Los dientes de ratita

Mientras Daniela satisface a su novio, su tío les espía.

Los dientes de ratita.

A Longino y Javiet que me pidieron una historia de este estilo.

Daniela está feliz acostada junto a Pablo, han hecho el amor, y ahora se dan a los mimos. No creía poder querer tanto a alguien, desde que empezaron a salir, todo ha sido más y más. Es guapo, gentil, listo, tiene dinero y futuro que quiere compartir con ella y una pija majestuosa que sabe usar hasta sacar la mejor música de su cuerpo.

Pasa la mano por el pecho del hombre, le gusta su vello, el suficiente para ser viril sin ser un oso, lo acaricia, juega con el pelo, pellizca los pezones masculinos.

- Nena, me encanta, por favor sigue y juega con tu chico.

Toca la verga, pese al ejercicio a que ha estado sometida, todavía está gorda aunque ha perdido dureza. Decide hacerle un regalo. Juega con sus pechos generosos rozando el costado de Pablo para que note los duros pezones contra su piel, mientras se incorpora sobre su antebrazo y baja la cabeza hasta el torso del hombre. Lo lame, su lengua sonrosada va dejando un reguero de una cima a la cima gemela . Luego comienza a mordisquearle. Sus blancos dientes se clavan en la carne. No tiene prisa, quiere disfrutar de las mordidas, como si fuera una ratita comiendo un queso y el queso son los pezones del macho. Al principio lo hace suave, pero va aumentando la presión, hasta que Pablo le gime:

-

Me haces daño.

- Pero te gusta.

Y muerde la punta sobre el corazón como si fuera a comérselo.

- Loca...para.

Daniela agarra la verga, abandona el pecho del hombre y sigue una cadena de lametones, besos y mordiscos camino del arma del macho. Se detiene en el ombligo, mete la lengua taladrando el pequeño agujero, luego avanza en el camino que el vello de hombre lleva a la verga.

La ventana esta semi abierta, son las cinco de la tarde, y alguien les espía. Ricardo desde la terraza de su casa no pierde detalle de los jóvenes desnudos. Le apetece su sobrina, la hija de su hermana María Luisa, le ha visto crecer desde que era una mocosa hasta que empezó a convertirse en una mujercita con unos pechos de infarto. Sabe que no está bien espiarla, pero le gusta y le excita. Es un afrodisíaco que le sirve para su vida cotidiana. No tiene quejas con su mujer, Tina, que atrae a los hombres como la miel a las moscas, con sus piernas largas, su culo prieto, su cuerpo de corredora, guapa y con esa cara de viciosa que le enorgullece, pero tiene poco pecho, no como las tetazas de su sobrina, unas lolas que siempre le han impactado, tan grandes, tan duras, tan tiesas. Se toca la verga bajo el chino.

Daniela juega con el vello púbico de Pablo, tira de él con los dientes. Se levanta, se estira poniendo las manos en la nuca, para que él pueda contemplar en todo su esplendor los senos erguidos , orgullosos de su potencia. Se sienta sobre la pierna de hombre, recién pasado el tobillo, allí el hueso con tan poca carne le sirve para masturbarse, cuando apoya su vulva jugosa en él. Los labios depilados y su clítoris sienten los pelos del hombre.

Se inclina para que sus pechos acaricien los muslos de su pareja, juega con ellos, mientras se balancea pajeándose. No ha soltado la pija ya dura y enorme de su novio. La lame, le agrada el sabor a semen y a sus flujos ya secos , es fuerte , un poco acre, le hace el efecto de un afrodisíaco. Sabe que no lo puede morder, pero sí recorrer toda el arma con sus labios y sus dientes. Lo hace una y otra vez.

Ahora la carne empalmada está cubierta de su saliva . Se mete el cipote en la boca.

Ricardo se masturba, no quiere correrse, sólo excitarse al máximo para luego follar a su mujer, que ha salido a trotar. Sonríe pensando en cómo la mirarán los hombres cuando con shorts y musculosa , calzada con sus nikes pase delante de ellos con el busto libre , pequeño, pero sabroso, saltando bajo el fino algodón. Vendrá caliente, le pone cachonda correr. Todavía tiene tiempo para seguir mirando a su salvaje sobrina.

Dani mama la verga de Pablo. Los labios , la lengua, los dientes juegan en darle placer, placer que ella se administra restregándose contra la pierna de él. Nota que está muy a punto, tiene miedo de hacerle daño con el espasmo de su explosión. Así que acelera los movimientos de la mano que menea la polla para hacer que salga la leche ya.

  • Nena, sácame toda.-

oye pedir al hombre.

Y lo hace, siente como su boca se llena con el esperma del macho, sigue hasta que se da cuenta que no sale nada más. Y entonces ella se apura para llegar, apenas unos segundos, llena de su semen , sin tragarlo, alcanza su orgasmo. Y se deja caer sobre Pablo y le besa para que ambos compartan la leche de la vida.

