Los clientes
Me contestó en un perfecto español y me dijo que estaba esperando nuestra llamada, así que tuve que explicarle la situación nuevamente y decirle que ellos no podría atenderlo, pero que nos habían pedido que lo invite a cenar a nuestra casa. Él me dijo que no había venido solo, sino con dos socio más
LOS CLIENTES
C Lo que les contaré aunque parezca increíble, nos sucedió cuando tuve que hacer una recepción para unos clientes de mi marido en mi casa, y yo tuve que atenderlos ya que el se encontraba en ese momento de viaje. Me casé hace apenas un año y mi marido casi no para en la casa, ya que siempre esta de viaje y la mayor parte del tiempo me quedo sola en casa. O sea somos dos mi amiga Sandrita y yo a parte mal atendidas sexualmente, lo bueno de todo esto que Sandrita me comento que al ser negros los clientes ella quería conocerlos siempre soñó con hombres negros ya que yo igual solo conocíamos a nuestros maridos, Sandrita es delgadita de seños pequeños peor un cuerpo divino y sus hermosos 24 añitos , yo tengo 34 y soy muy de senos grandes y un culo respingón, al menos en la calle cuando vamos juntas nos dicen de todo ¡!!!!!!!!!
Él había salido hace dos días de viaje junto a el marido de Sandrita eran socios olvide contarlo y aunque me llamaba todas las noches, no era lo mismo que tenerlo cerca. Él me había prometido que cuando hiciera dinero esta situación cambiaría y que luego sabrían como recompensarnos hablo de mi pero igual le decía el marido a Sandrita . Esa noche antes de acostarme me llamó y me dijo que no podrían regresar hasta después del fin de semana, pero que había hecho una cita con el representante de una compañía de Kenia y que éste llegaría el fin de semana para reunirse con él. Me dijo que había pensado llevarlo a cenar para quedar bien con él y luego proponerle algún negocio que le fuera ventajoso.
Por tal motivo me pedía que lo llame al hotel el fin de semana y que lo invitara a cenar a la casa. El previamente le había mandado un mail, disculpándose y diciéndole que yo lo llamaría. Yo le comenté que no sabría que hablar y él me respondió que únicamente había que atenderlo bien para que se fuera contentoque me ayudara Sandrita igual le comento su marido . Colgó el teléfono y me puse a pensar de que hablaría con él, ya que creo que en ese país hablan inglés o algún idioma africano. Al día siguiente al llegar a mi oficina, comenté con mis amigas sobre la cena que tendríamos que dar, y me empezaron a gastar bromas diciéndome que los negros, tienen fama de tener penes inmensos y cosas así. Ese viernes desde la oficina llamé al hotel para averiguar si había llegado y cuando me respondieron que si, pedí que me comuniquen a su habitación.
Me contestó en un perfecto español y me dijo que estaba esperando nuestra llamada, así que tuve que explicarle la situación nuevamente y decirle que ellos no podría atenderlo, pero que nos habían pedido que lo invite a cenar a nuestra casa. Él me dijo que no había venido solo, sino con dos socio más y me preguntó si no había ningún inconveniente. Le dije que no, pero por dentro yo me decía que iba a hacer con Sandrita solas con tres tipos en mi casa. Le dí la dirección, y me contestó que irían en un taxi del hotel como a las 8 de la noche. En el camino compramos comida preparada, de tal forma que solo la pondríamos a calentar cuando llegaran. Me di un baño para refrescarme y fui a mi habitación para escoger que ropa me pondría esa noche, ya que debíamos darles una buena impresión y atenderlos cortésmente, según nos había pedido nuestros marido. Me puse braguitas y sujetador color negro, además de unas medias de nylon del mismo color. Escogí un vestido, que había comprado para salir alguna noche con mi esposo, pero como nunca paraba en casa no había tenido oportunidad de estrenarlo.
Era color negro y modelo Jane, que es más corto de un lado de la pierna y largo por el otro lado. Lo único malo era que por la parte corta, se notaba un poco el encaje de mis medias, así que debía sentarme con cuidado para que no se levantara mucho ese lado del vestido. Me coloqué unos zapatos negros y me miré al espejo para ver que tal estaba. Me miré por detrás y debido a que el vestido es de un material delgado, en el costado de mis nalgas se notaba muy pegado, pero ya no tenía mucho tiempo para escoger algo más, ya que de un momento a otro llegarían. Mientras me maquillaba y peinaba, pensaba que a mis 34 años no disfrutaba a plenitud de la vida, ya que casi nunca salía a ningún sitio aparte de mi trabajo, y ni que decir de la parte sexual. Sandrita igual se puso un vstido muy pegado a su divino cuerpo negro largo con yn escote divino un tajo a su lado derecho que dejaba imaginar algo divino tacos pero recogido una diosa , llego nos miramos y dijimos a disfrutar la noche reímos nos abrasamos y sin quereos nos besamos como nunca nuestras lenguas se juntaban Sandrita me besaba el cuello yo le comía la boca que rico por dios seguimos besándonos no podría crer lo que sucedía nos calentamos nos separamos nos reímos Apenas terminamos de arreglarnos , tocaron a la puerta y fuimos a atender un poco nerviosas. Esperábamos que se llevaran una buena imagen de la atención que les íbamos a dar. Cuando abrí la puerta me llevé una impresión, ya que eran 3 hombres de raza negra, pero su piel era de un negro color aceituna y ambos median como 1.90 de estatura. Estaban vestidos de manera casual con unas camisetas marca Lacoste.
