Los intrincados caminos de un amor (11)

Los intrincados caminos de un amor Capítulo 11

Los intrincados caminos de un amor

Capítulo 11

Pablo

Ese fin de semana que Clara estuvo en Mar del Plata, realmente la pasé muy bien, pude entender por qué Patricia se llevaba bien con ella, a pesar de tener una situación económica que nos sobrepasa por varios escalones, es una mina sencilla y buena onda.

Quizás puedo entender que ciertos cambios, aunque no desfavorables en Patricia tengan que ver con ella, me gusta la complicidad que hay entre ellas, como si se conocieran de toda la vida.

La primera noche que salimos a la cervecería, me sorprendieron gratamente con su vestimenta, no sé como suele hacerlo Clara, pero ver a Patricia vestida tan sexy me hizo tener dos sensaciones contrapuestas, por un lado, me hacía verla segura de sí misma, con ciertas licencias para mostrar su cuerpo, y sexy, tremendamente sexy. Pero por otro lado no podía dejar de pensar si ese cambio había sido ese fin de semana conmigo, o también era lo habitual en sus viajes.

Cierta sensación de malestar, me generó el pensar que cuando tenía cenas o reuniones en los viajes, vestía de esa manera. Incluso pensé si así se vestía cuando iba a cenar con Carlos o con los demáa sindicalistas.

Traté de no enroscarme, pensando boludeces que quizás no tengan razón de ser.

En la salida del viernes, hubo situaciones que me tuvieron al borde de decir cosas de las que luego podría arrepentirme. Tanta complicidad entre los tres, tan hermosas mujeres las dos, me hicieron imaginar momentos de pasión entre los tres.

Situaciones que me resultaban tremendamente excitantes, como verlas bailar, tomarse de la mano, mirarse con caras cómplices, abrazarse, ponerse bronceador en la playa, verlas a ambas recostadas en nuestra cama, el gesto de Clara llevándole el porro a la boca de Patricia, todas situaciones que no podían sino llevarme a imaginar un amplio abanico de imágenes sexuales.

A pesar de nuestra sexualidad en expansión, nunca tocamos con Patricia el tema de incluir otras personas en nuestra vida sexual, ni siquiera fantaseamos con esa posibilidad.

La presencia de Clara era una situación, que en varias oportunidades, rozaba la posibilidad de compartirnos, creo que solo faltó un paso, el cual ni Patricia ni yo, en ese momento propusimos dar.

Aquella primera noche en el bar que solemos frecuentar, me puse un tanto nervioso, en el momento en que Clara y Patricia fueron al baño, alguien desde atrás, me tomó del hombro y dijo mi nombre, al darme vuelta, me encontré con Fernanda, me saludó con un abrazo que de haberlo visto Patricia, muy probablemente, no le hubiera caído muy bien.

Me dijo que hacía tiempo que no nos veíamos y le conté que estaba con mi esposa y una amiga que habían ido al baño. Cuando las vi venir se lo dije esperando que no hiciera nada raro, se dio vuelta para verlas y antes de que llegaran, me preguntó cuál de las dos era. Cuando llegaron las presenté, se saludaron amablemente y luego de cruzar unas palabras, se fue para la mesa con sus amigas.

Alguna vez le había contado a Patricia de una compañera de trabajo que me gustaba, espero no haga la relación y se me complique la cosa.

Quizás por el alcohol, quizás por la confianza o la complicidad, Patricia estuvo exultante, diría que todo el tiempo excitada. Supongo que como lo solemos hacer los hombres, ellas hablarían de mí, y podría jurar que Clara está bien al tanto de nuestra vida sexual, y hasta me atrevería a decir, que la vi con deseos de participar en ella. Quizás me equivoque y esa sea su extrovertida forma de ser, y yo me estuviera haciendo la película.

Pero ese pico que nos dio en la madrugada del domingo en la puerta de su hotel, me dejó esta catarata de pensamientos y sensaciones, sumado a que Patricia estuvo abiertamente dispuesta al placer esos días.

Empezamos a planear las vacaciones, desde que estábamos juntos, no habíamos podido viajar de vacaciones a ningún lugar, pero ahora con unos pesos ahorrados, podíamos darnos ese gusto.

Le pedí a don Mario, tomarme las vacaciones en la segunda quincena de enero, los lugares turísticos suelen tener las tarifas más altas en esa época, pero en febrero, Patricia tiene que volver al jardín.

Empezamos a buscar lugares para la estadía, acotamos la búsqueda a tres destinos, Córdoba, Entre Ríos o Uruguay.

En Córdoba, encontré dos lugares muy lindos y a un costo accesible, un complejo de cabañas con pileta de natación en La Cumbrecita y una casa también con pileta en las afueras de Villa Carlos Paz.

Lo hablamos con Patricia y terminamos reservando la casa de Villa Carlos Paz, desde el dieciséis hasta el treinta y uno de enero de ese dos mil diecisiete.

Era un chalecito no muy grande, con una pileta de natación, parrilla y lugar para guardar el auto.

Nos decidimos por esa, para poder manejarnos a voluntad y no tener que depender de los horarios o reglas del complejo. Ahí estaríamos solos y no compartiríamos las instalaciones.

Estábamos muy entusiasmados con las vacaciones y ya pensando en los preparativos y lo que tendríamos que llevar.

Llegó el fin de año, las fiestas estuvieron bárbaras, la pasamos con amigos disfrutando del buen clima que hizo. El año nuevo lo recibimos en la casa quinta de Carolina, amiga de Patricia con varios amigos y sus familias. Una noche bárbara, donde hubo música, baile, alcohol, mucho alcohol y hasta gente que terminó en la pileta.

Los primeros días del año me ocupé de poner el auto en condiciones para el viaje.

La ruta para ir desde Mar del Plata hasta Córdoba, era bastante sencilla y casi todo el trayecto de autovía. Hasta Buenos Aires por ruta dos. De ahí a Rosario, y de allí a Córdoba por la autopista. En total unas doce horas de ruta.

El diez de enero, mientras tomábamos una cervecita con Patricia en el balcón, sonó su teléfono, entró a buscarlo y atendió, volvió al balcón hablando con Clara y puso el altavoz.

-PATRICIA: Puse el altavoz! Todo bien por acá! Tomándonos una cervecita con Pabli en el balcón!

-CLARA: Hola Pablo! ¿Cómo estás bombón?

-PABLO: Hola Clara! Muy bien! Acá deseando que llegue el lunes! ¿Te contó Pato que nos vamos a Córdoba?

-CLARA: No me contó nada la guachita!

-PATRICIA: Es que la última vez que hablamos no lo habíamos definido aún!

-PABLO: Desde el dieciséis hasta el treinta y uno!

-CLARA: Que lindo! Me encanta Córdoba! ¿A dónde van?

-PATRICIA: Una casita en las afueras de Carlos Paz!

