Los gemidos de las lesbianas 9. Baile y onanismo

Alfonso, Marta y Laura; una pareja de tres, que recién comienza...se va a bailar, como es obvio todos están calientes en breve; dos de tres se quieren ir a casa, por mayoría se marchan y empieza la fiesta en casa.

Los gemidos de las lesbianas

  1. Baile y onanismo

Estamos causando sensación en la discoteca, conforme se va llenando; nosotros seguimos sin cortarnos, ellas van cambiando de posición y ahora delante tengo a Marta pero Laura le está comiendo el cuello mientras se le refriega detrás. Laura está tocando las tetas de Marta, mientras Marta presionada por Laura; me refriega el chocho muy pegada a mí, mientras nos liamos…Marta le mete mano a Laura en el culo y a mí en mi culo.

-      Uf, me muero de calor. – suelta Marta, agobiada; cambiando de posición con Laura. – ahora te toca a ti.

-      Me dais miedo – suelta esta.

Se empieza enrollar con los dos colocándose de lado, mientras los dos le metemos mano.

-      ¿y si nos vamos a casa? – propone Laura.

-      Ahora sí, ¿no? Pues ahora no. – niego y me saca la lengua; lengua que le chupo, mientras Marta le pega bocaditos sensuales en la oreja y el cuello.

-      Esto es tan intenso. – contesta Laura.

-      ¿ya no puedes más? – le pregunta Marta.

-      No puedo – niega Laura.

-      ¿nos vamos a casa? – nos pide Laura.

-      ¿tú quieres? – me pregunta Marta.

-      Lo necesito. – digo, muy caliente.

-      Vamos, entonces. – propone Marta

Voy en medio y las dos muy agarradas a mí, enrollándonos en cada esquina; la gente nos mira, pero estamos tan centrados en nosotros que los ignoramos.

Llegamos a casa, ellas abren apresuradamente la puerta; se empiezan a desnudar y yo hago lo mismo, soy el único que se percata de cerrar la puerta. Tras saludar al perro voy siguiendo los sonidos de los gemidos, el rastro de ropa de las mujeres por el camino; llego al cuarto y veo a ambas enrollándose y metiéndose mano, Marta esta sobre Laura y está ya está casi gritando. Marta le está tocando una teta, mientras le come la otra; refregando ambos chochos, la meto en medio y ambas me miran sorprendidas. Refriego mi polla entre ambos chochos, ambos están muy húmedos; hinchados y calientes, las dos siguen refregando su sexo con mi polla en medio.

Marta gime normal, pero Laura ya está gritando y el morbo que siento es abismal; el estar con dos a la vez es demasiado, estoy a punto de correrme de lo caliente que estoy.

-      Gmm…me voy a correr. – les aviso, entre gemidos.

-      Córrete en nuestros chochos. – me pide Marta

-      Si, córrete. – grita gimiendo Laura.

-      Ufff. – gimo, reventando entre medio.

-      ¡Guau! – exclama Marta, al sentir como exploto entre ellas.

-      ¡Buacala! – grita Laura, con cara de asco; mientras tiene un orgasmo brutal, está fuera de sí y gritando como posesa.

Una vez termina…

-      ¿hacemos 69 con su semen? – propone Marta y la verdad es una idea que me pone bastante.

-      No, qué asco. – niega Laura, veo que le pongo y le doy asco a la vez; es algo tan confuso y a la par, tan agridulce.

Marta de mala gana, se limpia el semen de su chocho y entrepierna; con su ropa interior, para colocarse en 69 y con mirada seductora comerse el chocho de Laura lleno de semen.

-      ¿contenta? – le pregunta, mientras ya provoca los gemidos de Laura.

-      No, hueles a semen. – se queja y Marta resopla, pero Laura hace de tripas corazón y se mete el chocho de Marta en la boca; causando sus primeros gemidos, entonces Marta al ver que la tengo dura de nuevo.

