Los gemidos de las lesbianas 5 ¿nuevas amistades?
Ambos intentamos rehacer nuestra vida separados, pero uno o una no pueden huir de lo que del destino nos tiene preparados; y menos estando tan cerca el uno del otro.
Capítulo 5. ¿Nuevas amistades?
Van pasando las semanas, van pasando los fines de semana; pero nunca me la encuentro, no la escucho y cuando quiero masturbarme uso su tanga que guardo metido en una bolsa para que no pierda su olor.
A veces escucho a su perro lo que me confirma que no se ha marchado, pero no la suelo ver; incluso parece que cuando antes me buscaba, ahora me esta evitando...quiero creer que esto es una coincidencia, no quiero pensar que lo hace a propósito; simplemente nuestros horarios son incompatibles y ya está, si eso es.
Un día me la encuentro en el ascensor ambos subimos al quinto, ella me sonrie y yo la sonrio; pero ninguno decimos nada, solo los saludos de rigor y la pregunta típica de como esta. Cuando entro en casa poco después llegan un chico y una chica homosexuales a su casa, ella dijo que observara; ella le gusta rodearse de gays y lesbianas, yo no entro en ese grupo...pero le gusta el sexo y a mi me gusta el sexo, le gusta bailar y a mi me gusta bailar; le gusta beber y el kvap, ambas cosas me gustan a mi tambien.
Me siento dividido por un lado me veo fuera de su mundo y por otro muy dentro, poco después conozco a una chica de Cordoba; a la que invito a mi casa a pegar unos bailes, tomar algo y celebrar mi cumpleaños.
Tras un rato de música, bailes; comer y tomar algo, ella tiene que marcharse. Cuando estoy recogiendo, llaman al timbre de la casa y pensando en que será Bea la cordobesa que se ha olvidado algo abro sin mirar.
Para mi sorpresa esta ella, con una mirada extraña; parece nerviosa, como si no supiera que hace aquí.
¿Laura, te ocurre algo?
Alfonso... ¿quien era esa muchacha que ha estado aquí contigo y que se reía tanto?
Parece un tanto fuera de sí, doy un paso atrás y ella da un paso adelante.
¿Quien, Bea? Es solo una amiga, estábamos celebrando mi cumpleaños.
¿los dos, solos?
Parece que se pone aun más nerviosa, retrocedo otro paso y ella lo avanza.
es que no tengo más amigos.
¿y yo, yo que soy?
la verdad es que no lo se, llevas un mes rehuyendome; el otro día quedaste con dos amigos y me viste, pero no me invitaste.
somos buenos amigos, te hice un regalo; no te estaba rehuyendo, estaba esperando que vinieras a mi casa o me invitarás a hacer algo y no te invite, porque no quiero que te juntes con esa gente.
Entonces lo entendi, ella quería que yo la buscara; no buscarme ella sólo a mi, y llevaba un mes perdiendo el tiempo. Sin pensármelo mucho, la abrace entre mis brazos; ella pego un saltito al pegarme a ella, pero se dejó abrazar y me devolvió el abrazo.
¿te has puesto celosa de Be? - le susurro al oído.
no, pero he pensado que estabas perdiendo el tiempo con ella; cuando podías estar conmigo, eres muy tonto.
me lo tomare cómo un si - pense.
La apretujo contra mi y ella se queja, pero se le escapa un suspiro.
¡basta bruto! Que me sacas el caldito.
eso quisiera yo - pienso entre risas.
La suelto y con su sonrisa rara de siempre.
- ¿me abras guardado algo de tarta, verdad? ¿O esa gorda se la ha comido toda?
Reí ante esa pregunta, Bea no estaba gorda; esta jamóna, pero los celos están nublando su lesbianismo.
¿de que te ríes? Yo no le veo la gracia, que me cambies por otra.
solo estoy feliz de que estés aquí.
Ella se ruborizo ante mis palabras, yo sonreí y ella evitó mirarme; le saque un trozo de tarta y se puso feliz a comérselo, mientras yo la observaba.
mmm...tarta de doble chocolate, que rica.
¿te gusta?
Ella asintio casi gimiendo, no pude hacer más que mirarla cómo bobo sonriendo; ella tardó en darse cuenta, hasta que la tarta casi estuvo acabada.
¿por qué me miras así?
