Los favores de Katie: Capítulo 3

Katie debe cumplir lo prometido, y después de que Thomas le consiguiera una matrícula de honor en su trabajo de historia, ella debe hacer honor a su palabra y recompensarle por su buen desempeño.

Thomas no podía creer su buena suerte. Apenas había pasado un mes desde que había hecho un trato muy especial con la increíblemente linda y pequeña Katie Rich.

Mientras Thomas conducía por la sinuosa carretera en su viejo y destartalado coche, no podía dejar de mirar a Katie, la cual estaba en el asiento de copiloto junto a él.

Con su carita angelical de nariz respingona y su pelo castaño en mechas recogido en una coleta alta improvisada, Katie se veía tan hermosa como siempre. Su piel era clara y pecosa, y era increíblemente esbelta y pequeña, vistiendo con una camiseta blanca ajustada sobre un sujetador negro aún más ajustado que comprimía sus tetas en un delicioso escote, y un par de los minishorts vaqueros más diminutos que Thomas jamás visto, mostrando sus piernas suaves y cremosas hasta terminar con unos zapatos negros. Era un look casual, pero la piel que exhibía y las curvas contoneantes del cuerpo de Katie tenían a Thomas tenso dentro de sus pantalones y muy excitado por la anticipación de lo que se iba a venir.

Sin embargo, Katie parecía ajena o desinteresada, tarareando la música que sonaba por la radio y viendo pasar las onduladas colinas del campo.

Ambos eran estudiantes de tercer año de la universidad, y Thomas, que siempre había sido muy hábil y estudioso, sin esperarlo estaba sacando provecho de ese talento. Fueron exactamente esas habilidades las que llevaron a Katie a buscarlo, proponiéndole una oferta irresistible. Katie quería sobresalir en la universidad. Pero tenía una amplia vida social y no veía el sentido de perder tantas horas estudiando cuando había encontrado una forma mucho más eficiente de delegar ese trabajo. Encontraba estudiantes varones que tuvieran las habilidades estudiantiles que ella necesitaba y les pedía que hicieran su trabajo universitario por ella, a cambio de ciertos favores especiales que estaba dispuesta a ofrecer como incentivos. Favores de índole sexual.

En su primer trabajo importante para Katie, Thomas le había conseguido una matrícula de honor. Por eso Thomas ahora conducía a Katie en su coche al campo, donde tenía la intención de reclamar su recompensa.

Katie ya le había hecho una mamada a Thomas anteriormente, nada menos que en la biblioteca de la universidad, como un regalo para motivarlo a hacerlo bien. Sin embargo, para conseguir algo más, tendría que ganárselo. Y Katie había elaborado un sistema de recompensas bastante completo basado en el desempeño que hiciesen los chicos que le hacían los trabajos. Thomas creía que ella probablemente sería una excelente gerente de recursos humanos algún día, aunque dudaba que ella pudiera usar los mismos incentivos que usaba en la universidad en el ámbito laboral.

Para cada tarea, cualquier cosa con menor calificación que un bien era un fracaso, y Thomas no habría obtenido nada. Sin embargo, un bien en sí mismo sí le habría otorgado que Katie le hiciera una paja, simplemente por el esfuerzo de haber hecho el trabajo, aunque Katie tenía bastante claro que cualquier desempeño deficiente repetido en el tiempo habría hecho que Thomas fuese expulsado de su clientela. Si Thomas sacaba un notable, Katie lo recompensaría con una mamada. Después de saborear su increíblemente talentosa boca anteriormente, Thomas esperaba tener la oportunidad de poder disfrutar de ella nuevamente. Pero, en realidad, él apuntaba mucho más alto.

Por sacar un sobresaliente, Katie habría dejado que Thomas se la follara. Pero la cosa se puso más interesante cuando Thomas persuadió a Katie, en parte en broma, en parte en serio para tantear hasta donde sería ella capaz de llegar, para acordar que si él sacaba una matrícula de honor eso le daría a Thomas el derecho de follarla por el culo. Y de hecho era un culo hermoso y apretado, especialmente en esos diminutos minishorts que se aferraban a ella como una segunda piel.

