“Los Legendarios: Cuarta Parte”

“Los Legendarios: Cuarta Parte”

Daren renegaba mientras miraba el tablero de ajedrez, Marcus le estaba pateando el culo. Él ya estaba de mal humor de su anterior conversación a cerca de su despertar retrasado, y perder no le estaba ayudando en nada.

Marcus lo miró y le sonrió, estaba a punto de decirle “jake mate”, las luces rojas junto con las sirenas comenzaron a parpadear en la Sala de Guerra. Daren parpadeó con fuerza. Aunque su migraña casi había desaparecido debido a su curación regenerativa, que sin duda no lo estaba ayudando.

Más rápido de lo que pensó Daren era posible, Marcus se puso de pie y se situó en un panel de control con un grupo de trabajadores.

-Ola sobrenatural entrante, señor- dijo una mujer con gafas, dijo, parecía que era la supervisora.

-Activar escudos,- ordenó Marcus. Un monitor mostraba ahora el corazón de toda la mansión y Millenium Hall, Daren podría haber jurado que había visto un brillo alrededor de él por una fracción de segundos.

Todos se quedaron mirando el monitor, un momento después, una luz negra se disparó hacia el escudo. En lugar fue el impacto esperado de Daren, la masa negra atravesó el escudo y avanzó directamente a la mansión.

Confundido miró a Marcus, quien sólo miró a la puerta. Daren siguió su mirada, y vio como fluía la masa negra a través de la puerta.

Tomó una forma familiar, la de un cuervo gigante de energía pura. Esto fue la esencia de magia de Kall.

Kall ha sido tomado cautivo por Naagloshii en Steel Creek Manor. Con ella hay otro muchacho. Aunque antes había solo un demonio cambiante, ahora hay docenas que custodian la mansión. Ellos planean algo.

Hablaba la voz de Kall, aunque Daren podría decir que no era Kall. Era la esencia de Kall que había creado en forma de cuervo, para advertirles del peligro que corrían. Daren estaba a punto de hacer una pregunta cuando este volvió a hablar.

Tengo que irme. Kall se desvanece al perder energía. Tienes que reunirte con nosotros y juntos atacaremos en el momento indicado. Buena suerte Y entonces, se desvaneció.

-Mierda.- dijo Daren exasperado.

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Kall sintió su esencia volver a su cuerpo. Ella sabía que había ido a avisar a su padre y a Daren sobre lo que estaba ocurriendo.

La colocaron en una habitación circular de piedra, estaba encadenada en una silla. La única luz que había era el de las antorchas en las paredes. Kall se dio cuenta que había encontrado la fuente del latido del corazón que había sentido.

Atado a una mesa en medio de la habitación, había un adolescente, cerca de la edad de Kall. Su cabello era castaño y estaba desordenado, sus blancos dientes estaban teñidos de sangre. Tenía un corte en el pecho y le chorreaba sangre de la boca. Sus brillantes ojos azules trasmitían el dolor que sentía, él busco con su mirada a Kall, a ella se le rompió el corazón.

-Mi nombre es Kall, y estoy aquí para salvarte.- dijo ella, aunque por la incómoda situación en la que estaba no aseguraba nada. Todo estaba en silencio, por eso cuando el muchacho habló ella se sorprendió.

-Yo soy Zane.- Él susurró.

-¿Qué fue lo que pasó?- preguntó Kall con suavidad.

-Ellos sólo llegaron... a media noche. Estaban vestidos como policías dijeron que el coche de mi padre había sido robado. Mi madre los dejó entrar, y entonces le rompieron el cuello. Sus rostros... parecían vampiros. Sé que parece una locura. Probablemente ni siquiera me creas.- dijo susurrando. Ella se estremeció ante su triste tono.

-Créeme Zane, realmente estoy aquí para rescatarte. Mi amigo y mi padre están llegando. Ellos podrán salvarnos de estas... cosas. Habló con su tono más reconfortante que tenía. - ¿Por qué te han torturado?

-Yo... no lo sé. Ellos me preguntaron acerca de... alguna... ¿Entidad?, Eso es lo que siguen buscando. Algo con el viento... un Señor- se preguntó así mismo en busca de respuestas.

-Te prometo que todo tendrá sentido cuando esto se acabe.

