Los hombres mayores te saben follar y tratar!!!! :

De cómo disfruto de un caballero

Hola a todos, llevo tiempo sin escribir pero la verdad es que por diferentes motivos de la vida ni tenía tiempo ni quería. Pero os voy a poner al día de lo que ha sido mi vida....

A principios de septiembre empalme un contrato de vacaciones con uno de sustitución en la guardería que trabajo. Había llevado un verano en el que había disfrutado y aceptado de que los tíos de mi edad son niñatos que solo quieren follarte pero sin deseo, para ellos las tías somos un agujero, pero para un hombre mayor.... Para un hombre mayor, eres su diosa, a la que miran y desean y que cuando la tienen saben tratarla, en mi caso follarme, me gusta ser follada con deseo, con ganas, con perversión.... Me gusta ser su puta, esa que nunca va a decir que no.

Retomando el tema, estoy con una vida normal, trabajo, casa, gimnasio y amigas... Pero una tiene sus necesidades y hay días que más. Salía yo de trabajar un día de esos en los que andas bastante perra y ves como te mira el padre de unos niños de la guardería y....  estás aún más cachonda. La cuestión es que volviendo a casa decidí coger el autobús pues llovía, una vez me subí observé a un señor que viajaba sentado, como la gran mayoría de nosotros, aparentemente tendría unos 70 años, alto, rellenito, de pelo canoso y bastante abundante, correctamente vestido, traje y corbata, sus zapatos perfectamente lustrados, colgandole de su brazo izquierdo un bastón.

Como el bus a esa hora (las 18 o 18:30) está repleto siempre toca ir depie, pero esta vez había un sitio justo alado del señor. Recorrí por el pasillo hasta quedar a la altura de su asiento, y le pregunté:

  • Disculpe, está libre?

  • si claro sientese

Cuando lo hice noté que me miró de reojo en un par de oportunidades y abrió un poco mas sus piernas, rozando con su rodilla la mía, discretamente retiré mi pierna de la suya, el se acomodó de nuevo y al cabo de unos instantes volvió a repetir la operación, evidentemente quería ver mi reacción, en un primer momento pensé en decirle algo pero me pareció inapropiado ya que pensé que me podría contestar de mala manera o algo por el estilo, lo dejé seguir con su juego.

A medida que pasaban las paradas, su pierna se fue apretando mas con la mía, como estaba bastante caliente y aquello no era nada raro, pensé en seguir con ese juego, comenzé lentamente a frotar mi rodilla contra la suya, el aparentemente seguía enfrascado en la lectura de un libro, hasta que en un momento determinado se dio vuelta hacia mi y muy discretamente me dijo:

  • Disculpa, bajo en la próxima parada, me acompañas a tomar un café…

La verdad no me esperaba esa proposición, pero la verdad es que no me sobresalté, yo le había seguido su juego, ahora debía terminarlo. Además tampoco quería que se enfadase y pensase que me reía de él o algo parecido.

Me puse de pié y el lo hizo junto conmigo, cuando bajamos me dijo de una manera supereducada:

  • Me llamo Santiago, aceptas tomar un café conmigo..?

Su voz se la escuchaba profunda, con un pronunciación muy masculina, acepté su invitación, es mas ya lo había hecho tácitamente al bajar con el.

-Hola soy Teresa, es un placer conocerte y estaré encantada

(le contesté),

el se inclinó haciá mí me depositó un suave beso en mi mejilla, y comenzamos a  andar hacia el bar que estaba junto a la parada, noté que a pesar de llevar el bastón en la mano, prácticamente no lo usaba, caminaba perfectamente, muy erguido a pesar de la edad que aparentaba

Entramos y ambos pedimos lo mismo, un cortado, comenzamos a conversar, me enteré que era viudo, sin hijos, que vivía pocas manzanas de ahí, que había trabajado como asesor en una empresa de seguros, etc, etc, pero lo que mas me sorprendío era que me había equivocado al imaginar su edad, ni 65 ni 70, tenía 81 años, no lo podía creer, es más me dijo que solo llevaba el bastón como por costumbre, que no lo necesitaba para nada, era verdad, sin el se movía con igual facilidad.

Seguimos charlando un rato hasta que en un momento determinado y así como así, tomando mis manos entre las suyas me dijo con una sonrisa en sus labios:

  • Te veo hermosa, me gustaría hacer el amor contigo.

Esa pregunta me pilló desprevenida, la excitación que tenía al subir al autobus, había pasado debido a la amabilidad y educación de Santiago y también al enterarme de su edad...

La cuestión es que ni pensé un instante, una milesima de segundo nada mas, sin mover mis labios asentí con la cabeza, debía haberlo imaginado, todo juego tiene un fin, ahora tenía que saber como terminarlo, su sonrisa se le iluminó aún mas, me apretó un poco mas fuerte mis manos, pagó la consumisión y salimos hacia su casa, vivía solo dos calles, subimos y entramos en su casa.