Thomas en realidad no esperaba que Katie siguiera adelante con ese trato, imaginando que probablemente lo rechazaría y le dejaría follarla normalmente, con lo que él hubiese estado feliz. Pero Katie parecía tomarse los tratos bastante en serio, por lo que ahora los dos se dirigían a la orilla del lago donde ella le ofrecería su trasero. Ella no parecía especialmente complacida por ello, pero lo estaba decidida a cumplir lo acordado y Thomas apenas se podía contener de la excitación desde el momento que la recogió en su choche esa mañana.

No estaban muy lejos del lago cuando Thomas de repente sintió la mano de Katie en su pierna. Lo estaba acariciando distraídamente con sus dedos suaves y delicados, haciendo que Thomas se estremeciera cuando su erección se endureció dolorosamente hasta un estado aún más rígido.

Katie por fin parecía haber notado la excitación de Thomas porque su mano ahora se deslizaba sobre su entrepierna y frotaba y agarraba su polla a través de sus pantalones cortos. Thomas miró a Katie y sus ojos color avellana brillaron con picardía mientras le sonreía.

"Oh, cariño, me estás poniendo demasiado cachondo ahora", gimió Thomas. "Deberíamos reservarnos para cuando lleguemos al lago".

"No te preocupes, seguro que la vuelves a tener dura de nuevo cuando lleguemos", dijo Katie.

"¿Dura de nuevo ...?"  preguntó Thomas antes de aspirar de emoción cuando Katie le desabrochó hábilmente la bragueta y le sacó su polla.

Sus dedos fríos se cernieron alrededor de su falo y lo acariciaron. Thomas trató de concentrarse en la carretera.

"¿Te gusta?" preguntó Katie con dulzura.

"Joder, sí, nena", gimió Thomas. "Esto no reemplaza nuestro trato, ¿verdad?"

"Por supuesto que no, todavía recibirás tu premio", se rió Katie. "Esto se debe a que eres mi mejor estudiante. A los otros chicos no les fue tan bien en los primeros trabajos que hicieron para mí".

"¿Oh?" preguntó Thomas, divertido y un poco orgulloso de haber superado a sus "rivales" en este pequeño club exclusivo de trabajadores de Katie. "¿Y qué notas sacaron esos tipos?"

Thomas no tenía idea de quiénes eran los otros chicos, pero no pudo evitar sentirse un poco celoso de que ellos también disfrutaran de los favores de Katie. Él la habría preferido a ella por completo.

"En su mayoría notables, pero también hay uno que me sacó un bien solo. Creo que debería prescindir de ese tipo, creo que se ha distraído demasiado, hasta el punto de que no trabaja lo suficiente duro", dijo Katie casualmente mientras seguía masturbando a Thomas con su mano mientras conducían.

"Notables, ¿eh? ¿Así que has estado ... de rodillas mucho tiempo últimamente?" preguntó Thomas, respirando con dificultad de lujuria imaginándose Katie mamándosela a todos estos tipos diferentes.

"Sólo a tres o cuatro", respondió Katie.

"Wow", gimió Thomas. "Y uh, ¿dónde dejaste que ellos se...?"

"¿Se corran?" preguntó Katie, levantando una ceja.

"Uh, sí", dijo Thomas tragando saliva, mientras Katie seguía acariciándolo.

"Dos en la boca, uno en mi cara y otro en mi pecho", dijo Katie mientras se inclinaba para susurrárselo al oído de Thomas.

Thomas parecía estar a punto de desmayarse.

"¡No al mismo tiempo!" rió Katie.

"Oh, por supuesto, ya me lo imaginaba", dijo Thomas.

"¿Porque lo preguntas?" preguntó Katie. "¿Has estado echando de menos mi dulce boquita?"

Antes de que Thomas tuviera tiempo de responder, Katie de repente se inclinó hasta el asiento de Thomas y envolvió sus suaves labios rosados alrededor de su palpitante y dura polla que apuntaba hacia el techo.