-CLARA: Re lindo! Carlos Paz tiene una linda movida! Y Córdoba Capital está a un paso!

-PATRICIA: ¿Vos cómo estás?

-CLARA: Bien! Por suerte, el trece Pedro se va a España veinte días a ver a su hija y a sus nietos, así que me quedo sola unos días!

-PABLO: ¿No vas con él?

-CLARA: Siempre me dice de ir, pero a su hija no le caigo muy bien y prefiero que disfrute tranquilo de ella y sus nietos, sin tener que preocuparse por nada. Ya cuando vuelva, quiere que vayamos un par de semanas a Paris.

-PATRICIA: Ay qué lindo nena! ¿Para cuándo?

-CLARA: Para las vacaciones de invierno.

-PABLO: Está bárbaro, es verano allá!

-CLARA: Claro!... Escúchenme los dos! Pero no me pueden decir que no!

-PATRICIA: No sé Clarita! Depende!

-CLARA: Pablo, ¿el viernes trabajás?

-PABLO: Si trabajo, el último día, ¿por?

-CLARA: ¿Y en Carlos Paz tienen que estar el lunes a qué hora?

-PABLO: A partir de las quince horas!

-CLARA: Bien! ¿Van por Rosario hasta Córdoba?

-PABLO: Si, de acá a Buenos Aires, de ahí a Rosario y de Rosario a Córdoba por la autopista.

-CLARA: Perfecto! Los espero el viernes a la noche en San Isidro, se quedan el fin de semana en casa y el lunes temprano siguen para Carlos Paz!

-PABLO: Clara, escuch…

-CLARA: No te escucho Pablo, dijimos que no me podían decir que no!

-PABLO: Pero!

-CLARA: Pero nada!

-PATRICIA: Bueno dejanos pensarlo bien y te avisamos!

-CLARA: Dale, les doy cinco minutos para que me digan que sí!

Terminamos la llamada con Clara, y nos pusimos a hablar sobre su propuesta, y decidimos aceptarla. El viernes trece le podría decir a Don Mario, de salir un poco antes de la empresa, para llegar a San Isidro por lo menos a la hora de cenar.

En el momento que Clara dijo que Pedro se iba a España, estuve tentado en decirle a Patricia de invitar a Clara unos días a Córdoba, pero luego de pensarlo, no lo dije, no quería que se prestara a confusión o que Pato pensara que tenía algún interés en Clara.

Para el jueves a la noche ya teníamos todo listo para el viaje, yo llegaría del trabajo, y solamente necesitaría cambiarme para salir.

Estábamos los dos muy entusiasmados con el viaje. Sin decirle nada le había comprado una bikini blanca muy, muy chiquita, para que la estrenara en aquella casa de Córdoba, los dos solos en la pileta, y también compré un lubricante neutro para cuando jugáramos por detrás.

Estaba deseoso de llegar, teníamos quince días para jugar mucho y disfrutarnos.

El viernes a las tres de la tarde salí de la empresa, y minutos antes de las cuatro ya salíamos de casa.

Durante el trayecto por la ruta dos, fuimos charlando y tomando mate con Patricia, pensando todo lo que haríamos en esas dos semanas.

Cuando entramos en la ciudad de Buenos Aires, Patricia le mandó un mensaje a Clara diciéndole donde estábamos, poco más de media hora después estábamos en San Isidro.

Clara estaba en el pub, nos envió la dirección y allí fuimos.

Estacionamos en la puerta aún era temprano, había poca gente.

Entramos y cuando Clara nos vio, se acercó corriendo a saludarnos, nos abrazó a los dos y nos dio sendos besos.

-CLARA: Qué alegría me da verlos!

-PATRICIA: A nosotros también! Y gracias por la invitación!

Miré a mi alrededor y realmente estaba muy bien puesto.

-PABLO: Me gusta mucho el pub! Está muy bueno! Y no me lo hacía tan grande!

-CLARA: Y esto no es nada, espera un rato y vas a ver cómo revienta! Los viernes se llena!

Nos sentamos en una mesa con Clara, y nos preguntó que queríamos cenar.

-PABLO: Lo que sea no tenemos problema!

Llamó a uno de los chicos que estaba detrás de la barra un momento y les pidió la cena para los tres.

La cena estuvo estupenda y nos tomamos un par de cervezas cada uno.

-PATRICIA: ¿Hoy te toca quedarte en el negocio?

-CLARA: Claro que no! Ya arreglé con mi hermano y le dije que él se hiciera cargo todo el fin de semana, tengo amigos que atender!

Mientras charlábamos veía como cada vez había más gente, recordaba lo que me había dicho Patricia de la parte de atrás del pub, y lo pude comprobar viendo la cantidad y variedad de gente qué pasaba para atrás.

No eran ni las once de la noche, y el lugar ya estaba a reventar.

En un momento se acercó un hombre un par de años mayor que yo y Clara nos lo presentó, era su hermano Marcos.

Habló con Clara un par de cosas y retiró saludándonos muy amablemente.

Después de los postres, Clara le pidió a uno de los chicos algo con un gesto, y un momento después se acercó a nuestra mesa con un balde con una botella de champagne dentro y tres copas.

-CLARA: Para brindar por el reencuentro!

El chico sirvió las copas y se retiró, brindamos y después de un momento, Clara nos dijo de recorrer el local.

Fuimos para la parte de atrás y nos quedamos cerca de la barra, viendo todo aquel muestrario de variantes sexuales.

Sin ningún tipo de prejuicios, mujeres con mujeres, hombres con hombres, hombres o mujeres con transexuales, tríos y diferentes grupos.

Clara en un momento dijo que tenía que hablar un tema con uno de los chicos de la barra y nos quedamos solos un momento.

Comentamos con Pato lo que estábamos viendo, en mi interior pensaba si ella ya habría presenciado todo esto.

La gente estaba en lo suyo nadie prestaba atención a lo que hacían los demás, al parecer, todo el mundo la pasaba muy bien allí.

En un momento, pude ver a Patricia observando a dos mujeres con un hombre, intercambiándose besos, lenguas y caricias. Y no pude sino imaginar, que quizás estuviera pensando en esa situación conmigo y con Clara, y por supuesto sentí una reacción en mi amigo.

Cuándo Clara volvió a dónde estábamos, regresamos a la mesa, y charlando nos terminamos el champagne.

Yo ya estaba picadito aunque un poco cansado por haber trabajado y por el viaje.

Clara se debe haber dado cuenta y nos dijo:

-CLARA: Chicos vamos para casa, que deben estar cansados del viaje.

Saludamos a su hermano y salimos del pub. Subimos a nuestro auto y seguimos a Clara que iba en el suyo.

Llegamos a su casa y entramos ambos autos,  bajamos nuestros bolsos y entramos.

Clara nos acompañó hasta el que sería nuestro dormitorio, dejamos nuestras cosas y bajamos a tomar un café con Clara.

