Los extraños del cielo 5
Jose tendrá que ceder a las peticiones de Miska
Irene abrió los ojos, lo primero que vio fueron decenas de ojos gatunos que la miraban, su primer impulso era tapar su cuerpo desnudo.
Reconocia a esos felis, eran de la tribu de Miska, reconoció al gato grande y marron con la mancha azul en la espalda.
Irene se puso en un rincon, asustada ¿la devoraran? ¿Qué le haran?
El gato marron acarició curioso uno de los senos de Irene, la cual, le respondió con una bofetada, un debil maullido hizo que todos se giraran.
El anciano observaba la placa y a Irene, le hizo una reverencia y dio a la tribu lo que parecia una orden, todos fueron y prepararon la mesa y sentaron a Irene junto al anciano.
A medida que comian, el anciano la miraba a los ojos, la señalo con el baston y luego señaló la mujer de la placa y luego al tercer planeta.
-s-si, venimos de ahí – dijo Irene sin esperanza de que la entendieran.
El anciano se señaló a si mismo y señaló el ultimo planeta.
-no no, sois de mas allá de nuestro sistema solar, mierda, ojalá pudiera entender vuestro lenguaje.
-no, no voy a llevarla con nosotros – decia Jose furioso.
-no hay más remedio, puede que se llevaran a Irene para intercambiarla por ella, va a venir con nosotros – dijo el comandante.
-¡esa cosa casi mata a Irene! – gritó José.
Un bofeton de Maria hizo que Jose se calmara.
-¡si te importa Irene lo haras! – dijo Maria.
Jose tuvo que rendirse ante la eminencia, abrió la celda de Miska y le dijo.
-llevanos ante tu tribu.
Miska movió de forma negativa la cabeza, dejando a todos mudos de asombro, Miska entendia su lenguaje.
Olga se acercó a Miska y le dijo con suavidad.
-nuestra, amiga, prisionera, tribu tuya, nosotros, querer, recuperarla.
Miska señaló a Jose, luego se señalo a si misma y señalo su vagina y rodeó su vientre con sus manos.
-no, puedes, quedarte preñada – dijo Olga intentando razonar con Miska.
La respuesta era la misma.
Todos miraron a Jose, el se negó en redondo.
-¿quieres llevar sobre tu conciencia la muerte de Irene? – dijo Maria.
José apretó los puños y se llevó a Miska a su dormitorio.
Arrojo a la felis a la cama y se puso frente a ella.
El la miraba furioso.
Ella lo miraba asustada, pero sumisa.
Sus piernas se abrieron lentamente.
Jose se desabrochó los pantalones y sacó su verga.
-¡¿es estó lo que quieres?! – dijo Jose furioso.
Miska lloraba asustada, pero se mantuvo abierta, sentia el odio del macho del cielo.
Sintió como la penetraba violentamente oia palabras cargadas de odio, pero siguio siendo sumisa.
-¡¿te gusta gata apestosa?! ¡¿te gusta?! ¡te vendere a la tierra como la puta que eres!
Miska lloraba de dolor y de tristeza, pero Jose era su macho, el futuro padre de sus hijos.
Su destino.
Jose eyaculó dentro de Miska, la cual, adolorida, se incorporó, se secó las lagrimas y se fue tambaleando fuera de la habitacion.
Cuando Jose salió, todos lo miraron sorprendidos, lo veian siempre como una persona pacifica, nunca como una bestia rabiosa.
-¡¿Qué?! – preguntó Jose.
-nada, sigamosla – dijo el comandante.
Irene se despertó, era de dia, con cuidado de no despertar a las criaturas, salió de la cueva.
Le dolian las piernas por los mordizcos de los felis infantiles con los que habia estado jugando, al salir, se encontró con el felis de espalda azul.
Se masturbaba.
El captó su presencia y se alejaba, pero ella se acercaba curiosa.
Estaban demasiado apartados en el bosque, Irene habia perdido de vista al felis de espalda azul, notó que un depredador le observaba.
Irene sentia que seria su fin.
Pero en el momento en que el depredador iba a saltar, el felis de espalda azul saltó sobre el depredador.
La pelea fue encarnizada, bufidos y gruñidos sonaron por el bosque.
Al final Gorgon salió tiunfante, tenia varias heridas que el no le dio importancia.
Pero Irene fue a intentar sanarlas, vio plantas que identificó como curativas y se las puso al felis, al principio el felis sintió dolor, pero sentia que le hacia bien.
Acariciaba suavemente los cabellos de Irene, ella miró los ojos de Gorgon.
Entonces, inconscientemente, acarició su entrepierna.
Gorgon intentó apartarla pero Irene insistia, sentia como crecia el vigor de Gorgon.
Era grande, más que la de Jose, sentia miedo, pero…
Ella sonrió picaramente, su venganza por haberse acostado con esa gatita.
Abrió la boca y engullió el vigor de Gorgon, el cual se asustó pensando que lo devoraba, pero sintió el placer en esa extraña boca que succionaba con ganas su miembro masculino.
Irene le cogio la mano y la colocó en su cabeza, le gustaba que la dominasen Gorgon entendió lo que queria y marcó el ritmo.
Irene se excitaba con ello y empezo a tocarse mientras notaba el sabor extraterrestre que tenia en su boca, al cabo de un rato Gorgon aceleró el ritmo, Irene sentia que se ahogaba hasta que sintió la abundante leche en su boca.
Gorgon cayó agotado, pero con el pene erecto mientras Irene recobraba el aire, al verlo, saboreó picaramente el semen que tenia en sus labios y se colocó encima de el.
Gorgon vió agotado que Irene se colocaba el vigor en su entrada y lentamente entraba en su interior, vio como se movia, como el vigor del felis invadia el interior de la humana.
Irene le cogió las manos a Gorgon y las puso en sus pechos mientras seguia botando, nunca habia sentido algo que la llenara tanto, podia sentir el orgasmo que se acercaba.
Miska estaba delante de los humanos, notó el olor de Gorgon junto a la erg.. hembra, al acercarse, Miska vió la escena de Irene sobre Gorgon.
Miska sonreia y llamó a Jose.