Los intrincados caminos de un amor (12)
Los intrincados caminos de un amor Capítulo 12
Los intrincados caminos de un amor
Capítulo 12
Pablo
En la ruta camino a Rosario, le pregunté a Patricia:
-PABLO: ¿Estuvo mal la invitación a Clara sin consultarte?
-PATRICIA: Claro que no corazón! Si la pasamos muy bien los tres! Yo lo hubiera propuesto, sabés que la quiero mucho, pero no sabía si te copaba la idea!
-PABLO: Cómo está sola, se me ocurrió que podía venir el finde con nosotros!
-PATRICIA: Por mí está perfecto! Igual tenemos muchos días para nosotros solos!
-PABLO: Por eso!
La ruta estaba tranquila, bordeamos Rosario y tomamos la autopista nueve para Córdoba.
Pasadas las tres y media de la tarde, llegamos a Córdoba Capital, y bordeando la ciudad, tomamos la autopista Allende para Villa Carlos Paz.
Pasamos a buscar las llaves de la casa, y antes de las cinco ya estábamos allí.
La casa era hermosa, tenía dos dormitorios, un hermoso baño y un ambiente muy amplio que era estar, comedor y cocina.
La pileta estaba lista y rodeada por un hermoso parque, con un par de árboles y muchas plantas con flores.
-PABLO: No tenemos vecinos cerca, así que vas a poder gritar!
-PATRICIA: Callate chancho!
-PABLO: Y como nadie nos ve, nos vamos a poder meter en la pileta desnudos!
-PATRICIA: Mmmm! Ya quiero eso!
Acomodamos nuestras cosas y salimos a comprar lo necesario para unos días.
El día era caluroso y al volver, muertos de calor, sin pensarlo, dijimos de ir a la pileta.
Entramos a la casa y le di la pequeña bikini blanca que le había comprado.
-PABLO: Esto es para vos!, va en realidad es para mí deleite!
Y abriendo el pequeño paquete me miró con cara de pícara y me dijo:
-PATRICIA: Ah! Pero sos flor de puerquito vos! Esto no me tapa nada!
-PABLO: Por eso!
-PATRICIA: Pero si yo me pongo esto, vos te ponés esa calzoncito blanco que compraste en San Isidro!
-PABLO: Por supuesto! Los dos de blanco!
Patricia fue a la habitación a ponerse la bikini, y cuando salió, automáticamente tuve una erección.
La parte de arriba, apenas cubría poco más que los pezones y la de abajo era muy chiquita por delante, y demasiado chiquita por detrás, el culo le quedaba todo al aire, y su conchita depilada, apenas la cubría la diminuta tela blanca.
-PATRICIA: Ahora te toca a vos!
-PABLO: Claro que sí!
Fui a la habitación, me saqué toda la ropa, busqué el slip blanco y mientras me lo ponía, me reía solo intentando meter dentro, mi completa erección.
Caía la tarde, pero hacía mucho calor, nos metimos los dos al agua, charlamos y nos reímos mucho. Nos dimos unos besos apasionados y desatando la parte de arriba de la bikini, le dije:
-PABLO: Acá podés hacer topless!
-PATRICIA: Sinvergüenza!
Fui a buscar un par de cervezas y volví al agua, las tomamos dentro de la pileta, y nos pusimos a pensar en la cena.
Decidimos salir a cenar al centro, y recorrer un poco la noche de Carlos Paz.
Patricia se puso una minifalda azul cortita con vuelo, una remera turquesa con dibujos en el frente y yo un pantalón de tela fina del tipo playero azul y una remera gris.
Encontramos un lindo restaurante donde nos comimos unas ensaladas y nos tomamos unas cervezas.
Caminamos un poco y cerca de las doce de la noche entramos en un bar, al parecer estaba de moda porque era un mundo de gente!
Nos acercamos a la barra y pedí un par de cervezas.
El local estaba a reventar y hacía mucho calor, después de un rato, encontramos lugar para sentarnos en una especie de mesita que rodeaba una columna, con bancos altos alrededor.
Mi cerveza desapareció en un abrir y cerrar de ojos y fui a la barra a buscar otra, Patricia me dijo que me esperaba, para no perder el lugar.
Tardé unos minutos, la barra estaba llena, al acercarme a la mesa, veo que un tipo está diciéndole algo a Patricia y ella no contestaba y veía su cara de fastidio o temor quizás. En un momento la tomó del brazo y ella intentó zafarse, y fue ahí donde se me volaron los patos, llegué a donde estaban y mirando al tipo con cara de mala leche, lo increpé:
-PABLO: Soltala flaco y tomatelá!
-DESCONOCIDO: ¿Y vos que te metés salame?
No terminó de decir salame, cuando mi puño fue directamente a su cara! Y con la otra mano lo agarré de la muñeca y le doblé el brazo con toda mi fuerza.
-PABLO: ¿Salame quien? Si te digo que la sueltes, la soltás nabo!
Y en el momento que el tipo se enderezó como para enfrentarme, dos tipos enormes de seguridad lo agarraron uno de cada brazo y lo alejaron, otro me tomó del brazo para que me calmara y me dijo que había visto lo que había pasado, y que venían mirando al tipo que estaba bastante borracho.
