Los cuernos a mi marido con mi ligue del MSN (7)

Durante horas estuvimos teniendo relaciones. Al llegar la mañana, antes de la despedida, me hizo el amor. Lo recordaré como la mejor vez de mi vida. Luego se marchó. No lo he vuelto a ver. Pero me acuerdo de él cada día.

VII

Semblante serio con una lasciva mirada fue su única contestación. Al momento me pidió que siguiera lo que estaba haciendo, y que continuara chupándosela igual de bien. Me coloqué encima de la cama de rodillas, dejando sus piernas entre las mías. Mi cabeza se inclinó hasta su poya cada vez más erguida, y al tiempo que mis manos apartaban mi pelo de la cara, volví a introducir su poya en mi boca. Máxima excitación en los dos. Los continuos gemidos que lanzaba me excitaban más. No pude resistir la tentación, moviéndome hacía adelante mi coño quedaba a la altura de su poya. Un cruce de miradas acompañó mi movimiento para colocarme, casi cabalgando sobre esa enorme poya. Suave, muy suave entró. Hasta adentro, lo que me provocó delirios de placer. Empecé a cabalgar sobre él mientras mis manos demostraban el momento pasional que estaba viviendo: me agarraba mi pelo, me despeinaba, me tocaba yo misma las tetas, acariciaba su cuerpo, me inclinaba sobre él, le abrazaba. Todo acompañado de continuos y vibrantes botes, para facilitar la penetración, la sentía entera dentro de mí.

¡¡¡¡¡¡Kikoooooooo……me voy a correeeeeer otra veeeeeez!!!!!!! –grite casi desesperadamente-

¡¡¡¡Merce, cariño,….. córrete en mi boca!! –casi me suplicó-

Mi postura cambió. Mis rodillas rodearon su cara, mi coño sustituyo su poya por su boca. Al momento comencé a notar su legua que recorrí mi clítoris totalmente desarrollado, su legua jugueteaba dentro de mi al tiempo que mi vulva era chupada y comida una y otra vez por su boca. Totalmente erguida me movía sin parar sobre su boca. Estaba a punto de tener un maravilloso orgasmo, que quise acompañar con un 69 perfecto. Me abalance sobre su capullo con el mayor de los deseos, casi cayendo su poya entró en mi boca directamente. Sensacional. Mi mano y boca, estaban a punto de provocarle una inmensa corrida. Yo cada vez estaba mas en éxtasis, pero deseosa de tener su corrida en mi boca. Levanté levemente la cabeza, para ver su brillante capullo con la saliva que acababa de dejar en él, cuando un impresionante y calido chorro salió de su poya impactando en una de mis mejillas, cerca de los labios, al instante mi boca engulló ese impresionante pene, hasta dentro y con todas mis fuerzas, mientras el seguía moviéndose si parar al tiempo que se llenaba mi boca con toda su leche. Sus últimos empujones coincidieron con un impresionante orgasmo por mi parte. Notaba como de mi coño salía líquido sin parar, mis gritos y gemidos demostraba que estaba enloqueciendo de placer.

¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Agggg ggggghhhhhhhhhhhhhhhh…..noooo te pareeeeesssss Kikoooooooo, sigue, siiiguueeee, sigue, agggghhhhhhhhhhh hhhhhhhhh – grité con todas mis fuerzas, al tiempo que tenía el orgasmo mayor que recuerdo-

Siguió y siguió y siguió. Fueron momentos inolvidables. Cuando mi orgasmo llegó al final, casi exhausta me deje caer sobre sus piernas, manteniendo mi coño en su cara. Moví una de mis piernas al tiempo que quedaba tumbada en la cama, boca abajo y con mi cabeza cerca de sus piernas. Estaba rendida no podía más. Necesitaba relajarme.

Merce, bonita, todavía no has acabado. –exclamó-

Espera Kiko,… no puedo más. –contesté en bajito debido a mi estado de relajación-

¡¡¡No!!! Ven aquí. –me ordenó, al tiempo que me ayudaba, casi obligaba, a incorporarme-

Bueno...... ¿Qué quieres? –conteste entrecortada, susurrando y entre jadeos-

Me había destrozado era verdad. Llevaba cuatro horas ya, de locura y de pasión. Desde que estuvimos en el bar mi pasión sexual crecía continuamente, hasta llegar al máximo punto en que me encontraba. Había tenido dos orgasmos impresionantes, había sido follada por el coño, por el culo, y por la boca. Además en mi casa. El morbo que eso me producía aumentó la excitación que Kiko me generaba y me había entregado a él en su totalidad. Necesitaba relajarme. Parar, en definitiva.

