Los deslices de mi esposa silvia

Cuando tienes una hermosa mujer que disfruta del sexo y la rutina se apodera de la relación, puede pasar de todo. contiene infidelidad, voyeur y tríos. espero disfruten de la historia

- LOS DESLICES DE MI ESPOSA SILVIA

Buenas a continuación me presento soy Marcelo asiduo lector y escritor de esta apasionante página.

Mi mujer Silvia y yo formamos una pareja exquisita nos consideramos jóvenes aunque llevamos una eternidad juntos, ella tiene 37 años y yo 43, somos padres de 2 hermosas hijas que se parecen a su madre físicamente una barbaridad  aunque realmente aparentan ser mayores !y cómo no! Al igual que su madre levantan pasiones allí por dónde van.

Silvia es mi esposa, una mujer despampanante que haya por donde vaya no deja indiferente a nadie, tiene unas bonitas curvas que sabe lucir y que le encanta lucirlas, y sinceramente a mí que las luzca, de mirada felina con unos ojos verdosos que hacen que te derritas cuando te mira, y a pesar de haber sido madre de dos hermosas hijas conserva un tipazo descomunal, sin un ápice de grasa, vientre plano y piernas infinitas, no en vano mide 1,76 adornado con unas bonitas curvas,  que como he dicho le gusta lucir.

Cuando se pone en plan de guerra se convierte en un auténtico imán para las miradas, un volcán sexual que atrae a los hombres como el azúcar a las moscas.

Es una mujer de armas tomar, a la que le encanta el sexo, es muy ardiente y sé que me ha sido infiel muchísimas veces, pero la quiero con locura y acabo perdonándole todo, además como he dicho al principio llevamos toda la vida juntos y hace tiempo que la rutina se instalo en nuestras vidas y a pesar que hemos intentado todo para avivar la llama sé que no es suficiente para ella, siempre quiere más, es insaciable, es una mujer adicta al sexo, a una buena polla y al morbo de lo prohibido, ni ella misma es consciente de la influencia y la necesidad que tiene el saberse deseada, es caprichosa y decidida, cuando tiene un objetivo no hay nada que se le ponga por delante ni mucho menos hombre que se le resista.

Así pues hoy les contaré lo sucedido cuando fui con mi esposa a una cena de trabajo, normalmente solemos organizar de vez en cuando cenas informales entre los compañeros y varios jefes de sección para organizar los planes comerciales a realizar con determinados clientes.

En esta ocasión nos dieron la opción de poder ir con nuestras parejas ya que el plan prácticamente estaba preparado y organizado y era una excelente escusa para vernos fuera de las horas de trabajo y hablar de forma más distendida e ir conociéndonos fuera de las oficinas.

Cuando salíamos de casa me fijé en el atuendo que se había puesto mi mujer para la ocasión y casi me da algo, sabía que siempre le gustaba vestir de manera sensual y provocativa, ser el centro de atención, disfrutaba provocando situaciones morbosas y sobretodo subidas de tono y  también sabía que a mí me encanta, pero joder no estaba seguro de que hoy fuese el momento ni el lugar adecuados.

Se había puesto un vestido corto color azul oscuro de una sola pieza, por encima de medio muslo, con un gran y generoso escote delantero, con la espalda desnuda hasta el nacimiento de su redondo y duro culo, sabía que no le gustaba llevar ropa interior, aunque al subir al coche vi que esta vez por lo menos se había puesto un tanga también de color azul como el vestido, supuse que sería de esos de hilo que se pierden entre los cachetes de su duro culo y que tanto le gustaba usar a mi dulce esposa.

Ella al ver como la miraba me sonrió y me miró con esa mirada suya divertida, seguramente intuyendo lo que estaba pensando.

Silvia:" que pasa papi, ¿acaso no te gusta cómo me he puesto para ti?"

Yo:" cariño me encanta pero recuerda que es una cena de empresa y me conocen todos los presentes"

Silvia" por eso mismo me he puesto así, quiero que seas la envidia del trabajo, que todos tus compañeros te envidien por la mujer que tienes"

Y diciendo esto se acercó a mí y me planto un beso en los labios, en los que pude sentir esos firmes pechos con sus duros pezones marcados en la tela del vestido dejando a las claras que no llevaba sujetador y que por el motivo que fuese, esta cena la excitaba.

Cogimos el coche y durante el trayecto la miraba de manera furtiva, reconozco que estaba espectacular, radiante y con ese brillo en su mirada que me gustaba y asustaba a partes iguales.

Cuando llegamos al lugar ya habían llegado prácticamente todo el mundo, éramos los últimos.

Al entrar vi que prácticamente no habían venido mujeres, y las pocas que habían no le hacían sombra a mi mujer, por lo que en pocos minutos paso a ser el centro de atención de todos los allí presentes.

Cuando la fui presentando a mis compañeros, pude ver como estos la miraban de forma descarada e incrédulos por el atuendo elegido para la situación, sin importarles que su marido, ósea yo estuviese allí presente, me sentía violento, no disimulaban su deseo e incluso hacían comentarios en mi cara groseros y obscenos, sin dejar de contemplar la anatomía de mi esposa.

Mientras yo no estaba nada cómodo, no tenía dudas de que mi mujer estaba en su salsa, teniendo la atención de todos mis compañeros, siendo  atendida y agasajándole los oídos con todo tipo de piropos, todos los hombres estaban pendientes de ella y ella se sabía el centro de atención.

Le presente a varios de mis compañeros, con los que tenía más confianza, hasta que vi como se acercó mi  jefe, atraído por mi mujer, sin perder detalle de su figura, vi como inspeccionó a mi esposa  de pies a cabeza de una forma morbosa y lujuriosa, disfrutando con lo que veía, aunque a diferencia de mis compañeros este lo hizo de manera discreta y desde la lejanía, cosa que agradecí.