¿así como?
no se, tan fijamente; tan sonriente, tanto tiempo.
ah perdona, no me dado cuenta; ¿te molesta?
no, pero me hace sentir rara.
¿rara, por qué?
porque nadie me ha mirado así nunca.
entiendo, ¿y ahora que quieres hacer?
no se, tu estas solo; yo estoy sola, algo inventaremos. ¿no te parece?
Asiento, conforme lo dice; parece que vamos a follar, pero ya la conozco más o menos y se que no.
tengo tekila, podemos beber si quieres
¿beber? Mejor jugar.
¿beso, verdad; atrevimiento?
que antiguo eres, ya ese juego no se lleva; ahora es el tornillo. - suelta con una risita.
¿y quieres jugar a eso?
no me importaría, pero nos falta gente ¿no crees?
No me paso desapercibido el detalle de que no le importaría.
¿entonces a que?
yo nunca, pero solo puedes decir cosas que tu has hecho; así el juego no sólo sirve para divertirnos, también para conocernos.
Asiento sonriendo, viendo que quiere conocerme mas; porque no es la única, yo también quiero conocerla.
¿vale quien empieza? - pregunto.
tu, es tu casa.
pero tu eres una mujer y las mujeres van primero.
no me vengas con tonterías de antiguo y empieza.
vale, esta bien; yo nunca lo he hecho con una chica.
Ella sonrió y nos pegamos un chupitazo ambos.
- yo nunca he hecho un trío con dos mujeres.
Ella bebió y yo no
- vaya ahora me das envidia.
Ella no pudo más que reir ante mis palabras.
- yo nunca me he enamorado.
Yo bebí y ella no, me sorprendí; pero no dije nada.
te estás quedando atrás - río divertida.
si, eso parece.
yo nunca he tenido novia
Ambos bebimos, yo llevaba solo 2, ella llevaba ya 4; y tenia ya un ligero puntillo, ambos nos sonreímos.
- yo nunca he comido un coño
Bebimos ambos:
Yo llevaba 3 empezaba a tener un puntito, y ella 5 empezaba a estar borracha.
- yo nunca he hecho una paja a un tio.
Ella bebió y yo no, me miró con mala cara.
oye, ¿tu te haces pajas o no?
eso es masturbarme, no hacerle pajas a un tio.
mamón
Lo acepto mirándome mal con una sonrisita.
- yo nunca he tocado el coño a una lesbiana
Ella río a carcajadas y ambos bebimos, yo llevaba 4 casi estaba borracho, pero ella estaba borracha llevaba ya 7.
¿así que fue tu primera vez, eh?
si, lo fue.
la mía también, pajeando a un tio.
yo nunca he dormido con un tío.
Ella bebió y yo no.
8 ella / 4 yo
deberíamos dejar el juego, ya estas muy borracha y...
¡agua fiestas!
estas bien como quieras, pero luego no me vengas llorando; si pasa algo, que no quieras. yo nunca he dormido con una lesbiana.
Bebimos los dos, ella llevaba 9 y yo 5; ella ahora me sonreía mucho, hacia muchos gestos.
- yo nunca me he puesto celosa del vecino.
Ella bebió para mi sorpresa, me quedé boquiabierto; ella se me quedó mirando con esa sonrisa, no pude evitar lanzarme sobre ella y besarla en los labios. Ella me correspondió torpemente por su estado de embriaguez y su sorpresa inicial, luego me di cuenta que me daba diez vueltas besando; cuando me separe para ver que decía o hacia, ella volvió a sonreírme y se relamio los labios.
- sabes a tequila, ¿sabes?
No pude más que reírme.
¿seguimos jugando?
¿quieres jugar más?
si, quiero saber más de ti.
No hace falta decir que esto se iba a ir de las manos, ya se nos estaba yendo; dos chupitos más y el juego acabaría, para bien o para mal.
esta vez sin reglas.
de acuerdo, yo nunca me he liado con el vecino o vecina
Ambos bebimos, ella sonrió; y es cierto nos acababamos de liar, no se como llegamos a esto pero si y beber era aceptarlo.
- el juego se está poniendo serio, yo nunca me he masturbado con los gemidos de la vecina.
Mis ojos y mi boca se abrieron de par en par, mi corazón se aceleró; mi pulso se desboco, lo peor ella me observaba fijamente con su sonrisa.