-      Vamos a volver loca a nuestra Laura, juntos. – susurra para que solo yo pueda oírla, abriéndole el chocho a esta; está bastante húmeda, por lo que puedo apreciar y lo tiene muy hinchado.

Al notar lo que pretende Marta, mientras la veo comerle el chocho entero a Laura; causando ya sus primeros grititos, mientras Marta suelta sus gemidos porque Laura también está haciendo su trabajo. Laura que no se espera para nada lo que va a pasar tiene sus piernas abiertas al máximo, para facilitar que Marta se lo coma entero, lo que va a provocar que se la pueda meter sin que me note.

Me acerco sigiloso, Laura ya está gimiendo y gritando como loca; en un solo segundo se la meto hasta el fondo de un solo tirón, provocando un respingo y que se corra como loca.

-      ¡Ahhhh, pero avisaaaaa! – me reclama, retorciéndose de placer.

Marta me azota el culo para que siga dándole fuerte y rápido, mientras le come exhaustivamente el clítoris y a veces sin querer o queriendo me la lame a mí también; provocándome un placer por la estrechez de Laura y el morbo de que a la vez me la lama brutal. Durante unos segundos creo que nos la vamos a cargar, enlaza los orgasmos brutales uno detrás de otro; conforme noto que me voy a correr y lo voy a avisar, Marta me hace el signo del silencio y cuando me corro dentro.

Un grito desgarrador sale de la garganta de Laura, teniendo un squirtle bañando entera a Marta; corriéndose mientras tiene un orgasmo brutal, Marta por el morbo tiene su primer orgasmo y tras eso Laura cae desmadejada en la cama medio inconsciente.

Marta me mira con cara de pícara, deja a Laura mientras los chorros de fluido van escurriéndole del chocho; junto a mi semen, Marta le mete un dedo y se lo chupa.

-      ¿y ahora que vamos a hacer? – le pregunto, con la polla en alto todavía.

-      Bueno, es nuestra primera vez juntos; ¿tendrás paciencia, conmigo? – me pregunta y asiento.

-      Vamos a dejar descansar a Laura, sígueme al sofá. – me pide y la sigo, como un perrito que sigue a su dueño; pensando lo que vamos a hacer, entonces pone la tele y nos sentamos los dos en el sofá.

-      ¿te parece si tú me masturbas a mí, para ir conociendo mi chocho y yo te masturbo a ti; para ir conociendo tu polla? – me pregunta, agarrándomela.

-      Me parece buen comienzo. – digo, pasando un dedo por su raja; notándola chorreando, mientras ella suelta los primeros gemidos.

Ella me pajea con cierto mimo, se nota que es más experimentada que Laura; lo está haciendo lento, lo que denota que quiere que dure. Por mi parte, le estoy rozando el chocho por fuera de arriba abajo; ella gime y se muerde los labios, sé que quiere más pero la estoy haciendo sufrir y mantiene sus piernas abiertas para que pueda tocarla a mi gusto.

-      Dame más, ¿no? – me pide.

-      Si quieres más, tendrás que ganártelo. – la reto y ella sonríe.

-      ¿y cómo quieres que me lo gane? – me pregunta, mientras me come la boca y coge mi mano libre poniéndola en su pecho.

-      Asi, por ejemplo. – le contesto, entre besos.

Tambien es bastante buena besando, sabe mezclar perfectamente labios y lengua; sin atosigarme con ninguno de ellos y siempre deja un poco más de salivita, para dar más morbo y placer. Su paja va aumentando de ritmo paulatinamente, mientras mi dedo va alternando entre clítoris y meter algún dedo; mi mano en su teta manosea su pecho o juguetea con su pezón, sus gemidos se van haciendo más contantes y más fuertes.

-      Mmm…méteme más dedos. – me indica.

-      Muévemela más rápido. – le pido.