Los saludamos y los invite a pasar. Uno de ellos me entregó dos botellas de champagne que puse a helar, y los 5 nos sentamos a conversar en la sala un momento. Ambos me prestaban mucha atención cuando yo hablaba, y yo notaba que ellos disimuladamente aprovechaban para mirar mis piernas y comerse con la mirada a Sandrita que lucía una diosa . Les pedí que me disculparan que los dejábamos solos, ya que íbamos a servir la cena. Desde la cocina podía escucharlos conversar en inglés y como yo no conozco mucho ese idioma, no entendía nada. Gracias que Sandrita si y ella me conto que decían ellos que yo estaba buena pero que la joven x Sandrita lo había puesto caliente no reímos y notamos que nuestras tangan se nos mojaban La cena transcurrió, y en su conversación se notaba que habían viajado mucho, y mencionaron que era una pena que nuestros marido no estuviese presente, pero que ya habría oportunidad de reunirse con ellos .
Cuando estábamos cenando, sentí que la pierna de uno de ellos rozó la mía, pero supuse que había sido en forma casual. Terminamos una de las botellas que ellos trajeron en la mesa y luego los invitamos a pasar nuevamente a la sala, mientras retirábamos los platos de la mesa. Les pregunté si deseaban que abriese la segunda botella y ambos dijeron que sí fuimos a la cocina y Sandrita me comento que uno le había pasado la mano por su culo y que otro le había tocado una tetas estaba a mil y yo me puse a millón nos metimos en una despensa que tengo y nos comimos la boca que caliente estábamos nos chupamos bien nos frotamos la chuchis y volvimos . nos sentamos a acompañarlos y mientras yo bebía mi copa, ellos conversaban entre sí. Los miramos con detenimiento y ambos tenían manos grandes y sus pies también lo eran. En ese momento recordé las bromas de mis amigas del trabajo, cuando me decían que los negros tenían vergas enormes.
Uno de ellos estaba sentado frente a mí, con las piernas abiertas como se sientan los hombres, y yo empecé a divagar imaginando que me sentaba sobre él. Rápidamente alejé esos pensamientos de mi mente, que seguro eran producto de la falta de continuidad de sexo. Mis pensamientos hicieron que se me subieran los colores al rostro, que debido a mi piel blanca cuando me pongo colorada se me nota más, y uno de ellos me preguntó si el champagne me había afectado. y Sandrita le pasaba lo mismo estábamos cachondas y ellos se dieron cuenta
Riéndonos le dijimos que no y cambiamos de tema rápidamente, preguntándoles si les había gustado la ciudad. El que estaba sentado junto a mí, me dijo que ellos cada vez que llegaban a un país, no se iban contentos si es que no probaban la comida típica, el trago típico y la mujer típica. Sus amigos se rieron de la ocurrencia y yo también sonreí y tragué saliva, Sandrita quedo mudicima ¡!!! ya que parece que estos negros querían comer algo más que la cena. El negro que tenía al frente me dijo que mi esposo era muy afortunado en tener una mujer tan bonita como yo, y el otro puso su mano en mi pierna derecha, añadiendo que estaba de acuerdo. y el otro se arrimo a Sandrita paso la mano x su hombro y dijo algo parecido
La mano de este negro emanaba un calor que me hizo estremecer y no la apartaba, dejándola sobre mi pierna un buen rato. Uno de ellos mencionó que nuestros maridos le había contado que seríamos muy hospitalarias con ellos, con el fin de concretar negocios muy pronto. No sabíamos que hacer en ese momento, no queríamos echar por la borda los sueños de nuestros marido, pero por otro lado que haríamos si los negros se empezaban a propasar?. Dejemos de que pasara lo que tenía que suceder.
Ellos al ver que no mostrabais rechazo, empezaron a insinuarse aún más. El que tenía al costado se pegó a mí y llenaba una y otra vez mi copa, logrando que el licor me desinhiba y en un momento conversábamos como si fuéramos amigos de toda la vida. Tanto así que Sandrita igual ya se había sentado dejando ver casi todo sus piernas al desnudo estaba divina radiante sexual , que en un momento el negro quitó su mano de mi pierna y me pasó su brazo por la espalda, y sentí que su mano llegaba a tocarme una teta por lo largo de su brazo.