Mientras tomábamos el café, Clara nos contó que al día siguiente, con la proximidad de los carnavales, había una fiesta temática en el pub, nos miramos con Patricia como sin entender muy bien qué significaba eso.

-CLARA: La fiesta temática es del Imperio Romano, va a estar ambientado el salón de atrás y el jardín, y la gente tiene que ir con vestuario alusivo, va a haber varios shows, subiditos de tono, claro. La gente está muy entusiasmada y ya casi se vendieron todas las tarjetas. Y por supuesto ustedes están invitados

-PATRICIA: ¿Y qué tipo de vestuario?

-CLARA: Eso lo resolvemos mañana a la mañana, después de desayunar nos vamos a ir a una casa que alquila disfraces a conseguir los nuestros, el tuyo y el mío ya los tengo reservados, faltaría el de Pablo.

Nos miramos con Pato y nos reímos, una fiesta de disfraces, pero viendo el tono del pub, me imaginaba una noche un tanto movidita.

Nos despedimos de Clara y nos fuimos a dormir, estaba un poco excitado, pero bastante cansado como para empezar algo, sólo nos dimos unos besos y rápidamente nos dormimos.

A la mañana siguiente, me desperté cuando Patricia salía del baño, se había dado una ducha y se había cambiado de ropa. Me levanté y fue mi turno, me di un baño y bajamos a desayunar.

Le iba diciendo lo impresionado que estaba con el “palacio” donde vivía Clara.

La encontramos con un remerón largo terminando de preparar el desayuno, había hecho de todo, tostadas, frutas, frutos secos, un budín, jamón, queso y café o mate.

-PATRICIA: Nena ¿quién más viene a desayunar?

-CLARA: No seas mala! Sabes que me gusta la cocina y los quiero agasajar!

-PABLO: No hacía falta tanto!

Desayunamos, aunque más que desayuno parecía un almuerzo!

Cuando terminamos Clara nos dijo que se iba a cambiar, con Patricia salimos al parque, yo estaba fascinado con la casa y al ver el parque, con pileta incluida, la mire y le dije:

-PABLO: Esto es más que un palacio! La verdad es que Clara no hace alarde de nada de esto!

-PATRICIA: Es verdad, es muy sencilla!, jamás la escuché presumir de su situación económica!

Volvió Clara cambiada y en su auto fuimos a la casa de disfraces…


Patricia

La dueña de la tienda de disfraces, era una conocida suya, y nos atendió de maravilla.

Nuestra ropa era una especie de bata blanca sin botones, que se cruzaba por delante y se sujetaba a la cintura con una especie de correa, en los pies unas sandalias con largas tiras, que se ataban rodeando las piernas, casi llegando a las rodillas.

Al verlo me pareció demasiado corto, la señora nos dijo de probarnos mientras ella acompañaba a Pablo a elegir su vestuario.

Entramos las dos al probador y le dije:

-PATRICIA: Nena esto es re corto! Se me va a ver el culo!

-CLARA: No seas exagerada! No se te va a ver nada! Probate, vas a ver que a Pablo le va a encantar!

Me empecé a sacar la ropa y Clara hacía lo propio.

-CLARA: Esto va solo con tanguita blanca!

Estando las dos en tetas, Clara se acercó y las apoyó contra las mías, me tomó la cabeza con ambas manos y me estampó un  beso.

-PATRICIA: Pará boluda, que Pablo está ahí nomás!

Me probé el vestido y además de corto, si ajustaba mucho la correa, se me marcaban los pezones en la tela.

-PATRICIA: Boluda, no me puedo poner esto sin corpiño! se me notan demasiado las tetas y los pezones!

-CLARA: No es para tanto! No seas exagerada! De última te presto un top blanco que tengo para que te pongas abajo!

Las dos salimos de los probadores con la ropa puesta, completaba el atuendo una tiara que se colocaba en la cabeza y unas pulseras anchas de metal, a modo de brazalete.

La cara de Pablo al vernos, fue de película, supongo que por lo corto del vestido o por cómo se me marcaban las tetas, pero mirándonos a las dos, nos dijo:

-PABLO: Les queda bárbaro! Están perfectas! Dos romanas muy sexys! Yo no me decido, si por el traje de centurión o la túnica blanca!

Y las dos al mismo tiempo le dijimos, la túnica!

Entró con la ropa al probador y unos minutos después salió. La túnica le llegaba a mitad del muslo, también se cruzaba y cerraba con una correa, una tela roja cruzaba en diagonal desde su hombro derecho hasta su cintura, unas sandalias similares a las nuestras, los brazaletes y una especie de corona que simulaban hojas de laureles.

Las dos dijimos que nos encantaba, y se terminó decidiendo por ese.

De allí nos fuimos a almorzar a un restaurante en la costa del río, donde ya habíamos ido con Pedro y Carlos.

Nos comimos un riquísimo asado y volvimos para la casa de Clara.

-PABLO: Para esto, voy a necesitar un bóxer o slip blanco, ¿Dónde puedo comprarlo, Clara?

Clara le indicó por donde podía conseguirlo y fue a comprarlo. Nosotras le dijimos que lo esperábamos en la pileta.

Ni bien salió Pablo, Clara me tomó de la mano y subimos a mi habitación a ponernos la bikini. Clara entró en la suya, yo buscaba la mía en mi bolso, cuando Clara entró desnuda, con una bikini azul en la mano.

-CLARA: Permitime!

Y sin siquiera darme tiempo a reaccionar, me empezó a desabrochar a camisa, me sorprendió y me dejé hacer, me sacó la camisa, el corpiño, me desabrochó el jean y me lo bajó, colaboré para que me lo quitase, y arrodillada ante mí, me bajó la tanguita. Para qué negarlo, esta situación provocó que se me erizara la piel.

Se paró frente a mí, desnudas las dos, yo me quedé quieta y ella rozó con sus pezones los míos, que al contacto, se endurecieron. Clara miraba nuestros pezones frotándose, y yo la miraba a ella.

-CLARA: Cómo me gusta tu cuerpo! Cómo me gustaría tener tus pezones en mi boca!

-PATRICIA: Clarita, por favor! Pablo va a volver!

-CLARA: Tranquila! Recién se fue! Cómo me excita que me digas Clarita!

Esa situación me estaba excitando por demás, acercó su boca a la mía, y yo no puse ningún tipo de resistencia, su lengua recorrió mis labios, sus ojos se clavaron en los míos, como esperando mi visto bueno, mi boca entreabierta, recibió su lengua que buscaba la mía, hasta que la encontró y jugó con ella.

-PATRICIA: Clarita, por favor!

Y su lengua salió de mi boca, y su boca fue a mi cuello. Un suave beso, cerré los ojos y se me volvió a erizar a piel, Clara acariciaba mis brazos con sus manos, mientras nuestras tetas se seguían tocando. Ya me sentía mojada, y tenía que parar esto, pero no podía. Se separaron nuestras tetas y sentí sus dedos rozando delicadamente mis pezones, abrí los ojos y me encontré con los suyos, con mi respiración agitada le pedí:

-PATRICIA: Por favor Clarita! No sigas!