Le expliqué que solo quería que se alejara de mi esposa, pero que se había hecho el cocorito.
Patricia me dijo que nos vayamos, y así lo hicimos.
Ya en el auto volviendo a la casa Pato me contaba lo que pasó:
-PATRICIA: Primero me dijo un par de cosas, cuando le dije que no estaba sola, que mi marido había ido a buscar un trago, me empezó a decir un montón de boludeces, que me olvidara de mi marido y que la iba a pasar muy bien con él, cuando le dije que me dejara en paz, me agarró y ahí la verdad que tuve miedo y encima no te veía, me quise levantar pero el boludo me sostenía y no me podía mover.
-PABLO: Cuando vi que te agarró, me volví loco! Le hubiera dado un trompazo de una, pero pensé en no armar kilombo, por eso le dije que te suelte!
-PATRICIA: Menos ma que estaba mi salvador ahí! ¿Cómo se lo voy a poder agradecer?
-PABLO: Ya encontraremos la forma!
Cuando llegamos a la casa, no desnudamos y nos metimos en la cama, hicimos el amor suavemente, recorriéndonos delicadamente, besé todo su cuerpo, recorrí cada centímetro de su piel con la lengua y la penetré con dulzura, quería que sintiera mi amor además del placer que intentaba prodigarle.
Más de una hora, estuvimos amándonos, hasta que acabamos juntos en la posición del misionero.
Me salí de ella y nos besamos hasta quedarnos dormidos.
Al día siguiente, me desperté con ganas de ir al baño, era temprano aún y no la quise despertar.
Preparé el desayuno y volví a la habitación, cuando Pato me escuchó entrarse giró para verme.
-PATRICIA: Buen día mi cielo! ¿Hace calor hoy también?
-PABLO: Creo que hoy va a hacer más calor que ayer!
Aquel lugar era hermoso, al estar alejado del centro y tener calles de tierra, no se escuchaban más que los pájaros.
Después de desayunar, nos fuimos a la pileta.
Patricia se volvió a poner la bikini blanca y yo salí con el slip blanco y al llegar al borde de la pileta, me lo saqué y me tiré al agua desnudo.
Patricia me miró, se desató la parte de arriba y se sentó en la reposera a tomar sol en tetas.
La miraba poniéndose bronceador y no pude sino empalmarme, verla recorrer sus tetas y sus piernas me habían excitado.
Salí del agua y Pato se reía de mi erección.
-PATRICIA: ¿Ese muchachote no descansa?
-PABLO: Viéndote es imposible!
Nos reímos los dos y me recosté al sol en la otra reposera.
Cuando ya me había secado Pato me dijo:
-PATRICIA: Te voy a poner crema, así no quedás como un tomate!
Y comenzó a untarme crema en todo el cuerpo, menos en mi amigo.
-PATRICIA: De que a este muchachito no le dé el sol, me ocupo yo!
Y sin decir nada más, su boca se llenó de mi hombría, me volvía loco de placer, metía todo lo que podía, y el resto lo acariciaba con la mano.
Minutos después, ya no pude aguantar y le dije que iba a acabar, no detuvo la succión y terminé en su boca, no paró de chuparla hasta que no se me empezó a aflojar!
-PABLO: Que placer mi vida!
-PATRICIA: ¿Te gustó mi cielo? Ahora si le pongo crema!
-PABLO: Me encantó! Pero ahora estoy en deuda!
-PATRICIA: Tenemos todo el día mi amor!
Almorzamos y salimos a pasear caminando por la zona, a unas cuatro cuadras de la casa, la calle se terminaba, y solo un sendero continuaba, hasta no sabíamos dónde.
Caminamos como diez minutos, hasta que nos encontramos con un arroyo no muy ancho, bordeado de mucha vegetación y piedras que llegaban hasta el agua.
Hacía mucho calor, y como por allí no había nadie, le dije a Pato:
-PABLO: Vamos al agua!
-PATRICIA: No traje la bikini!
-PABLO: No importa, no metemos desnudos!
Y antes de que pudiera decir algo más, ya me estaba sacando toda la ropa, me miró con sorpresa.
-PATRICIA: Estás loco mi amor!
-PABLO: Siii!
Y ya desnudo, caminé por las piedras y me metí al agua. Desde ahí la miraba
-PABLO: Dale que está hermosa!
Y riéndose se empezó a sacar la ropa mirando para todos lados.
-PABLO: No hay nadie mi vida! Dale!
Se terminó de desnudar y se metió al agua conmigo.
Después de un rato en el agua, no sentamos en las piedras para secarnos. El calor era terrible y nos corrimos a una de las piedras debajo de la sombra de un árbol.
Estuvimos cerca de dos horas desnudos disfrutando de aquel lugar, un paraíso!
Antes de vestirnos, le dije:
-PABLO: Tengo una deuda que saldar!
-PATRICIA: ¿Qué deuda?
-PABLO: Una muy placentera!
-PATRICIA: ¿Acá? No seas loco!
-PABLO: Nadie nos ve! ¿Alguna vez tuviste un orgasmo al aire libre?