Bebí y ella volvió a sonreírme rara.
eso no vale - proteste avergonzado.
si vale, te toca.
yo nunca me he comido el coño de una lesbiana.
Ella se mordió los labios y bebió.
¡eres un mamón! Vas a matar, podrías haber dicho solo un coño.
¿pero entonces que gracia tiene? En este juego hay que ir a matar, quw en este caso es conocerte y emborracharte.
¿ah si con que esas tenemos?
Yo asenti sonriente, y ella se vengo.
- yo nunca he querido follarme a una buena amiga.
Ambos bebimos y ella sonrió con malicia
- ¿que? Puedes no ser tu.
Se le cortó la risa triunfante y por supuesto se la devolví...
- yo nunca me he enamorado del vecino.
Ella abrió los ojos de par en par, la boca siguió a los ojos; miro hacia abajo, negó con la cabeza.
tienes razón, dejemos el juego; hagamos otra cosa.
contesta.
no, no deberíamos.
¡hazlo!
...
Ella bebió, yo salte de alegría y di un tumbo; entonces fue cuando me di cuenta de lo borracho que estaba, ella intento levantarse; y porque la agarre sino ella hubiera ido al suelo, acababamos de pasar una barrera que quizá no tenia marcha atrás.
- yo me voy a mi casa.
Dijo antes de caerse, yo la agarre y quedamos mirándonos a los ojos; agarrados el uno al otro, la note temblóna.
- ¿no quieres la última pregunta?
Ella negó con la cabeza.
pero yo quiero hacer una pregunta más
ya hemos preguntado suficiente.
¿entonces que quieres hacer?
irme a casa.
¿puedo quedarme contigo?
cómo quieras...
Sonrei tristemente, alegre porque me daba la oportunidad de hacerlo; triste porque ni borracha lo diría, no dirá jamás que esta deseando estar conmigo. Salimos de casa agarrados, yo la agarraba por la cintura; ella se agarraba de mi cuello, cerré bien mi casa y ayude a ella a abrir la suya.
- yo puedo sola
Protestó para variar
si, si lo estas haciendo tu sola.
claro, ¿ves?, te lo dije.
y un cuerno sola, lo estoy haciendo yo solo. - pense para mi, pero no lo dije.
Entramos en su casa, salude al perro con cuidado de que ella no se me cayera; cerré su puerta, sin que el perro se saliera y la lleve hasta la cama.
Tras depositarla con suavidad y acomodarla.
desnudate
si, voy.
Espere un poco, sonrisa de tonta; pero ningún movimiento.
esta bien, yo lo haré. - pense y dije.
¡no! Yo lo hago.
si, si claro; tu lo haces.
Le seguí la corriente, primero le quite el top; ella me empujó poniendo su mano en mi cara, y haciéndome mirar para otro lado.
- dejame violador - murmuró y se río ella misma.
Olí su top que sin duda olía a ella y lo doble colocandolo en la silla, le desabroche los vaqueros; y tras olerlos, los doble en la silla.
Alfonso, ¿para que me estas desnudando?
Para que estés cómoda, Laura.
yo puedo hacerlo sola.
si, lo estas haciendo tu; yo solo te estoy ayudando.
ah, entonces vale.
Le quite los calcetines negando con la cabeza, los oli; estiró el pie y me dio en la cara, mientras confirmaba que no le olían mucho los pies.
¡que me dejes, pesado!
si, ahora te dejo.
Observe que su ropa interior volvía a tener el mismo color, un sujetador de aro y un tanga; ambos de color blanco y el tanga ya estaba empapado, eso me sorprendío bastante. Le desabroche el sujetador, ella se resistió a que se lo sacará; pero con esfuerzo y fatiga; conseguí sacárselo, ella empezó a reírse al hacerle cosquillas.
bueno, ¿ya me tienes bastante desnudita; estas contento?
si, mucho; ahora ayúdame, te voy a tapar en la camita para que no cojas frio.
eso es fácil, dame calor tu.
si, ahora mismo; si te dejaras...uf.
Me acerque a ella para ayudarla a subir para arriba, ella dio un salto de improviso y me dio con todo el culo y chocho en la cara; ella ni se dio cuenta, avanzó con mi ayuda y acabo metida en la cama.
Me toque mi dolorida nariz, pensando el olor más hermoso que me llego; junto al impacto más doloroso que me lleve, de algún modo esta chica es especialista en provocar morbo.
