Leah a cuatro patas. Le empezó a lamer el culo, dándole un beso negro que llevo a la mujer lobo al cielo, sentía una excitación inigualable. Hasta ahora todas las veces que había tenido sexo con Jacob, este le había sorprendido con algo nuevo, por lo que las emociones eran cada vez nuevas. Jacob metió un dedo en el culo de Leah la cual dio un respingo. Jacob le pregunto si estaba bien, y ella dadose la vuelta y mirándole a los ojos con una sonrisa en la boca le dijo:
-No pares, quiero que me hagas tuya.
Jacob sonrío maliciosamente y siguió con su labor de meterle dedos, hasta que creyo que estaba lo suficientemente abierta para penetrarla.
Seth estaba encantando, ya no necesitaba ni ver lo que estaba pasando para poder repetir las acciones. Vio como Jacob empezó a jugar con el culo de su hermana, y el sin dejar de masturbarse llevó un dedo a su culo, y lo empezó a introducir. Cerro los ojos y fue como si ahora sintiera a Jacob acariciándole la espalda, meter poco a poco los dedos en su ano (aunque seguía siendo el mismo) y al rato como le penetraba. Nunca se había metido nada por el culo, pero esa sensación le hizo tener el mejor orgasmo de su vida. Se corrió rápidamente, y se volvió a su cama, para no ser descubierto. Estaba encantado de la situación y se quedo dormido al instante.
Jacob dio la vuelta a Leah y le dio un apasionado beso. Ella enseguida le agarro la polla y se la metió sin pensárselo, empezaron a jadear, y al poco tuvieron un orgasmo al mismo tiempo. Los dos parecieron perder el conocimiento por un momento, esta sensación de desvanecimiento, y de no tener nada a tu alrededor para ellos era como encontrarse flotando en el universo, sintiendo todas las cosas, sin estar atado a ninguna.
Estaban extasiados, y respirando rápidamente. Jacob miro a Leah, le dio un beso. Esta le miró, sonrió, y se fue a su cama a dormir.
Jacob se quedo pensativo, sabía que Seth les había oído, incluso creía que le había sentido cerca mientras estaban follando. Pero Leah no parecía preocupada, así que el lo intento apartar de su mente, y ya verían que pasaba el día siguiente. Salio de la casa y se transformo, echando a correr para estar junto a Reneesme.