Me agarró con una mano la cara, por la barbilla, y me dijo lanzándome una directa y seria mirada.

¡¡¡¡¡Te has corrido como una puta, y las putas tienen que acabar su trabajo. Bésame y limpia de mi boca, de mi cara y de mis labios tu corrida !!!!!

Así lo hice. Creo que hasta con mimo. Mis labios y mi lengua recorrían sus labios y su boca. Al poco rato me decidí a preguntar

¿Ya? ¿Así querías?

Si nenita, si. Pero ahora tienes que limpiar bien mi poya, la tienes que limpiar muy bien. Dejarla reluciente –me ordenó-

Casi sin fuerzas volví a metérmela en la boca. Ya no estaba tan tiesa ni dura como antes, pero seguía dándome una excitación especial. Me encantaba tenerla en la boca. Me encantaba mamársela. Después de un rato de estársela chupando y escuchando sus leves gemidos de placer. Me invitó a tumbarme para descansar un poco. Eran casi las cinco de la madrugada, y desde las doce de la noche no habíamos parado de morrear, sobarnos y follar. Agarré las sábanas al tiempo que me mi cabeza buscaba la almohada .Nos tapamos quedando yo a su izquierda, el se giró para el lado contrario y yo hice lo mismo. Mi coño pegado a su culo, y mi mano izquierda abrazándole y agarrando esa poya, ya descansada, pero que me había colmado de placer.

Relajada, comencé a conciliar el sueño mientras continuaba abrazada a él. Necesitaba ese momento de descanso después de las horas de sexo apasionado que había vivido. Unos timbrazos interrumpieron esos instantes. El sonido del teléfono, me devolvió a la realidad. Primeros instantes de descolocación, sólo unos segundos bastaron para ubicarme en la situación y contemplar el reloj de mi móvil, ¡¡las doce de la mañana!! , y un número en pantalla con un prefijo desconocido para mi.

¡¡¡¡Javi, es Javi!!!!, no abras ni la boca –indiqué a Kilo antes de descolgar, al tiempo que él comenzaba a despertar-

Tranquila nena. No pasará nada. –me tranquilizó-

Al momento atendí la llamada.

¿¿¿Siiiii??? –contesté con voz somnolienta-

Merce, soy Javi.

Uummmmm, no había conocido el número. ¿Qué hora es? –continúe entre un ligero bostezo-

Las doce. ¿Estás todavía en la cama?

Si, No tengo prisa hoy no trabajo. –continué diciendo mientras remarcaba mas mi estado de recién despertada-

Además estoy seguro que ayer te dieron las mil……..

Un poco. –contesté casi interrumpiendo-

¡¡Ay, madre!! ¡¡¡¡¡¡Lo que te gusta la fiesta!!!!! –me contestó en tono de reproche-

Bueno Javi…… no empieces. ¿Qué quieres? –le interrogué mientras me daba la vuelta totalmente, dando la espalda a Kiko-

Era un momento extraño, y puede que hasta de cierto remordimiento., pero al fin y al cabo me lo había buscado yo. Sólo deseaba que pasara rápido la llamada ya que la situación era más bien incómoda. Hablando con mi marido en la cama de matrimonio con otro tío en la cama. Algo que nunca jamás pensé fuera capaz de hacer. Las copas y el deseo me hicieron tomar esa decisión. No se si me iba a arrepentir o no, pero no había vuelta a atrás. Javi continuó la conversación

Te llamo desde un teléfono fijo porque donde estamos no hay cobertura de móvil. Es un restaurante en el que estamos tomando un aperitivo y luego vendremos aquí a comer. Te llamo porque mi prima Rocío, la de Málaga está aquí, con su marido y su niña, pasando unos días y te quieren saludar

¿Y tiene que ser ahora? Déjame espabilarme y ducharme y os llamo luego yo –repliqué con la idea de finalizar esa incómoda conversación que me podría causar arrepentimientos por lo de la noche anterior, y sobre todo por estar en mi casa, y lo que es peor, estropear los maravillosos momentos de sexo que había tenido durante toda la noche-

¡¡¡Mira que eres!!! No te estoy diciendo que no hay cobertura….