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Después de que el cuervo desapareció, Daren vio a Marcus salir de la sala inmediatamente.

-Quédate aquí, ya vuelvo.- dijo él, dejando a Daren para mirar al monitor la mansión donde se encontraba Kall. Marcus estaba de vuelta y ahora llevaba puesto una armadura muy similar a la que Kall siempre tenía.

-¿Estás listo?- preguntó Marcus, poniendo un cristal en el bolsillo que tenía en su brazo. Daren asintió.- El fuego es la debilidad de los demonios cambiantes. Saben que estamos yendo, así que tendrán todo tipo de amuletos protectores, en especial contra el fuego. Pero de lo que no tengo ninguna duda es que ellos irán contra ti.- le avisó Marcus, mientras lo jalaba por el pasillo.

-¿Así que, soy como una antorcha en ese lugar?- Preguntó Daren, tratando de mantener el ritmo.

-El fuego es más encendidos que todos los poderes. Tendrás que tener cuidado de no exponer demasiada energía.- le advirtió Marcus.

-¿Qué pasa con mis poderes mentales?

-Los demonios cambiantes, son criaturas que trabajan en conjunto, así que sus mentes están unidas. Sin embargo, tu telequinesis igual funcionará.- Él dijo, riendo entre dientes.

-¿Que pasa contigo?- Preguntó Daren. Él sabía que el padre de Kall era un mago, pero nunca supo en realidad como era él, por eso su sonrisa le asustaba.

-No te preocupes por mí. Tú sólo tienes que saber que ellos tienen a mi hija, y yo no tengo la intención de dejar que le hagan daño, así tenga que destruir toda esa mansión donde se encuentran esos hijos de puta.

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Kall no estaba segura de sí los demonios estaban consientes en que ella era la Señora de la Magia o no, pero podía sentir a más de ellos llegando en ese momento. De repente habrán huido de la casa cuando la sintieron venir, de lo contrario ella habría sentido antes la presencia de todo ese grupo. Ahora que estaba capturada, no tenía ningún problema con sus sentidos. Deben haber sabido que iban a venir por ella, y ahora se estaban preparando para luchar.

Ella miró al suelo, notando por segunda vez el círculo de unión de símbolos alrededor de su silla. S cadenas que la sujetaban eran fuertes. Tenían ciertas propiedades anti-mágicas, pero no eran irrompibles. Ella se centró en sus reservas de energía. Su anillo se había agotado la noche anterior durante su batalla con los vampiros. Ella no había utilizado ninguna de sus otras joyas con su anillo para recargarla. Todo lo que tenía era su fuerza de vida, y su esencia de magia.

La voz de Zane la sacó de sus pensamientos.

-¿Sabes quién está haciendo esto?- Él preguntó con voz temblorosa.

-Tenemos algunas teorías. Recientemente, la actividad de criaturas sobrenaturales va en aumento y siguen llegando, lo que me hace suponer en que ellos tienen un líder.

-¿Por qué me quieren? O ¿A ti?

-Te prometo que te lo explicaré, pero cuando hayamos salido de aquí.

-¿Cómo sabes que saldremos? He estado aquí hace tiempo... Yo ni siquiera yo conozco una salida.

-Porque, mi mejor amigo es el que viene. Y si eso no es suficiente, mi padre también lo está. Estos demonios lamentarán el día en que fueron creados...

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Daren se abalanzó agarrándose de Marcus. A pesar de que ya soportaba teletransportarse aún seguía mareándose. Marcus sonrió.

-¿Estás bien?- Daren asintió.

Ellos estaban como a un kilómetro de la casa. Daren veía la casa, pero no sentía nada.- Hey! ¿Se supone que aquí hay demonios?- él se preguntó si los demonios los podían sentir.

-Vámonos- dijo Daren, caminando hacia la casa. Marcus le cogió del brazo.

-No, aún no es el momento.- Daren lo miró con incredulidad.- Yo iré al frente y los distraeré, cuando te de la señal quiero que quemes todo a tu paso.

-¿Y qué hay de Kall?

-Ella saldrá sin ayuda, simplemente está esperando la oportunidad. Y si realmente necesitara ayuda su esencia te lo dirá.- Daren asintió. Marcus saco una pequeña botella con líquido blanco.- Esto te hará invisible por cinco minutos, de lo contrario ellos serán capaces de verte venir.

