Los cuernos me salieron en puerto vallarta 2

Un matrimonio e vacaciones en Puerto Vallarta conoce a un joven mexicano muy bien dotado.

LOS CUERNOS ME SALIERON EN PUERTO VALLARTA 2

  • Para los que no han leído mi anterior relato, les recomendaría que lo hicieran. Un matrimonio, Carlos y Carmen, que estando de vacaciones en Puerto Vallarta (México) conocen a un joven, Alonso, muy bien dotado. Os dejo el enlace:

http://www.todorelatos.com/relato/93864/

  • Continuo por donde lo había dejado.

  • Alonso le quitó el vestidito a mi mujercita y le bajó los sujetadores, saltando al aire sus grandes tetas. ¡ Vaya tetas que tienes zorrita! Le dijo Alonso, y cogiéndolas con ambas manos, la boca de nuestro amigo iba de un pezón al otro, apretando con sus dedos el pezón de la teta que no tenía en la boca.

  • Mi mujer se sacó de la boca la polla de Alonso, saliendo de su garganta los primeros gemidos de placer; eso sí; en ningún momento dejó de pajearle. Lo hacía con las dos manos, y aun así no la abarcaba del todo, sobresaliendo por arriba su enorme capullo de un color morado muy oscuro. La mía la tapaba prácticamente con una sola mano.

  • ¡Quiero que me folles! ¡Fóllame cabrón! Le decía la zorra de mi mujer a Alonso. Estaba en un estado de calentura como nunca la había visto.

  • ¿Sabes una cosa Carmen? Le dijo Alonso a mi mujer. No eres la primera casada que me follo. Pero si la más buenorra de todas. Hoy vas a probar un macho de verdad. Vas a saber que se siente cuando te follan con una polla de 24 cm.

  • Lo decía agarrándose la polla con una mano por la base y moviéndola ante nosotros como el que mueve un bate de baseball golpeándola contra la palma de su otra mano.

  • Ante semejante exhibición de virilidad, me sentía ridículo a su lado. Es mas. La erección que momentos antes había tenido, cuando subíamos en el ascensor, había desaparecido por completo. La diferencia de tamaños entre nuestras pollas era como comparar una espadita con una poderosa cimitarra turca.

-¡Mira el cabrón de tu marido! Dijo Alonso. No es capaz ni siquiera de poner dura su diminuta polla. ¡Anda cornudo! ¡Chúpale el coño a tu mujer!; dijo. ¡Llénaselo bien de saliva antes de que me la folle!¡Seguro que eso si sabes hacerlo bien!¡Los pichacortas como tu tenéis muy desarrollada la lengua en compensación por los centímetros que os faltan!

  • El trato humillante de Alonso, junto a las risitas de mi mujer, era algo desconocido para mi. Sin embargo me sentía dominado por un jovencito que, en mi presencia, se iba a follar bien follada a la calentona de mi mujer. Y eso me excitaba.

  • ¡Mmmm cariño!; gemía Carmen; mira que mojadita estoy. ¡Cómeme bien el coñito cornudito mío! ¡Pórtate bien y a lo mejor luego te la chupo un poquito!.

  • ¡Ya lo creo que estaba mojadita! No hacía falta que me lo dijera. Las braguitas que se había quitado hacía un minuto y que yo había recogido del suelo para olerlas, estaban empapadas.

  • Así que obedeciendo a las instrucciones del semental que iba a follarse a mi mujercita, me puse entre sus piernas y, como siempre que follamos, le hice lo que mejor se hacer; una comida de chochito.

  • ¡Ya vale maricona! ¡Aparta de ahí y mira como se folla a una puta!; dijo Alonso.

  • Acercó su descomunal pollón al empapado conejito de Carmen. Hizo resbalar su capullo varias veces por la rajita; hasta que supe que se la había metido por el pequeño gritito que salió de la boca de mi afortunada esposa.

  • Ni en mis mejores fantasías me había imaginado una situación como aquella, digna de las mejores películas pornográficas. Carmen tumbada en la cama con las piernas totalmente abiertas; Alonso sujetándola por los tobillos. Y el joven mexicano imprimiéndole un ritmo a sus caderas, con sus 24 cms de durísima verga, para mí inimaginable, mientras Carmen cada vez gemía más fuerte.¡Fóllame nene!¡Fóllame; no pares! Repetía sin parar.

  • ¡Que chochito mas estrechito tienes!; decía Alonso. ¡Estás muy buena mami; ¡quiero que seas mi puta! Ummmmmmm.