-PATRICIA: No!
-PABLO: Bueno! Hoy va a ser el primero!
Y dicho esto me acomodé entre sus piernas y empecé a besar su pubis, Pato como nerviosa miraba para todos lados por si alguien pudiera vernos.
-PABLO: Relajá corazón! Nadie nos ve! Nadie viene por aquí!
Y se dejó llevar, lamí toda su conchita que al poco tiempo se empezó a mojar, se recostó sobre la piedra y se dejó hacer.
Sus manos acariciaban mi cabeza, acompañando mis movimientos, no tardó mucho en tener un delicioso orgasmo que le hizo temblar las piernas.
-PATRICIA: Ay mi cielo! Estás loco!
-PABLO: Por vos estoy loco! Y por tus orgasmos!
-PATRICIA: Cómo te amo loquito mío!
Cerca de las seis de la tarde nos vestimos y volvimos para la casa.
La semana pasó muy rápido, cuando nos dimos cuenta, ya era viernes, hicimos el amor todas las noches, la verdad es que no quería que los días pasaran.
Me desperté a eso de las nueve y mientras preparaba el mate, las tostadas y cortaba fruta, Pato me abrazó desde atrás.
-PATRICIA: Buen día mi cielo! ¿Viste mis pastillas por algún lado? No sé donde las dejé!
-PABLO: Hola mi vida! Están en el mueble del televisor! Ya casi está el desayuno!
Desayunábamos en el patio, cuando sonó el teléfono de Patricia. Entró a buscarlo, volvió hablando con Clara y puso el altavoz.
-PABLO: Hola Clara! ¿Cómo estás?
-CLARA: Hola Pablito! Con ganas de verlos!
-PATRICIA: ¿Venís?
-CLARA: Si aún sigue en pie la invitación!
-PATRICIA: Por supuesto!
-CLARA: ¿Seguros?
-PABLO: Claro que sí!
-CLARA: Buenísimo! A eso de las seis de la tarde estoy por ahí!
-PABLO: Ahí te mando la ubicación!
-CLARA: Dale!
-PATRICIA: Nos vemos en un rato! Tené cuidado en la ruta!
-PABLO: Cualquier cosa nos llamás!
Terminó la comunicación y me puse a pensar en lo que podríamos hacer en la noche.
-PABLO: ¿Qué te parece cielo, hacemos un asado acá o salimos a cenar?
-PATRICIA: Lo que vos quieras! Quizás sea mejor comer acá, por el cansancio del viaje, digo!
-PABLO: También podemos esperar a que llegue y vemos, total hay tiempo para ir a comprar lo que haga falta si decidimos comer acá!
-PATRICIA: Hacemos así!
Nos pusimos a tomar sol en las reposeras, Pato volvió a hacer topless, pero se dejó la parte de abajo, como los días anteriores.
Me encantaba ver las pequeñas partes sin tostar de su piel cuando estaba desnuda, las que cubría la tanguita. Patricia siempre fue de tostarse rápido y en esos días al sol, ya estaba bastante morena.
A eso de las cinco de la tarde, los dos estábamos desnudos en la pileta y le dije a Patricia:
-PABLO: Me voy a poner el short, no sea cosa que Clara llegue antes y nos encuentre en pelotas!
-PATRICIA: Tenés razón!, me voy a poner la bikini!
Pato se puso la bikini blanca y un pareo arriba.
Mientras nos secábamos me fumé un cigarrillo, tenía intenciones de dejarlo, aunque no fumo más de diez al día, quería, al menos, ir bajando la cantidad hasta dejarlo, y Pato también desde hace tiempo me dice que lo deje.
Minutos antes de las seis, escuchamos un auto y supimos que era Clara.
Entró directamente a la casa y al vernos mientras se acercaba nos dijo:
-CLARA: Que envidia! Lo quemados que están!
Nos abrazó y nos besó a los dos.
-CLARA: Que calor madre mía!
-PATRICIA: La pileta te espera! Cambiate y vení!
La ayudé a bajar sus cosas y entrarlas a la casa, llevé su bolso al otro dormitorio y le dije que la esperábamos en la pileta.
-PABLO: ¿Qué querés tomar?
-CLARA: Fresco lo que sea!
-PABLO: ¿Cerveza?
-CLARA: Por supuesto!
Saqué tres cervezas de la heladera y fui para la pileta, minutos después, apareció Clara con una bikini negra muy diminuta, no tanto como la de Patricia, pero bien chiquita.
Nos tomamos la cerveza charlando los tres y le pregunté si comíamos en la casa o salíamos a cenar.
Decidimos cenar en la casa y les dije que iba a hacer las compras para hacer un asado.
Patricia
Decidimos cenar en la casa, y Pablo fue a comprar todo para hacernos un asado.
-CLARA: Patito, ¿se habían puesto de acuerdo para invitarme?
-PATRICIA: No boluda, fue idea de Pablo!
-CLARA: Jodeme! ¿Creés que con esa intención?
-PATRICIA: La verdad no lo sé, pero no te conté lo que hablamos la última noche en tu casa, me dijo que le pareció que vos querías tener algo con los dos, y también me preguntó si eras bisexual!
