Los juegos prohibidos de Camila (02)

Camila y su hermanita menor quedan solas en casa y se entregan al placer del amor lesbico, ayudadas a la distancia.

Autor: Salvador

Dirección: demadariaga@hotmail.com

LOS JUEGOS PROHIBIDOS DE CAMILA ( II )

Camila y su hermanita, solas en casa

Frente a la pantalla del computador Camila esperaba ansiosamente que su misterioso amigo entrara a internet para poder disfrutar una vez mas de sus indicaciones y así ser guiada a distancia en las delicias del sexo solitario.

Su ansiedad se debía al hecho de que estaba con su hermanita Karina, de quince años, con la cual estaban solas en casa, disfrutando de la libertad que les brindaba la ausencia de sus padres ese día. Pero no era solamente el hecho de poder entregarse a la lujuria con su hermanita cerca lo que la tenía ansiosa esperando la conexión. Lo que la tenía en ese estado era la posibilidad que vislumbraba de poder hacer algún acercamiento mas intimo con la muchacha.

Ya antes le había comentado a su misterioso amigo su gusto por Karina, describiéndole la colita parada que tanto la entusiasmaba y sus pequeños senos, duros y altivos, que mas de alguna fantasía despertaron en ella cuando los veía desnudos. Y sus piernas, que aun no terminaban su desarrollo pero que ya se notaba que serían las delicias de los hombres por lo bien formadas y por unos muslos que lucía generosamente en sus llamativas minifaldas.

El le preguntó si le gustaría tener algo con Karina y ella no dudo en su respuesta afirmativa. El le preguntó lo que le gustaría hacer con la muchacha y Camila concentró su atención en los senos, el sexo y la cola de su hermanita como objetivos en el caso de poder tener algo con ella.

Y ahora ambas estaban solas en casa, en el dormitorio de Camila, después de haber jugado sobre la cama, donde Karina recibió un beso en la boca que la sorprendió pero que no la molestó. Es más, cuando Camila le preguntó si le gustó, la muchachita pensó unos instantes y con un mohín encantador le dijo " me agradó "

"¿Te gustaría que hiciéramos algo novedoso?"

"Si"

"Tengo un amigo en internet que puede ayudarnos a que lo pasemos increíble. ¿Lo contacto?"

"Bueno", repuso Karina con estiramiento de sus brazos sobre la cabeza, recostada en la cama, que a Camila le indicó claramente que la muchacha estaba en condiciones adecuadas para sus intenciones. Estaba segura que su hermanita también estaba ansiosa porque hubiera algo entre las dos.

Al cabo de unos minutos se hizo la conexión.

Le dijo a su amigo distante que estaba con su hermanita y el entendió inmediatamente lo que eso significaba pues en la sesión anterior, de hacía tres días, Camila le había comentado de sus intenciones para con Karina.

El le pidió que pusiera a su hermanita en el computador, a lo que Karina accedió con gusto.

Después de una breve presentación y las frases de rigor en estos casos, el le preguntó si le agradaba Camila.

"Es muy bonita. Me gusta mucho"

Escribió con evidente intención. Y a la pregunta de " describe como anda vestida Camila ", escribió:

" Anda con minifalda azul y una blusa blanca que hacen resaltar sus piernas y sus senos "

Era evidente que Karina estaba lanzada.

"¿Cómo son sus piernas y sus senos?"

El hombre estaba llevando la conversación a un límite del que no habría retorno. Y Karina se dio cuenta de ello, de que de su respuesta dependía el destino de la conversación y de su relación con Camila.

"Son exquisitas"

Camila, leyendo sobre el hombro de su hermanita, comprendió que el camino que le estaba forjando su amigo virtual la llevaba inexorablemente al cumplimiento de sus deseos.

"¿Y su colita?"

"Me encanta"

"¿Te gustaría besarla?"

"Mmmmmmmm"

Camila acercó su rostro a Karina y puso sus labios con los suyos, a lo que la muchacha respondió abriendo su boca y sacando su lengua, que fue a perderse en la boca de su hermana mayor.

Fue un beso largo, intenso, apretado.

"Soy Camila. Acabamos de besarnos"

De aquí en adelante todo sería más fácil para Camila.

"¿Quieren pasarlo bien?"

"Si", escribió Karina, mirando a Camila que asintió con una sonrisa de complicidad.

"Camila, ¿estás dispuesta a hacer todo lo que te diga?"

"Si"

Ya no había camino atrás. La suerte estaba hechada.

"¿Cómo andas vestida?"

"Mini amarilla y blusa blanca abotonada adelante"

"¿Y debajo?"

"Pantaleta y sostén blancos"

"Sube lentamente la mini hasta mostrar tu pantaleta. Pero lentamente"

"Mmmmm, ya"

"¿Qué ves?"

"Mi paquetito cubierto por la pantaleta"

Camila estaba encantada con el rumbo de la conversación pues era espectadora en primera línea del espectáculo que estaba dando su hermanita con sus muslos al aire y el promontorio amarillo que formaba el sexo de Karina. Posó una de sus manos sobre el hombro de la muchacha y empezó a bajarla lentamente.

