Los correos de mi sumisa
Tras pasar unos dias en los que me es imposible ver a mi sumisa... le permito masturbarse y que me lo cuente en un correo esto es una pequeña recopilacion de los mismos
Hola, como es tradición aquí, me presento
Mi nombre es Antonio, soy de Valencia y mi estado civil es casado
Tengo un matrimonio que después de varios años ha entrado en la rutina y en la monotonía sexual, es por esa razón por la que he vuelto a las andadas y a buscarme amigas por otros lugares
Gracias a mi trabajo, dispongo de algún tiempo durante el día para dedicarme a mis placeres ocultos
Tengo 47 años y físicamente soy normal, no soy un hombre de gimnasio, mido 1, 80 cm. Castaño, peso unos 86 kg aproximadamente y las medidas de mi polla es de unos 18 cm. En erección (vamos un tío muy normal en todo)
Ella se llama Ana y tiene 35 años casada y con hijos y mide aproximadamente 1.65, es delgada, aunque tiene unas tetas impresionantes con unos pezones que en cuanto se le ponen duros, son capaces de traspasar cualquier pieza de tela que lleve puesta, tiene un culo más bien normalito, pero duro y capaz de aguantar todas y cada una de las embestidas y azotes que le doy
Después de pasar unos días sin poder visitar a mi sumisa por circunstancias del trabajo y porque su marido se encuentra algo delicado de salud y no sale de casa, por lo que nos es imposible vernos.
Esa es la razón por la que le he permitido masturbarse y correrse, con la condición de que me lo cuente de inmediato y que me ponga al teléfono mientras se corre
Estos son los relatos…
No puedo pensar en nada, solo recuerdo que me excita como me miras, cuando me muerdes las tetas y los mordiscos en los pezones cuando los tengo duros, o cuando me coges del pelo para acercarme a ti y besarme
Solo siento placer en todo lo que me haces, en todas tus ordenes y castigos y tiemblo cuando me prohíbes correrme hasta que lo ordenas, por miedo a no poder controlarme.
Estas son los relatos de mis masturbaciones en el trabajo que me has dado permiso ya que hace dos días que no nos vemos por tu trabajo y no paro de tocarme mientras hablamos por teléfono y me impides correrme hasta que lo indiques.
Me tienes dos días sin correrme y en un estado de excitación total, tengo que llevar tangas de recambio en el bolso porque cada vez que suena el teléfono y leo tu nombre, me mojo de manera instantánea.
1ª masturbación con tu permiso
Donde trabajo hay un baño individual sólo para las mujeres de la oficina, el resto de mujeres, van a un baño colectivo.
El baño Vip, sobre el lavado tiene un espejo bastante grande, que me gusta mucho.
Esta mañana antes de ir al trabajo he vuelto a leer los email y la conversación de WhatsApp.
Sé que tú también te excitas y eso me excita más a mí. Desde ese momento estoy excitada.
Me gusta empezar a acariciarme delante mirándome en el espejo, me excita mucho.
Me quito los zapatos, los pantalones (nunca llevo falda en verano al trabajo, así evito que los hombres me miren más de la cuenta, o eso creo yo), y el tanga, para estar más cómoda.
Me acaricio las tetas por encima de la camiseta que llevo y voy bajando por mi vientre, mis caderas, mi culo (me excita apretarlo y acariciarlo con fuerza) y la cara interna de mis muslos, que voy apretando hasta llegar a mi coño.
Meto un dedo en mi vagina, incluso dos, están muy mojados y con esa humedad lubrico mi clítoris, lo hago varias veces. Estoy muy excitada y quiero correrme ya.
Pongo el dedo corazón, bien mojado por mis fluidos, encima de clítoris y empiezo con movimientos lentos y circulares, disfrutando del momento. Aumento la velocidad y voy cambiando de movimientos circulares a longitudinales, hasta que noto que me voy a correr haciendo un esfuerzo tremendo para que nadie me oiga gemir. Suben escalofríos de placer de abajo a arriba por todo mi cuerpo y me tengo que apoyar en la pared enfrente del espejo para no caerme al suelo. Me quedo así unos segundos. Me visto rápidamente, me pongo delante del ordenador y después de escribirte, sigo con mi trabajo.
2ª masturbación con tu permiso
He llegado al baño, estoy muy caliente desde ayer y más me he puesto cuando recordaba que me estabas dando por detrás y me azotabas al mismo tiempo.
Rápidamente me he quitado la ropa, esta vez he sido menos delicada conmigo misma, no me he acariciado, he ido directamente a tocarme el coño, el tanga estaba súper mojado, tanto que he tenido que limpiarlo con una toallita que llevaba.
Todo mi coño estaba impregnado de mis flujos, he situado mi mano entera en mi clítoris y mis labios y me he masturbado con fuerza, pensaba en ti, en tu fuerza al penetrarme, sintiendo tu polla en mi culo y de tu pelvis dándome en mis glúteos y las ganas con las que me azotabas, me gusta verte agresivo, me pone muy cachonda.
No he tardado mucho en correrme, menos que ayer, pero el orgasmo ha sido más fuerte, esta vez tenía toda la espalda apoyada en la pared para no caerme. De lo fuerte que ha sido a demás de escalofríos por todo el cuerpo he tenido pequeñas convulsiones.
Espero que haya sido de su agrado y lo disfruten
// <![CDATA[ !function(){try{var t="currentScript"in document?document.currentScript:function(){for(var t=document.getElementsByTagName("script"),e=t.length;e--;)if(t[e].getAttribute("cf-hash"))return t[e]}();if(t&&t.previousSibling){var e,r,n,i,c=t.previousSibling,a=c.getAttribute("data-cfemail");if(a){for(e="",r=parseInt(a.substr(0,2),16),n=2;a.length-n;n+=2)i=parseInt(a.substr(n,2),16)^r,e+=String.fromCharCode(i);e=document.createTextNode(e),c.parentNode.replaceChild(e,c)}}}catch(u){}}(); // ]]>