-CLARA: Jodeme! ¿Y qué le dijiste?
-PATRICIA: Le dije que no sabía! Que vos eras bastante liberal, pero que no sabía! ¿Qué le iba a decir? No le pude decir que tenía razón
-CLARA: Decile que no soy bisexual, que sólo me gustás vos y también me gusta él!
-PATRICIA: Callate boluda!
-CLARA: Contame de estos días!
-PATRICIA: No sabes Clarita! Estoy más tiempo en pelotas qué vestida. No sabes la bikini que me regaló!
-CLARA: ¿Qué tiene boluda?
-PATRICIA: Mira!
Y sacándome el pareo, le mostré la bikini. Podía ver el deseo en la cara de Clara, me comía con la mirada.
-CLARA: Ahora entiendo por qué decís que estás en pelotas todo el día! Esa bikini no te tapa nada nena!
-PATRICIA: Lo de estar en pelotas es literal, nos vestimos porque venías vos, hasta hace una hora estábamos en bolas en la pileta.
-CLARA: Estas re quemada guacha! ¿Tomas sol en bolas?
- PATRICIA: Me dejo la parte de abajo, a Pablo le gusta que me quede la marca de la tanguita.
-CLARA: A ver, mostrame!
Y sin ningún reparo, me desnude delante de ella, mostrándole mi cuerpo.
-CLARA: Ay boluda estás hermosa! Te comería toda! Y me encantan tus tetas bronceadas! ¿creés que podré hacer topless yo también? ¿O será demasiada insinuación?
-PATRICIA: No sé boluda!
Antes que me volviera a poner la bikini, Clara desató la suya, apoyo sus tetas en las mías y me dio un beso en la boca.
-CLARA: Ay boluda estoy muy caliente! Carlos iba a Buenos Aires el miércoles y se pasaba por San Isidro, pero no sé qué problema tuvo y no pudo, Así que ando caliente como una pava!
-PATRICIA: Boluda! Yo no paro de coger todo el tiempo, desde que llegamos no sé cuántas veces lo hicimos, la otra tarde salimos a caminar y llegamos a un arroyo como a veinte cuadras de acá, como no había nadie nos metimos en el agua en bolas, y después me la comió y me sacó un orgasmo, ahí, a la orilla del Arroyo!
-CLARA: Ay nena qué bien cogida estás! Qué envidia me das! ¿Te puedo pedir algo?
-PATRICIA: ¿Qué me querés pedir? Ojo!!!
-CLARA: Me gustaría tocarme viéndote desnuda, ¿Me cumplís el capricho?
-PATRICIA: Sos terrible Clarita! Pero vamos adentro, por si viene Pablo no nos encuentre en ese momento.
Entramos y se sacó la bikini y se apoyó contra uno de los apoyabrazos del sillón, y yo me desnudé y me apoyé en el otro.
Se empezó a tocar viéndome, por supuesto eso me excitó y también me empecé a tocar.
-CLARA: Así Patito tócate para mí, que yo me tocó para vos!
Y ahí estábamos las dos, nuestras piernas se rozaban, y nuestras manos una en las tetas y la otra en la entrepierna.
Clara estaba realmente muy caliente, porque minutos después de comenzar a tocarse, ya se había sacado un orgasmo. Yo todavía no había alcanzado el mío, y ella se sentó en el sillón mirándome y acariciando suavemente mis piernas.
En ese momento, tiré la cabeza hacia atrás y disfrutaba de sus caricias y las mías. Sus manos recorrían mis piernas, y aunque no le dije nada, deseaba que llegaran a mi conchita, que me tocará, que fuera ella quien me sacara el orgasmo. Y con ese pensamiento exploté con un terrible temblor!
Me quedé unos segundos recostada hasta recuperarme, no le dije nada, pero deseaba que sus manos me recorrieran, sin entender del todo por qué me pasaba esto.
Un momento después nos volvimos a poner la bikini y volvimos a la pileta.
Nos dimos un chapuzón para calmarnos un poco y nos quedamos hablando en el agua, cuando a lo lejos escuchamos el auto de Pablo.
Bajó todas las compras y se metió al agua con nosotras.
Salió de la pileta y se puso a preparar el fuego para el asado.
Nosotras salimos un rato después y le ayudamos con la picada y las ensaladas.
Clara destapó una cerveza y sirvió para los tres, yo estaba con las manos mojadas y Clara acercó el vaso a mi boca para que tome, Pablo estaba con las manos negras del carbón, y Clara hizo lo mismo con él, qué al inclinárselo de golpe se le volcó cerveza, qué le mojó todo el pecho
-CLARA: Ah Pero qué chancho!
Y nos reímos los tres.
-PABLO: Es que tengo la boca chica!
-PATRICIA: Mentiroso!
Mientras se hacía la carne, nos sentamos en la mesa del parque a comer la picada y tomarnos la cerveza.
La verdad es que parecíamos amigos de toda la vida, me encanta la confianza que tenemos, lo bien que la pasamos y lo mucho que nos reímos.
El asado estuvo estupendo, y entre los tres nos tomamos tres botellas de cerveza, yo ya estaba picadita, picadita, y hacía tanto calor, qué terminamos los tres en la pileta.