Ricardo se da cuenta que la mamada ha terminado, queda el espectáculo de los cuerpos desnudos de nuevo abrazados. Oye como se abre la puerta y baja hacia el dormitorio que está en el primer piso. Entra Tina,sudada, le da un beso rápido en los labios y va al baño.

-

Cariño, voy a ducharme que vengo toda sudada.

Se desnuda a la carrera, mientras deja abierta el agua para que se vaya calentando. Ricardo ha entrado en el baño, la ve desnuda, alta, muy alta, hermosa, con el pelo negro corto, parece una adolescente pese haber tenido una hija. Los pechos pequeños, el culo prieto , bien parado, las piernas largas, el pubis depilado, va a follarla, quiere quitarse la calentura.

Ricardo se quita el buzo y el chino . Tina se da cuenta de lo que quiere su marido. Es tan infantil: un enorme y feo oso. La cara redonda de muñeco, la nariz torcida, más bien feo, lleno de pelo, grande, muy grande, con lo grande que es podía tener una polla en proporción , pero es normal, tirando a pequeña. Ella de soltera ha conocido mejores armas, no desde que se puso de novia con Ricardo, ella una chica humilde, él heredero de una serie de supermercados, en uno trabajaba ella de cajera, sabía que era su oportunidad y la agarró. Dejó todo por subir y había subido, ahora era la “señora”, la que mandaba y controlaba una pequeña cadena de súper.

No le apetece coger, está en los últimos días del período. Lo ve venir empalmado.

-

Mi vida estoy con la regla....-

sabe que tiene que darle una compensación.-

No pongas esa carita, que tu esposa te puede dar un gustito muy lindo.

Anda ven conmigo a la ducha.

Ricardo le hace caso, se acerca a la tina donde cae el agua caliente sobre el cuerpo desnudo de su mujer. Ella le besa y se restriega contra él. La lluvia les empapa y les envuelve en una nube de vapor cuando Tina cierra la mampara, no le apetece secar mucha agua del suelo del baño. El hombre la tiene abrazada y la devora poseído de lascivia acumulada, la de su sobrina y la de su esposa.

Le tiene la verga bien agarrada, la acaricia metódicamente , simulando pasión.

-

¿ Quieres que te la chupe?-

le pregunta mimosa.

Ricardo recuerda la mamada que ha espiado y contesta con casi un grito.

-

Sí.

Tina se arrodilla, procurando no caerse, acerca su cara a la polla erguida que, como un árbol en medio de la mies mojada por la tormenta, surge entre la enorme pelambrera de su marido. Se la mete entera. Le cabe sin problemas, pijas más grandes ha chupado cuando era joven. Casi no puede usar la mano, le va a costar más sacarle la leche sólo con la boca. Se dedica a ello, se esfuerza usando los labios como agentes del deslizar por la verga. Piensa que ojalá esté muy caliente para acabar cuanto antes, le molesta el roce de las rodillas contra el piso de la ducha, justo se ha ido a colocar sobre uno de los salientes que tiene el fondo para no resbalarse. Se concentra en el glande, queda un poco de pija fuera de la boca , usa los dedos para acelerar el ritmo ….POR FIN

-

Auuuuu-

suelta Ricardo como si fuera un enorme mugido.

Tina deja que el semen le moje la cara y el cuello, se levanta y le besa, para entonces el agua se ha llevado la leche del macho.

Él retira la piel del prepucio limpiando los restos del polvo.

-

¿ Sales y así me puedo duchar bien que necesito jabón?

- Bueno, mi vida, salgo me seco y te voy preparando algo para comer.

Tina se queda sola en la ducha. Se enjabona sin prisas , deja que las manos acaricien su cuerpo. Piensa en su vida actual, vive bien pero sabe que le fata algo: sexo apasionado . Se ha ido convirtiendo en una mujer frígida, sólo encuentra satisfacción cuando se masturba y tampoco lo hace tantas veces. Libera sus energías corriendo, cada vez más rápida, cada vez más tiempo, anda dándole vueltas a participar en el próximo maratón. Decide hacerse una paja, ¿ en quién puede pensar? ¿quién le gustaría tener al lado para que compartiera su gozo?.

Le viene a la mente Luís , su sobrino. Está en sazón , 19 recién cumplidos, debe ser insaciable. Y los dedos en el clítoris le llevan al placer solitario que la relaja.

Este relato, al igual que los anteriores (La reina , La cazadora y La delantera prodigiosa, Cuñadas ) , pertenecen a una serie de historias encadenadas que la autora quiere escribir, donde el último personaje es el protagonista del siguiente.

¿Cuál es la idea? Un hombre entra en el mundo que gira alrededor de Marisa, donde surgen muchas historias con distintos protagonistas, en las que el sexo tiene su altar

A la autora le gustaría que

l@s

lector@s

opinen sobre los personajes, cuales les gustan más, cuales menos, y si quieren aportar alguna idea de lo que puede ocurrir.

La historia dará saltos, los relatos serán independientes, pero intentarán ser reflejo de un mundo que gira al redor de Marisa y su familia y el “forastero”

Gracias de antemano por vuestros comentarios e ideas.