Los gemidos de las lesbianas 3 Una oportunidad
Capitulo 3: Una oportunidad extraña.A veces la vida nos mete en situaciones que no esperamos, en las que no sabemos como actuar; ni que esperar o decir, pero que no dudamos en intentarlo igualmente.
Capítulo 3: Una oportunidad extraña
Después de lo que paso con las chicas en el ascensor, no he vuelto a ver a ninguna de las dos; ni he escuchado llanto, ni he escuchado gemidos. Pero he escuchado al perro por lo que se que no se fue, al menos no la que me gusta a mi; para variar sigo mi triste vida, llego de trabajar estresado y cansado.
Ni siquiera me anima pensar que mañana libro, estoy llegando a la puerta mirando cosas en internet; porque en el móvil apenas me habla nadie, cuando me topo con la chica que me gusta en mis narices fumando en la casa puerta. Me extraño, ya que si tu vives solo y quieres fumar; fumas en la terraza o dentro de tu casa, sin embargo ella esta ahí abajo a la hora que suelo llegar yo.
- deja de pensar tonterías, será una casualidad. - pienso en primer lugar - las casualidades no existen - discuto conmigo mismo.
Cuando me dispongo a entrar ella se pone delante mio.
buenas noches vecino - dice con una sonrisa.
buenas noches vecina, ¿que tal fumando abajo? - digo imitando su sonrisa. - ¿seras idiota? No lleva el mechero y el cigarro de adorno - me hecho la bronca a mi mismo.
si, estaba agobiada en casa; tenia ganas de dar una vuelta o de ir al duende, pero tu sabes... ir sola no me mola nada. - suelta con esa misma sonrisa, mientras sin poder evitarlo la recorro con la mirada; esta muy mona, me gustaría ir con ella.
claro a mi me pasa lo mismo, mañana libro; si quieres podemos dar una vuelta juntos. - suelto sin terminar de creérmelo aun. - ostias, que lo he dicho y no lo he pensado - suelta mi cerebro.
Ella se hace la sorprendida un segundo, pero pronto recupera la sonrisa; y se hace hasta más grande.
¿tardarás mucho en arreglarte? - pregunta sonriente
15 minutos - suelto sin pensarlo.
Venga, término de arreglarme en casa; llama cuando estés. - suelta, aunque estamos subiendo juntos las escaleras; hacia el ascensor y le estoy mirando el culo.
Ella no mira hacia detras y si lo ha notado, no dice nada; simplemente camina y mi ereccion hace su aparición, al pensar la de veces que me he masturbado con ella. En el ascensor, hablamos de tonterías; del trabajo, de animales e incluso hace que me replantee si salir con ella o no.
Pero cuando voy a entrar en mi casa, me agarra del brazo y me gira un segundo; mirándome muy seria.
¿no me dejaras tirada, no? - pregunta nerviosa, lo noto porque la mano que me agarra tiembla o quizá; tiembla por tocarme, quien sabe.
no, tranquila; voy a ducharme para quitarme este pestazo, voy a cenar algo y me visto. - le anuncio para que me crea.
no cenes, cenamos juntos por ahí - suelta, haciéndome sonreír y ella sonrie por simpatia; lo que no sabe es que esta noche para mi, se acaba de convertir en una cita.
Preparo la ropa a velocidad del rayo, me ducho; me visto y cójo dinero, entonces llamo a su casa y ella sale un poco más maquillada...también se ha puesto el pelo más arreglado, se lo ha soltado; porque antes llevaba una coleta.
¿que tal estoy? - suelta al ver que me la quedo mirándo.
muy guapa - suelto un poco cortado.
En el ascensor, me va contando como es el puerto; lo que no sabe y no le pienso decir, es que yo ya he estado allí. Caminamos charlando de como hemos llegado aquí, yo le cuento mi historia; ella me cuenta que antes tenia una pareja en un campo pero que cuando lo dejaron la echo, que tiene mala suerte en el amor y ahí le digo que yo también. Me parece curioso que se rie mucho conmigo, aunque no he dejado de fijarme que cada vez que pasa una tia; la mira descaramente y eso no es lo peor, es que es la novia perfecta.
mira, mira que pibon - suelta por lo bajo, cuando está pasando una chica por nuestro lado.
si que esta buena, si - comento también, aunque soy más de mirar en silencio; para evitar problemas.
Cuando ha dicho cosas similares dos o tres veces, no puedo evitarlo y le pregunto; cuando lo dice una cuarta vez.
ostras, ¿has visto que cara tan bonita? - le suelta en la cara a una chica, que se ruboriza.
pues si que es bonita, ¿oye; tu eres con tus parejas así? - pregunto interesado.
no, con mis parejas no. - comenta cabizbaja.
pues deberías, así sería mi novia ideal. - añado y ella sonrie.