Clara salió del agua, se secó y entró a la casa, supuse que iría al baño.
Nosotros también salimos y nos secamos.
Pablo abrió otra cerveza y Clara salió de la casa con un porrito en la mano, lo encendió y entre los tres lo fumamos.
Como en otras veces, era Clara quién lo sostenía para que Pablo y yo lo pitáramos.
No sé si era por el alcohol, por el porro o por la situación, yo estaba muy excitada.
Mi cabeza no dejaba de imaginarnos a los tres desnudos en nuestra cama, pero por otro lado no estaba segura de ir hacia eso.
Creo que Pablo se dio cuenta, y me preguntó si me sentía bien, seguramente se me habrían subido los colores.
A unos pasos de la pileta, había una de esas especie de reposeras para varias personas de esas que se hamacan, los tres nos tiramos ahí, yo en el medio de los dos. El suave movimiento de la hamaca, el roce con las piernas de Clara y las caricias suaves de Pablo en mi pierna, me tenía completamente caliente, y deseando sentir, gozar.
Con el movimiento de la hamaca, Clara se fue quedando dormida, supongo que por el cansancio del viaje.
Un momento después, le dije a Clara que fuéramos a la cama a descansar.
Pablo juntó todo y lo entró a la casa, ya limpiaríamos todo al otro día.
Acompañé a Clara a su dormitorio y nosotros fuimos al nuestro, Pablo se fue a dar una ducha para sacarse el olor a humo y yo me fui a esperarlo en la cama.
Me desperté cuando escuché que Clara y Pablo, ya con la luz del día, hablaban preparando el desayuno, pasé por el baño y fui para la cocina. Saludé a Clara con un beso en la mejilla y a Pablo con un buen beso en la boca.
-PATRICIA: Me desmayé anoche! No te escuché cuando te acostaste! Perdón mi vida!
-PABLO: Me di cuenta!
Desayunamos en el parque, era otro día de calor, Pablo ya estaba con su short de baño, yo ya me había puesto la bikini y Clara con una remera que apenas le tapaba el culo y se notaba que debajo solo tenía una bombachita.
Pablo entró a la casa y conversamos con Clara un rato, hasta que le dije que fuéramos a tomar sol.
Se levantó y se fue a cambiar.
Me quedé sola pensando en la noche anterior, ¿Por qué me excitaba tanto la cercanía de Clara?, a esta altura, creo que yo tenía más ganas de estar con los dos, de las que tenía Clara, pero de solo pensarlo ahora, con la cabeza fría, sin alcohol, sigo sin estar segura de que sea una buena idea. La sexualidad con Pablo es sensacional, ¿sería una locura alterarla incluyendo a Clara? En el caso de hacerlo, ¿Cómo sería el después? ¿Volveríamos a ser nosotros dos? ¿O abierta esa puerta, ya no se podría volver a cerrar? Aunque yo ya había abierto una puerta en mi vida, que ni sabía que existía y para colmo de males, a espaldas de Pablo.
Reconozco que mis pensamientos sexuales en este momento, puedan ir más allá de Pablo, pero también que no van en dirección de otras personas, solo apuntan a Clara. Pero también esos juegos que tengo con ella, me hacen sentir que lo traiciono, esos abrazos estando desnudas, esas masturbaciones compartidas, esos besos a escondidas. ¿Qué pensaría yo, o como me sentiría si Pablo hiciera algo así con alguien más? Y al responderme esta pregunta, me di cuenta que tendría que parar con todo eso, o blanquearlo de una vez por todas. Pero… ¿Estoy segura de contarle todo a Pablo? ¿Cómo lo puede tomar? Ya en algún momento de su vida fue traicionado y sé cómo se sintió y las decisiones que tomó, y yo en este momento lo estoy traicionando.
No podía tirar por la borda mi vida con Pablo, por una atracción hacia otra persona! O por el contrario, compartir con él lo que me está pasando y resolverlo juntos. Pero creo que por el momento, no tengo el valor para hacerlo, el miedo de que nuestra relación cambie o se deteriore me aterra.
Después de todos estos pensamientos, y a pesar de haber dicho con Clara de hacer topless, decidí usar otra bikini y no hacer topless, por consiguiente, tampoco lo hizo Clara.
Pasamos toda la tarde en la pileta y tomando sol, mientras tomábamos unos mates, decidimos salir a cenar en la noche y después a tomar algo a algún bar.
Pablo se fue a bañar y a cambiar primero y nos quedamos con Clara charlando un rato más en el parque.
Un rato después apareció Pablo con una camisa blanca y un pantalón azul estaba realmente hermoso, cada vez me parece más guapo.
Era nuestro turno y le dije a Clara que ella se bañara primero y después iba yo.
Claro entró a la casa y nos quedamos charlando con Pablo.
-PATRICIA: Estas muy lindo mi amor! Mejor dicho, sos muy lindo!
-PABLO: Si hablamos de belleza, la tuya es la que manda!
-PATRICIA: Qué exagerado!
-PABLO: Nada exagerado mi cielo! Para mí sos la mujer más hermosa del universo!