Esta vez escuchó mi suplica, y dejó de tocarme. Tomó la bikini de mis manos y con delicadeza, me la colocó, rozando con sus dedos mi piel cuando la acomodaba.

-CLARA: Perdón Patito, no lo puedo evitar! Es más fuerte que yo!

Bajamos las dos, y fuimos para la pileta, nos sentamos en las reposeras, y Clara me cambió de tema, supongo que para que me serenara.

Un rato después volvió Pablo, nos encontró a las dos en bikini y nos dijo que se cambiaba y venía, estaba muerto de calor.

Volvió solo con el short, y fue directamente al agua. Cuando salió, pude ver de reojo como Clara lo miraba, ¿Acaso le tenía tantas ganas como a mí? Y ese pensamiento también impactó en mi entrepierna.

No alcanzaba a entender por qué la cercanía de Clara me ponía de esta manera, no me pasaba con otras personas, ¿sería por lo que yo le permitía? Me hacía dudar y pensar si no era yo la que lo estaba deseando.

Como a las cinco de la tarde, Clara nos dijo que tenía que ir hasta el pub, para ver si ya estaba todo terminado para la noche y nosotros le dijimos que descansaríamos un rato.

Se cambió y se fue, y nosotros subimos a la habitación.

-PABLO: ¿Vos me querés volver loco no?

-PATRICIA: ¿Por qué mi amor?

-PABLO: Con lo que te vas a poner esta noche!

-PATRICIA: No estaba segura! Es muy corto, y además sin corpiño, se me marcan mucho los pezones, Clara me prestó un top blanco para ponerme abajo.

-PABLO: Probate la ropa con el top, a ver cómo te queda!

Se recostó en la cama y yo fui al baño a cambiarme, me saqué a bikini y me puse una bombachita blanca, el top y la túnica atada. Me marcaba menos las tetas, me puse las sandalias y los accesorios y salí del baño.

-PATRICIA: ¿Cómo lo ves?

-PABLO: Me calentás con esa ropa! Pero creo que te queda mejor sin el top, se nota mucho!

-PATRICIA: ¿Te parece amor?

-PABLO: Mostrame sin el top!

Volví al baño, me saqué el top y me volví a poner la túnica!

-PATRICIA: ¿Y ahora?

-PABLO: Así me gusta mucho más!

-PATRICIA: ¿No se me marcan mucho las tetas?

-PABLO: Se te marcan, pero no mucho! Y la tanguita también se te marca.

-PATRICIA: Pero no puedo ir sin bombacha! Es muy corto! Un poco más y voy en pelotas!

-PABLO: ¿Una mas chiquita entonces!

-PATRICIA: Sos terrible! Andá vos sin calzones!

-PABLO: Mirá casi, casi, lo único que conseguí blanco, es una especie de zunga bastante chiquita!

-PATRICIA: A ver! Mostrame vos como te queda con toda la ropa.

Con una sonrisa, se levantó, tomó su bolsa de la ropa y se fue al baño.

Un rato después salió vestido, hasta con la corona de laureles, para que negar, el slip, se le marcaba y eso me calentó más de lo que estaba.

-PATRICIA: A vos también se te marca, te lo tendrías que sacar!

- PABLO: Me lo saco!

Y metiendo sus manos bajo la túnica se lo sacó, para qué! me calenté más pensando en que fuera así.

-PATRICIA: Andá así! No se te nota nada, salvo que te levantes la túnica!

-PABLO: ¿Querés que vaya así? Voy así! Pero si yo voy sin calzones, vos vas sin bombacha!

-PATRICIA: Sos un loco! ¿Querés que vayamos solo con las túnicas?

-PABLO: Yo me animo! ¿Vos?

-PATRICIA: Si es con vos, me animo a cualquier cosa!

Y después de decir eso, me saqué la tanguita!

-PABLO: Hecho! Vamos los dos sin ropa interior! Vamos a Jugar!

-PATRICIA: Cómo te amo machito mío!

Y de pronto, me sorprendió su erección, me causó gracia de pensar, si le llegara a pasar en el pub.

-PATRICIA: ¿Y si se te para en el pub?

-PABLO: Si se me para, vas a tener que hacer algo para que se baje, o por lo menos para que no se note!

-PATRICIA: Chanchito! Que querés que te pajee o te la chupe ahí?

-PABLO: Por qué no! Pero no delante de gente!, supongo que habrá algún lugar donde nadie nos vea!

Y antes de que termine la frase, me arrodille frente a él.

-PATRICIA: Aquí está su súbdita mi señor, soy suya, haga usted conmigo lo que desee!

Levantando su túnica, su completa erección quedó a centímetros de mi cara, no hizo falta que diga nada, deseaba tenerla en mi boca. Se la chupé unos minutos y me dijo:

-PABLO: Súbdita, acuéstese en la cama y abra las piernas!

Obedecí a mi señor, estaba toda mojada.

Se inclino y empezó a devorarme la conchita, no tardé ni un minuto, en tener un orgasmo explosivo. Desató la correa y abrió la túnica, dejando mis tetas a su merced, me lamió, chupó y mordisqueó mis pezones, mientras sentía su glande, recorrer toda mi raja, ya deseaba que la metiera.

-PATRICIA: Hágame suya mi señor!

Y comencé a sentir como entraba, que placer!

Sus embates eran lentos pero profundos, cuánto lo deseaba!

Aceleró sus penetraciones y tuve mi segundo orgasmo.

-PATRICIA: Si mi señor, siga! Hágame lo que usted quiera! Soy toda suya!

En un momento mire hacia la puerta, que sin darnos cuenta habíamos dejado entreabierta, y me pareció ver a Clara mirándonos, pero no dije nada.

Pablo aceleró las embestidas y acabó dentro mío, junto con mi tercer orgasmo.

Quedó un momento recostado sobre mi cuerpo, hasta que su erección fue menguando, luego se recostó a mi lado, y me comió la boca.

-PABLO: Qué súbdita tan putita tengo!

-PATRICIA: Si mi señor! La mas putita para usted!

Nos dormitamos un rato, hasta que me despertó el sonido de mi teléfono, era Clara que nos decía que ya había llegado.

Nos cambiamos y bajamos, Clara preparaba unos mates, que tomamos bajo la galería del parque.

Pablo tomó un par de mates y se fue a dar un chapuzón a la pileta.

Nos quedamos hablando con Clara, y le pregunté:

-PATRICIA: ¿Nos viste?

-CLARA: Perdón, creí que dormían y los iba a despertar para tomar unos mates!

-PATRICIA: Nos probamos la ropa y no nos pudimos aguantar!