Ella aumenta la potencia, sin perder la presión y el mimo; causando mis primeros gemidos, voy jugando a meterle más dedos y eso causa su primer orgasmo…ella muerde mi hombro próximo a ella para contenerse, mientras convulsiona; mientras lo hace sigo tocándole el clítoris y metiéndole dado, tampoco dejo de meterle mano y ella no para mi paja del todo, aunque es incapaz de mantener un ritmo constante.

-      Uf, eres bueno. – admite ella.

-      ¿suficiente para follarte? – le pregunto, con ganas de tirármela.

-      No te pases vaquero, no en la primera cita; si quieres te la como. – me propone y asiento.

-      Algo es algo. – digo, sonriendo.

Ella se arrodilla frente a mi polla y la mira con deseo.

-      Esto tiene el néctar de los dioses. – dice y se relame.

-      Es todo tuyo si lo quieres, pero te lo tienes que ganar. – suelto y ella sonríe.

-      A eso voy. – añade, comenzando a lamerla como un helado.

-      Mmm…encima te sabe a Laura, no puedo pedir más. – deja caer, añadiendo más morbo a la escena.

Me la lame con ansia, metiéndose el capullo en la boca a veces y jugando con mi boquetito con su lengua; dándome un principio de placer, aunque con lo caliente que estoy no aguantare mucho.

Me acaricia los huevos, mientras se la mete un poco más profundo y sigue jugando con mi agujerito.

-      Sujétame el pelo y tócame una teta o algo. – me pide.

Hago ambas cosas, mientras ella se hace un dedo; le toco la teta y le sujeto el pelo, empieza a notarse como se pone porque se la va metiendo más y más profundo dejando la boca caldosa para aumentar el placer.

Echo la cabeza para detrás, disfrutando del placer; mientras ambos estamos gimiendo, en la puerta se asoma Laura desnuda.

-      Me habéis dejado sola. – dice molesta.

-      Únete. – le propongo.

-      No folleis sin mí. – se queja.

-      Nosotros también tenemos que conocernos, cariño. – suelta Marta.

-      Tú, calla y chupa. – le pido.

-      Está bien… - dice molesta - te vas a enterar guarra. – la amenaza y veo como Marta pone cara viciosa.

Laura se le pega por detrás, le come el cuello; mientras le mete los dedos desde detrás y le refriega las tetas en la espalda, también agarra la teta que tiene libre y esto le da morbo a Marta porque empieza a comérmela y a gemir con más fuerza. Marta casi se la está metiendo hasta el fondo, pero me sorprende porque no tiene arcadas; su poder de concentración es abismal, me roza con su lengua por dentro por todas partes y estoy apunto. Laura agarra un consolador y de sorpresa se lo mete hasta el fondo en Marta encendiéndolo, esta grita corriéndose y se la mete hasta el fondo; me corro en su boca sin poderla avisar, pero ella me la devora con más ansia y una vez termina le come la boca a Laura.

Esta al principio intenta quitarse, pone cara de asco; entonces Marta se saca el consolador y se lo mete a Laura, que explota en un intenso orgasmo del tirón.

-      Ea, ya me puesto otra vez. – digo, sorprendiéndolas a ambas.

-      Eres insaciable – me suelta Marta.

-      El novio ideal. – me admira Laura.

-      Pues ya te vas tu solo. – ríe Marta.

-      ¿Por qué no te lo follas? – le pregunta Laura.

-      No, aún es pronto – niega esta.

Laura me hace una señal, los dos nos tiramos sobre esta; Laura le pone unas esposas y una mordaza, la llevamos a la cama mientras esta intenta resistirse y me niega con la cabeza.

-      Tú me has hecho comerme su semen, que sí que me da morbo; pero a la vez asco, no te ofendas. – le explica a Marta.

-      No me ofendo. – digo, no muy seguro de mis palabras.

-      Asi que ahora, te lo vas a follar; mientras te meto el consolador en el culo, porque quiero yo. – suelta Laura y Marta niega más todavía.