No terminó de decirlo, cuando me tiré encima de él y le comí la boca de un beso, y una sensación me recorrió todo el cuerpo, e impactó en mi entrepierna.
Clara se asomó envuelta en un toallón y me dijo que ya había desocupado el baño, para que fuera a bañarme yo.
Cuando salí de bañarme, Clara y Pablo estaban sentados en las reposeras, tomándose una cerveza.
Clara con un vestidito de verano, bien corto y zapatos de taco.
Fui a vestirme yo, y también me puse un vestidito corto, una tanguita muy chiquita y también zapatos de taco, por supuesto sin corpiño.
Si algo hubiera de ocurrir esa noche, quería estar preparada, lo que más me gusta es calentar a Pablo y después disfrutarlo.
Llegamos al centro de Carlos Paz, Pablo estacionó el auto fuimos caminando en busca de un lugar para cenar.
Encontramos un lindo restaurante, y antes de entrar Clara nos dijo qué le permitiéramos invitarnos ella la cena. Le dijimos que sí, pero con la condición que nosotros pagábamos luego las copas del bar.
Pedimos una picada con unas cervezas. Comimos charlando, contándonos cosas, y como siempre riéndonos mucho.
Pedimos una ronda más de cervezas para terminar la picada, y por supuesto, yo ya estaba alegrona.
Terminamos la cena y salimos del restaurante, caminamos unas cuadras buscando un bar para tomar algo.
Encontramos uno con bastante gente en la puerta, supusimos que allí habría una linda movida.
Tuvimos que esperar unos minutos para poder entrar, el lugar estaba repleto de gente.
Cuando entramos, caminamos entre el tumulto en dirección a la barra, cuando logramos llegar, pedimos unas cervezas y nos fuimos a ubicar en uno de los costados del local, donde contra la pared hay unas especie de estante de madera con bancos altos donde la gente se sienta y apoya sus bebidas.
Mirando un poco todo lo que allí pasaba, a la distancia pude ver al tipo que en el otro bar, me había encarado, al que Pablo le había dado un trompazo.
-PATRICIA: Pabli, allá está el tipo de la otra noche en el otro bar, ¿Por qué no nos vamos a otro bar? No quiero que pase nada, está con dos tipos más! Mirá si te reconoce y quiere armar lio!
-PABLO: Tranquila mi vida! No pasa nada! y si le tengo que dar de vuelta, le doy!
-CLARA: ¿Qué pasó?
-PATRICIA: Hace unos días, fuimos a un bar, en un momento Pablo fue a buscar una cerveza a la barra y yo lo esperé en la mesa para que no nos la ocupen, como había tanta gente en la barra, tardó, y en ese lapso se me acercó un tipo, al principio, me hablaba, pero le die que no estaba sola, y empezó a decirme boludeces, y en un momento me agarró de brazo y no me soltaba, me quería levantar y no me dejaba, en ese momento llegó Pablo y le dijo que me soltara, le dijo que no se metiera y no sé que más, y Pablo le dio un trompazo en la cara, cuando el tipo se enderezó como para pelear, lo agarraron dos tipos de seguridad y se lo llevaron. Por suerte, otro de los de seguridad lo venían fichando porque estaba bastante borracho, y a nosotros no nos echaron, pero igual después nos fuimos para la casa.
-PABLO: Tranquila mi vida, y si vienen los tres, la ligan los tres!
-CLARA: Macho! Dijo la partera!
Y nos reímos los tres.
Traté de no estar pendiente de ese tipo, pero no dejaba de estar preocupada, de vez en cuando miraba para ver si seguía ahí. Estaba algo nerviosa, pero por suerte, un rato más tarde lo vi caminar con una mujer, lo seguí con la mirada, hasta ver que salían del bar, recién ahí me quedé más tranquila.
Después de terminar las primeras cervezas, Pablo fue a la barra a buscar otra ronda, y como era de esperarse, al vernos solas, se nos acercaron, primero dos flacos, que al decirles que no estábamos solas, se fueron, y luego se acercaron tres, que comenzaron decirnos cosas, nada desubicado, pero tratando de convencernos de irnos a otro bar con ellos.
Vi a la distancia, que Pablo volvía con las cervezas y la verdad me puse nerviosa, solo esperaba que no hubiera problemas. Pablo pasó entre medio de los tres diciendo:
-PABLO: Perdón muchachos! Las chicas están conmigo!
Los tres pusieron cara de pocos amigos, y ahí pensé que se pudría todo, Pablo apoyó las cervezas en la mesa, y pasó olímpicamente de los tres, ignorándolos. Por suerte uno de ellos, le tomó el brazo a otro y decidieron irse.
Volvimos a lo nuestro, a charlar y a reírnos, hasta que en un momento, un muchacho se acercó, se paró detrás de Clara y dijo su nombre. Clara se dio vuelta y al reconocerlo le dio un abrazo y un beso.
-CLARA: Fausti!
-FAUSTO: Hola Clarita! Te vi de lejos y no estaba seguro si eras vos! ¿Qué andás haciendo por acá?
-CLARA: Vine el fin de semana para acá con mis amigos!