¿entras en la cama o me has desnudado para nada?
voy, voy a desnudarme; con tu permiso.
Si no la conociera pensaría que iba a mojar el churro, pero incluso borracha evita tal cosa; me desvisto y lo pongo todo bien puesto, luego me meto en la cama y me abrazo a ella. Esta vez la cama solo huele a ella, y ya estoy excitado; mi polla acaba clavandose en su entrada, al rodearla con mis brazos ella agarra mis manos y se las lleva a las tetas y eso no hace más que sobreexcitarme...su entrada está chorreando y caliente, ella esta temblando entera; sin embargo se empuja fuerte contra mi, para meterse lo más cerca posible y mis fosas nasales huelen todo de ella. Su pelo, su perfume; su olor corporal y sus fluidos.
Ella pega algún jadeo, con la simple presión de mi rabo en su entrada.
Tras un rato así, varias veces se mueve para acomodarse; lo que hace que incluso con el tanga, cada vez le entre más. Incluso alguna vez para no correrme eh tenido que pensar en otra cosa, mi corazón late apresuradamente; también el suyo, latimos y temblamos cómo un solo ser.
- ¡ya no aguanto más!
Se empieza a bajar el tanga, lo tira al suelo; y todo eso sin moverse del sitio, con todo eso la cabeza casi la tiene dentro y se le ha escapado algún gemido ahogado.
- ya lo has conseguido, tanto toqueteo; tanto respirarme en la nuca y tanto alcohol ya me tienes cachonda pérdida.
Me hizo sonreír, evitó decir nada de mi palo entre sus piernas; de mis caricias en su cuerpo, del roze de nuestros cuerpos o de mi.
- ¿y que quieres, follar?
Su respuesta no se hizo esperar.
-¡¿follar?! ¡no, no; no, y no! Si fueras una mujer me lo pensaba, pero siendo un hombre; ni lo sueñes, si estas esperando eso te vas a quedar con las ganas...comeme el coño, por ejemplo.
te voy a hacer algo mejor, tu solo déjate.
pero no me la vayas a meter.
no, tranquila; que sin tu consentimiento, no te la meto.
Empecé a masturbarnos con el roce de nuestros cuerpos, mi polla en su máximo esplendor; su chocho chorreando e hinchado, yo solo tenia que moverla hacia delante con cuidado de que no se le metiera y hacia atrás del todo. Un pedazo de gemido se le escapo aunque intento contenerlo, entre jadeos; falta de respiración y apretó mis brazos con fuerza, que como reacción empezaron a masajearle los pechos a lo que ella pego un gritito de placer.
Seguí con el mismo movimiento que la volvía loca, intente soltar una mano de sus pechos; para ir acariciandola hasta abajo, pero la agarro con rudeza y la puso en su pecho de nuevo...por lo que empecé a jugar con sus pezones, sus gemidos; jadeos y grititos se hicieron más rápidos, más fuertes y más continuos.
Para rematarla, empecé a besarle la nuca; darle besitos por el cuello, lametones y no sólo grito de placer viniendose sino que tuve que parar porque la estaba matando de placer. No conseguía regular sus respiraciónes, tembló cómo loca y arqueo su espalda en un ángulo casi imposible; casi pierde el conocimiento de placer, y me arañó ambos brazos con sus uñas.
Cuando se recuperó un poco.
sigue, por favor.
pero me voy a...
¡que sigas!
vale, tranquila voy.
Volví al movimiento, le tocaba y pellizcaba los senos; le comía el cuello y le pegaba pequeños bocaitos, ella empezó a hacer círculos con su cadera. Su chocho se estaba abriendo demasiado y a veces entraba un poco pero se salía, ella me pedía más; entre alaridos de placer, gritaba más que nunca y yo estaba apunto de correrme. Entonces ella empezó a cambiar los movimientos hacia detras en lugar de en círculos, note la presión al entrar; note el gusto brutal, note que me iba a correr y note como ella reventaba de placer.
¡que me corro!
¡cómo pares te mato!
¡cómo quieras!
Mientras ella tenía un orgasmo y se corría, empapando la cama; yo me corría en sus entrañas, y entre sus piernas. Ella quedo inconsciente, yo quede con la polla descansando entre sus piernas; empapado del fluido de ambos, quede tan cansado que quedamos los dos dormidos juntos y abrazados.