Muy pocas veces había visto una casa tan bien adornada y amueblado con tan buen gusto, era muy elegante, todo muy bien ordenado, además de amplio y confortable, apenas cerró la puerta me tomó de los hombros, me hizo girar hacia el e inclinándose algo comenzó a besarme, introdujo toda su lengua dentro de mi boca, me recorrió toda con ella, por supuesto respondí de igual manera, muy pocas veces me han besado tan tiernamente pero con tanta pasión.

No os podeis imaginar lo excitada que estaba, jamás había estado tan cachonda, pero a la vez estaba muy cómoda.

Sus manos se deslizaron por mi espalda, muy lentamente, llegaron hasta mi culo, se cerraron sobre el, me apretaban, no me producía dolor, me atrajeron hacia él, en ese momento comenzé a sentir entre mis piernas, sobre mi vagina el bulto de su polla. Yo estaba flipando, 80 años y notaba algo brutal, no sabía si era verdad o llevaba puesta un prótesis, era algo que parecía inmenso, nunca había sentido semejante tamaño apoyarse sobre mí.

Comenzé a desabrochar sus pantalones, que cayeron al suelo en un instante, el boxer color negro que llevaba puesto no podía contener su pedazo de polla, el bulto que esta provocaba era inmenso, lentamente le fui bajando su calzoncillo, la polla que apareció era descomunal, calculo que mediría unos 20 - 22 cms y su grosor era tal,  que con una sola mano casi no la podía rodear, de hecho para agarrarla toda tuve que usar ambas manos, no era algo duro como se le pone a un tio de 20 años pero si tenía una firmeza que creo nada usual para un hombre de su edad.

Me arrodille y metí su glande en mi boca, tuve que hacer un esfuerzo para que entrase, tenía la boca abierta como cuando voy al dentista, y asi y todo casi no conseguía que entrase mas, el empujó un poco, casi me asfixio, su rabo entró hasta mi garganta, no podía respirar, pero aún asi no quise dejar de tragármela.

Yo lo miraba a los ojos mientras su polla entraba más y más, noté que esto lo enloquecía, jadeaba de una manera continua, su polla se endureció un poco mas, entonces me hizo levantar, terminó de desnudarse y yo hice lo mismo.

Note una mirada de deseo y cariño, yo estaba tan perra que solo quería que me reventase con esa polla,  suavemente me llevó hasta un sillon del salon, se sento en el y me ofreció nuevamente esa maravilla de polla, me arrodillé y comenzé a mamarsela de nuevo, que polla por dios!!!, nunca había tendio semejante cosa a mi disposición, cuando el notó que  se iba a correr, se levanto y me hizo poner en cuatro patas sobre el sillón, se inclinó sobre mí y solo me dijo:

-Teresa, eres una preciosidad. (Joder como me puso) así que conteste

-Soy lo que tú quieras, pero por dios metemela yaaaa

comenzo a lamer mi culo, su lengua entraba en todo mi ano, se la sentía muy cálida, con los dedos jugueteaba con la entrada de mi ano, lo dilataba mas y mas.

Cuando vió que yo ya no podía aguantar mas ese juego se incorporó y apoyó la punta de su polla en la entrada de mi culo, en ese momento comprendí realmente que semejante polla no iba a entrar, que me iba a reventar toda por dentro, quise incorpoprarme pero el con sus manos apoyadas en mis nalgas me lo impidió, de manera suave pero muy firme.

Como mi culo estaba muy lubricado y su polla también, comenzó a meterla en mi vulo, en el primer empujón entró su cabeza, mi ano se dilató al máximo, comenze a sufrir como nunca lo había hecho en mi vida, mordía los almohadones del sillón para no estallar en un alaradio, mi manos arañaban la tela del sofá, mis uñas se calabavan con desesperación, quería salir de esa posición pero no lo lograba, lentamente el trató de introducirla mas, apenas lo lograba, yo trataba por todos los medios de relajarme y hacer que no me doliese, no lo lograba, el empujaba mas, a mi me dolía mas.

De esa manera siguió tratando de enterrármela toda, yo sabía que si lo hacía no iba aguantar y me iba a desmayar del dolor, traté de aguantar, no gozaba, no podía hacerlo, el dolor era cada vez mas intenso, entonces sacó sus manos de mis nalgas y las colocó sobre mis hombros, no llegué a reaccionar, tirando de mis hombros hacia atrás empujó con toda su fuerza la verga dentro de mi culo, entró toda de un golpe, no podía entrar mas, sus bolas quedaron aprisionadas en la entrada de mi culo.

