Los gemelos aconsejan a Donni.

Donni y Jota Capítulo 6. Nuestro narrador tiene una conversación con dos gemelos que son sus mejores amigos.

Pasaron unos días en los que no tuve tiempo de ver a Jota. El estaba muy liado la rueda de prensa y yo tenía mucho lío en el restaurante.

No lo he contado. Yo trabajaba en un estudio de arquitectura muy conocido Pero un día tuve una crisis de ansiedad. Unos clientes nos pideron hacer  un proyecto en un tiempo ridículo. A pesar de que yo me dejaba los ojos día y noche, durmiendo dos horas diarias, y quedandome en el trabajo hasta la madrugada, comiendo poco y bebiendo solo café, mi compañero en el proyecto apenas hacía  nada. Y cuando acabamos (bueno acabé) fue él quien se llevó los méritos. Entonces estallé, diciendole  todo lo que me había callado el último mes, delante de mis jefes, de los clientes, de los becarios, los ayudantes, las secretarias.

A pesar de todo mi jefe fue relativamente comprensivo. Sabía que el tiempo estipulado para los planos había sido muy corto y que había estado trabajando día y noche. Así que me  dió unos días de vacaciones en un spa, para que descansara del estrés. Pero a mi compañero siguió sin reconocer que apenas había hecho nada. Yo volví de las vacaciones muy tranquilo. Pero todo se pasó cuando me enteré de que a ese hombre que había recibido tanto mérito como yo cuando un servidor no había visto a su familia  y amigos en un mes, por acabar los planos, había recibido una cantidad extraordianria de dinero. Entonces  volví a explotar.  Pero esta vez  no  grité. Esta vez presenté mi dimisión.

Pasé un par de semanas disfrutando de mi libertad, cuando mi padre, que tenía un restaurante, dijo que se iba a jubilar y necesitaba a alguien que se ocupase del negocio. Y me lo ofreció. Yo acepté sin dudarlo. Ahora era más feliz de lo que había sido desde que empecé la carrera. Por primera vez en mucho tiempo tenía un horario de trabajo fijo. Y  lo mejor  era aque no tenía que rendir cuentas a nadie  ni trabajar día y noche para que los méritos de mi trabajo se los quedara otro.

Volviendo al tema, teníamos todo reservado durante toda la semana y todos teníamos que arrimar el hombro. Mi propio padre salio de su retiro para echar una mano, mi madre tuvo que apoyar en la barra, mis hermanos ayudaron en la cocina. Contratamos personal extra e incluso llegamos a pedir a algunos conocidos que nos ayudaran, porque tuvimos un incidente con un choque entre dos camareros,  que terminó en un esguince de tobillo y un brazo roto.

Era tarde y yo estaba terminando de cuadrar la caja cuando llamaron al cierre, que estaba casi cerrado.

-toc toc- dijo una voz.

yo me levanté y me asomé. Allí estaban Alberto y Roberto, dos amgios míos que eran hermanos gemelos. Estaban casados, los dos con amigas nuestras comunes

Alberto tenía un hijo de 3 años, llamado Jango, que cada vez que me veía me saltaba al cuello. Yo era su padrino y le tenía mucho cariño. Era como como un hijo para mí, y el me consideraba un segundo padre porque Alberto y yo estabamos muy unidos desde pequeños. De hecho yo había sido el padrino de su boda y quien lle había presentado a Laura, su mujer, que era una de las contables de la empresa, una cerebrito.

Roberto tambien tenía hijos. De hecho estaba casado con mi amiga Rori. De hecho tenía unos mellizos de 5 años llamados Luke y Leia. Sus padres eran ambos fans de Star Wars y tenían la casa llena de figuras, libros, comics y todo el merchandising imaginable ya fuera una pearria (una soberana estupidez) o algo super útil. Los hijos ya se sabían las películas de memoria porque los padres se las contaban para dormir. Y también me querían  mucho. Yo a ellos.  La verdad es que sin los niños mi vida sería distinta. Para entretenerlos aprendí magia y malabares. Me lo pasaba muy bien cuidando de ellos.

-Donni- dijo Alberto- te venimos a invitar a venirte con nosotros este sábado de picnic. Jango quiere enseñarte como lanza ya dos pelotas. Y Laura quiere volver a probar tu tortilla de patatas.

  • Chicos, de verdad me gustaría. Pero no voy a poder.

-Ya estás con los rollos del restaurante.- dijo Roberto-te hemos dicho varias veces que cojas un segudo de a bordo, para que puedas librar los findes.