Daren tomó la botella y asintió con la cabeza.

-Voy a enviar dos ataques psíquicos. Una iniciará la batalla y la otra atacará.

Y con esto Marcus se fue, Daren vio cómo su silueta desaparecía por la velocidad que corría hacia la casa. Marcus tiro algo pequeño a la casa a velocidad luz. De repente, la mansión estallo en llamas, tumbando las paredes y destrozando los techos.

-Bueno... aquí voy.- pensó Daren.

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Kall sitio una pulsada de energía antes de que la casa estalle. Miró hacia el techo, sintiendo la esencia de su  padre.

-¿Qué fue eso?- Zane se quedó sin aliento por el susto.

-Ya están aquí.- dijo Kall sonriendo.

-¿Qué hacemos?

-Sólo necesito que te quedes en silencio durante un rato. Voy a tener que concentrarme.

Cerró los ojos y se concentró. Toneladas de conocimiento inundó su mente y ella comenzó a hacer un hechizo para romper el círculo que la mantuvo a ella allí. Muy pronto los demonios cambian lamentaran haberse metido con ellos.

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El primer pulso mental. Daren desenrosco la botella y bebió su contenido, no se sentía diferente, pero confiaba en su contenido. No pasó ni un segundo cuando sintió como si su cuerpo había sido levantado del suelo volviéndolo invisible y haciendo que vuele.

Estaba feliz porque ahora era más fuerte y controlaba lo que pasaba gracias a su entrenamiento. Voló al techo de la casa que estaba a cuarenta metros, difícil pero lo consiguió.

Cinco minutos pasaron antes de que el segundo ataque fuera lanzado, sin verlo venir, las llamas desintegraron la parte superior de la casa tras la gran explosión. Se dejó caer en la casa, de nuevo estaba visible.

Tomo conciencia de sus alrededores, estaba en un gran vestíbulo que conectaba... bueno a muchos pasillos. Los demonios parecían gente normal a excepción de la cara. Sus rostros le recordaban a las arpías de la película "Van Helsing". Eran salvajes y estaban atacando con fuerza in proporcional a su tamaño y forma.

Dos de ellos corrieron hacia él con una velocidad cegadora, sólo para ser arrojados a la pared con un golpe de la mano de Daren. Sus sentidos estaban vivos de repente, notando todo en la habitación. Sintió a Marcus a siete metros a su izquierda, golpeando a los demonios con una vara elegante de metal.

-¡Daren! ¡Ten cuidado! Han Gotland...- parece que Marcus llamaba a alguien.

Daren miro a Marcus y lo vio volar a través de la habitación golpeándose contra la pared con fuerza. En el otro lado del cuarto, un hombre le tendió la mano.

Tenía el cabello blanco y ojos verdes llamativos. Se puso de pie y mediría un metro noventa y tenía una tez bronceada. Iba vestido con una túnica de color azul, decorado en lo que Daren asumido eran símbolos mágicos.

-Impresionante, tienen magos también.- pensó Daren.

Daren lanzó de sus manos orbes de fuego a unos demonios que estaban muy cerca de Han y Marcus, haciendo que los demonios se desintegren al instante. Daren se dirigió al hombre.

-Así que... supongo que... ¿Houdini está a cargo?- dijo sarcástico.

El mago le respondió enviando una lanza de energía amarilla hacia él. Daren lo desvió  telequinéticamente, ya que se quedó a centímetros de su cara.- Voy a tomar eso como un sí.- Dijo de nuevo.- Muy bien, escucha, me encargo de mi amiga y nos vamos. Me ahorraré de usted y usted de mi.- Anunció, con más audacia de la que sentía. Había probablemente todavía alrededor veinte demonios a la izquierda y él no estaba seguro de cuál era el poder del misterioso mago. El hombre saco su anillo y Daren no pudo moverse, se sentía mareado. El hombre de la túnica sonrió y negó con la cabeza.

-Fue un error que vinieras aquí Daren Clower, no saldrás con vida.- Y luego de eso todos los demonios fueron a atacarlo de nuevo.

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Veinte minutos habían pasado y Kall podía sentir que se debilita. Esos grilletes místicos eran mucho más fuerte de lo que había pensado. Ella sabía que había alguien más inteligente manejando a todos esos demonios. Lo que significaba que todo esto había sido nada más que una trampa. Por última vez intento crear una explosión mágica.