En cuanto le presente a mi jefe, vi como saltaban chispas entre ellos, mi jefe es un hombre que se conserva físicamente bien, con muy buen porte y al que le gusta vestir de manera elegante y hoy no era una excepción, y mi esposa no tardó mucho en coquetear con el de manera descarada, sin importarle que no solo yo estuviese presente sino varios de los compañeros con los que tenía más confianza y que le acaba de presentar, haciéndole las delicias y dejándome a mí en una situación realmente incómoda.

Reconozco que cuando mi mujer se pone así mis sentimientos se enfrentan, por un lado la odio y me la llevaría arrastras de allí ya que me siento humillado y fuera de lugar, pero por otro me encanta, porque se que en el fondo me quiere a mí, es mi mujer y siempre termina viniéndose conmigo, dejando a todos los presentes con una cara de frustración y envidia, es en ese momento cuando mi ego se eleva, cuando siento que todos me envidian por la mujer que tengo y en ese momento querrían cambiarse por mi y poder disfrutar de los placeres carnales con mi esposa, pero solo uno lo hace y ese soy yo.

Aunque reconozco que alguna vez la situación se le va de las manos... Y es ahí cuando me doy cuenta que la quiero y me engaño diciéndome que sólo es sexo, que lo nuestro es mucho más, que nos queremos y que nada va interponerse entre nosotros.

Lo peor de todo es que cada vez más a menudo esas situaciones se repiten, y extrañamente cada vez me importa menos que ocurran, es más me doy cuenta que en el fondo quiero y deseo que pasen, lo que me fastidia mas es reconocerlo abiertamente, no sé porque pero en mi interior hay una pelea de sensaciones y sentimientos encontrados, y aunque reconozco que con determinados individuos sí que me fastidia más, al final siempre siento que la curiosidad y el morbo dominan en mi lucha interna.

Cuando ya estuvimos todos, cada uno fue a su correspondiente mesa y comenzamos a cenar, en nuestra mesa estaban dos compañeros que habían venido solos, el jefe su esposa y nosotros.

La cena transcurrió de manera amena y tranquila las mujeres parecieron hacer buenas migas y se las veía conversar y reírse a gusto mientras yo estuve de tertulia con mi jefe y los compañeros.

Cuando terminamos de cenar después de los postres nos invitaron a desalojar la sala y cambiar a otra, no estaba lejos pero si era más oscura, con una enorme barra dónde podríamos pedir lo que quisiéramos ya que había barra libre, mientras un grupo de música amenizaba la velada con música pachanguera.

A mi mujer le encanta bailar y en cuanto los vio me cogió por el brazo y me llevo a mitad de la sala para bailar con ella, cosa que hice gustoso y momento que aproveche para preguntarle qué tal lo estaba pasando.

Yo:"que tal cariño ¿cómo te lo estás pasando?"

Silvia:"bien, está muy bien"

Yo:" me alegro, pero por favor deja de tontear con mi jefe, me he fijado como coqueteabas con el" "su mujer está aquí y no me parece oportuno"

Mi mujer cuando le dije esto último me miró con esa mirada que solo ella sabe poner y que a mí me vuelve loco y me preguntó de manera muy sensual casi en un susurro.

Silvia:"¿Y si su mujer no estuviese?""¿No te importaría que tontease con él?"

Yo me sonreí de forma nerviosa, esa mirada suya con esa cara de viciosa que ponía me desarmaba, y varias veces habíamos hecho el amor fantaseando que estábamos con otras personas, ella sabía que a mí era una fantasía que me encantaba, pero solo era eso una fantasía.

Silvia ante mi respuesta o más bien mi reacción, siguió con el tema.

Silvia:"aquí hay mucho material y no han venido acompañados...."" Si flirtease con alguno... ¿Te molestaría?"

Yo:"Silvia por favor, son mis compañeros, no seas zorra"

Silvia:"¿Eso qué quiere decir?""No me has contestado"

A pesar de que sus preguntas me turbaban, mi polla se estaba poniendo dura, yo empezaba a sentirme incómodo, y ella lo sabía, y le hacía gracia cuando me ponía así.

De manera diestra y sin que nadie pareciese darse cuenta me tocó mi polla suavemente por encima del pantalón, vi como me miraba divertida y acercándose hasta mi oído, me dijo entre susurros.

Silvia:" Nuestra amiga ya me ha respondido"

Yo no podía articular palabra, estaba bloqueado, inmóvil, como un pasmarote, solo podía sonreír como un bobalicón, miraba a todos lados para comprobar si alguien nos estaba mirando, estaba muy nervioso por todo pero en el fondo deseaba ver cómo Silvia jugaba con alguno de ellos y luego viesen como el que se iba con ella era yo, pero si la cosa se iba de las manos eran mis compañeros de trabajo y eso se podría convertir en un infierno para mí, la situación en mi trabajo podría ser insostenible.

Mientras yo estaba pensando eso no me percate de que mi jefe venía por detrás para indicarme que lo acompañase a un lugar más tranquilo para poder hablar de unos temas que teníamos pendientes y urgentes.

Y mientras me decía esto mi mujer se despedía de nosotros con la mejor de sus sonrisas y se fue directa a la barra con los dos compañeros que habían estado en nuestra mesa.

Antes de llegar frente a ellos se volvió para mirarme y justo en ese momento cuando nuestras miradas se cruzaron, vi como en su mirada se reflejaba la lujuria y el deseo, esa es la mirada que me encantaba y me asustaba a partes iguales, tuve claro que estaba excitada y que algo iba a ocurrir, mientras yo me alejaba con mi jefe en la otra dirección, sin hacer mucho caso a lo que me decía ya que mi cabeza ahora mismo estaba en otra cosa.

Nos metimos en un reservado en la parte alta del local, lo que nos permitía ver todo lo que abajo estaba pasando, sin ser vistos, en la zona de baile apenas había 5 o 6 parejas, mientras que en la barra estaban prácticamente todos los que no habían ido sin mujer o estaban solteros, y ahí estaba mi esposa, con los dos compañeros que habían cenado en la misma mesa que nosotros.