-CLARA: No te puedo explicar lo que me calentó escucharte decir "soy suya mi señor, haga conmigo lo que quiera" Te juro que me contuve para no desnudarme y que Pablo sea también mi señor! Tuve que ir a mi habitación a masturbarme!

-PATRICIA: Tengo que reconocerte, que cuando te vi, pensé que ibas a entrar y me dio miedo!

-CLARA: Ganas no me faltaron ¿qué hubieras hecho si entraba?

-PATRICIA: La verdad, no lo sé! Creo que no hubiera sabido que hacer!

En ese momento cambiamos de tema, porque Pablo había salido de la pileta y venía hacia nosotras.

Charlamos un rato los tres y Clara nos dijo, que la fiesta empezaba a las veintitrés, pero que ella tenía que estar un rato antes, si queríamos podíamos ir con ella y cenar en el pub, o ir a las once de la noche.

Decidimos ir con ella, así no teníamos que entrar cuando ya hubiera mucha gente.

Los tres nos fuimos a bañar y a cambiarnos.

Al final decidimos con Pablo, seguir jugando en la noche e ir los dos sin ropa interior.

Cuando ya estuvimos listos, bajamos al estar, nos sentamos en el sillón a esperar a Clara, que bajó un momento después.

Dijimos de ir en un solo auto, los tres volveríamos juntos.

Fuimos en nuestro auto, mientras Pablo lo sacaba de la cochera, Clara me dijo:

-CLARA: ¿Me parece a mí, o vas sin bombacha?

-PATRICIA: Vamos los dos sin nada debajo!

-CLARA: Ah! Pero que par de cachondos que son! Como me gusta eso! Espera que yo también me la saco!

Y ocultándose de la vista de Pablo, detrás de una de las columnas,  se sacó la tanguita blanca, los tres sin nada debajo…


Pablo

Llegamos al pub a las nueve y media, la decoración era tremenda, no habían escatimado en nada, todos los chicos y chicas que trabajan en el pub, también estaban con sus atuendos romanos.

Fuimos con Clara a la parte de atrás, y en uno de los costados vimos, una especie de tarima con una alfombra roja, y con reflectores que la iluminaban. El resto solo iluminado por unas lámparas en las paredes que simulaban antorchas y unas pequeñas velas en las mesas.

-CLARA: El escenario es para los shows!

Nos ubicamos en una mesa cerca de la barra. Clara pidió algo para comer, y cenamos una picada con unas cervezas.

Clara se levantó un par de veces, para dar indicaciones y comprobar que todo estaba listo, en menos de media hora, empezaba a entrar la gente, que según uno de los chicos, se habían agolpado en la entrada.

Minutos después de las once, empezaron a entrar, y en pocos minutos, aquello era una multitud.

Asombrados con Patricia, veíamos que nadie estaba sin su atuendo romano, los había de todo tipo, recatados, atrevidos y muy atrevidos. Parejas de hombres con sólo un taparrabo, mujeres con sus tetas al desnudo, cubiertos sus pezones con una pequeña hoja como de parra, cuerpos pintados, y mucha, pero mucha algarabía.

Rápidamente la barra se llenó de gente, y los chicos y chicas no daban a basto.

El alcohol empezó a correr, y también las desinhibiciones.

Realmente no me sentía para nada incómodo, y le pregunté a Pato cómo se sentía ella, al igual que yo disfrutábamos del momento.

Clara llegó a nuestra mesa con una botella de champagne.

-CLARA: A pasarla bien!

Y sirviendo en las tres copas, brindamos por el éxito de la fiesta.

Aquello era un aquelarre, se empezaba a ver de todo, hombres con hombres, mujeres con mujeres, trans, tríos, cuartetos y todo aquello que no se puede ver en otros sitios, era un ambiente, como decirlo..., a cara descubierta,  sin ocultar sentimientos, sin inhibiciones, cada quien exteriorizando sus preferencias sin tapujos.

Clara nos comentó que a las doce comenzaban los shows, habría un show cada quince minutos.

A esa hora en punto, se apagaron las antorchas y se iluminó el escenario, cómo única iluminación del lugar, sólo quedaban las velitas de las mesas.

En el primer show entraron dos chicas tomadas de las manos, y con una música sensual, se fueron desnudando, quitándose los atuendos romanos, la una a la otra.

Sus tetas al aire, claramente se veía que estaban operadas, quedando solo con una especie tira de tela blanca de unos veinte centímetros de ancho y enroscada cual  momia a la altura del pubis. Primero un tomó la tela de la otra chica y empezó a girar, hasta que luego de varias vueltas quedó su culo mirando al público, y ella de espaldas, al darse vuelta, todos nos dimos cuenta que era una chica travesti. Repitió con la otra chica lo mismo hasta que ambas quedaron desnudas, cuando la canción llegaba al final, se dieron flor de beso y saludaron ambas con una reverencia al público. Todo el mundo estalló en aplausos, podría ver a las chicas travestis aplaudir como locas. Las antorchas Se volvieron encender hasta el próximo show.

Seguimos con Clara y Patricia charlando y tomando champagne.

Unos minutos después, se volvieron a pagar las antorchas. Esta vez aparecieron dos hombres uno blanco y uno moreno, ambos con atuendo de centurión.

Al son de un nuevo tema, se empezaron a quitar el atuendo uno al otro, simulando caricias, hasta quedar ambos, solo con un diminuto taparrabo, se miraron y se lo quitaron el uno al otro, quedando ambos desnudos, finalizando el tema musical se abrazaron y se besaron.

Uno de los chicos de la barra, le dijo a Clara que alguien había preguntado por ella, nos dijo que ya volvía y quedamos solos en la mesa.

Se volvieron a apagar las antorchas e iluminarse el escenario, metí la mano por debajo de la túnica de Patricia, intentando llegar a su entrepierna, la oscuridad no permitía que nadie viera nada. Pato, separó levemente las piernas para facilitarlo. Creí que producto del alcohol y el ambiente,  ya la encontraría mojada, pero aún no denotaba excitación.

Se volvieron a apagar las antorchas y esta vez, volvieron a entrar dos chicas, lógicamente con sus atuendos romanos. Ya imaginaba yo que era el show lésbico.

Las dos se movían sensualmente, y comenzaron a desnudarse. Volví a tocar a Patricia y esta vez sí, la encontré algo mojada. ¿La excitaba ver a las dos mujeres? Algo que no conocía de ella, ¿tendría algo que ver su relación con Clara? ¿Será lesbiana Clara o bisexual quizás?

Patricia, hizo lo mismo y llegó con su mano a mi entrepierna y comenzó a tocarme. No tardó mucho en lograr mi erección, me tocaba mientras miraba el show de las dos chicas, y cada vez estaba más mojada.

El show terminó y las antorchas se volvieron a encender, Patricia un tanto colorada, supongo que por el champagne o la excitación.

A lo lejos veíamos a Clara hablando con dos chicas.

