Los deseos de Paula Paz

Esta historia me la conto mi relatista favorita de como deseaba que yo la penetrara.

Entro al cuarto barato de hotel donde vos me citaste.

Sobre la sucia alfombra descolorida habían desparramadas moneditas de bajo valor. Me agaché y gateando iba recogiendo una por una. Ese caminito me conducía al lugar donde vos estabas desnudo con las piernas abiertas y tu miembro palpitante esperando su merecida satisfacción.

Yo llego a vos como buena zorra puta deseosa de chuparte y lo hago tentada por esas moneditas que he recogido. Llego al lugar donde estas. Te estas pajeando la verga despacio y pensativo. Me saco la ropa, tu miembro late al compás de la ropa que cae en el suelo.

"Apurate zorra, mira como tengo la pija, por qué estas tardando tanto?" , me decis en tono de reproche. Yo intento explicar algo, pero solo logro tartamudear.

"Cerra la boca, maldita puta, no me vengas con excusas estúpidas! Vení aquí enseguida y chúpame la verga, puta cerda!"

Yo obedezco, te mamo la pija como a vos te gusta, lamiéndola entera y

mojándola con mis babas de ramera comepollas, haciéndo resbalar por el duro tronco venoso mi saliva y recogiéndola al llegar a sus huevos, que también lamo. Vos detenes mi cabeza con una mano. Me retiras la boca de tu pene.

Me llevas a la cama y me volteas, me atas de piés y manos, boca abajo. Me leventas el culo poniéndo debajo una almohada, separas mis piernas, me metes la verga entera de un solo golpe, hasta el fondo, y empiezas a cojerme con fuerza, clavándomela profúndamente en cada embestida. Estabas tan caliente que no tardas en acabar, lo cual haces dando una vuelta sobre mi cara de puta, en mi boca, chorros de semen resbalan por mi cara, por mi pelo, cayendo sobre mi cuello y llegando a las sábanas. Entonces me decis... "Lame todo el esperma que caiga a la sábana, no quiero ver rastro de mi leche, limpia bien todo lo que caiga, puta."

Entonces te levantas y te dirijis a la ducha. Tras haberte afeitado y duchado, desayunas rápido y te vestis para ir al trabajo.

Tiras sobre la cama un billete de poco valor. Yo me visto, recojo el billete, lo doblo y lo coloco entre mis tetas y el sostén y me voy.

Que te parece???

Entonces te levantas y te dirijis a la ducha. Tras haberte afeitado y duchado, desayunas rápido y te vestis para ir al trabajo. Yo me tomo el atrevimiento de preguntarte si me puedo soltar ya, para poder limpiarme un poco y vestirme también. Entonces me decis… "No mi zorra, no te voy a soltar, vas a permancer aquí, así, atada y regada de mi semen hasta que vuelva por la tarde, aún no he terminado con vos hoy".

Yo me desespero, te suplico que me liberes, te digo que debo asistir a mis clases en la universidad, que mis familiares no saben nada y se preocuparán… "Cerra la boca, maldita puta! Me jodes con tus lloriqueos estúpidos!" Entonces sacas del armario la mordaza que ya utilizaste conmigo, la pelota de goma con dos correas de cuero, y me la colocas. Me agarras fuerte del pelo (manchándote la mano de semen) y me murmuras al oído, con rabia mal contenida, que es aconsejable para mí dejar de hacer la puta indisciplinada y acatar tus deseos, que te haré enfadar, y harás que mi espera sea mucho más incómoda de lo que va a ser si me dejas en la cama. Me asusto y trato de calmarme, ya no gimo, no me quejo, trato de ser una buena sumisa. Las amenazas por fin terminan. vos te calmas.

Miras la hora y ves que vas con retraso!… "Hasta esta noche, puta, portate bien." Dando media vuelta, te marchas y te dirijis al trabajo, dejándome allí.

Hasta luego, mi putita, me decis

Las horas pasaron y pasaron. Se hacían interminable. Sentía temor ante la incertidumbre sobre lo que ocurriría a tu regreso.

Oía ruidos provenientes de las habitaciones contiguas, de gente follando o castigándose, peleando, y sintiendo los desagradables olores del miserable hotel. Me atemorizaba eso, pero tambien me exitaba. Mi rajita se mojaba imaginando las cosas que harías con mi cuerpo y

sintiendo el olor de tu semen secándose sobre mi piel y mi pelo. Y sufría al no poder meterme los dedos.