Se les veía distraídos enfrascados en una conversación amena, a simple vista no parecía nada raro.

Ni siquiera me di cuenta que mi jefe había dejado de hablarme y se había puesto a mi lado observando en la misma dirección que estaba mirando yo y echándome una de sus manos por mis hombros en señal de amistad y compañerismo me dijo.

Jefe:"anda campeón vete con tu mujer, es muy linda y está muy buena como para dejarla ahí sola con tanto lobo hambriento"

Yo lo mire y ambos nos sonreímos, y rápidamente volvimos a mirar para la barra dónde se supone que estaba mi esposa.

Justo en ese momento vimos como se dirigía a la sala de baile con uno de los compañeros que estaba en la barra.

No tardaron mucho en ser el centro de atención, por los movimientos de mi esposa, esta se movía de manera espectacular y muy sensual, descuidándose a veces y dejando ver unas vistas inmejorables de su anatomía.

El compañero de baile lejos de bailar se le veía más preocupado por buscar el roce con mi esposa y disfrutar de las vistas que de bailar.

En esas estábamos cuando el otro compañero apareció por detrás y se unió a la fiesta, mi esposa lejos de molestarse les regalaba la mejor de sus sonrisas, se la veía muy zorra, ellos se sonreían y hacían un sándwich con mi esposa.

Yo viendo el percal me despedí de mi jefe invitándolo a comer en mi casa para terminar de hablar lo que teníamos pendiente y si el día acompañaba darnos un baño en la piscina.

Tras darle la dirección me despedí y salí en estampida a por mi mujer.

Cuando llegue a la pista de baile mi mujer ya no estaba y lo que más me incomodaba es que mis compañeros tampoco, justo en ese momento un sudor frio recorrió todo mi cuerpo.

La verdad es que estaba preocupado, joder ¿Otro desliz? Y ahora con mis compañeros de trabajo, esto no podía seguir así, mi cabeza ya estaba dejando volar mi imaginación, la imaginaba provocándolos y excitándolos como solo ella sabe hacerlo y estos animados por el alcohol y las proposiciones de mi esposa dando el paso...

Estaba angustiado y excitado a partes iguales esto me lo tenía que hacer mirar no era normal, fui a los baños con la esperanza de que estuviese allí pero no la encontré ni en los baños de hombres ni en los de mujeres, ni a mi esposa ni a mis compañeros, mire en varios apartados pero no había señales de ellos, y llamarla al móvil no tenía sentido ya que cuando se pone esos vestidos no le gusta llevar bolso por lo que el móvil supuse que estaría en casa.

La verdad es que estaba preocupado, no sabía qué hacer, así que fui a la barra y cuando ya iba a salir del local, la vi aparecer con mis dos compañeros, sonriéndose y hablando de manera animada y divertida.

Mis compañeros me saludaron desde la distancia, y no sé si ya eran suposiciones mías pero me pareció verles una sonrisa socarrona y algo comentaban entre ellos que al parecer les hacía mucha gracia.

Ella al verme me saludo muy divertida y coqueta y despidiéndose de mis compañeros, vino hacia mí como si no pasará nada y me dio un beso en la boca de manera apasionada y tórrida, tras esto me abrazó y acercó sus labios a mi oído derecho para decirme algo que provocó que mi polla reaccionase .

Silvia:"cariño vámonos a casa estoy muyyy perra"

Yo no dije nada la cogí de uno de sus brazos y me la llevé a casa, en el trayecto casi no hablamos, yo no podía dejar de imaginarme a mis compañeros disfrutando de mi esposa, mientras ella parecía distraída observando el paisaje, absorta en sus pensamientos, o recordando lo que acababa de suceder.

Una vez en casa mi mujer se abalanzó sobre mí y comenzó a comerme la boca mientras me quitaba la ropa con suma maestría.

Yo tampoco estaba parado y estaba amasando esos duros glúteos redonditos que tanto me gustaban, levantado la mini hasta la cintura, cuando me di cuenta que mi esposa no llevaba ropa interior, eso me descolo y confirmo mis peores presagios, ya que cuando nos íbamos de casa recuerdo que llevaba puesto ese tanga azul a juego con el vestido.

Sin embargo en ese momento aunque aturdido por la situación no podía dejar de pasarle la mano derecha por su conejito depiladito sintiendo la humedad de este, y la dureza de sus pezones.

En pocos segundos ambos estábamos retozando en nuestra cama completamente desnudos disfrutando uno el cuerpo del otro.

Después de una placentera sesión de sexo salvaje y apasionado, seguía sin dormirme, todavía estaba dándole vueltas a donde se había metido con ese par de cabrones que para colmo en la oficina eran conocidos por su fama de mujeriegos.

La cabeza me iba a mil, no podía dejar de imaginarme a mi esposa en los brazos de esos dos truhanes, y de ser así, cuánto tiempo pasaría para que se supiese la noticia en la oficina, y claro tal y como apareció mi esposa en la fiesta, dudo que nadie dudase que fuese mentira, sentía una creciente necesidad de confirmar lo que en mi interior ya sabía, pero necesitaba oírselo decir.

Yo:"Cariño ¿Estás despierta?"

Silvia hizo un ruidito, signo evidente de que estaba medio dormida.

Pero yo no podía más, la incertidumbre me estaba matando, tenía que preguntarlo

Yo:" cariño, que ha pasado en la fiesta, ¿Te los has follado?"

Silvia se incorporó y me miró fijamente, inmóvil, en silencio, nuestras miradas se cruzaron, ella estaba sería no decía nada simplemente me miraba, yo no sabía si por la sorpresa de la pregunta o valorando si decirme la verdad o mentirme, hasta que decidió responder.