La ponemos de lateral, ella le ata las piernas con cuerdas sensuales que no hacen daño; para que las mantenga abiertas, asi está abierta para los dos.

Le empiezo a comer las tetas y a meter los dedos, para calentarla de nuevo; mientras hago eso, Laura se embadurna un dedo en sus propios flujos y le empieza a meter el dedo en el culo. Los ojos de Marta se abren de par en par, sus gemidos empiezan a sonar; se intenta resistir pero es inútil, lo único que hace es rozarse más con mi polla.

Luego Laura repite el proceso, se mete dos dedos y se los mete a ella por el culo; que gime con más fuerza, a la vez que le muerdo y chupo los pezones, metiéndole más dedos todavía. Laura sigue y le mete tres dedos, Marta cierra los ojos; aprovechando que los ha cerrado, le meto la polla de un tirón y ella pone los ojos hacia arriba gimiendo como loca.

-      Vamos a follarnosla. – me pide Laura, metiéndose el consolador; preparándolo para el culo de Marta.

-      Vamos, a darle placer. – le añado y ella asiente.

Empezamos a follarnosla por ambos lados, por mi lado le doy la pasión varonil; el tacto de la carne, la unión de fluidos masculinos con los femeninos. Por su lado le da el mimo femenino, la vibración artificial pero placentera; unión de sus fluidos femeninos, el placer anal.

Marta está a punto de explotar y convulsiona salvajemente, le doy más fuerte y Laura se lo mete más profundo; hasta que parece que del placer, pierde como el conocimiento.

-      Vaya, me quedado a medias. – protesto, sacándosela.

-      Anda, follame a mí. – me pide Laura, sentándoseme encima.

-      ¿segura? – le pregunto con miedo.

-      Si, muy segura.

Me besa mientras me empieza a botar encima, noto como sus dos flujos se van uniendo en mi polla; más resbalosa no la puedo tener y Laura más cachonda no puede estar, está súper mojada. Pronto está gritando como loca, mientras Marta que está viendo la escena ya recuperada se roza con las piernas para darse placer y ya está gimiendo; Laura al ver eso estalla en un súper orgasmo, se sale de mí y me señala a Marta.

-      Follatela, por el culo. – me suelta, Marta abre los ojos de par en par y niega con la cabeza.

Se la meto de un tirón, sacando el artefacto que Laura no saco; gracias a eso y a lo mojada que la tengo, entra hasta el fondo y Marta se vuelve a ir en un pedazo de orgasmo…aprieta el culo y al empezar el mete saca me voy dentro de su culo, ella aprieta hacia detrás; señal de que lo está disfrutando, encadena un par de orgasmos más hasta que termino de vaciarme en su interior.

Caemos los tres desmadejados sobre la cama, totalmente desnudos; sudados y agotados, pero con una sonrisa de tontos en la cara.

-      Joder menuda follada. – suelta Laura.

-      Mhhh – pide Marta, que la soltemos.

Le quito la mordaza y Laura las esposas, la cuerda; Marta nos mira mal, se hace la enfadada.

-      Sois unos cabrones, me habéis violado. – finge estar enfadada.

-      Vamos, si te ha encantado; me confesaste era tu fantasía. – suelta Laura, sorprendiéndome.

-      Apretabas el culo hacia detrás. – le suelto y ella sonríe.

-      Me has destrozado el culo. – protesta Marta.

-      Tienes un lindo culo. – la beso en los labios y ella me lo devuelve.

-      ¿y si dormimos un rato? – propone Laura.

-      Apoyo la moción. – digo y Marta se ríe.

-      Cuidado con vuestros culos, alguna noche… - nos amenaza.

Duermo boca arriba, con Marta de espaldas a mí; enrollada en mi brazo, cruzando sus pechos y enganchado a su chocho. Laura abrazada a mí por el otro lado, mi mano en su espalda; rodeándola a ella, apretujándola contra mí y sus piernas enlazadas sobre la mía.