"¡Oh joder!" Thomas gimió, casi desviándose carril contrario antes de corregir.

Los labios de Katie se presionaron firmemente alrededor del pene de Thomas, creando una forma ovalada apretándolo todo, que se abría camino hacia arriba y abajo mientras la linda castaña comenzaba a mover la cabeza enfáticamente, sin perder tiempo. Su lengua se deslizaba alrededor de su glande y del orificio de la punta, bañándolo todo con su saliva. Sus mejillas se hundieron mientras chupaba, y Thomas podía escuchar como su saliva chapoteaba en su boca y su polla era absorbida y se deslizaba por su boca a lo largo de su polla mientras ella le hacía la mamada.

"¡Oh sí chúpamela, Katie!" gruñó Thomas, reduciendo la velocidad del coche a una velocidad más manejable para poder echar miradas a su cabecita que no paraba de subir y bajar.

Thomas observó el magnífico cuerpo de Katie mientras su espalda se arqueaba en esa camiseta blanca ajustada, sus tirantes finos blancos contrastaban con los tirantes negros de su sujetador sobre sus hombros desnudos. Toda la parte superior de su cuerpo se movía y se contoneaba con un movimiento rítmico mientras le daba a Thomas una increíble mamada en la carretera.

Volviendo su atención a la carretera, Thomas dejó una mano en el volante para conducir y movió la otra hacia la coleta de Katie, agarrándola firmemente en su puño antes de forzarla a que se metiera su polla más adentro de su boca. Una y otra vez, empujó su cabeza de arriba a abajo en su regazo, haciendo que Katie le chupara la polla más rápido y profundo.

"¡Mmmmn! ¡Mmnnhh! ¡Hmmmnhh! ¡Hmmmnnghh! ¡Unnnhh!" gimió Katie, su voz era amortiguada por la rabiosa polla de Thomas mientras se la chupaba.

El viaje no llevó mucho más tiempo, y aunque había poco tráfico, hubo un momento en el que un conductor de camión sonriente le tocó el claxon a Thomas y le mostró al joven universitario un pulgar hacia arriba mientras miraba con lujuria la cabeza bombeante de la bonita castaña en el interior del coche, sobre el regazo de Thomas. Thomas le devolvió el saludo y le ofreció al conductor del camión una vista completa de la mamada de Katie antes de tomar el desvío hacia el lago.

Por fin, estaban llegando a la orilla del lago, y Thomas redujo la velocidad del coche mientras conducía hacia un sitio vacío y tratando de decidir sobre qué sombra de árbol estacionarse.

Mientras lo hacía, mantuvo firmemente agarrado el pelo y la cabeza de Katie, asegurándose de que le chupara la polla sin descanso.

Los labios de Katie se abrieron para acomodar el grosor del pene de Thomas, y luego, con un repentino estallido de velocidad y agresividad, Thomas le folló rápidamente la boca a Katie moviendo su cabeza hacia arriba y hacia abajo hasta que sintió con la punta de su polla su garganta, entonces empujó su cabeza más abajo hasta que notó como su glande se introducía en su húmeda y apretada garganta, por fin le estaba haciendo una garganta profunda.

Katie se atragantó ruidosamente y trató de hacer algo para recuperar el aliento, pero Thomas estaba demasiado cachondo como para contenerse ahora.

Una vez Thomas condujo en coche hasta detenerse debajo de un gran árbol frondoso, sostuvo la cabeza de Katie bien hacia abajo casi hasta sus huevos con una mano mientras la otra desesperadamente se agachaba para tocar y agarrar las tetas de Katie a través de su top blanco. Sus pechos se sentían increíbles cuando los apretaba; respingones y suave, pero firme y grandes al mismo tiempo.

Katie sintiendo como cada vez se la metía más adentro en su garganta y se iba quedando sin oxígeno, empezó a quejarse y a empujas con sus manos para poder sacar su cabeza del regazo de Thomas. Cuando este se dió cuenta de lo que pasaba, soltó la cabeza de Katie en ese momento de lucidez, la cual levanto su rostro tomando una gran bocanada de aire y salpicando a Thomas con la saliva que le corría por su barbilla.