Yo trataba de ocultar mi erección, y fue cuando se me ocurrió una jugada, las antorchas se volvieron a apagar y tomando a Patricia de la mano, fuimos hasta uno de los costados del local, pegados a una columna que nos ocultaba, me apoyé contra la pared y Clara se apoyo de espaldas contra mí.

En el escenario aparecieron dos chicas y un hombre con atuendo de emperador.

Una chica a cada lado, y lo primero que hicieron fue besarse entre ellas, luego ambas besaron el hombre.

Levante mi túnica y la de Patricia, y le apoye mi erección en el culo. Ella prestaba atención al show y comenzó a mover suavemente el culo.

Con mi mano busque su conchita y estaba empapada. Pensé en ese momento en qué esas tres personas podríamos ser nosotros dos y Clara, ¿acaso Patricia estaría pensando lo mismo y por eso estaba tan excitada?

Las chicas del escenario, se empezaron a desnudar tocándose entre ellas, a la vista del hombre, Patricia busco mi pija con su mano, y me empezó a pajear, mientras yo me ocupaba de su clítoris.

Las chicas empezaron a desnudar al emperador, que a diferencia de los otros shows, el tipo estaba empalmado. En el momento en que ambas chicas se agacharon, simularon compartir la erección del tipo, Patricia explotó en un orgasmo, se le aflojaron las piernas y la tuve que sostener. Un momento después cuando se recuperó del orgasmo, ante mi sorpresa, se giro hacia mí me comió la boca de un beso, y se agachó para chupármela, me chupaba y pajeaba, hasta que me hizo acabar tragándose todo.

Muy excitada tenía que estar para no tener ningún reparo en lo que estábamos haciendo.

Antes que el show finalizará y las antorchas se volvieran a encender, la pude ver a Clara, que nos observaba a unos metros. Patricia se paró, me dio otro beso y me dijo que deseaba volver para hacer el amor, que necesitaba tenerme dentro.

Clara llegó donde estábamos, y nos dijo:

-CLARA: Qué estaban haciendo par de sinvergüenzas!

Y para no ser directo, con una sonrisa le dije:

PABLO: Desde acá veíamos mejor el show!

Volvimos los tres a la mesa, podía ver en Patricia la cara de excitación que tenía

Les dije que necesitaba ir al baño y las dejé en la mesa.

Estaba tan excitado como Pato, y también necesitaba estar dentro de ella.

Pero la noche aún no terminaba...


Patricia

A pesar de haber hecho el amor en casa de Clara, seguía caliente, y el ambiente del pub, y tener a Pablo a mi lado, me excitaba aún más.

El primer Show de los dos hombres, me hizo alguna cosquilla, el de las chicas lesbianas, me empezó a mojar y creo que Pablo pudo darse cuenta.

No me importó que me metiera mano por debajo de la túnica.

Me sorprendió, cuando al apagarse las antorchas, Pablo me tomara de la mano y me llevara contra esa columna, y el show de las dos chicas con el hombre, me empapo, no pude sino pensar, ese emperador era Pablo y que las chicas éramos Clara y yo. Supongo que Pablo lo debe de haber pensado, podía sentir su pija completamente erecta, restregarse en mi culo. Pero cuando metió su mano debajo de la túnica se encontró con mi conchita empapada, me dejé llevar y no me importó si alguien nos veía.

Tuve un tremendo orgasmo, al punto que Pablo me tuvo que sostener porque se me aflojaron las piernas. Y seguía tan excitada, que no me importó nada, y agachándome, me lleve la pija de Pablo a la boca. Se la chupé y se la pajeé, hasta hacerlo acabar en mi boca y tragarme toda su eyaculación.

Al terminar vi que Clara a unos metros nos miraba, se acercó y no recuerdo que nos dijo.

Después de eso volvimos a la mesa y yo seguía excitada, quería llegar a casa de Clara y que Pablo me cogiera como quisiera.

Un momento después Pablo fue al baño y nos quedamos con Clara en la mesa.

-CLARA: Le hiciste un pete zorrita! Cómo me excito verlos, estoy empapada, no los vi en la mesa y salí a buscarlos, y cuando los vi, no te imaginas lo que me excité, te digo la verdad, me hubiera agachado también yo a comérsela!

-PATRICIA: Estaba tan caliente que me dejé llevar! Me sacó un orgasmo mortal y le devolví la gentileza!

-CLARA: Qué zorrita hermosa que sos!

Pablo volvió del baño, en el momento que  uno de los chicos traía otra botella de champagne.

Le pedí a Clara que me sirviera sólo un poquito, no me quería pasar.

En el momento en que se volvían a apagar las antorchas, le dije a Pablo que necesitaba ir al baño, y Clara dijo que iba conmigo.

El baño de mujeres estaba lleno, y me dijo de ir al del entrepiso. Subimos y entré al baño a hacer pis, cuando salí del baño, Me encontré con que Clara, había desatado su correa y abierto su túnica. Me miró de esa forma que ya conozco, y  sin que dijera nada, solté la correa de mi túnica y la abrí. Nos abrazamos sintiendo nuestras tetas y nos comimos la boca de un beso.

-CLARA: Creo estar segura de que si le proponemos a Pablo que nos haga el amor a las dos, le va a encantar!

-PATRICIA: Quizás! pero la que todavía no está segura dar ese paso soy yo! Espero me entiendas!

-CLARA: Claro que sí, pero me di cuenta que con el show de las dos chicas con el Flaco, los dos estaban bien salidos!

-PATRICIA: Claro que sí! No sé, salvo que Pablo llegue a proponer algo, vemos que onda! No vayas a creer que no me gustaría!

-CLARA: Dale, si Pablo insinúa algo, aunque sea indirectamente, yo se los propongo y nos vamos para casa los tres!

-PATRICIA: No se! No estoy segura! Me da miedo empezar con algo así, no sé si abrir nuestra relación sea para bien o nos traiga problemas, mirá si después de eso nuestra relación se altera! No quisiera perder lo que tengo con Pablo por un momento de calentura. ¿Y si se le llega a ocurrir que estemos con otro hombre? ¿Qué hago? Ni en pedo quiero estar con otro!

-CLARA: Quizás no lo puedas saber hasta que no llegue ese momento, en lo hombres es una fantasía recurrente estar con dos mujeres, pero también hay hombres a los que les gusta ver que a su mujer se la coge otro!

-PATRICIA: Solo espero que Pablo no sea de esos, al menos hasta ahora, nunca ha insinuado nada! Y espero que nunca lo haga!

-CLARA: Nunca digas nunca! En este momento no les pinta, pero quizás en otro momento si!

Me daba cuenta que la cercanía de Clara, el ambiente tan liberal y el estar con Pablo, me tenía más que excitada, y creo que estaría en condiciones de aceptar cualquier cosa que Pablo pudiera proponer, y si soy sincera, creo que deseaba que propusiera un encuentro pasional con Clara.