¡¡¡Vamos a ver tío!!! Pues te llamo a este número, no creo que sea tan difícil

En ese momento las manos de Kiko comenzaron a hacerme suaves cosquillas por mi espalda y por mi culo, desplazando la mano hacia mi entrepierna. No hablaba, pero era clara su morbosa intención de excitarme mientras hablaba con mi marido. Logré por fin despedir a Javi con el compromiso de llamar luego, mientras la mano de Kiko se había instalado en mi coño y sus caricias y movimientos acompañaban la despedida con mi marido. Finalicé la conversación, dejé el teléfono sobre la mesa de noche y me volví de frente a Kiko.

¡¡Mira que eres, no podías parar quieto!! –le reproché, pero sin mostrar un enfado aparente-

Jejejejeje, que morbo. Tu hablando con tu marido, y yo tocándote en su cama –dijo entre risas-

Me quedé pensativa, el despertar me hacía pensar. No estaba arrepentida por la infidelidad, pero sí en cierta manera por estar en mi casa, y por el riesgo que eso podía haber tenido, un contratiempo o una llegada sorpresa de Javi hubiera generado un importante problema y una situación que no tenía que haber provocado.

No debemos arriesgarnos más. –comenté a Kiko teniendo su cara frente a la mía a escasos centímetros-

Como quieras –contestó al tiempo que me daba un suave beso en los labios mientras su mano derecha acariciaba mi culo- Vamos a ducharnos y nos vamos, al menos yo

Yo también me ducharé. Vete tu al cuarto de baño del pasillo

Así lo hizo. Se levantó, mientras mi mirada se fijaba en su amplia y atlética espalda, y en su culo bien formado. Al instante me levanté yo y fui a la ducha. Relajante y refrescante. Me venía bien para intentar poner en orden mis ideas. Al finalizar me coloqué mi albornoz y salí a la habitación. Otra vez sentada en esa cama, en la misma postura y en el mismo sitio, en la que la tarde anterior había comenzado a colocarme mis sugerentes medias. En un par de minutos llegó Kiko. Otra vez con su ajustado calzoncillo que remarcaba su paquete, y que rememoraba en mí la situación vivida la noche anterior. Mientras me quitaba la toalla de la cabeza nuestras miradas se cruzaron fijamente. Se acercó y me incorporó para fundirnos en un apasionado, prolongado e interminable beso, al tiempo que me abrazaba con fuerza. Empezaba a notar como por momentos mi pasión volvía a subir, sobre todo cuando sus manos abrieron mi albornoz quedando mi cuerpo descubierto ante él. Sus manos apretaron con fuerza mi culo, al tiempo que su boca y su lengua comenzaban a jugar con mi boca y mis pezones, cada vez más duros y tiesos. Sus manos agarraban con fuerza mi culo, empujándolo hacia él para que notara su cada vez más empalmada poya, que comenzaba a frotar con rápidos movimientos por mi coño. Mi excitación empezaba a ser mayor, él lo notaba, y aprovecho para acariciar mi pubis con su mano cada vez con más fuerza. Uno de sus dedos comenzó a buscar mi clítoris, al tiempo que yo me fundía, con mis dos brazos, por su cuello. Empezaba a estar otra vez entregada totalmente a él. Mi vulva comenzaba a humedecerse, sobre todo cuando uno de sus dedos comenzó a entrar dentro de mí. Los inquietos movimientos de su dedo comenzaban a darle resultado, mi cuerpo vibraba ayudando a que su dedo entrará mucho más; uno, dos y hasta tres dedos penetraron totalmente en mí. Fueron apenas unos segundos de placer, pues al poco tiempo los sacó para quitarse el calzoncillo y mostrarme una poya totalmente erecta, mientras empujaba mi albornoz para dejarme totalmente desnuda. Lentamente me tumbó en la cama, mis pies en el suelo y mi cuerpo estirado, sus manos comenzaban a apartar y separar mis piernas, mientras yo cerraba los ojos dejándome llevar. Se puso de rodillas frente a mí y colocó su cabeza entre mis piernas, al tiempo que sus manos apretaban mi culo; su lengua y su boca comenzó a recorrer todo mi sexo, cada vez mas excitado, yo me movía continuamente, entrelazando mis dedos con su pelo, sus manos empujaban mi culo hacía él para que con fuerza su lengua y su boca me hicieran excitarme cada vez mas, yo cada vez me movía con mas excitación. Volvía a estar en un éxtasis sexual. Sus caricias con la boca y los labios pararon cuando comenzó a incorporarse, poco a poco se iba tumbando encima de mí, un cálido abrazo le hizo entender que estaba deseando ser nuevamente suya. La mirada directa me dió a entender que lo había entendido y que iba a culminar de nuevo su deseo y el mío, su cuerpo quedo tendido encima del mío, mientras yo abrazaba su cintura con mis piernas. Su mano agarró su poya para colocármela a la entrada de mi ardiente y humedecido coño.