Silvia:"¿Amor de verdad quieres saberlo?"" Tu qué crees que ha pasado en la fiesta"

Yo:"No lo sé, por eso lo pregunto"

Silvia:"cariño sabes que eres el hombre de mi vida que te quiero con locura y el padre de mis hijas a parte de una gran persona y que nunca te haría daño"

No me hizo falta nada mas, lo veía en sus ojos, lo tenía clarísimo,  en ningún momento lo había negado, ni le ofendió la pregunta.

Yo:"vamos que te los has follado"" sin importar que fueran compañeros de trabajo, no has pensado en que mañana soy yo quien está en la oficina con ellos, ni se te ha pasado por la cabeza en la situación que me dejas ahora"

Silvia:"perdona cariño, pero es que no lo puedo evitar, siempre he sido muy activa, sabes que me encanta el sexo y sinceramente últimamente tú no estás centrado más que con el trabajo""me tienes olvidada, soy la última de tu lista""soy joven y tengo mis necesidades""además lo hemos hablado mil veces y tú parecías estar de acuerdo"

Yo:"joder Silvia, para nada estaba de acuerdo, simplemente fantaseamos, sin mas no habíamos hablado de llevarlo a la práctica, una cosa es imaginarlo y otra muy distinta hacerlo, además con gente de nuestro entorno, en qué situación nos deja esto"

Silvia:"mira cariño perdóname, pero no te hagas la víctima, sabias que algo había pasado, ahora quieres que te lo confirme y te lo confirmo, pero vamos está noche me has hecho el amor como hacía tiempo que no lo hacías"" ha sido fantástico" "y como te digo tu eres el único hombre al que quiero los otros son para un rato, una distracción, simplemente un juego"

Yo:” ¿los otros? ¿Cómo que los otros?, entonces no es la primera vez que pasa…””Ya me has puesto los cuernos en otras ocasiones…

No hacía falta que me lo dijese ya lo sabía, pero aun así la quería meter en un compromiso, quería ver cómo reaccionaba, sin embargo ella reacciono como si no hubiese oído esta última pregunta y siguió con lo de hoy.

Silvia: “Estoy segura de que te mueres por saber lo que paso, pero por hacerte el digno no me preguntas” "¿quieres que te cuente lo que ocurrió o no?"

Yo no decía nada, mi preocupación era que me esperaría el lunes en la oficina, no creo que me dijeran nada a mí personalmente pero estaba seguro que correría la noticia de que era un cornudo como la pólvora, nuevamente a las primeras de cambio ya había perdonado a mi esposa por sus escarceos, tan solo me preocupaban las consecuencias.

Mi mujer me miraba divertida, con esa mirada que me hacía perder la cabeza, esa cara de zorra insaciable, estaba claro que estaba deseando contarme lo que había pasado, estaba seguro que recordar lo que había pasado y contármelo la hacía excitarse, el morbo de saber que me había hecho nuevamente un cornudo la excitaba.

Así pues comenzó a contarme todo lo que había pasado con todo detalle, incluso recreándose en algún momento o situación.

Comenzó a contarme desde que me fui con mi jefe y ella fue con mis compañeros, estuvieron hablando y bebiendo, y ella sentía como ellos le miraban de manera descarada y  llena de lujuria, la situación era puro  morbo y eso la ponía muy caliente, luego le pidió a uno de ellos salir a bailar, al estar bailando no faltaron los roces “sin querer” en sus nalgas o en sus tetas, sin olvidarnos el clásico restregón con lo que claramente sentía su rica polla rozando en sus nalgas, mientras le pedía perdón, pero ella solo le sonreía como aprobando lo que hacía.

Gesto que provocaba que su acompañante se envalentonase y animase al ver que no decía ni hacia nada, comenzó a hacer más constantes los roces, que a decir verdad a mi me estaban gustando mucho por lo que le seguía el juego, y provocaba que los roces fueran más continuos y también “sin querer” les pasaba la palma o el dorso de mi mano por su verga.

Había momentos que ya los roces eran mucho más atrevidos al grado de que en algunas ocasiones sus manos en lugar de posarse sobre mi cintura se posaban en mis nalgas deslizando la mano de arriba a abajo, para colmo el otro compañero apareció por detrás de mí y en un momento me vi entre dos hombres atractivos y con diestras manos que me estaba poniendo más y más caliente y note que ellos también lo estaban y me lo hacían sentir, uno de ellos se acercó a mi oído y me dijo.

Compañero:" con todo respeto del mundo y sin ofender, pero quiero que sepas que estas muy buena y se ve que eres una mujer muy caliente y cachonda"

Lo que acababa de escuchar me puso súper cachonda, sentí como todos mis resortes saltaban por los aires y tan solo deseaba follarmelos a los dos, así que  lo mire fijamente a los ojos y le puse la mejor de mis caras esa que dices que tanto te gusta y me acerque a su oído para contestarle.

Silvia:" gracias por el cumplido, pero  no sabes lo caliente y cachonda que me tienen desde que empezamos a bailar"

Y discretamente le agarre la verga, la cual sentí como comenzó a palpitar y a crecer aún más entre mis dedos.

Se volvió a acercar a mí y me besó el cuello lo cual hizo que me estremeciera y mi piel se erizara, sentía que perdía el control sobre mi cuerpo, sus manos recorrían todo mi cuerpo y en un momento de cordura pude tomar el control de la situación.

Silvia:"uff aquí no, mi marido puede venir en cualquier momento"

Compañero:"ven vamos fuera he visto un descampado donde los coches y podremos estar más cómodos "

Así que me deje llevar, sentía como mi chochito palpitaba, parecía una babosa estaba súper mojada.

Cuando llegamos al lugar había unos setos con un banco y una pequeña farola que poco o nada alumbraba pero suficiente para lo que íbamos hacer.