Estuve desesperada en esa posición. Con ganas de correrme pero no pude hacerlo. Ahora ruego que llegues, pues necesito hacer pis. Y no puedo hacerlo.

Llegas mas temprano de lo previsto, talvez sabiendo de mis necesidades.

Y puta, como has estado, me decis en tono autoritario. Mmmmmmmmmmm, alcanzo a balbucear pues la mordaza no me permite hablar. Me sacas el pañuelo y digo que necesito ir al baño. Vamos puta, anda, me decis desatándome. Salgo corriendo y me siento a hacer pis. Que alivio dios mío, casi me hago encima.

Me volves a la misma posición. Tenes en la mano una varilla con un tipo de paleta en la punta, como si fuera un matamoscas. Te paras detras de mi, se que es para azotarme, tengo miedo, un frío recorre mi espalda. Me da miedo el dolor que me puede producir. Estoy atada en posición boca abajo otra vez, pero sin mordaza. Se que en el fondo te gusta que grite, que gima de dolor. Lo disfrutas.

Comenzas a golpearse las manos, con la varilla, suavemente, siento el ruido en tus manos. Cierro los ojos, espero el golpe, dios mío, como va a dolerme. Tengo miedo, me gustaría escapar, pero no puedo hacerlo, estoy atada de pies y manos. Pasan los segundos, los minutos y nada, no ocurre nada, solo siento el golpeteo de la varilla sobre la palma de tu mano.

Que ocurrirá????

No entiendo nada, acaso no vas a azotarme????.

Que sufrimiento dios, como sigue esto, no me atrevo a preguntar, se que vas a azotarme con fuerza. Por Dios, cuando comenzará, pero que estoy diciendo, estoy deseando que me azote???. Estoy loca?????. Pero esta incertidumbre es peor que el dolor, es peor, por dios, no aguanto, no aguanto, no aguantoooooooooo. Grito en forma desesperada. vos me ignoras, seguis golpeando la palma de tu mano.

Por favor no aguanto, no aguanto.

Que cosa, no aguantas me decis en un tono calmo y frío.

Dále, dámelo, dámelo, dámelo.

Que cosa, mi putita, no te entiendo???

Dale, pégame, no aguanto esta incertidumbre, dale, dale

Me estas dando un orden puta????

No, mi señor, no perdone, pero no aguanto!!!!!!!!

Que cosa, mi putita, no aguantas????

Dale, hijo de puta, pegame, la puta que te parió, dale.

Plaaaaaaaa, plaaaaaaa, pafffffffffff.

Me das los primeros azotes bien duro. Me duele muchísimo, me duele hasta el alma. Siento dolor en las nalgas, las siento coloradas de los golpes.

Toma, puta, toma, Plaffffffff, plaffffffff, plaffffffffffffff.

Toma puta, eso es lo que queres?????

No, por favor, no, me duele, basta.

Ahhhhh, puta, ahora pedis que pare, plafffffffff, plaffffffff, plaffffffff

ohhhhhh,nooooooo, nooooooo, noooooo

El dolor es cada vez mas fuerte, los golpes sobre la piel sencible cada vez mas dolorosos. De pronto te detenes. Te acuostas sobre mi, me apretas las nalgas, me duele, me duele mucho y de un empujón me la metes bien adentro de la vagina.

No puedo disfrutar de la penetración, es muy violenta y me duele muchísimo el culo por los golpes.

Ahhhhhh, siiiiiiiiii putaaaaaaaaa, ahhhhhhhh ahhhhhhh ahhhhhh

Ahora si comienzo a disfrutar un poco, pero me duele, no estaba bien lubricada, la penetración fue muy dolorosa, pero ahora empiezo a mojarme, siento tu respiración fuerte en la nuca y eso hace que me moje.

Ahhhhhhh, putaaaaaaaa, ahaaaaaaaa, ahaaaaaaaaa, ahaaaaaaa

Yo tengo ganas de gritar de placer, pero se que puede molestarte, así que muerdo la sábana y me reprimo.

Ohhhhhhhh, ohhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhh

Nos corremos juntos, siento tu leche caliente sobre mis entrañas. Te paras de un golpe. Te vestis, me desatas una mano.

Vamos puta con esa mano te podes desatar el resto vos sola. Adiós, me dice, no tengo mas tiempo para perder en putas, por hoy. Me dejas un billete de 5 pesos en el suelo y te vas sin mirarme. Con cierta dificultad me desato. Me duele el culo, la vagina, estoy satisfecha. Me visto, recojo el billete, lo doblo y lo coloco entre mis tetas y el sostén y me voy.