¿ah si? - pregunta interesada.
si, la verdad es que me siento muy cómodo contigo; en este plan - confieso y ella sonrie aun más.
la verdad es que soy un poco insegura, no se estar sola; y me pongo muy celosa, por eso todas las relaciones me salen mal. - me cuenta sin mirarme, mirando el horizonte.
bueno, eres muy guapa; simpatica, no tienes porque ser celosa y cualquiera querría ser tu novio o novia. - digo y al decir la última parte ella me mira, sonrie y no dice nada.
Llegamos al puerto, primero como dijimos vamos a comer; me sorprende que me lleva a un kvap, aunque me gusta no me quejo.
¿te gusta el kvap, verdad? - pregunta, analizando mi cara.
si... - digo con sorpresa. - ¿cómo lo sabes? - pregunto muerto de curiosidad.
sencillo, he visto al repartidor de kvap; muchos domingos en tu puerta. - suelta una risita vergonzosa al decírmelo, mi corazón se acelera; ha estado espiandome, así que algún interés tiene en mi y esta "cita" tampoco es casual.
muy observadora, sin embargo yo se poco de ti; me lo tendrás que contar tu. - negocie, porque ahora me sentía en total desventaja.
observalo tu. - me comenta con su típica sonrisita, si hubiera tenido una bebida; la hubiera escupido toda, me esta diciendo que la espie.
lo observare, entonces. - asiento y pedimos para comer.
Luego me cuenta que ella trabaja en un supermercado, me habla de los problemas con los vecinos; y las cosas que le pasan con las chicas que conoce, yo le cuento todo lo que me pasa obviando que me pajeo con sus polvos.
Cuando la conversación se empieza a poner interesante, ella la corta; para irnos a bailar.
bueno ¿y alguna vez has estado con un chico? - pregunto, justo antes de recibir el corte.
bueno, hemos venido a bailar; ¿nos vamos? Te invito a la primera. - suelta, al ver mi cara de incomodidad.
bueno, vale; esa oferta no está mal. - acepto cómo si me costará, ella sonrie y moviendo su culo delante de mi; me guía hasta el duende, pero no dice nada aunque se la ve contenta.
Llegamos al duende, donde nada más llegar me siento fuera de lugar; saluda a todas las lesbianas que conoce, no me presenta y claro ellas le preguntan.
¿quien es tu amigo? - mirándola raro.
un vecino, ya os contare; ahora vuelvo, que le debo un copa. - suelta cómo con prisa y me empuja del hombro hasta la barra.
¿por qué tanta prisa? - le pregunto sorprendido.
ellas son las chicas que han salido y no me han avisado - dice para luego sonreír de nuevo. - ¿que quieres de beber? - pregunta risueña.
ron con coca cola. - digo a secas, al entender que no me esconde de ellas; simplemente, pasa de ellas y se va conmigo.
mira lo mismo que yo - dice y se lo pide a la camarera.
Una vez tenemos las copas y comenzamos a bailar, no se pega a mi en ningún momento; siempre mantiene las distancias, además siempre que pasa una chica e intenta ligar con ella...Solo que hoy le dan calabazas, lo más gracioso es que cuando la chica no le gusta y le gusta para mi o cuando la chica la rechaza, me azuza a mi y vuelvo a pensar que es la novia perfecta.
Aunque a veces te hace pasar por momentos incómodos y no, yo tampoco me cómo nada; a la segunda invito yo y ya cada uno se paga sus copas, me gustaría decir que cada vez nos acercamos más...pero seria mentira, solamente me guarreaba; para provocar a chicas, creo que eso hubiera funcionado si yo hubiera sido una chica y que por eso la mitad de la disco pensaba que eramos pareja y que buscábamos trío.
Salimos de la discoteca bien cocidos, otra vez vamos agarrados; pero tiene un motivo, entre ambos nos damos el equilibrio que nos falta al otro. Es así y vamos dando tumbos de un lado a otro de la acera, ella va llorando porque no ha ligado y yo voy consolandola; luego me quejo yo y ella me echa la culpa de que no les tiro para adelante a las tías, que tiene que estar ella de "hada madrina" entre risas a los dos se nos cae la llave y nos metemos con el otro al abrir la puerta del portal.