Función ese último intento, casi se une a su esencia, pero no quería forzarla a hacerlo. Se puso de pie tratando de equilibrarse. Estaba muy débil, había quemado toda su energía. Pero ahora tenía que ayudar a Zane, ella desencadeno las cadenas que estaban atadas a la tabla.

-Ya estamos casi fuera, lo prometo.- dijo ella ayudándolo a levantarse. Ella tenía una mejor visión de él ahora, se estremeció por toda la sangre de sus heridas abiertas, sabía que era cuestión de tiempo para que él muera por hemorragia.

-Sarcio caedis,- susurró. Algunos de las contusiones de Zane se aligeraron y sus heridas dejaron de sangrar.  Él se quedó sin aliento ante esa sensación curativa.

-¿Cómo hiciste eso?- él le pregunto cogiéndola del brazo porque Kall se iba hacia adelante y hacia atrás, estaba muy debilitada, y solo le sonrió débilmente.

-Te lo explicaré más tarde, ahora vamos.- Lo tomó de la mano y lo llevó hasta las escaleras y para salir.

Caminaron por un pasillo en un gran corredor. Ambos se detuvieron cuando cinco personas con caras de demonios les reconocieron. Kall sabía que si utilizaba un poco más de sus poderes, corría el riesgo de morir. Pero si sí iban a escapar, ella sabía que tenía que usar sus poderes de nuevo. Tirando Zane fuera del camino, ella tomó una posición de combate.

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El olor a carne quemada llenó la habitación mientras Daren continuaba luchando. Ya se estaba debilitando, pero aún quedaban más demonios.

Lanzó llamas a los monstruos restantes, terminando con los dos últimos. Él se volvió hacia el hombre de la túnica, el fuego salía en erupción desde su puño.

-Tengo que admitir, que eres impresionante, pero esto se acaba aquí, te rindes o mures, tú decides.

-Vete a la mierda. ¿Sabes quién soy? Yo soy...

-Un ser humano, lo que los hace fáciles de derrotar.

Y con eso, el hombre corrió hacia Daren. Los ojos de Daren se tornaron rojos, lo que significaba que comenzaba una fuerte batalla, pero sintió un fuerte empujón telequinetico que lo presiono fuerte contra la pared. Cayo al suelo adolorido, pero se levantó rápido para localizar a su atacante. Justo cuando Daren levanta la cara, el mago aprovecha para darle un fuerte golpe en la nariz.

Oyó la risa hombre antes de caer sobre sus rodillas.

-¿Quién eres?- preguntó Daren, sangrando a chorros por la nariz. El hombre sólo se hecho a reír.

-Alguien que te hará arrepentir por querer reunirse.- Él dijo enviando una bola de energía púrpura hacia Daren. La mano de Daren lo repelió y le devolvió su ataque, el hombre no lo vio venir y lo impacto directamente.

Daren se puso de pie y sus brazos ya estaban en llamas. Él le lanzo bolas de fuego, pero fueron desviadas por el mago para devolvérselas a Daren. A partir de ahí la batalla comenzó. Destellos de luz y llamaradas incandescentes que se hacían una y otra vez más fuerte con el pasar de los minutos.

Daren vio a Marcus moviendo detrás del hombre, así que trato de distraer al mago. Daren se apartó de una ráfaga d hielo, para recoger el escudo con el que había estado peleando Marcus. El metal era sorprendentemente ligero, ahora sabía que sería más fácil soportar daños severos. El hombre se echó a reír al ver el escudo en las manos de Daren.

-Si es así como quieres jugar...- dijo él creando una espada de sí mismo, atacó a Daren haciéndole un tajo en el brazo, eso hizo que Daren pensara en que no tenía entrenamiento con el escudo. Si Marcus se despertara y se pondría de pie, de seguro ellos dos tendrían más ventaja.

Su agresor acuchillaba y apuñalaba muy rápido, pero Daren era sorprendentemente capaz de esquivarlos, el bloqueo la mayoría de los ataques con éxito e incluso fue capaz de lanzar unos pocos.

Finalmente, vio a Marcus de pie con una llama verde en la mano. El hombre no se había dado cuenta y Marcus se lo tiro por la espalda. Él cayó de rodillas delante de Daren, y él le tiró un rodillazo en la cara.