Nos sentamos en el banco y quede en medio de los dos, continuamos hablando de manera animada y divertida hasta que de pronto sentí la mano de uno de ellos sobre mi pierna, por un momento se hizo el silencio, y la mano se deslizo hasta llegar al borde de mi tanga, la cual rodeó con sus dedos, sentí la yema de sus dedos acariciar mi clítoris por encima de mí tanga, lo que provoco una descarga de placer en todo mi cuerpo, mientras su otro amigo se percató de lo que hacíamos y rápidamente también comenzó a acariciar mi otra pierna, su mano también rápidamente llegó al borde de mi tanga, el sentir ambas manos tocándome me excito de sobre manera provocando que mi calentura estuviera en lo máximo.

Se turnaban para pasarme los dedos sobre mi rajita que ya comenzaba a escurrir, me tenían súper caliente, baje ambas manos para agarrarles la verga y oh sorpresa los muy cabrones la tenían ya fuera de sus pantalones completamente firmes y babosas, me puse a acariciar esas ricas vergas mientras ellos no perdían el tiempo y me bajaron mi tanga hasta mis tobillos, solo tuve que alzar los pies para que me la quitaran por completo, ya sin la tanga abrí las piernas para así poder sentir con más libertad sus dedos juguetear con mi coño.

Estaba desatada esos dedos me hacían ver las estrellas por lo que comencé a mamarles la polla, primero a uno y luego al otro, después de estar un rato así, pare me incorpore y me levanté el vestido para colocarme a horcajadas sobre uno de ellos y dejarme caer sobre su candente barra de carne, podía sentirla llenar mis entrañas por completo, el gusto era indescriptible, Comencé a cabalgarlo como una posesa, no podía dejar de gritar y gemir, mientras el que tenía debajo me hacía las delicias mordisqueando mis pezones y amasando mis pechos, mientras me alentaba y me decía lo rica que estaba y lo caliente que me sentía.

El otro no perdía el tiempo se subió al banco y colocándose en un lado me ofreció su hermosa herramienta que con gusto me lleve a la boca.

Me estaban llevando al cielo, no me importó lo más mínimo si pasaba en ese momento alguien por allí o me oían, solo quería disfrutar del momento, correrme, gemir, no quería que ese momento se acabase.

Era la primera vez que estaba con dos hombres al mismo tiempo y era delicioso, además supuse que por el alcohol ingerido pero yo me había corrido dos veces y sin embargo ellos parecían no tener fin, y si pensaba que eso no podía mejorar, estaba muy equivocada ya que al que se la estaba chupando se bajó del banco y se colocó tras de mí, comenzó a chuparme y a introducirme un par de dedos por mi ano, eso fue delicioso, pero cuando al cabo de un rato cambio esos dedos por su enorme barra de carne me llevo al paraíso, ahora sí me sentía completa, podía sentir como ambas pollas se rozaban en mi interior desatándome un orgasmo tras otro, yo en ese momento era como un muñeco de trapo en manos de esos dos, me llevaron al éxtasis total, nunca antes había experimentado tanto placer y tan continuo, sentía temblarme todo el cuerpo, como mis piernas flaqueaban e incluso en algunos momentos llegue a perder la noción del tiempo.

Solo me dio tiempo a pedirles que no se corriesen en mi interior que no tomaba anticonceptivos y ya era madre de dos hijas.

Aunque protestaron un poco, cuando se fueron a correr salieron de mi interior dejándome un vacío difícil de soportar,  me puse de rodillas para que terminasen en mi boca, primero uno y luego el otro descargaron sus hinchados cojones en mi garganta, tragándome hasta la última gota.

Tras un momento que nos dimos para recuperar el aliento, acomodamos nuestras ropas, y a pesar de haberse corrido hacia un segundo los dos seguían sobando todo mi cuerpo y besándome.

Ya vestidos y habiendo comprobado que todo estaba bien nos fuimos hacia la fiesta nuevamente, en el trayecto uno de ellos dijo que parecía toda una profesional, que sabía usar muy bien mis atributos y que sería una buena puta, muy demandada, a lo que el otro  confirmaba lo que su amigo estaba diciendo y se reían a gusto de sus propios comentarios.

Sin embargo me mosqueo cuando comenzaron hablar como si yo ya no estuviese presente y decían lo puta que era, si había comprobado lo que le había dicho antes.

Por curiosidad pregunté que le había dicho antes y porque me decían que era tan puta.

Y me contesto que cuando me vieron entrar de la mano de mi esposo ambos se habían fijado en mi, uno de ellos pensaba que era una calienta pollas pero el otro el que me estaba hablando le había dicho que no que yo no era una simple calienta pollas, que a mí me iban las pollas y que era muy caliente y mucha mujer para mi marido.

Y siguiendo con su reflexión me dijo el motivo por el que él me veía así, diciéndome que a las putas como tu se les ve lo putas que son desde que las ves entrar, como van vestidas,  y como miran a los hombres, esa manera desafiante y orgullosa.

Tu hoy, desde que entraste al local pedias guerra, no te importo que estuviese tu marido cerca, es mas diría que te excitaba la situación, no solo querías destacar, que lo has conseguido, sino que venias pidiendo guerra, me fije como mirabas al jefe, como desafiabas a todos los compañeros con la mirada, tenias ganas de jugar y ver si alguien te seguía el juego, y en cuando has sentido que nosotros estábamos dispuestos no has dudado en provocarnos, pero esta vez te has quemado, en cuanto fuimos a la sala de baile sabia que esa noche uno de nosotros te iba a follar lo que no esperaba, y ahí me has sorprendido es que lo hicieses con los dos, y lo que más me ha gustado ya que estamos confesándolo todo es con tu carita de buena que tienes, cuando te excitas como se muda a una cara de vicio y lujuria, que pide a gritos que le  metan toda la verga.