Y mirándonos, nos presentó a su amigo Fausto.
-CLARA: Ella es Patricia y el es Pablo, su esposo. Chicos él es Fausto, es también de San Isidro y nos conocemos desde la secundaria!
-CLARA: ¿Con quién estás?
-FAUSTO: Estoy con unos amigos! Está Vanesa también!
-CLARA: Jodeme! La voy a saludar! Disculpen un momento chicos, ahí vuelvo!
-PATRICIA: Si, claro!
Clara se fue con ese chico a saludarlos y nos quedamos con Pablo y nuestras cervezas.
Para qué negarlo, yo me venía haciendo una película en la cabeza, y de repente, Clara se fue de nuestra mesa y eso me cambió los planes.
Pablo estaba mimoso y nos empezamos a besar, me arrimó a su cuerpo y podía notar su erección, me decía un montón de pavadas y yo me reía como una loca.
Casi una hora después volvió Clara y al verla, me di cuenta de que venía bastante borracha.
-PATRICIA: ¿Qué tomaste boluda? Estás re en pedo!
-CLARA: Nada! los chicos estaban tomando unos tragos y me convidaron.
Pablo la miraba y se reía, y yo algo preocupada, le dije que no tomara más.
Se terminó la cerveza que había dejado en nuestra mesa, y como la vi bastante, bastante borracha le dije a Pablo de irnos, para meterla en la cama.
Estuvimos un rato más, y pasadas las tres de la mañana nos fuimos para la casa.
Ya en el auto iba cabeceando del pedo que tenía, cuando llegamos a la casa, Pablo la tuvo que llevar alzada hasta su cama, porque no podía dar dos pasos.
-PABLO: Sacale la ropa así se acuesta bien!
-PATRICIA: Ayúdame Pablo no voy a poder sola!
-PABLO: Pato no está bien que la vea desnuda estando inconsciente!
-PATRICIA: Bueno yo me quedo de frente y vos de espalda, yo le sacó el vestido y vos le pones la remera!
-PABLO: Dale!
-PATRICIA: No ibas a ver nada raro, tiene dos tetas como tenemos todas!
-PABLO: Ya lo sé, pero me parece que no está bien en este estado.
Le pusimos la remera y la acostamos en la cama. Hubiera querido que Pablo la viera en tetas, quizás despertara algún deseo en él.
La tapé con la sabana y nos fuimos a nuestra habitación.
-PABLO: Qué buen pedo se agarró!
-PATRICIA: No te creas que yo estoy mucho mejor!
-PABLO: Pero por lo menos estás consciente para disfrutar lo que viene ahora!
-PATRICIA: ¿Y qué viene ahora?
-PABLO: Ahora viene el momento en que me aprovecho de tu borrachera y te sacó una docena de orgasmos!
-PATRICIA: Vamos a ver si podés!
No fue una docena, me sacó cuatro o cinco o seis, perdí la cuenta. Sin siquiera sacarnos la ropa, y haciendo la tanguita a un lado, me sacó uno con la lengua.
Después me sacó el vestido y me dejó en tanguita con los zapatos puestos, me tomó de la mano para que me levantara de la cama, y se quedó parado para que lo desnudara. Cuándo estuvo desnudo y con su erección a pleno, me volvió a tomar de la mano y salimos de la casa.
En una de las reposeras de la pileta, me empezó a chupar las tetas, a morder mis pezones, me tenía enloquecida, se arrodilló delante mío, y tomando la tanguita con ambas manos, en vez de sacármela, la rompió, eso me éxito aún más, sus dedos se introdujeron en mi conchita, sacándome otro orgasmo.
Me senté en la reposera, y él se paró delante mío con su pija a centímetros de mi cara, abrir la boca y metí todo cuanto me entraba, me esmeré en hacerle la mejor mamada que le hubiera hecho, tanto es así, que creo que la sacó para no acabar aún.
Me arrodille en la reposera poniéndome en cuatro y me cogió desde atrás, fue aumentando el ritmo hasta sacarme otro orgasmo.
Luego él se sentó en la reposera, y yo me senté enterrándomela toda, y comencé a cabalgarlo, en un momento me tomo del culo con las dos manos, y sin sacármela se paró, me sostuve de su cuello, y él seguía bombeándome. Empezó a caminar por el jardín teniéndome ensartada.
Me apoyó en el borde de la mesa de jardín, y me siguió cogiendo y chupándome las tetas.
Después me volvió a alzar y volvimos a entrar a la casa, ya en nuestro dormitorio, me acostó boca abajo en la cama, y comenzó a lamerme desde la nuca, recorrió mi espalda, y me lamió y me beso el culo, yo estaba totalmente entregada, que hiciera conmigo lo que quisiera, y supe lo que venía, lo estaba deseando, de la mesita de noche, sacó el lubricante, me lo desparramo en el culo y también se puso en la pija, levanté las caderas ofreciéndoselo, sentí su glande en mi orificio, ya quería tenerlo todo adentro, fue lento, de a poco, hasta que sentí chocar su cuerpo contra mis nalgas, nada me gusta más que ser completamente suya, nada me hace sentir más plena, lo sacaba casi por completo y lo volvía a meter hasta el fondo, así un buen rato. Con su otra mano se encargaba de mi clítoris, sacándome otro orgasmo, ya no tenía más fuerzas, sólo me dejaba hacer. Me la sacó del culo y en esa misma posición, me la metió en la concha.