Una vez abierta vamos agarrados hasta el ascensor, hasta que ella me dice:
puedo sola - tan seria que me lo creo, pero es soltarla y se me cae encima; ambos empezamos a reírnos a centímetros el uno del otro.
menos mal que te he agarrado - me rio.
eso, ya era hora de que hicieras algo - dice y se empieza a reir.
si quieres puedo hacer algo ahora - digo muy serio, ella se rie y el ascensor llega arriba.
Salimos de la mano para evitar que nos caigamos por las escaleras, cuando llegamos a su puerta; la dejo allí y me dirijo a la mía.
buenas noches, Laura. - digo lo más serio que puedo estar por la cogorza.
¿que haces? - me pregunta y no entiendo la pregunta.
¿irme a casa? - pregunto riéndome y ella también se rie.
ya lo se tonto, pero ninguno de los dos ha pillado; tendremos que ponerle solución a esto y eso, ¿no? - pregunta con su sonrisita, señalándose su chocho y mi polla erecta por el alcohol; además del roce.
si, claro; venga vamos. ¿cójo un pijama? - pregunto inocentemente.
no hace falta, vamos pasa. - suelta, intentando abrir; sin éxito.
¿te ayudo? - pregunto, ella niega con la cabeza e insiste hasta que lo logra.
Entramos en su casa que es bonita, el perro nos saluda y no es tan agresivo cómo parece; mientras saludo al perro veo que se va desnudando y se queda en ropa interior, se da la vuelta y me mira.
- ¿a que esperas? - sonrie, mientras la miro embobado; si con ropa se ve que esta buena, desnuda más.
Esta delgada y tiene todo pequeñito, pero todo bien puesto en su sitio; mirando al cielo y es más sensual todavía desnuda. Empiezo a desnudarme y como ella, dejo la ropa tirada por el suelo; llegamos a su habitación y al notar que su ropa interior es del mismo color no puedo evitar pensar...
- esta hoy quería follar y como no ha follado con ninguna, va a hacerlo conmigo - pienso dándome ánimos, como siempre va delante mia; moviendo ese culo de infarto, pero esta vez veo el movimiento perfectamente... lleva solo un tanga negro de hilo.
Cuando llegamos al cuarto, pone el calentador; entonces se sienta en la cama frente a mi y se quita el sujetador, mostrandome sus pechos.
¿la tienes dura? - pregunta, yo me sorprendo frente a su pregunta.
s-si - tartamudeo nervioso.
sacatela, yo me voy a tocar; viendote machacartela y tu me miras las tetas ¿te parece un buen trato? - pregunta con una sonrisa de viciosa.
¡no! ¡¡joder!! Yo quería follarte. - pienso para mi. - si, claro... - digo, mientras me la saco, mirándola fijamente; ella mete su mano en el tanga con cierto dísimulo, nada más ver que me bajo el pellejo ella empieza a mover el dedo y a jadear.
Yo le miró las tetas y miro su dedo en el conejo, mientras empiezo un ritmo leve; ella da un gemidito al ver que me la muevo, se toquetea un pecho y abre un poco más las piernas para tocarse mejor. Conforme veo como una manchita aparece en su tanga, que ella se chupa un pezon; y que ella empieza a gemir suavemente, aceleró el ritmo de mi paja paulatinamente.
La mirada de ella va entre mi cara y mi polla, no sale de ahi; la mía recorre todo su cuerpo, de repente abre las piernas muchisimo y me demuestra que es muy flexible...eso me pone más, se empieza a meter dos dedos; mientras se toquetea los pezones, esta gimiendo cómo loca y yo aprieto el ritmo hasta que estoy apunto de correrme.
En el momento en que yo empiezo a correrme, ella grita cómo loca; empieza a tener espasmos, aun con los dedos dentro y gime descontroladamente. Cuando ambos recuperamos la respiración y el control de nuestro cuerpo.
lo siento, ahora lo recojo. - digo, viendo el estropicio; del suelo.
no te preocupes, mañana lo hacemos. - suelta, su tanga tiene una mancha enorme y el pie de su cama un poco también; ella se mete en la cama y me abre un hueco para mi, nervioso perdido entro en la cama y me abrazo a ella.
Buenas noches, Alfonso. - suelta medio dormida con una sonrisita.
Buenas noches, Laura. - digo dándole un beso en la nuca y ella se estremece.
Por supuesto que nada más abrazarme a ella, desnudo; abrazandola y notando sus pechos junto a mis manos, mi polla ha subido y los nervios no me permiten dormir.
En una de estas...
Quítate lo que tengas en el bolsillo duro, que me lo estas clavando. - comento dormida.
si, ahora me lo quito. - susurró, para darme la vuelta en la cama; para no clavarsela
Y así es como conseguí, consiliar el sueño; en la cama de la musa de mis pajas.