"Abre tus piernas, lentamente"

"Ya"

"Pon una de tus manos sobre tu paquetito y acarícialo con suavidad. Con suavidad"

"Mmmmmmm"

"Lentamente, suavemente. ¿te gusta?"

"Mmmmmm, ricooo"

"Sigue cariño, sigue"

"Siiiiii, ricoooo"

"No sigas. Detente"

"Ok"

"Sácate la pantaleta. Que te ayude Camila"

Encantada, Camila la ayudó a desprenderse de la prenda, mirándola fijamente a los ojos. Karina vio en ellos el deseo y le agradó.

"Listo"

"Hace lo mismo que estabas haciendo, pasando tu manito sobre el canal de tu sexo"

"Ricoooooo"

"Camila, ayúdala"

Y Camila puso su mano sobre el sexo de la muchacha, apretando la mano de Karina. Guió la mano de su hermanita arriba y abajo sobre el canal ya humedecido, lentamente, con suavidad. Su otra mano fue a uno de los senos de Karina, el que apretó sobre la blusa, mientras sus ojos fijos en los de su hermanita eran una invitación a la lujuria.

Y Karina no la defraudó.

Apartó la mano de Camila de su pecho y metiendo la propia en la blusa sacó los dos senos para que su hermana pudiera masajearlos a gusto.

Camila acercó su boca a los senos que se le regalaban y empezó a besarlos y chuparlos con delicadeza, alternadamente, mientras su mano en el sexo de Karina apartó con suavidad la mano de su hermanita y continuó el masaje directamente, dejando a la muchacha un papel pasivo mientras toda la iniciativa quedaba en las manos y boca de Camila.

"Camila, ponte entre las piernas de Karina"

Como Camila no podía escribir, Karina se encargó del dialogo con el instructor sexual.

"Ya se puso"

"Entonces dile que te bese el sexo"

"Mmmmmmmmmm"

"¿Te gusta lo que te hace tu hermana en tu cosita?"

Pero Karina no estaba en condiciones de escribir ahora. Toda su atención estaba centrada en Camila, que entre sus piernas le besaba el sexo, metiéndole la lengua en busca de su clítoris, en tanto sus piernas se subieron y quedaron sobre los hombros de su hermana, a la que tomó de la cabeza y apretó contra su vulva.

"¿Te gusta, cariño?"

Nuevamente su pregunta quedó sin respuesta. Y no podía ser de otra manera ya que Karina estaba con la cabeza hacia atrás, los ojos cerrados y sus manos apretando la cabeza de Camila, le regalaba a su hermana un torrente de líquido que se escurrió por la comisura de los labios de esta.

"Fue exquisito. Me ha sucedido algo maravilloso que me cuesta explicar"

Escribió Karina cuando logró calmarse.

El comprendió lo sucedido y que no habría barreras para lo que vendría.

"Vayan a la cama"

"Pero no podremos escribirte"

"No importa. Hagan lo siguiente: Que Karina se acueste y que Camila se ponga sobre ella, pero al revés. Una vez así, que Camila bese y chupe el sexo de Karina y que Karina haga lo mismo con el de Camila. Esta es lo que se llama un 69. Disfrútenlo"

"Ok"

Se desnudaron con el deseo reflejado en sus rostros. Karina de espaldas en la cama y con las piernas abiertas, esperó a su hermana que sobre ella le puso el sexo a la altura de la boca mientras metía la lengua en el túnel de amor de la muchachita.

Karina, en forma instintiva, llevó su boca a la vulva de su hermana y sacando la lengua la llevó al interior en busca del botón dorado. Se abrazó a las nalgas de Camila en tanto su lengua salía y entraba de su sexo.

Karina por su parte también se apoderó de las nalgas de Camila y las apretó de manera que uno de sus dedos quedó a las puertas de su culo, lo que molestó a la muchacha que removió su trasero, lo que la obligó a apartar su dedo y olvidar por ahora sus intenciones.

Karina se concentró en la vulva de su hermanita, a la que le brindó una mamada con todas sus fuerzas, con la intención de brindarle una segunda venida. Karina por su parte, con menos técnica pero con el mismo entusiasmo, metía y sacaba su lengua del sexo de Camila con furia tal que de pronto sintió que el cuerpo de esta perdía control y que ya no le era posible sujetarle las nalgas debido a los movimientos espasmódicos de su hermana, que entre suspiros y contorsiones soltó sus liquidos seminales sobre la boca de la muchachita, la que la cerró para evitar tragarlo, con lo que cayó desde su boca a la sabana, donde formó un pequeño charco.

El comprobar que había logrado hacer acabar a Camila fue incentivo suficiente para Karina que, por segunda vez, se derramó en la boca de su hermana, la que esta vez bebió todos sus efluvios no dejando escapar ninguna gota.

Después de un rato lograron levantarse y se dirigieron al computador a contarle al amigo misterioso la experiencia vivida. Karina era la mas entusiasta en contar el goce que había tenido, algo que experimentaba por vez primera.

Pero la comunicación se había cortado debido a una llamada telefónica que ninguna de las dos escuchó debido a lo concentradas que estaban en brindarse goce mutuo.

"No te preocupes que mañana o pasada volveremos a contactarlo"

Le dijo Camila a Karina mientras estampaba un beso apasionado en su boca.