"¡Ahhhhhhhhh! Dios casi me ahogas, ten más cuidado" espetó Katie a Thomas.

"Perdón, no me había dado cuenta, me has puesto muy cachondo, estoy a punto de correrme" Respondió este masturbándose su polla ya hinchadísima y cubierta de las babas de Katie.

"Bueno no pasa nada... te gustaría correrte?" dijo Katie una vez que recuperó el aliento, mirando lascivamente a Thomas.

"Sí por favor, en tu boca" Respondió Thomas casi suplicante mientras seguía masturbándose.

"Muy bien, puedes volver a follarme la boca, pero ten más cuidado" dijo Katie a la vez que bajaba de nuevo la cabeza hasta el regazo de Thomas.

"Joder sí" gimió Thomas una ve volvió a sentir su polla dentro de la increíblemente talentosa boca de Katie.

Nunca lo admitiría delante de un chico, pero a Katie le ponía muy cachonda que estos la usasen para su propio placer. Era un extra que se añadía a su sistema de trabajos que había montado, así ella también disfrutaba cuando daba las recompensas. Por eso no pudo evitar con una mano desabrocharse los shorts y tocarse por encima de su tanga una vez que Thomas la volvió a coger con una mano la cabeza y la otra los pechos y movía sus caderas frenéticamente para follarla la boca. Su polla entraba una y otra vez a una velocidad de vértigo, golpeando su glande contra su lengua, la cual Katie se esforzaba en contonear para propiciarle el máximo placer.

"¡Joder Katie me corro! ¡ya viene ahhhhh!" gritó Thomas mientras Katie solo podía gemir y se preparaba para lo que se venía, él la tenía agarrada muy firmemente de la cabeza y espachurraba sus tetas sin cuidado, a la vez que sentía como sus huevos se ponían cada vez más duros.

Con un último movimiento de caderas, Thomas clavó su polla a la vez que gemía de placer mientras su polla le dió un fuerte espasmo y eyaculó un gran chorro de semen directamente contra la garganta de Katie, impregnando toda su lengua y su paladar. Después de esto le siguieron otros muchos más espasmos eyaculando más y más semen dentro de la boquita de Katie, que ella recibía gustosa saboreando todo el esperma que se descargaba sobre su lengua, moviéndola sobre el palpitante glande para proporcionarle más placer.

Thomas podía sentir como se vaciaba de caliente esperma dentro de la boca de Katie, la cual luchaba por tomarlo todo y que no se saliera nada mientras gemía y se retorcía bajo su firme agarre.

"Aaaaaaaghh, sí Katie, ¡eres una pequeña chupapollas increíble!" gritó Thomas mientras bombeaba los últimos chorros de semen caliente en la boca de la universitaria.

Finalmente, cuando su orgasmo hubo disminuido, soltó a Katie y ella se echó hacia atrás para jadear en busca de aire, con rayas blancas de semen goteando de sus labios y por su barbilla.

"Enséñamelo", ordenó Thomas.

Katie obedientemente abrió la boca y mostró la generosa carga de esperma que Thomas acababa de depositar allí. Luego, con la hábil facilidad de una fellatrix experimentada, Katie echó la cabeza hacia atrás y se tragó todo, relamiendo las gotas que se hubiesen escapado por la comisura de los labios y la barbilla.

Tras esto Katie le devolvió le sonrió, todavía respirando con dificultad, y reajustando su top que Thomas casi había destrozado mientras le agarraba las tetas enfervorizado.

"Dame unos minutos para recuperarme", dijo Thomas. "¡Entonces será el momento de follarte ese culo!"

**

Katie gimió de incomodidad cuando sintió el glande de la polla de Thomas empujar contra su apretado culo detrás de ella. La pequeña castaña estaba inclinada hacia adelante sobre el capó del coche de Thomas, rodeada de un pacífico paisaje verde junto al lago y sentía el calor de los rayos del sol que se filtraba a través del frondoso árbol que había sobre ellos. Todavía tenía puesta su camiseta blanca, pero sus shorts vaqueros estaban bajados, exponiendo su culo respingón.