Luego del último show donde se desnudaron y tocaron hombres, mujeres y travestis, empezó la música para bailar, y el descontrol se generalizó, las personas totalmente desinhibidas, bailaban, se quitaban la ropa, se tocaban, se besaban y reían con una liberación de instintos que nunca antes había visto.

Fuimos a bailar con Pablo y Clara, nos abrazamos y mientras me besaba apasionadamente con Pablo, sentía una mano en el culo, que suponía era de Clara. Nos reímos los tres bailando entre tanta gente, en un momento, bailaba dando la espalda a Pablo que me tenía rodeada por sus brazos por debajo de las tetas y apoyándome su hombría en el culo, cuando Clara me abrazó pasando sus brazos alrededor de mi cuello, quedando a unos centímetros de mi cara, creí que me iba a besar ahí, delante de Pablo, me inquieté por momento, pero pensé que si lo hacía, quizás Pablo se entusiasmase con la situación y termináramos los tres enrollados.

La situación estaba ahí, al límite, mi excitación estaba en lo más alto, no recordaba una situación en donde me hubiera sentido tan caliente, tan desinhibida, tan ansiosa por que pasara eso que no sabía si quería que pase, un embrollo!

Podía sentir nuevamente la erección de Pablo contra mi cuerpo, contra mi culo, mis piernas, mi entrepierna, creo que si Pablo me decía de coger ahí mismo, lo hubiera hecho sin dudarlo.

Volvimos a la mesa, entre los tres nos terminamos el champagne y yo ya estaba bastante picadita, eran casi las cuatro de la mañana y la fiesta estaba en su punto más alto de descontrol, era todos contra todos, me imaginaba que solo faltaba que alguien diera el disparo de largada para que aquello se convirtiera en una gran orgía. Y yo… yo seguía tremendamente excitada, necesitando que Pablo me cogiese como se le dé la gana, donde quisiera y como quisiera. Y se lo dije

-PATRICIA: Mi señor, necesito que usted haga conmigo lo que quiera! Que me pida lo que quiera! Necesito ser suya! Necesito sentirlo dentro de mí!

-PABLO: ¿Está muy caliente mi putita?

-PATRICIA: Muy!

-PABLO: ¿Quiere pija mi zorrita!

-PATRICIA: Toda! Por donde quieras!

-PABLO: ¿Querés que cojamos acá?

-PATRICIA: Donde vos quieras!

-PABLO: Busquemos un lugar más tranquilo! Donde no nos puedan ver!

Salimos al parque trasero del pub, un enorme lugar arbolado y lleno de plantas, iluminado tan solo por unos pequeños farolitos desperdigados por el jardín.

Encontramos un lugar tras unos arbustos, que las luces no iluminaban, Pablo me abrazó, me comió a boca y levantó mi túnica para tocarme el culo. Yo estaba que volaba de calentura, con la concha empapada. Me giró y levantando su túnica, desde atrás me la clavó de una, estaba tan mojada que no tuvo dificultad para llenarme con su pija. Comenzó a bombearme, me desató la túnica y me empezó a tocar las tetas, a pellizcarme los pezones con una mano, y a taparme la boca con la otra. Si alguien se acercaba podría verme toda desnuda y ensartada, pero en ese momento no me importaba nada, solo quería que Pablo me cogiera. Con mis dos manos apoyadas en la rama de arbusto, podía ver a Clara supongo que buscándonos. Creo que en ese momento deseaba que nos encontrara, que se acercara y me comiera las tetas mientras Pablo me ensartaba. Estaba completamente salida.

Y en el momento que me llegó el orgasmo sintiendo acabar a Pablo en mi interior, Clara nos vio y se fue acercando.

Pablo la vio acercarse y dándome vuelta, me cerró a túnica y ató la correa.

-CLARA: Son terribles ustedes dos! No los puedo dejar un momento solos! Tiene que dejar de contar dinero delante de los pobres!

Los dos la miramos sin saber que decir, nos había pescado otra vez haciendo guarradas, pero estábamos tan agitados, que nos costaba hablar.

-PATRICIA: Estábamos recorriendo el parque con Pablo!

-PABLO: Realmente es hermoso!

-CLARA: Son dos salidos ustedes! Pero me encantan!

Volvimos a entrar al pub, esta vez los tres abrazados, Clara nos dijo si la acompañábamos al entrepiso, y en ese momento, me imaginé que propondría algo. El corazón se me aceleró, entramos y de un cajón sacó un porro.

-CLARA: Me pintó una pitada, pero abajo no se puede.

Lo encendió, le dio una calada y me lo apoyó en mis labios, le di la pitada y se lo apoyó a Pablo en los labios, y eso me excitó terriblemente! Seguramente la intención de Clara, era tentar a Pablo, jugar con su excitación buscando que fuera él, quien propusiera o intentar algo. Yo estaba expectante a su reacción, las pitadas se sucedieron hasta que el porro se terminó, y en ese momento Clara nos abrazo a los dos, quedando nuestras bocas a un palmo de distancia, en ese momento sólo faltaba la intención de alguno de los tres para besarnos, y yo creo que en el fondo lo estaba deseando, deseaba que en ese momento, Pablo me besara y la besara a Clara, y con seguridad todos se hubiera desatado. Pero creo que de ninguno de los tres, o al menos de Pablo y de mi, se dio la intención.

Nos separamos y Clara dijo de irnos que ya era bastante tarde y no quería que nada me pasara.

Bajamos al salón, Clara le avisó a su hermano que nos íbamos y salimos los tres abrazados, Pablo en medio de nosotras dos, tomándonos por la cintura.

Llegamos al auto y las dos nos subimos en el asiento del acompañante, si Pablo lo hubiera deseado o se hubiera animado nuestras piernas estaban a centímetros de su mano, y sin demasiado trabajo nos podría haber tocado las conchitas a ambas.

Llegamos a su casa, nosotras bajamos y Pablo entró el auto.

En ese momento que Pablo no nos veía, Clara me besó y me tocó las tetas, yo sentía mis flujos, chorrear por mis piernas, sin lugar a dudas, estaba lista para una noche de a tres, pero no sabía si lo estaba Pablo.

Entramos los tres a la casa y subimos a las habitaciones, en la puerta de la nuestra, Clara nos volvió a abrazar a ambos y nos dio un pico a cada uno.

-CLARA: Gracias por esta noche chicos, son ustedes dos personas maravillosas y espero seguir teniendo los en mi vida!

Ansiosa por saber el desenlace de la noche, entré en la habitación y Pablo detrás de mí.

Cerró la puerta y sin perder tiempo, nos desnudamos los dos en tres segundos.

-PATRICIA: Hágame suya mi señor!

-PABLO: Claro que sí! Me voy a coger a mí súbdita por todos lados, empezando por ese culito hermoso, qué estuve deseando toda la noche!