Cuando vimos que tu marido te dejaba un rato sola fuimos a comprobarlo, en el baile en cuanto comenzamos a "rozarnos", nos diste cancha y conforme te calentabas tu cara  y tus actos te traicionaron y como no decías nada pues nos pusimos de acuerdo para ponerte bien caliente para ver si alguno de los dos obtenía el premio de poder meterte la verga zorra.

Silvia:”Vaya ósea que soy tan transparente eee””Pues debo decir que sí, me has calado””y también debo decir que ha sido increíble”

Me sentía muy zorra con esos dos capullos pero les sonreí de manera coqueta y busque sus flácidas pollas y les estampe un sonoro beso a cada uno.

Y justo antes de entrar en la sala les dije que esto se tenía que repetir pero en otro lugar con más tiempo y sin prisas, a lo que ellos de forma unánime me contestaron que sí y me dieron una fuerte nalgada.

Cuando mi mujer termino el relato yo estaba alucinando, asimilando todo lo que me había contado con pelos y señales, pero con la polla completamente erecta, y ella imagino que cachonda por recordar esa experiencia.

Al ver mi estado, bajo lentamente sin decir nada y cogiendo mi polla comenzó a chuparla suavemente como si estuviese comiéndose un helado, mi polla aparecía y desaparecía en su dulce boquita, hasta que cuando ella considero que ya estaba bien se colocó encima mío, cogiéndome el tallo de la polla y se la orientó a su entrada, dejándose caer se la introdujo de un solo golpe completamente en sus entrañas.

Estaba muy excitada, subía y bajaba de manera violenta, varias veces sentí como mi glande golpeaba el fondo de su vagina.

Yo no aguanté tanto como sus dos machos anteriores y me corrí, solo que a diferencia de estos yo si me corrí en su interior, y dejándose caer sobre mi pecho permanecimos inmóviles hasta que nos quedamos dormidos.

Al día siguiente, me desperté y dejé a mi esposa en la cama, prepare los desayunos de las hijas y recordé que había quedado con mi jefe.

Fui a la habitación a comentárselo a mi esposa.

Cuando se lo comenté Silvia abrió los ojos y con esa sonrisa que tanto me gusta me pregunto.

Silvia:"viene solo o con su esposa"

Yo:"joder Silvia no lo sé" "la verdad le invite a el pero no sé si vendrá solo o con la mujer"

Silvia:"joder es que está como un queso tu jefe y vi como me miraba..."

Yo:"cariño no pretenderás flirtear con mi jefe"

Silvia:" flirtear no pero como se ponga a tiro me lo follo"

Yo:"joder Silvia vas a acabar conmigo""desde que me cuentas tus deslices estos se hacen cada vez más frecuentes"”y lo peor de todo es que luego coincido yo con ellos en el trabajo””Te prohíbo que lo hagas, si me quieres, no dejes que pase”

Silvia:"cariño nuestro sexo después de eso que tú llamas desliz mejora por momentos"" ¿o acaso no te gusto lo de anoche?"

La verdad es que me fastidiaba pero reconozco que no le faltaba razón.

Silvia:"además si tú quieres, puedes participar, ufff dos es muchísimo mejor que uno"

Yo:”Por favor Silvia, para ya, venga deja de tomarme el pelo”

Ella se reía a gusto y se marcho para el baño dejándome ahí dándole vuelta a todo lo que me había dicho.

La verdad es que ya no sé si me lo decía de coña para quedarse conmigo o iba enserio.

Pero pronto lo comprobaría, nos levantamos recogimos entre los dos la casa y mandamos a las hijas a casa de su abuela no sin antes protestar lo suyo.

A media mañana llamaron a la puerta, abrí y allí esta mi jefe, había venido de manera informal pero aún así muy elegante y solo, sinceramente el hecho de que vendría solo no me hizo mucha gracia estando mi mujer tan desbocada y sabiendo que mi jefe le gustaba.

Lo invite a pasar y justo en ese momento apareció mi mujer, casi me da algo cuando la vi, se había puesto un bañador que me encantaba pero que le tenía terminantemente prohibido usarlo fuera de casa por la escasez o nula tela que tenía y sus trasparencias, ya que al ser blanco cuando se mojaba no dejaba nada a la improvisación.

Y sin mojarse tampoco ya que la prenda en cuestión eran tres triángulos que tapaban sus pezones y un tanga de hilo que marcaban de manera grosera los hinchados labios vaginales de mí esposa perdiéndose el hilo entre sus hermosos cachetes.

Los dos nos quedamos embobados contemplando la hermosa mujer casi desnuda que venía hacia nosotros.

Cuando Silvia llegó a nuestra altura le dio un par de besos en apariencia sin malicia pero muy cerca de la comisura de los labios, y mientras se los daba vi como restregaba sus pechos contra el pecho de mi jefe, que con mucha elegancia salió del paso.

Jefe:"Silvia no sé cómo lo haces pero cada día estás mejor"”Eres como un buen vino que con los años mejora”

Silvia se sonrió y le regaló una de esas miradas felinas que derriten a cualquier hombre y que a mí me fascina.

Silvia:"pero mira que eres adulador""tira, tira a saber con cuántas habrá estado con ese porte y esa labia que usted gasta"

Jefe:"ninguna como usted, se lo puedo asegurar, aquí mi amigo Marcelo es un hombre afortunado"

Y diciendo esto me dio unas palmadas en la espalda en señal de amistad.

Yo sonreía sin saber muy bien que decir, la situación me incomodaba, saber las intenciones de mi esposa y ser el otro mi jefe me fastidiaba, pero a mi mujer esa situación parecía divertirle.

Tras las presentaciones de rigor.

Silvia:"espero que no estén mucho rato con el trabajo, mi esposo tiene que hacer la comida y espero que se quede a disfrutar de la piscina""veo que por lo menos el bañador lo lleva puesto"

Jefe:"si si no será mucho"

Silvia:"recordar que estoy solita, esperándolos"

Esto último me pareció que lo decía de manera más sugerente y lasciva, arrastrando las últimas palabras, y por lo que vi el jefe también lo sintió ya que aunque esta vez no dijo nada se sonrió de manera maliciosa.