  • Entretanto yo me había puesto a un lado de la cama para no perder detalle. Uffffff. La verdad es que Alonso era un portento de la naturaleza; estuvo follándola en esa posición durante unos diez minutos aproximadamente, bajando su frenético ritmo cuando la muy puta de Carmen gritaba que se iba a correr. Entonces la sacaba, se la agarraba con una mano, y la restregaba por su coñito varias veces, masajeando y dando golpecitos a su clítoris con el gran capullo de su polla.

  • Cambiaron de posición, acostándose nuestro amiguito en la cama. ¡Wauuuuu!. La vertical que formaba su erecta polla con su delgado cuerpo era para hacer una fotografía y enmarcarla.

  • Yo me puse detrás de ellos; me senté en una silla. Y como si estuviera en un cine, pude ver como Carmen se subía encima de Alonso, agarraba su pollón para ponerlo a la entrada de su chochito y se dejaba caer lentamente sobre él para ir acomodando semejante bestia en sus entrañas.

  • ¡Mmmmm chuiquitín! ¡Estoy completamente llena!¡Nunca me había follado nadie como tu! Decía Carmen. ¡Al cornudo de mi pobre marido no le gusta que follemos así porque no puede aguantar nada; se corre tan solo meterla! ¡Pero a mi es como mas me gusta!¡Me vuelves loca cariño!¡Quiero ser tu puta!.

  • Alonso no se movía. Dejaba que fuese Carmen la que llevara el ritmo, sabiendo de su extraordinaria dotación, para evitar que se pudiera lastimar. La cuquita (como la llamaba Alonso) de Carmen estaba completamente dilatada, rodeando el descomunal garrote que la taladraba. Carmen subía y bajaba con mas ritmo por la polla de Alonso, que había empezado también a moverse, acelerando también el ritmo de los jadeos y gemidos guturales, hasta que gritó; ¡me voy a correr!¡no puedo más! ¡voy a correrme mmmmmmmmmmmm!¡fóllame nene! Folla, folla, fóllame!¡no pares de follarme; sigue!¡ohhh, si, me estoy corriendo!.

  • Alonso sacó la polla del encharcado coño de Carmen; la puso sobre la cama a cuatro patas; le abrió las piernas para que sus caderas quedaran un poco mas bajas, cogiéndola de la cabeza y llevándola hacia abajo para que la apoyara sobre la cama y se la volvió a meter sin piedad.

  • Ahora mandaba Alonso; mi mujer, a pesar de que se acabada de correr (nunca se había corrido con la follada; sólo, hasta ahora, se corría estimulándole el clítoris con los deditos o con la lengua) no paraba de gemir.

  • Yo hacía mucho rato que me había corrido, haciendo honor a mi papel de cornudo eyaculador precoz, pero estaba tan cachondo que viendo el espectáculo seguía meneándomela aunque no era capaz de ponerla dura.

  • ¡Voy a volver a correrme!¡Sigue nene; no pares! Ohhhhhh; ¡me corro!¡me estoy corriendo! Gritaba Carmen, enlazando casi dos orgasmos seguidos.

  • Carmen se tumbó en la cama agotada por la tremenda follada, boca arriba, con las piernas abiertas, con los labios de su coñito ligeramente enrojecidos, escocidos; y Alonso, que todavía no se había corrido después de mas de 40 minutos, acercó la polla a su boquita y le dijo; ¡abre la boca zorra!¡tengo los huevos llenos de lechita caliente! Y se la pajeó durante unos segundos hasta que un torrente de leche le inundó la boca.

  • Era imposible que pudiera contener semejante cantidad, escurriéndose por la comisura de sus labios lo que no se pudo tragar. Pero tanta leche escupió el semental mexicano que los chorretones le resbalaban por la cara y por su desmelenada cabellera .

  • Después de relajarse unos minutos, se levantaron, fueron al cuarto de baño de la habitación para asearse, especialmente mi esposa Carmen, y al salir, acercándose a mi me dio un beso en los labios y me dijo; gracias cariño. Sabes que te quiero mucho; pero tu no puedes darme lo que me ha dado Alonso.

  • Así pasamos nuestra primera noche en Puerto Vallarta; las siete siguientes fueron como ésta o mejores. Alonso durante el tiempo que estuvimos en el hotel, no pasó ni una sola noche en su habitación; durmió y folló con Carmen cada noche en mi presencia y, aunque yo no podía verlo, porque era yo el que dormía en la habitación de Alonso Carmen me contaba que por las mañanas su joven acompañante se levantaba siempre con la polla tiesa, empezando el día como habían acabado la noche.

........CONTINUARÁ.

Rabocock.