Ven aquí nenita – me susurró- quiero despedirme echándote un buen polvazo.

Uuuuuuuum mmmmmmmmmm, -gemí casi desesperada al tiempo que su poya comenzaba a entrar en mí-

Merce….¡¡¡¡como me has hecho gozar!!!! Te has portado muy bien, y ahora vamos a llegar al máximo. ¡¡¡¡Has sido una putita buena!!!! –me dijo al tiempo que su poya entró totalmente en mí dando un fuerte empujón-

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaggggg gggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!! –grité de placer- ¡¡¡¡¡Que gusto mi amor……ssssssiiiiiguueee eeeeeeee!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡Asssiiiii…..miiii amor…… ……………………bien folladita!!!!!! –me dijo con su habitual superioridad pero entregado totalmente al sexo

Sus manos apretaban y empujaban mi culo, su boca devoraba totalmente mis tetas y mis pezones y su poya cada vez entraba con más fuerza y con movimientos más contundentes. Yo seguía con mis piernas abrazadas por su cintura, y mis manos acariciando con fuerza y deseo su espalda, mientras mis movimientos eran cada vez más determinantes y fuertes, dando a demostrar el momento de inmenso placer que estaba viviendo.

¡¡¡¡¡¡Toma Merce……….. tomaaaaaaaaaaaaa!!!!!!! –gritaba cada vez con mas fuerza según empujaba y sacaba su poya de mi interior-

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAaaaaaaa aaaaggghhhhh!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡aaaaaaaaaaaagg gghhhhhhhh!!!!, siiiiiguueee!!!!!!!!! –es lo único que podía decir-

¡¡¡¡¡¡¡meee vooooyyy…..aaaa coooooorrrrerrrrrr!!!!!! –dijo tartamudeando por el placer-

¡¡¡¡¡¡espera un poco Kiko……… espera!!!!! ¡¡¡¡¡¡Quiero que seamos los dos a la vez!!!!!! ¡¡¡¡espera un poco!!!!!!! –le supliqué-

¡¡¡¡¡No puedo yaaa…….. no meee aguaaanto!!!!!!! –me confesó-

¡¡¡¡Sácala y espérame un poco!!!! –solicité-

Al momento sacó su poya de dentro de mí, colocándose a mi derecha. Su mano sobaba una y otra vez mis endurecidas tetas, acompañada por un intenso morreo, donde nuestras lenguas jugueteaban si parar. Un dedo de mi mano derecha comenzó a estimular mi clítoris. Esa masturbación me estaba llevando al clímax.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Ponte encima otra veeeezzzz!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡Vamos Kikooooooo!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Yaaaaaaa!!! –fue casi una orden ante la inminente llegada de mi orgasmo

¡¡¡¡¡¡¡¡¡Claro!!!!!!!! ¡¡¡¡¡Ya voyyyyyyyyy…correttttteeee….comooooo una zorra!!!!!!!

Volvió a ponerse encima de mí, su poya volvió penetrarme, mis piernas volvieron a su cintura, mis manos a su espalda y nuestras bocas volvieron a unirse, al tiempo que nuestros movimientos rítmicos, acompasados y potentes, nos indicaban que íbamos a llegar los dos a la vez al momento cumbre.

Un empujón con todas sus fuerzas, colocó su poya totalmente dentro de mí, al tiempo que una vez más su chorro de leche caliente volvía a invadirme.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Aaaaaaa ughhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!! –gritó- ¡¡¡toma tía!!!!! ¡¡¡¡toma Merce!!!!!!, ¡¡¡¡¡¡toma zorra, toda para tiiiiiiiiiiiii iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Aaauggg hhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!

