Los favores de Magdalena

La vida de Magdalena y de como saca su familia adelante.

1825, Magdalena una joven mujer de 27 años con una hija de 5, lleva viuda 1 año, sus medios económicos están bajo mínimos y necesita trabajo para mantener a su hija. Vive en un pueblecito español, desde que su marido murió se ha rumoreado mucho sobre ella dando ha entender que había estado con otros hombres por dinero, cosa que no es cierto, sólo es la envidia de las personas porque ella es una mujer muy atractiva.

A intentado pedir trabajo de asistenta pero la rechazan porque la ven como un peligro para los maridos y los hijos, cosa que carece de fundamento porque ella siempre ha sido muy correcta en el trato y rigurosa con su luto.

Desesperada acude al párroco como último recurso, un párroco que imparte la eucaristía en varios pueblos del alrededor y que cuenta con cierto poder gracias a codearse con familias adineradas.

Mantiene una corta entrevista con el párroco, le explica la urgencia de su caso, pero él sabe que magdalena no es muy religiosa y no accede a ayudarla al primer momento y la cita para otro día

La segunda entrevista el párroco espera a magdalena en su despacho, el monaguillo anuncia al párroco la llegada de magdalena y este le ordena al jovenzuelo que se vaya, cuando magdalena entra el párroco al verla se le llenan los ojos con su hermoso cuerpo y tan sólo por milésimas de segundo nota como su cuerpo se ha alterado. Ella vuelve a exponerle su penosa situación y derrumbándose empieza a llorar junto al párroco, este la intenta consolar acercándose a ella, le coge sus manos y las entrecruza con las suyas, en ese instante el aroma de magdalena lo embriaga de tal forma que vuelve a notar la exaltación de su cuerpo producido por semejante mujer, magdalena desconsolada se abraza al párroco y este de inmediato se retira de ella temeroso de lo que en él es capaz de provocar magdalena.

Finalmente el párroco accede a intentar buscar una casa donde pueda trabajar y así sacar a su hija adelante...

Pasaron los días y magdalena no tenía noticias de su "protector", acude de nuevo a visitarlo y se vuelven a entrevistar los dos.........

El párroco le explica que no ha podido encontrar casa alguna que la acoja y ve como último recurso que trabaje en la limpieza de la iglesia y esperar algún trabajo, para Magdalena ese era el principio de una nueva vida y acepta sumamente agradecida, tanto que se arrodilla a los pies del párroco que permanecía sentado y empieza a besarle las manos y a darle miles de gracias por su caridad, pero este gesto vuelve a provocar en el párroco aquella exaltación interior..... ese gesto fue el desencadenante que volvió a turbar al párroco y este volvió a ver a Magdalena con lujuria desatada, en ese momento de inconsciencia el se levantó la sotana dejando ver a Magdalena sus calzones que mostraban su paquete, ella muy asombrada por aquel repentino e inesperado gesto alzo la mirada buscando una explicación pero sólo encontró en los ojos de su protector morbo y lujuria, así comprendió que de alguna manera era como la muestra de agradecimiento que el párroco esperaba de ella.

En aquel corto periodo de tiempo Magdalena pensó en salir de allí corriendo, pero la imagen de su hijita se le cruzo y no tuvo más remedio que asumir aquella situación.

Así, se dispuso muy lentamente a bajarle los calzones, quedando al descubierto ante ella un rabo de un tamaño muy considerable aún afligido, posó sus temorosas manos sobre aquel miembro, cerro sus ojos como un acto reflejo de que en su corazón no quería hacer lo que sus pensamientos le dictaban llevar a cabo para salvar a sus hija.

Solamente con el tacto comprobó como el miembro del párroco despertaba de su letargo gracias a las caricias que de sus manos salía, esperaba que ese fuera el gesto que su protector esperaba de Magdalena como muestra de gratitud.

Sin darse cuenta sus manoseos eran cada vez más lascivos y el afligido aparato se convertía por momentos en algo que se le escapaba de sus pequeñas y delicada manos, por ese motivo abrió sus ojos, para que sus ojos dieran fe de lo que su sentido del tacto le decía y al abrirlos quedo sumamente sorprendida al ver que gran tamaño había alcanzado aquel afligido músculo, no podía creer lo que estaba viendo, el rabo del párroco había llegado a crecer más del triple, para entonces sus pensamientos se centraban es saber si aquella progresión no tendría fin, se sentía nerviosa y algo alterada por saber cuando y como acabaría aquella situación, pero para entonces sus ojos estaban clavados en aquello que tenía entre sus manos.

Magdalena podía oír la satisfacción que estaba provocando en el párroco y esperaba que ese fuera el final de todo (ya que ella nunca tuvo experiencia semejante) pero nada más lejos de la realidad ya que el párroco colocó una de sus fuertes manos detrás de la cabeza de Magdalena y la empezó a acercar hacía aquel grueso músculo que ella tenía entre sus manos, para entonces ella ya sentía las palpitaciones del rabo en sus propias manos, sumando el olor que se desprendía de él y al que casi tenía en su labios....

Como sin darse cuenta Magda cerró sus ojos y empezó a tragar lo que estaba entre sus manos, no sabía muy bien como hacerlo pero sus instintos actuaron por ella en esa ocasión, empezó a sentir dentro de su boca un gran calor sin duda producido por lo que en ella estaba dentro, para entonces no sentía para nada repulsa de lo que hacía, solo se dejaba guiar ya por sus instintos y estos no le ordenaban otra cosa sino que prosiguiera con la mamada.

Para cuando el párroco disparó dentro de su boca todo su semen Magda comprendió que todo se había acabado y todas las sensaciones que sentía por dentro eran nuevas para ella, sentía como su lengua degustaba el fluido viscoso de su "protector", sentía como sin darse cuenta sus pechos se habían inflamado y sus pezones estaban totalmente prietos y por último notó que su entrepierna estaba ardiente como una candela con brasas y que había mojado su ropa interior.

Toda esa situación le desbordaba y no sabía qué hacer ni decir, finalmente se fue a su casa con la gran satisfacción... de haber conseguido el trabajo que tanto deseaba para sacar adelante a su familia. (pero la situación que vivió no paraba de dar vueltas en su interior y aunque ella quisiera borrarla y ver sólo el provecho que había sacado Magda sabia que esa vivencia le había producido cosas nuevas y reacciones inesperadas)