Al entrar en el despacho mi jefe dio un suspiro.

Jefe:" Marcelo no sabe la suerte que tiene de poder disfrutar de una mujer tan hermosa como la suya"”lo envidio”

Yo:" bueno no se crea, son muchos años y la rutina hace estragos"

Jefe:"estragos es lo que causa su mujer en los hombres, esa mujer es un volcán"

Yo:"bueno bueno usted tampoco tiene una esposa fea precisamente"

Jefe:"No eso es cierto, pero es más fría que un tímpano""Silvia..., Espero no incomodar... pero es un halago y si es así una bendición, parece sin que suene mal, más ardiente"

Yo:"demasiado"

Esto último me salió de muy adentro y sin pensarlo, al darme cuenta lo mire y sentí como se sonreía, seguramente le había confirmado todas sus sospechas y eso me daba miedo, sabía de su fama de mujeriego y no quería levantar la veda sobre mi mujer, irremediablemente está hacia ya mucho que se había abierto muy a mi pesar, me di cuenta tarde que de manera sutil, mi jefe me había estado sonsacando información sobre mi esposa de manera muy hábil.

Después de este pequeño inciso, estuvimos hablando de trabajo pero no tardamos mucho en despistarnos ya que mi despacho da al jardín y ahí estaba mi mujer tomando el sol....en top less, ¡la madre que la pario¡ a pesar de mi suplica porque no provocase a mi jefe, a Silvia parecía darle igual, es mas seguramente el hecho de habérselo prohibido inconscientemente la incentivo y alentó aun mas a hacerlo.

Mi jefe se había dado cuenta antes que yo y estaba deleitándose con las vistas.

Estoy seguro de que mi mujer se percató o imagino que la estaríamos mirando y lo estaba haciendo para calentar a mi jefe, y por el bulto incipiente que tenía en su entrepierna lo estaba consiguiendo.

Jefe:"De verdad Marcelo, no sabe la suerte que tiene""su mujer tiene un cuerpo 10 y parece muy ardiente"

No dije nada al igual que él estaba observando con detenimiento a mi esposa, no entendía su actitud, ayer había estado con dos jóvenes y hoy estaba calentando a mi jefe y o mucho me equivocaba o este acabaría pasando por la piedra, ya que cuando Silvia se proponía algo, lo conseguía.

Después de estar un rato en silencio deleitándonos con el hermoso cuerpo de mi esposa, proseguimos con la reunión, dejamos cerrados los puntos a tratar en la próxima reunión y prácticamente cerrados las pautas a seguir.

Cuando mire la hora vi que eran cerca de las 2. Salimos del despacho y fuimos hasta el jardín donde mi esposa seguía en la hamaca  prácticamente desnuda tomando el sol.

Al vernos llegar pude ver como se sonrió, y se alegro, ahora comenzaría su espectáculo particular, y a mí me daba pánico y expectación en las mismas cantidades.

Silvia:" hombre ya era hora, empezaba a tener apetito, perdón si continúo así, espero que no os incomode, es que el día esta para ello"

Mientras decía esto nos miraba de manera coqueta y realzando aún más su torso para que nos fijaremos aún más si cabe en sus hermosos pechos, todo lo que hacía lo hacía con idea.

Jefe:"Silvia cariño estás en tu casa, por mi no hay ningún problema, además a quien no le agradan unas vistas así"

Silvia:"eso se lo dirás a todas zalamero"

Jefe:"uhi cariño yo llevo muchos años casado"

Vi que en ese momento ambos me miraban a mí como esperando mi aprobación.

Yo:"cariño desde cuándo haces algo que yo te diga...""haz lo que quieras, mientras mi jefe no esté incómodo"

Jefe:"por mi parte sin problema"

Después de eso, fui a por unas cervezas y a por la carne para hacer la comida, unas patatas para picotear y alguna cosilla mas para picar mientras preparábamos el asado, estaba preparando la mesa cuando me di cuenta que no había ido a por el pan, y cuando deje la carne en el brasero observe que tampoco había suficiente carbón, así que a regañadientes me prepare para ir a por lo que nos faltaba.

Yo:” voy a ir al supermercado, no tenemos ni pan ni carbón vegetal para la parrilla"

Jefe:"¿quieres que te acompañe?"

Yo:"No hombre tranquilo es aquí mismo, tu ayuda a mi mujer si eso a preparar una ensalada"

Conforme me di la vuelta me arrepentí al momento de no decirle a mi jefe que me acompañase, sin darme cuenta le estaba poniendo a mi esposa en bandeja de plata.

Cuando fui al coche comprobé que no había cogido las llaves ni la cartera, normal con todo lo que en esos momentos llevaba en la cabeza.

Cuando entre en el despacho a coger las llaves del coche y la cartera, instintivamente mire al jardín, sentí curiosidad, saber que hacían esos dos.

Y mis peores presagios se estaban haciendo realidad.

Mi jefe estaba sentado en la hamaca con mi mujer tumbada boca abajo y mientras parecían hablar de manera amigable le estaba dando crema.

La verdad que no veía nada raro y me estaba reprochando mi desconfianza, estaba a punto de irme de allí con el remordimiento de haber pensado tan mal de los dos, cuando vi como mi jefe pasaba al ataque y con la escusa de la crema sobaba el culo de mi esposa a su gusto.

Mi esposa lejos de recriminarle su acción pareció gustarle y vi como abría sus piernas para que ahora mi jefe metiese sin dificultad ni disimulo una de sus manos directamente en la entrepierna de ella, jugando con su botón que en ese momento estaba hinchado por la excitación.