El alarido que dí creo que se sintió a varias calles de distancia, el terrible ardor que sentía parecía que tenía metida en el culo una brasa de carbón, sentía la sensación de que la punta de su polla me había llegado hasta la garganta, no podía comprender como semejante rabo estuviese toda dentro mio, inmediatamente el comenzó con una mano a acariciarme las tetas, y con la otra a jugar con mi clítoris, suave y lentamente, poco a poco el ardor de mi culo comenzó a disminuir, al mismo tiempo que aumentaba el placer que me producían sus caricias, así de esta forma el comenzó a sacarla y meterla, lentamente de manera casi inperceptible su verga salía y al momento sentía todo su rabo dentro, me dolía horrores, pero el ardor era menor, era una mezcla de placer y dolor, no podría decir cual era mayor.

De esta forma fue aumentando el ritmo del meter y sacar, comprendí que iba a llenarme el culo de semen en cualquier momento, con mi mano apreté la suya dentro de mi vagina, el inmediatamente comprendío que yo me iba a correr, aumento el ritmo, introdujo mas sus dedos dentro de mi coñito y así hasta que ambos no aguantamos mas, el orgasmo me llegó como un relámpago, imprevistamente, sentí mi cuerpo estremecerse, temblar, no podía aguantar mas, el en ese momento empujó con todas sus fuerzas, volví a quedar ensartada por su enorme polla y comenzó a correrse, comenzó a llenarme toda con su semen, lo sentía dentro de mí, muy caliente, me quemaba el culo, tal era su abundancia que no lo podía contener todo, sentía que se resbalaba por entre mis piernas, mi vagina se lubricaba con el, así siguió bombenado hasta que dejo de echar semen, cuando no tuvo mas y estando ya completamente relajado dejó caer todo su peso sobre mí, me aplastó contra el sofá, comenzó a besarme la espalda, llegó hasta mi nuca, me mordío el cuello, era algo maravilloso el placer que esto me producía.

Aún así segui con mi mano en la vagina, lentamente comenzé a acariciar mi clitoris, asi empezé a tener un nuevo orgasmo, el lo comprendió por mis jadeos, me ayudó con sus besos y caricias, y de repente me dijo:

  • pero que culo tan bonito tienes, me has hecho correr como cerdo

estallé nuevamente, no podía creer, a pesar del ardor que aún tenía con su polla dentro de mi culo, el orgasmo que tuve fue interminable, hermoso, todo mi cuerpo se retorcíca, gritaba como una loca, no se cuanto duró pero para mí fue una eternidad.

Luego el me la saco, que alivio tan grande, no tenerla mas dentro de mí, pero la verdad fue una lástima, lentamente me dí vuelta y quedé de espaldas sobre el sillón, no podía creer lo que veía, por mis piernas chorreaba un liquido espeso y caliente, era su semen mezclado con sangre, casi podría decir que mas sangre que semen, era evidente que mi culo se había roto de una manera increíble, en ese momento me dí cuenta del ardor que tenía en orto.

Entonces se levantó, fue hasta el baño y regreso con una crema, comenzó a lamer toda mi vagina y mi culo, se fue chupando todo, mientras lo hacía con sus manos jugaba con mis pechos, me los acariciaba, apretaba con la punta de sus dedos mi pezones, cuando hubo limpiado todos los jugos comenzó a aplicar crema en mi culo y mi coño, como por arte de magia todo el ardor que tenía en el culo desapareció, y en ese momento comenzé a sonreir y a disfrutar realmente.

Su enorme polla no estaba totalmente flácida, comenze a acariciárcela, abrí mis piernas, ofreciéndo todo mi coño para que me penetrase, pero el conocedor de sus propias fuerzas me dijo muy calidamente:

  • Me encanta lo que me ofreces, pero no puedo satisfacerte más, hoy no, dejémoslo para otro día…

  • Santiago, porfavor, déjame que yo te cuide.

Del sofá, me puse de rodillas frente a él, y muy suavemente me metí su polla en mi boca, empecé lamiendo el glande que aunque no estaba duro

, aún estaba enorme, con una mano levantaba ese enorme rabo para poder ecorrerlo todo con mi lengua, y con la otra acariciaba sus huevos. Incremente el ritmo y él empezó a jadear, su polla no está tan dura como para follarme pero no me cabía en la boca. Me la saqué de la boca y mirándolo a los ojos le dije:

  • Quiero que te corras para mi, porfavor, porfavor (decía con voz de niña que quiere algo)

Santiago tardo 1 min en correrse otra vez, de su polla salieron unas pocas gotas de semen (estaba todo en mi culo). Con mi lengua limpie bien su polla me levanté y con bastante dificultad fui a darme una ducha, me cambié y me despedí de Santiago, cuando salí a la calle no podía caminar, me ardía todo mi culo era un fuego, me subí al bus y cuando me ofrecieron un asiento me negué a aceptarlo, no me podía sentar, es mas por varios dias cuando me sentaba sentía ardor, pero ese ardor era la hostia, solo me hacía recordar la enorme verga que había tenido dentro de mi culo.