Los guardias de seguridad (2)
Continuacion del anterior
Ya en nuestra habitación, comunicada a la sala de cámaras de seguridad, me sonaba en la cabeza la expresión de Javi.
"-O sea que no te gusta mi cuerpo Néstor. Entendé que deseo que me cojas, pero tengo miedo al dolor. Te ruego que me encules pero que no me hagas doler.-"
Analizo los dichos.
Su cuerpo de hombre si, me atrae.
Me chocó que sus nalgas fueran tan velludas, el accedió a que las rasurara.
Lo hice y cuando comencé a gozar el placer de acariciarlas, en plena excitación de mi ser por poseer ese culo, el me lamió el ano y por ende me cogió.
Gocé la penetración. Me dejó bien satisfecho. Me enculó a lo perro y me pidió patas al hombro para ver bien mi eyaculación. Me llenó la tripa de su leche. El inició los besos después de acabar.
Lo mas extraño de la situación es que quiere ser mi pasivo, es decir ser mi hembra con su culo ante mi pene, pero teme al dolor. Todos sabemos que lo del dolor es relativo.
Si realmente se desea fervientemente una verga masajeando la próstata, se soporta.
Mas, un poquito de sensación es placentero.
Salió Javi de la ducha con su toalla aun anudada a la cintura, yo recostado de lado en mi cama, el se echó a mis espaldas, comenzó el Javi a bazuquear mi cuello, una mano revolviendo mi cabello, la otra picara en mi culo, un dedo pronto hurgó mi hoyo.
Dejé de lado mis cavilaciones y me entregué a el.
Me cogió lindo, me gustó todo.
Con el culo goteando su semen nos dormimos en cucharita.
Es de destacar que el se puso con su trasero bien pegado a mi pene.
Como a las horas me despierto con la pija parada y con Javi frotándose sobre ella, de costado, sentía como se refregaba mi verga entre sus nalgas.
Con la mano libre coloqué mi verga puerteando su ano.
Noté que se había lubricado con gel, de modo que solo necesitaba culear hacia mi mástil para que se penetrase.
-Despacito por favor Néstor, tu pija es la primera que me visita el ano.-
Al empujar mi verga sentí como su esfínter se cerraba. Desistí de violarlo. No es de mi agrado penetrar a la fuerza, al menos en un desvirgue.
-Acostate de espaldas en la cama Javier, levantá las gambas que te lamo el hoyo hasta que digas basta.-
Inicié un lame culo interminable, me calenté tanto que ya no toqué mas mi pija, quedó tiesa de la excitación que me producía la vista del culo de Javi, tan bien afeitadito por mi. Sus patas peludas, apoyándose en mis hombros.
Suave y caliente su tripa, míos dos manos abriendo de par en par sus nalgas, su hoyo ya dispuesto, dilatado, al punto de que mis pulgares palpaban una deliciosa apertura.
Le di a chupar mis dedos que iba meciéndole por el ano, sin resistencia alguna, lo besé y le advertí.
-Estas listo, si no te cierras te entra toda ya, te voy a meter pija, ¿estás decidido Javi?.-
No respondió, pero al penetrarlo unas lagrimitas corrieron desde sus ojitos. Dejé media pija en su interior, resistiendo la tentación de bombear con la verga esa cálida tripa.
Su verga estaba bien dura, los 18-19 centímetros en su esplendor.
Buena verga ante mi vista.
Pensé que si está Javi al palo, es porque goza, retrocedí un poquito y se la metí toda. Javi gimió de gozo o de dolor.
Es cosa de el, ya no aguanté mas y lo entré a coger con gusto, no sé cuanto tarde en ver que el largó la leche sin pajearse y su tripa se contrajo con lo que eyaculé llenado ese culo recién desvirgado con mi semen.
Cuando saqué mi pija de su culo, el Javi se fue a lavar, sin una palabra, regresó a su cama en silencio, me fui yo a lavar y sin comentarios nos dormimos.
Las primeras luces me despertaron, Javi no estaba a la vista, me vestí, estaba colocándome los zapatos cuando él entró con dos tazas de humeante café Express.
Me alcanzó una y de pie agachándose me dio un beso en los labios.
-Gracias Néstor, me hiciste gozar, estaba anoche avergonzado por las lágrimas que solté.-