¡¡¡¡¡¡¡uuuuummm mmmmmmmmm!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡¡aaaaaagg gghhhhhhhh!!!!!!!!! –grité con todas mis fuerzas al notar un enorme y placentero orgasmo dentro de mí al tiempo que seguía notando, como su leche se descargaba en mí-

¡¡¡¡¡¡To ooooooooma!!!!!!!!!¡¡¡¡¡¡maaaaa aassssssss!!!!! ¡¡¡¡¡nooo teeeee paree essssss….mueveeeeeeeeete!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡muévete maaasss zorra!!!!!! –gritaba sin parar mientras me movía con todos las ganas del mundo-

¡¡¡¡¡¡Siiiguuee eeeee Kiko!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡Queeeee g uusssstoooooo!!!!! –decía yo desesperada de placer-

Fue un orgasmo largo, duradero, extenso y placentero. Nuestros movimientos acabaron dejando claro que ya habíamos llegado los dos al máximo y a la misma vez. Iba a tener razón, nunca olvidaría ese polvo. Además en mi casa y en mi cama. Fue bestial. Se levantó de encima de mi cayendo rendido al lado mío en la cama. Los dos jadeamos, el momento sexual había sido colosal. Sin decir nada me incorporé levemente para repetir lo que durante la noche me había pedido: limpiársela con la boca. Sus manos acariciaban suavemente mi pelo, como queriéndome agradecer esa última mamada. Un momento de relax, los dos en silencio, uno junto al otro y mirando al techo, empezaba a señalar el inicio del adiós. En apenas un par de minutos se levantó y sin decir nada se dirigió a "su" cuarto de baño. Yo me incorporé, me dirigí al mío, y me limpie su tremenda corrida. Volví a la habitación, abrí el cajón de la mesilla de noche dónde guardo mis tangas y sujetadores, colocándome un tanga muy pequeñito de algodón blanco, con los ribetes rojos. Me volví a poner el camisón azul claro de raso, y caí como fulminada, boca abajo en la cama.

En poco tiempo Kiko llegó a la habitación. Totalmente vestido, recordándome al chico que conocí en el "pub" del hotel, su camisa blanca, sus vaqueros y su americana negra. Un dulce beso en mi culo, dulce y cariñoso, tras apartar el camisón, y una caricia por encima de mi tanga, marcaba ya definitivamente la despedida.

¿Me acompañas hasta la puerta? –me pidió-

Claro que sí. –apunté con voz mimosa, mientras me incorporaba para ponerme en pie-

De la mano nos dirigimos hasta la puerta de entrada. Un último y fogoso morreo, acompañado de un fuerte abrazo fue nuestra despedida. Antes de abrir la puerta, me miró fijamente y me dijo

Ha sido genial. Me has hecho gozar y creo que yo a ti también. Me ha encantado. Eres un pedazo de tía.

Agarrándome suavemente la barbilla con sus manos, continúo

Espero que te acuerdes de mí, y que no te olvides de lo que hemos vivido

Ya te digo que no me olvidaré –contesté-

Me encanta que esta casa, y lo que hagas con tu marido en ella, te recuerde siempre a mí.

¡¡¡¡¡Puffffff!!!!! –sólo logré a contestar al tiempo que abría la puerta-

Me miró salió, y antes de dar un paso más girándose hacía mí, me dijo

Perdona si en algún momento he sido grosero contigo. Lo digo cuando utilizaba palabras insultantes. Eran momentos muy pasionales, y me ponía…enserio. Perdona si te he ofendido

Un gesto con mi cabeza demostró que no había problema, que no me había molestado, y que incluso habían levantado mi excitación. Sin contestar continúo

  • Yo me acordaré mucho de ti………… ¡¡¡¡además me llevo un trofeo!!!!! -dijo con una amplia y pícara sonrisa, mientras su mano sacaba del bolso interior de su americana mi tanga de la noche anterior-. Me voy el 10 de enero, de ti depende que nos volvamos a ver, y si no recuerda que vuelvo en junio y que seguiré saliendo al MSN –concluyó-

Nuestras miradas se cruzaron por última vez antes de perderse por el pasillo de la escalera. Cerré la puerta y apoyé mi espalda en ella. Acababa de concluir mis más excitantes y pasionales horas de sexo en mis 33 años de vida. Hacía medio minuto que se había ido y ya me acordaba de él, y a buen seguro que cuando me acostara con Javi volvería a recordar a Kiko el del Chat y a gozar con su recuerdo. Pero….esto será, probablemente, el argumento de otro relato.