Thomas había perdido poco tiempo en reclamar su tan esperado premio por lograr una matrícula de honor para Katie. Después de que Katie se recuperase de la violenta follada de boca en el coche, salieron.

Hambriento de lujuria, nada más salir del coche Thomas la inmovilizó contra el costado de este y se besaron frenéticamente. Thomas buscó a tientas con sus manos de nuevo los turgentes pechos de Katie, los cuales los volvió a apretar y masajear violentamente por encima de su top mientras él se frotaba con su entrepierna contra la pequeña figura de Katie.

Una vez que sintió que se había vuelto a excitar lo suficiente y sentía que su polla comenzaba a crecer de nuevo, Thomas rápidamente empujó a Katie de rodillas y se desabrochó la cremallera. Agarrando su falo semiduro con una mano y la coleta de Katie con la otra, apuntó su polla a sus labios fruncidos y empujó su cara hacia él, hundiendo su polla en su húmeda boca.

Thomas no fue tan rudo esta vez, quería reservarse para el anal, en su lugar dejó que Katie trabajara para llevarlo a la excitación y ponerla la polla dura de nuevo. Mientras ella se la chupaba expertamente, moviendo su lengua alrededor del glande, sus labios se estiraron agrandando la forma de ovalo que formaban ajustándose al grosor de la polla de Thomas mientras se la volvía a meter más y más adentro y sus mejillas se ahuecaron mientras succionaba.

"Ahhhh, eso es Katie, estoy casi listo", gimió Thomas mientras la ayudaba a moverse, tirando de su coleta haciendo que ella se balanceara hacia adelante y hacia atrás.

Una vez su pene alcanzó toda su longitud y rigidez, Thomas se retiró de la envolvente calidez oral de Katie y rápidamente la arrastró hacia el capó del auto, donde rápidamente empujó su espalda para inclinarla sobre el mismo y apoyar su culo en una la posición perfecta para ser follado.

Katie meneó su trasero hacia Thomas, todavía vestida con sus diminutos shorts vaqueros, y con un gemido de deseo, Thomas los desabrochó desesperadamente y luego los bajó para revelar su glorioso y cremoso culo redondo.

La polla de Thomas todavía estaba resbaladiza por la saliva de Katie, y era todo el lubricante que estaba dispuesto a usar, no podía aguantar más. posicionándose detrás de Katie, se colocó a sí mismo y su gruesa polla justo en la raja de sus nalgas. Luego, empujando lentamente hacia adelante y con la guía de su mano, comenzó a presionar la punta de su polla contra su ano, sintiendo que se abría muy lentamente ante él.

Katie gimió y luego jadeó con obvio dolor cuando la gorda cabeza de su polla finalmente fue empujada dentro de ella, pero para Thomas la sensación de la carne apretada a su alrededor fue exquisita.

Ciertamente valió la pena trabajar tan duro para obtener una matrícula de honor.

Mientras Katie respiraba con dificultad y trataba de adaptarse a la sensación de tener una polla dura dentro de ella desde atrás, Thomas agarró la pequeña cintura de Katie donde terminaba su camiseta blanca y la atrajo más hacia él.

Katie dio un grito de agonía cuando otro centímetro de la polla de Thomas penetró dentro de ella, y Thomas gimió de placer en el mismo instante.

Ahora con los ojos abiertos como platos y enloquecido por un hormigueo de placer que le producía cuando el respingón culo de Katie se apretaba alrededor de su virilidad, Thomas agarró a Katie firmemente por la cintura y las caderas y comenzó a empujar hacia adelante y hacia atrás en su trasero. Cada embestida, lenta pero segura, lo incrustaba más y más dentro de ella hasta que más de la mitad de su longitud se hundía entre sus acolchadas nalgas.

Katie estaba obviamente disgustada, maldiciendo y murmurando insultos, pero parecía haberse armado de valor y no le pidió a Thomas que se detuviera.