-Es cuestión de tiempo, Eh!- dijo Daren sonriendo a Marcus.

-Lo siento, supongo que era tiempo de mi siesta matutina.- Daren rodó los ojos, y miró sacudiendo negativamente su cabeza las ruinas de la casa.

-¿Control de los daños?- se preguntó, Marcus asintió.

-Por supuesto.- le dijo sonriendo, de repente se pudo serio.- Necesitamos encontrar a Kall rápido.- Daren asintió y señalo las escaleras.

-Sí, creo que ella está siguiendo las escaleras.- afirmo Marcus.

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Ya sólo quedaban dos más, les tres primeros cayeron porque Kall utilizo su magia el fuego de una antorcha. Ella arrancó otra antorcha de la pared, apuntando a las caras de los demonios. Ellos se miraron a las caras antes de atacarla, sabiendo que no podría atacar a los dos a la vez.

Al primer demonio lo golpeo con la antorcha con tanta fuerza que rompió su cráneo. El otro, sin embargo, se dio cuenta y la esquivo lanzándola contra la pared. Ella cayó mirando a su asesino acercarse. Pero el último esfuerzo de Kall fue coger la antorcha y antes de que el demonio la tocara esta le tiro la antorcha en su cara, haciendo que este explote.

Kall ya estaba como en estado de shock cerca de donde comienza la escalera, Daren y Marcus la vieron. Ella suspiro de alivio, ya todo estaba bien.

-Es cuestión de tiempo.- Ella murmuró. Daren y Marcus sonrieron, por lo que dijo. Marcus se acercó a Kall para recogerla, mientras Daren ayudaba a Zane a ponerse de pie y pasando el brazo de Zane por sus hombres

-¿Quiénes son ustedes?- Preguntó Zane, su voz era un reflejo de conmoción y pavor.

-Nosotros somos los legendarios.- dijo Daren llegando a las escaleras. Estaba a punto de subir cuando el aire comenzó a brillar. Kall y Marcus lo entendieron, pero Daren y Zane siguieron caminando. Se dio cuenta de que el suelo estaba convirtiéndose en tierra y que había una pared invisible. Entre la confusión levanto la mano para tocar la barrera y una risa escalofriantemente maniaca resonó en el ambiente.

Todos se volvieron para encontrar la fuente del sonido. El hombre de la túnica estaba allí, con su sonrisa manchada de sangre.

-Me temo, que ustedes no pueden salir de acá.- dijo el de túnica.

Les lanzo a Marcus a Kall un relámpago tan rápido, que ellos fueron incapaces de protegerse y cayeron inconscientes. Daren aparto a Zane sabiendo que volvería a batallar.

-De nuevo, tú y yo.- Dijo sonriendo.

Daren le disparo una ola psíquica al hombre, derribándolo de espalda. Él se rio entre dientes antes de parpadear ante los escombros flotando. Hizo una seña y piedras y metal fueron disparados a Daren.

Daren cubrió su rostro con su mano activando una pequeña barrera, el bloqueo una parte del ataque. El resto fue dejándole cortes y posibles contusiones. Daren le lanzo llamas, pero fueron evitadas por el hombre. El hombre se rio muy fuerte.

-Te estas debilitando Daren...- dijo el hombre, Daren estaba de rodillas, y el hombre en un chasquido estuvo junto a él.- Es una pena que te quieran muerto... habrías hecho feliz a muchas personas con tu belleza, debo admitirlo, porque me encantas.- le susurró antes de darle un puñetazo en la cara. Daren cayó al suelo, débil y cansado.

Daren podía sentir sus fuertes latidos, todo el cuerpo le dolía, la cabeza le comenzó a latir con fuerza. Sabía que ya no tenía mucha energía. Recordó lo que Marcus le había dicho antes. Daren cerró los ojos y se concentró.

-Fénix, te necesito... Ayúdame.

En un segundo sintió que en su mente algo se rompió. Sus ojos se abrieron, y ya no eran del color rojo como de costumbre. Llamas ahora ondulaban en sus ojos. Sintió una oleada de energía de otro mundo Daren comenzó a flotar en el aire. Vio a través de sus ojos, aunque ya no era sólo él. Escuchó con su mente, alguien más estaba allí... El Fénix.