-PATRICIA: Si mi señor! Mi culo es suyo! Haga con él lo que usted quiera!

Y dicho esto, me acostó boca abajo en la cama, de la mesita de noche sacó el lubricante, me lo desparramo por todo el culo, apunto su pija y apoyándola en mi culito, empezó a entrar, despacio para no hacerme mal, no sólo que no me hizo mal, sino que lo estaba deseando, quería sentirlo todo adentro. Cuando ya hubo entrado todo, empezó a bombear, lento pero hasta el fondo, su cuerpo chocaba con mis nalgas y yo volaba de la excitación, sus manos estrujaban mis tetas y por primera vez, tuve un orgasmo sin que siquiera me tocara la conchita.

Una locura! me la sacó del culo y me la metió en la concha, entró de una de lo mojada que estaba. Me sacó otro orgasmo y me siguió bombeando sin parar, hasta sacarme otro, en el momento en que él acababa dentro de mi conchita. Qué placer! Como me gusta sentirme suya!

Nos tumbamos en la cama y antes de dormirme pensé cuánto me hubiera excitado, que Pablo nos cogiera a las dos. Cada vez veía más cerca, un encuentro con Clara, pero prefería que también fuera con Pablo, si no sentiría que lo estoy engañando, aunque a decir verdad, ya lo estoy engañando, haciendo todo lo que hacemos con Clara, pero no lo puedo manejar.

Nos despertamos como a las tres de la tarde del domingo, no se escuchaba ningún ruido en la casa, supusimos que Clara aún dormía.

Nos levantamos y nos duchamos juntos, era un día de sol y calor y le dije a Pablo de bajar a la pileta.

Al bajar nos encontramos una nota de Clara que nos decía que había ido a comprar algo para comer, preparé el mate y nos sentamos en la galería.

-PABLO: Qué nochecita putita mía!

-PATRICIA: Muy loca machito mío!

-PABLO: Hicimos muchas locuras! Me encantó!

-PATRICIA: Qué rico me cogiste!

-PABLO: Me excitás terriblemente cuando estás tan caliente!

-PATRICIA: Y a mí que te calientes tanto!

-PABLO: ¿Me pareció a mí, o Clara quería tener algo con los dos!

-PATRICIA: A mí también me pareció!

-PABLO: ¿Clara es bisexual?

-PATRICIA: Eso si que no lo sé, pero no sería de extrañar! Es bastante liberal!

-PABLO: ¿Qué hubieras dicho si proponía algo así?

-PATRICIA: No sé, ¿vos?

-PABLO: Tampoco sé! Nunca hablamos de algo así, ni siquiera hemos fantaseado con alguien más! Creo que eso tiene que ser una decisión de los dos, pero no en un momento de calentura, quizás uno se embala en eso, y después trae consecuencias.

-PATRICIA: Pienso igual! Si en algún momento se nos ocurre algo así, tiene que ser una decisión nuestra!

Por primera vez hablábamos el tema con Pablo, no podía decirle qué Clara lo deseaba y que en el fondo yo también, sé del placer que me da Pablo, e imaginaba el que me podía dar Clara, y no solamente a mí, también a Pablo.

Dejamos la conversación ahí, porque en este momento llegó Clara con varios paquetes con comida.

Tomamos unos mates con sándwiches de miga y unas facturas, mientras comentábamos la fiesta en el pub.

Después de los mates, subimos con Clara a ponernos la bikini para ir a la pileta, Pablo se quedó ya que estaba con el short de baño.

Mientras nos cambiábamos le conté la conversación con Pablo.

-CLARA: Si lo hubieras dicho que yo quería, ¿me hubieran invitado a la fiesta?

-PATRICIA: En la conversación viste que dijimos, que tendríamos que estar de acuerdo, pero creo que él tiene tantas dudas como yo. El tema se cortó cuando vos llegaste, pero supongo que en algún otro momento surgirá, y si se llega a dar la idea de incluir otra persona, espero que no sea con otro hombre.

Ya iremos viendo cómo sigue nuestra sexualidad. Lo de anoche fue todo muy nuevo para los dos.

Nos pusimos las bikinis y bajamos a la pileta, Pablo ya estaba en el agua.

Estuvimos un buen rato dentro del agua, y Clara dijo de ir a cenar a algún lado para despedirnos.

A eso de las siete y media de la tarde, Pablo dijo que se iba a dar un baño y cambiarse.

Y quedamos un momento más hablando las dos al costado de la pileta.

-CLARA: Si llegan a seguir hablando y se deciden, me voy el fin de semana que viene con ustedes a Córdoba.

-PATRICIA: La verdad no sé! pero cualquier cosa yo te aviso. Supongo que si tocamos el tema durante el viaje, algo puede salir, pero no te lo puedo asegurar!

Pablo bajo cambiado, las dos subimos a bañarnos y cambiarnos.

La noche estaba calurosa y las dos nos pusimos vestidos cortos y frescos, Y por supuesto sin corpiño, creo que en el fondo, deseaba que Pablo se excitara y nos decidiéramos.

Fuimos al restaurante de la costa, la cena estuvo espléndida, nos tomamos dos cervezas cada uno, charlamos y nos reímos mucho.

Volvimos a casa de Clara, pasadas las doce de la noche, tomamos un café sentados en los sillones del estar y dijimos de irnos a dormir porque al otro día salíamos temprano para Córdoba.

Nos despedimos de Clara y ya en nuestra habitación preparamos todo en los bolsos y nos acostamos a dormir, esa noche no hicimos nada, quería que Pablo descansara para manejar tranquilo en la ruta.

Cuando bajamos Clara ya tenía preparado el desayuno, mientras desayunábamos, Pablo le preguntó a Clara:

-PABLO: ¿Cuando vuelve Pedro de España?

-CLARA: El veintinueve a la tarde.

-PABLO: Si no te toca estar en el pub el fin de semana que viene, ¿porque no te vas para Córdoba? Te pasas el finde con nosotros!

-CLARA: Pero no los quiero joder, no les quiero cortar la intimidad!

-PABLO: No te digo todos los días, porque nos tenemos que poner al día, pero si querés el finde podés venir, ¿o no Pato?

-PATRICIA: Por supuesto! Por mí encantada!

-CLARA: Bueno gracias! Veo si puedo, tendría que arreglar con Marcos para ver si se puede quedar él en el pub y cualquier cosa les aviso!

Me sorprendió que saliera de Pablo la invitación, no sabía si la intención era lo que yo estaba pensando, o por el contrario, hacerle la gamba a Clara que estaba sola. De todas formas, me entusiasmó la idea.

Nos despedimos de Clara y arrancamos camino a Córdoba, pasadas las ocho de la mañana.

Durante el viaje no quise preguntarle a Pablo por la invitación a Clara, no quería que se sienta cuestionado, pero me encantaba la idea, quizás podría ser un fin de semana… para el recuerdo...

Continuará…