Después de bombearme un rato, me dio vuelta y me la volvió a meter, ya sabía que estaba por acabar, y le encanta acabar mirándome a los ojos. Me siguió bombeando, cada vez más intensamente, hasta que su cara me dijo que acababa, me llenó completamente en el momento en que le daba mi último orgasmo de la noche.
Exhaustos los dos, nos quedamos un momento en esa posición, hasta que se salió de mí, se recostó a mi lado, me abrazó y me besó intensamente.
Me desperté el domingo al mediodía, Pablo no estaba en la cama, me levanté al baño y vi que Clara aún dormía, fui a la cocina y Pablo estaba preparando el desayuno, que más que desayuno parecía un almuerzo.
-PATRICIA: Buen día mi vida! Todo esto es para recuperarnos de anoche! Me dejaste hecha un trapo! Malo!
-PABLO: Hola corazón! Qué noche anoche! Cómo amo tus orgasmos!
-PATRICIA: Pensé que no ibas a parar hasta sacarme una docena!
-PABLO: Te perdoné! y te dejé descansar! si seguía, me dabas los doce!
-PATRICIA: Sos terrible! pero como te amo terrible mío!
-PABLO: Qué buen pedo se agarró Clara!
-PATRICIA: Terrible! Nunca la había visto así de borracha!
-PABLO: Decís de despertarla o la dejamos dormir!
-PATRICIA: La voy a despertar no sé a qué hora tiene pensado irse.
-PABLO: Dale! yo mientras termino de preparar!
Fui a despertar a Clara, me senté a su lado en la cama, y le acaricie el pelo y la cara hasta que abrió los ojos, y mirándola con una sonrisa, decidí hacerle una broma.
-PATRICIA: Buen día! ¿Cómo está la borrachita?
-CLARA: Hola Clarita! Se me parte la cabeza!
-PATRICIA: Qué bien la pasamos los tres anoche!
-CLARA: ¿En el bar?
-PATRICIA: No tonta! Cuando volvimos!
-CLARA: ¿Qué hicimos cuando volvimos? No me acuerdo de nada, ni siquiera como llegué a la cama.
-PATRICIA: ¿Cómo que hicimos? ¿No te acordás lo bien que lo pasamos los tres en nuestra habitación?
-CLARA: Para boluda! ¿Qué hicimos en tu habitación? No tengo registro de nada!
-PATRICIA: ¿De nada?
-CLARA: Jodeme que hicimos algo y yo no me acuerdo de nada! La puta madre! Tento tiempo deseando ese momento y ahora no me acuerdo de nada!
-PATRICIA: No hicimos nada tonta! Te estaba cargando! Te tuvimos que traer y acostarte, tenías un pedo como para cuatro!
-CLARA: Ay boluda qué vergüenza! ¿Pablo que dijo?
-PATRICIA: Nada nena, se cagaba de risa!
-CLARA: Qué papelón!
-PATRICIA: Pero nosotros no estábamos tan borrachos, y estuvimos haciendo algunas cositas!
-CLARA: Contame boluda!
-PATRICIA: Después te cuento, pero sabés, anoche me sacó como seis orgasmos! Vamos que ya está listo el desayuno!
-CLARA: Ay boluda que macho tenés! Ya quisiera yo uno así!
Era otro día de calor y desayunamos a la sombra en el parque.
Clara nos dijo que a eso de las tres de la tarde se volvía para San Isidro, no quería llegar muy tarde, a la noche tenía que estar en el pub.
Un rato después, nos dijo que iba a preparar sus cosas y yo la acompañe. Pablo se quedó fumando un cigarrillo una de las reposeras.
-CLARA: Como la cagué anoche! Pensé que por ahí hubiéramos podido hacer algo los tres, pero como una boluda voy y me pongo en pedo!
-PATRICIA: Igual no te comas la cabeza, no sé si estamos preparados para eso, ni yo estoy segura de hacerlo.
Pasadas las tres de la tarde, cargó las cosas en su auto, nos despedimos y se volvió para San Isidro.
-CLARA: Pasen por casa a la vuelta si quieren, y si pueden claro!
-PABLO: No sé si podremos, al otro día tengo que volver a trabajar, pero algún otro día te iremos a visitar.
-CLARA: Los espero cuando quieran, ya saben que son bienvenidos en casa!
La segunda semana en Carlos Paz, fue tan linda como la primera, estábamos tan bien juntos, que no queríamos volver, y sexualmente ni hablar, hicimos el amor todos los días, en cualquier parte de la casa, hasta un día volvimos al arroyito y lo hicimos sobre las piedras, fueron dos semanas de locura que los dos disfrutamos mucho, nos disfrutamos mucho!
Pero por desgracia teníamos que dejar estos días tan pegados, y volver al trabajo, indefectiblemente, no podía dejar de pensar en lo que estoy viviendo, estoy por un camino desconocido y tratando de no perderme…
Continuará…