Aunque si lo hubiera intentado no habría servido de nada ya que Thomas estaba demasiado perdido en su lujuria como para contenerse ahora. Una y otra vez empujaba, introducía y penetraba su polla hasta que llegó a un buen ritmo, realmente follándose a Katie por el culo detrás suya tal y como es debido. Ya no era lento y constante, sino duro e implacable, incluso sacudiendo un poco el coche mientras sus cuerpos se estremecían juntos.

Katie trató de incorporarse un poco, intentando encontrar una posición más cómoda, pero Thomas no estaba de acuerdo; este era su premio. Alargó la mano para agarrar la coleta de Katie otra vez, tiró de su cabeza hacia atrás, haciendo que su espalda se arqueara y procedió a penetrar el ano de Katie con salvaje velocidad y fuerza.

Katie gritó y chilló incoherentemente, y Thomas hizo una pausa para echar un vistazo rápido a su alrededor para asegurarse de que todavía estaban solos, antes de reanudar la follada anal.

Apenas habían sido un par de minutos, pero el culo de Katie estaba tan apretado y la follada desenfrenada que le estaba dando a esta linda universitaria fue demasiado para Thomas. Podía sentir sus huevos apretarse y endurecerse, y sabía que se correría pronto de nuevo.

"Dios mío Katie me voy a correr en tu culo" anunció Thomas mientras movía sus caderas casi con desesperación, penetrándole el ano con toda la longitud de su polla, metiéndosela entera, bien adentro en cada embestida que le daba.

Katie apenas pudo contestar a esa declaración de intenciones, Thomas le estaba tirando fuertemente del pelo y tenía su vista clavada en la copa del árbol bajo el que se habían refugiado del sol, sintiendo como le rompían casi literalmente en cada embestida, y ahora que estaba cerca del éxtasis, Thomas se movía como un loco penetrándola a gran velocidad. Su ano parecía que ya se había adaptado a su grosor y entre el dolor también sentía cierto placer, gritando y gimiendo por igual, balbuceando cosas sin sentido en pleno éxtasis y frenesí.

Unos segundos después Katie pudo notar como la polla de Thomas se volvía aún más gruesa y dura y supo que ya se iba a correr, haciendo se sintiese un extraño calor y placer dentro de ella, ya que no había dejado de volver a tocarse el clítoris una vez se había acostumbrado a las embestidas de Thomas. Entre gemidos de placer y alaridos, soltándole la coleta a Katie y agarrando firmemente sus caderas, Thomas embistió con más fuerza que las anteriores e introdujo lo máximo que pudo su pene en su interior, para poder disfrutar al máximo de la primera eyaculación de caliente y espeso semen le estaba dando su orgasmo. Katie por su parte comenzó a sentir un extraño y excitante calor en su vientre, que junto a su masturbación y oír los gemidos de Thomas hizo que ella también llegara al éxtasis retorciéndose esta vez de placer, mientras Thomas le daba embestida tras embestida cada vez que introducía más chorros en su interior. Las cálidas y apretadas paredes del culo de Katie le proporcionaban a Thomas un placer indescriptible, eyaculando aún más cantidad de semen que la primera vez, sintiendo como se vaciaba dentro de su culo. Los espasmos que sentía Katie en la entrada de su ano poco a poco fueron disminuyendo de intensidad, notando como Thomas se iba relajando lentamente, hasta caer rendido sobre la espalda de ella, sudando del cansancio y de la excitación del momento.

Su polla se fue ablandando poco a poco hasta salir deslizando del culo de Katie, haciendo que de su interior comenzaran a gotear hilos de semen que acababa de ser introducido en su interior, resbalando parte por sus piernas.

Thomas se tumbó sobre el capó del coche boca arriba y sonrió a Katie.

"Recuérdame, Katie, que siga haciéndote favores", gimió Thomas, mientras ella estaba aún tumbada boca abajo, con las piernas separadas, el ano enrojecido de la fricción, y su vientre lleno de su semen que se iba resbalando poco a poco goteando fuera hacia el suelo.