El mago se echó a reír.- Basta de trucos de quinta. Daren... esto terminó.- Se comenzó a reír mientras decía esto.

-¡Silencio mortal!- Daren escuchó su voz deformada.- Has cometido un grave error en meterte conmigo. ¡Ahora sabrás realmente el significado de sufrir!- Y entonces la casa se llenó de llamas.

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Por segunda vez en dos días, Daren despertó adolorido, daño, y en la habitación de invitados. Estaba bastante seguro de este dolor de cabeza era peor que la anterior.

Él se incorporó lentamente, aunque ante cualquier pequeño movimiento su dolor se intensificaba, estaba a punto de llamar a Kall cuando la puerta se abrió. Se cubrió rápidamente con las mantas a pesar de que tenía unos boxers. Kall llevaba una bandeja con fruta y agua.

-¿Cómo estás?- Ella le preguntó en voz baja. Daren le sonrió.

-A salvo, que es más de lo que puedo decir, pensé que sería algo rápido.- ella asintió con la cabeza.

-Sí, las cosas se pusieron difíciles, pero fuiste muy valiente y lograste hacer un excelente trabajo.

-Gracias, sólo esperábamos llegar a tiempo, parecía como que estabas a punto de morir.

-En realidad lo estaba. Había utilizado tanta magia sin nada para alimentar excepto mi propia fuerza vital. Lo minino que me hubiera sucedido era quedar en coma.- Daren la miro.

-Lo siento.- Él dijo frunciendo el ceño. Kall frunció el ceño también e inclinó la cabeza.

-¿Por qué lo sientes?

-Porque esto es mi culpa. Si no te hubiera arrastrado a la fiesta del viernes, ninguno de los dos hubiera estado más débil de lo normal, y si te hubiera acompañado a ese lugar antes, todo hubiera sido diferente.- Kall negó con la cabeza.

-Daren, todo sucede por una razón, esto tenía que suceder. Además, has logrado algo que yo no. Has logrado adherirte a tu esencia en menos de un mes. Eso es... bueno... legendario.- Dijo sonriendo.

-Soy mejor que tú- dijo él riendo. Se sentaron por un momento, antes de que Daren recordara.- Cierto, ¿Qué pasa con ese chico que rescatamos? ¿Es él?- Kall asintió.

-Sí, él es Céfiro, el Señor del Viento. Ya está despierto y está en el primer piso. Tenemos que hablar, Daren no estoy segura de lo que podemos hacer por él. Papá lo adoptará legalmente porque su familia fue asesinada, Zane no tiene objeción con eso. Fue torturado en horripilante maneras, sólo para sacarle información acerca de nosotros. Obviamente, él no sabía nada, pero eso no los detuvo. Daren sin duda, el quedará marcado por eso. No sólo fue torturado físicamente, entraron a su mente, y estoy segura de que su mete no fue capaz de manejar.- termino de hablar Kall con voz seria.

-Bueno, supongo que lo único que podemos hacer es estar ahí para él.- Él dijo, haciendo una mueca. Ella asintió Con la Cabeza.

-¿Por qué no te vistes y me encuentras abajo en cinco minutos?- Ella le preguntó, acariciando su pierna. Él asintió con la cabeza mientras salía.

Habían pasado tantas cosas. No sólo en los últimos días, pero sí sólo dentro de un mes. Se había enterado de que él tenía una esencia legendaria que vive dentro él y podía controlar el fuego con su mente. Se había hecho mejor amigo de una bruja que podía manejar la magia a su antojo. Y había rescatado al siguiente legendario, no completamente a tiempo, pero lo hizo.

Sin embargo, no volvería a pasar, el entrenaría para volverse más fuerte. Ahora que era uno con el Fénix, nada podía detenerlo. Será más fácil encontrar a los otros y mataría a quien intente penetrar en este mundo.

-¿Qué tan difícil puede ser?- dijo él con optimismo.

CONTINUARÁ...

-DarkAngel90

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Bueno hasta aquí la cuarta parte de la Saga, espero que les esté gustando porque me estoy esmerando, disculpen por las faltas ortográficas o partes inentendibles, COMENTEN Y VALOREN, denme sus opiniones para saber en qué estoy fallando, ya saben que cualquier crítica es bienvenida y mejor si es constructiva. Saludos.