El otro negro nos miraba, y lo noté inquieto por los toqueteos que su amigo me daba. El que me abrazaba me dijo que yo tenía una piernas hermosas y cuando voltee a mirarlo me besó en la boca, rodeando mis labios con los suyos que eran enormes. Yo no se porque, pero no hice nada por separarlo y mientras me besaba y metía su lengua en mi boca, el otro no aguantó más y también se acercó a mí. Se inclinó y con sus manos separó mis piernas, para ver mis braguitas. Yo pensaba como era que había llegado a este punto, y me preguntaba también si esta era la hospitalidad que nuestros maridos esperaban que les brindáramos. Mientras pensaba esto me hicieron poner de pie, y empezaron a meterme mano sobándome las nalgas y mi chocho. Uno de ellos me sacaba el vestido, mientras el otro se bajaba los pantalones. Cuando se quedó sin ellos, pude ver que tenía una verga enorme. Era larga y gruesa y me daba la impresión de estar viendo una vara, como la que usan los policías.
El otro también se quitó la ropa y quedó desnudo ante mí. Entre los dos me quitaron el sujetador y las braguitas, dejándome solo los zapatos y las medias negras puestas. Se notaba fuertemente el contraste entre la piel negra de ellos y la mía. Estaba excitada y a la vez asustada por la envergadura de sus miembros mire,al sillón y vi al otro negro besandoce con Sandrita , se chupaban la boca Sandrita que le gusta besar con los tremendos labios del negro creo que estaba en el cielo , pero sería la primera vez que experimentaríamos como se sentiría tener la verga de un negro dentro de Nosotras . Ambos me lamían todo el cuerpo, y mientras uno separaba mis nalgas para lamer mi ano, el otro se encontraba delante lamiéndome el coño. Los tres nos fuimos a mi habitación y me senté al borde de mi cama, poniéndose ellos frente a mí con sus vergas apuntando a mi cara. Se las empecé a mamar, sin lograr que entren totalmente a mi boca.
Me eché sobre la cama y uno de los negros se puso a bombearme. Su verga era tan gruesa, que mis labios vaginales la rodeaban a duras penas y me hizo sentir en la gloria de tanto que metía y sacaba. El otro se puso de rodillas a la altura de mi cabeza y puso su verga dentro de mi boca para que se la chupe.
Así me tuvieron un buen rato, hasta que ambos eyacularon bañando el interior de mi concha y mi boca. Yo solo quería que me den más y les pedí que me culeen entre ambos. Se acostaron en la cama cada uno a un costado mío y me puse de rodillas en la cama, y se las chupaba alternadamente, dejándoles ver mi culo mientras lo hacía. No tardaron mucho en ponerse como un par de trancas y me puse encima de uno de ellos, mirándolo de frente. Nos besábamos en la boca, mientras me metía su verga en mi chucha y le dije al otro que me montara por detrás. Se puso de pie en la cama y dobló un poco sus piernas, hasta poner la cabeza de su pincho en mi ano. Poco a poco empezó a empujar hasta meterla por mi recto, y así ambos me cachaban por delante y por detrás. Yo me preguntaba cómo me había vuelto tan puta, pero esos dos negros me estaban haciendo gozar como una cerda. Mientras me culeaban sonó el teléfono, que se encontraba en la mesita de noche y estiré mi brazo para alcanzarlo.
Contesté y era mi marido. Me preguntó si Los clientes habían ido a la casa, y yo le dije que si. Me dijo que si los estaba atendiendo como me lo había ordenado, y les respondí que los estábamos atendiendo en ese momento, y que por eso debía colgar el teléfono. Me volvió a decir que nos recompensarían el sacrificio que estábamos haciendo las dos
, y le contesté que no era necesario, mientras sentía que la leche de ambos negros se derramaba en mis dos huecos. Me levante y fui al sillón y veo a Sandra en 4 con tremenda tranca negra en su conchita moviéndose como víbora me metí abajo y se la chupaba mientras uno de los negros que venia conmigo la besaba y ella se derretía ensartada besándose y sintiéndose chupada x mi y acabando como yegua
Uno de los negros el mas trancudo se la volvió a poner a Sandrita el sentado ella se sentó en su poronga negra y lo cabalgo tomándolo del cuello y otro de atras muy suave se la puso en la colita ella gemía gritaba y acababa el otro me la puso en boca y solo fue un acabar y acabar caímos todos cansadísimos ellos se ducharon se vistieron y se fueron nosotras nos metimos en la cama y amanecimos besándonos fue la mejor noche de nuestras vida pero esto continua en otro relato
Besitos [email protected]
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