Mi mujer movía sus caderas y colocaba su culo en pompa para que mi jefe jugase a placer, incluso retiro la tela del bañador para poder contemplar claramente la excitación de mi mujer y meter su lengua en el orto de mi esposa.

Al cabo de un rato mi esposa se puso boca arriba y mientras mi jefe se levantaba y seguía manoseando e introduciendo algún dedo en el coño de mi esposa, está al tener la polla de mi jefe a escasos centímetros de su cara busco entre los pantalones de este hasta encontrar lo que estaba buscando y metérselo en su caliente boca para comenzar a succionar como si no hubiese un mañana.

Así estuvieron un buen rato hasta que mi jefe decidió que ya era momento de probar a mi esposa y colocándose encima de ella orientó su erecta polla en la entrada húmeda de mi esposa, que gracias a su humedad permitía el acceso de esa candente barra de carne en sus entrañas hasta que sus dos pelotas chocaron contra la pelvis de mi esposa, en ese momento mi jefe permaneció unos momentos inmóvil deleitándose con el placer y el morbo de la situación.

Pude ver cómo mi esposa comenzó a mover sus caderas, estaba muy cachonda y ansiosa por sentir esa polla entrar y salir de su cuerpo.

Vi como mi jefe se sonreía y como le decía algo, que lógicamente desde donde estaba no pude oír.

No me lo podía creer, la situación era cuanto menos surrealista, ahí estaba mi esposa con mi jefe en mi casa, en la piscina a la vista de cualquier vecino, mientras su esposo permanecía escondido observándolo todo a escasos metros, y lo peor de todo es que estaba cachondo como una moto.

Tras otro rato así mi jefe la cogió y en volandas la llevo hasta la piscina tirándose ambos, tras la impresión inicial volvieron al ataque, ambos se fundieron en un abrazo y se dieron un tórrido beso, eran un remolino de emociones, las manos de ambos no estaban quietas en su afán por explorar el cuerpo del otro.

Poco o nada parecía importarles a ninguno de los dos que los pudiesen ver u oír, ambos estaban entregados al placer, como dos adolescentes, chillando y jugando mientras exploran sus cuerpos.

Pronto vi como mi jefe sin dejar de sobarle los pechos y comerle la boca a mi esposa la aprisionaba entre la pared de la piscina y su cuerpo y como está entrelazaba sus piernas en la cadera de este.

No tardó mucho en comenzar a bombear con mucho ritmo el ofrecido y a abierto coño de mi esposa, está entre beso y beso no dejaba de gemir, aferrándose con fuerza al cuello de su macho.

Cuando sintió su primer orgasmo vi como se desfiguraba en una mueca de placer y orgullo la cara de mi jefe que aprovechando la flaqueza y la debilidad de mi esposa aprovecho a darle la vuelta y a buscar su entrada trasera, no tardó mucho en introducírsela y volver al ataque con violentas arremetidas, por su rostro veía como estaba disfrutando, mi mujer ahora se aferraba al bordillo de la piscina y se dejaba hacer mientras tenía los ojos cerrados y no paraba de gemir.

Cuando tras un buen rato empotrando a mi esposa con violencia aviso que se corría, vi como todo su cuerpo y cara se tensaban y se vaciaba en el interior de mi esposa para quedar unos segundos inmóviles.

Momento que aproveche para salir de allí sin ser visto.

El trayecto al supermercado y la vuelta fueron duros, no sabía qué hacer como reaccionar, no me podia creer como mi amada esposa me humillaba de esa manera y para colmo parecía recrearse en mi humillación.

Cuando aparque el coche sentí como mi estomago se contraía, era un manojo de nervios, no sabía qué hacer, no quería darles el gusto de que me humillasen mas así que decidí pasar el tramite como buenamente pude y rezar para que esto solo fuese un desliz, no sé qué haría si mi esposa me dejase, me daba asco verme así, no me extrañaba que mi esposa buscase otros hombres, mi único temor era que me dejase, después de todo lo sucedido mi único miedo era la soledad, perderla, no me lo podía creer.

Cuando regrese con el pan el carbón y alguna cosa más ahí estaban con la mesa puesta una ensalada preparada y tomándose una cervecita hablando de manera distendida y amigable.

Mi mujer ya no estaba en top less, y al verme entrar me saludaron como si no hubiese pasado nada, como podían ser tan cínicos.

El resto del día estuvo normal comimos y bebimos y hablamos de diferentes cosas de manera amigable y distendida, hasta que a media tarde mi jefe recibió una llamada y tuvo que marcharse, cuando se marchó mi jefe comenzamos a recoger todo entre los dos.

Silvia:"oye tu jefe además de guapo es muy agradable ¿No?"

Yo no quería hablar de eso, estaba muy molesto así que solo hice un ademán en señal de aprobación.

Mi mujer no siguió con la conversación, y se escudo diciéndome que tenía que ir a por las hijas y que aprovecharía para estar un rato con sus padres, y me invitó a acompañarla, pero hoy no estaba con ganas así que me excuse.

Me fui al salón puse la televisión, la tenía de fondo, no podía prestarle atención, por mi cabeza no dejaban de pasar las imágenes de mi mujer con mi jefe, o imaginándome lo que había pasado con mis compañeros la noche anterior, que pasaría a partir de ahora, como miraría a mis compañeros o a mi propio jefe, y que concepto tendrían ahora de mi, en qué situación quedaba, bueno eso sinceramente lo tenía claro desde ayer seria el cornudo de la oficina, y pronto sería el chismorreo de toda la oficina, pero claro no es lo mismo no tener conocimiento de lo ocurrido que como era mi caso ser consciente de la situación.

Mi mujer parecía desatada, las situaciones morbosas parecían ser un subidón para ella y lo que hasta hacía nada parecían deslices ocasionales empezaban a ser situaciones habituales y lo peor de todo es que no filtraba las consecuencias de sus actos.

Espero les haya gustado, se aceptan sugerencias e ideas y según aceptación seguiremos..