-No es eso chicos, es que este sábado Jota y yo tenemos la presentación del libro. Y luego tenemos nuestra propia celebracion- entonces solté una risita.

-O sea- dijo Alberto- que podría ser la Gran Noche...

-A ver- dijo Roberto- ya se han liado una vez...-y me miró. Yo entonces aparte la mirada-No estan importante. No hay tanta tensión ¿verdad?.

Yo seguía mirando al suelo.

-¿ha pasado algo?-dijo Alberto-

-Nos lo habría contado-dijo Roberto.

Yo no sabía donde meterme. estaba rojo como un tomate. Al final me armé de valor.

-El día que me llevó a la gala benéfica no ocurrió como os lo dije- les había contado que me había invitado y durante el baile se había declarado, no le dije nada del polvo de la mañana.

-¿Estás diciendo que ha ocurrido más veces?-preguntó Alberto.-

-¿Y no nos lo habías contado?- siguió Roberto. Era muy curioso que se turnaran para hablar. Lo mismo es cosa del escritor para dar protagonismo a los dos por igual ( comenta si has pillado este chiste aunque no sea bueno )

  • No creí que fuese importate

-Lo es-dijo Alberto-. Significa mucho. El quiere ir en serio.

-Yo quiero ir en serio con él. Lo único que le he pedido ir despacio.Le he dicho que me gustaria que esa noche se quede a dormir conmigo-Entonces los hermoanos se miraron y rompieron  a reir.- No es broma.

-Colega- dijo Roberto-, esa noche hareís más que dormir.

-No tiene porque.

-Hazme caso- siguió Alberto- Lo acabarás deseando.

-Bueno- dije- que pase lo que tenga que pasar.

-¿Estás seguro de que te gusta?- dijo Roberto-.

  • Tengo las piernas como dos flanes al pensar en nuestra cita del sábado.

Roberto  miró a su hermano.

-Estas enamorado de verdad- dijeron a la vez.

-Bueno sí. Puede que hayamos empezado muy deprisa, y aunque luego hayamos tenido una cita y no fuera una citaconvencional, pero me llevó a un a buena cena.-Alberto empezo  decir algo.- Y aunque hice el ridículo...

-...Delante de Spielberg...-matizo Roberto-

-...fue una noche muy bonita. Al principio estaba inseguro, pero luego me abrí. Le llamé "novio".

-Esperamos que todo te salga bien.

-Supongo que vendreís todos a vernos...

-Claro que si dijo Alberto.

-Les llevaré un regalo a los niños. Para que no se aburran...

-Hablando de los niños- dijo Roberto.- Deberíamos irnos ya.

-Si- continuó Alberto- Nuestras respectivas señoras nos están esperando en en el coche.

-Hemos estado con los niños en el cine. Ahora nos toca volver a casa.

Alberto y  Roberto compartían todos una enorme casa, bueno en realidad eran dos chalets adosados con una enorme parcela. Cada una de las dos familias tenía su casa que eran independientes, pero el resto lo hacían todo juntos. Alberto era abogado, Roberto era notario. De Laura ya os he hablado. Rori era guía en el museo de historia natural.

-Chicos, gracias por  vuestra visita.

-A tí, por tener esto abierto a estas horas.

Entonces mis dos amigos se fueron.

Yo terminé el papeleo. Apagué las luces y me fuí a casa. cuando llegué a la puerta me encontré una nota de Jota.

"Mañana me pasaré por tu casa temprano a darte un besito que esta noche  no he podido pasarme a verte al restaurante".

Yo la cogí y la aplasté contra mi pecho. entonces cogí el móvil y le mandé un mensaje.

"Te quiero" escribí.

entonces le vi en línea.

"Donni" escribió "tengo que decirte algo".

entonces me volvieron las inseguridades. Jota tardó un rato en contestar.

"Yo también te quiero".

Entonces todo lo deprisa que pude abrí la puerta de la casa, dejé mi abribo en el sofá y me desnudé. Iba a mandarle una foto cuando sonó el teléfono. Una videollamada.

-Jota- dije- Me pillas cambiandome. Acabo de llegar de trabajar-

-Quiero verte

-Estoy desnudo

-Pues si me dejas verte desnudo, yo tambien te dejaré que me veas desnudo.

-De acuerdo

Entones apoyé el móvil en una estantería para que se me viese mejor. Fue una de las mejores noches de mi vida. Y por la mañana mi novio vendría a vereme.

¿CONTINUARÁ...?