Los Chicos en la Ruta

Orgía en la ruta, todaos conta mi.

LOS CHICOS EN LA RUTA

Mi esposo y yo habíamos decidido hacer un viaje a la playa en nuestro coche.

Para el viaje en auto, como hacía bastante calor, me había vestido únicamente con una solera muy cortita, amplia y escotada, de esas que tienen toda la espalda descubierta y solamente adelante cubre un poco los senos, pero si me inclino hacia algún lado, permite ver mis senos que por la excitación constante se ven muy grandes y duros. La faldita es tan corta que solamente de ir sentada permite ver hasta el nacimiento de mis piernas.

Alberto lleva remera y short deportivo, por lo que cualquier cambio en el estado de su pene es fácilmente visible para mí.

Apenas comenzamos el viaje de retorno, me inclino hacia él y comienzo a tocarle el pene, hasta que lo saco fuera del short y se lo comienzo a chupar. Esa es una cosa que a él le gusta mucho, pero no es fácil hacerlo acabar.

Estaba ya anocheciendo cuando vemos un grupo de muchachos haciendo auto stop en la ruta. Es bueno aclarar que por esa ruta pasa muy poco transito, y menos de noche.

Pasamos por ellos y Alberto me consulta sobre si para y los recogemos.

El caso es que son seis y si bien nuestro auto es bastante espacioso, para que entren todos deberemos viajar bastante apretados.

Nos da un poco de pena imaginarlos solos en la ruta durante toda la noche, por lo que decidimos parar y preguntarles hacia adonde viajan.

Legan corriendo hasta nuestro auto que había parado unos quinientos metros delante de ellos. Debido al calor y la caminata, todos viajan de short y remera, menos dos que viajan sin ella.

Les consultamos hacia adonde viajan y nos dicen que simplemente han salido a hacer verano y van para cualquier balneario del este, por lo que les quedan como setecientos kilómetros por recorrer.

Me bajo para ayudarlos a acomodar sus mochilas en el porta equipajes del auto y se quedan mirándome de boca abierta y veo como sus bultos se agrandan solamente con obrservarme agacharme y acomodar las mochilas.

Mientras los demás se acomodan en el asiento trasero, dos de ellos me ayudan a hacer espacio entre nuestro equipaje y aprovechan para echarme una mirada a fondo y yo aprovecho para rozar "casualmente" sus bultos con mi cola, entonces uno de ellos, se apoya también casualmente, apretándome contra el auto fingiendo un tropiezo. Yo le respondo empujando hacia atrás con mi cola y nos pedimos disculpas mutuamente.

Cuando vamos a acomodarnos nos damos cuenta que solamente quedaba espacio para dos y apretados.

Alberto al ver la situación dice que alguien va a tener que viajar sentado en las piernas de otro.

Por ser la mas liviana y la última en subir, me sacrifiqué y me ubiqué en las rodillas de dos de los chicos que iban sentados atrás.

Para ponerme mas cómoda, me recuesto en el pecho del chico que me llevaba en sus rodillas y siento perfectamente en mi culo y mi conchita la fuerza de la erección del chico.

Le pregunto si no le duele que me siente sobre el y me dice que le gustaría acomodarse mejor. Por eso levanto mi culo un poco permitiendo que todos vean mis bombachas al abrir totalmente mis piernas. El se acomoda y me siento nuevamente, pero me dice que le molesta un poco porque la tiene muy dura, igual que todos los demás.

Yo me siento en el cielo, siete hombres con las pijas duras deseándome.

Por eso le ayudo y la libero de su encierro y me sorprende lo larga y dura que es..., entonces le digo que se quede quieto que yo me voy a acomodar para que no le duela. En eso veo que dos más ya han sacado las pijas para afuera y están masturbándose lentamente. Esos me anima y me quito la bombacha al tiempo que los otros me quitan la solera y me dejan desnuda. Me meten mano por todos lados y yo lentamente me acomodo la pija del chico en mi culito y lentamente me voy sentando hasta que siento que la tengo toda adentro.

Los demás quieren participar pero estamos muy apretados por lo que les digo que se tranquilicen que el viaje es largo y comienzo a cabalgar sentada en esa larga y dura pija durante unos tres minutos hasta que siento que se descarga totalmente dentro mío al tiempo que tira con fuerza de mis tetas a tal punto que tengo miedo que me dañe.

Me desclavan de este chico y me dejan caer encima de otra pija, igual de dura pero mucho mas gruesa que se me clava también en mi dilatado culito....

Le pido a Alberto para detenernos en la ruta y a los poco kilómetros lo hacemos.

Tiramos varios sobres de dormir en el pasto y solamente con la luz de la luna como cómplice, me entrego a mis siete machos que mi hacen de todo.

Me cojen como una perra, en cuatro patas, mientras me hacen chupar una pija.

Me sientan en una pija y me ponen otra en el culo, me la sacan del culo y me ponen dos pijas en la concha, me ponen una pija en la boca y me llenan la boca de leche.

Después me ponen dos pijas en el culo y vacían en él sus testículos.

Ya no puedo más y se los digo. Les digo que basta pero no me hacen ningún caso, me pongo a llorar y a gritar porque realmente me duele.

Todos se ríen y nuevamente me dan pija por todos lados, turnándose para acabarse en mi culo, concha y boca.

Cuatro horas después, y como veinte orgasmos, me siento realmente destruida, no puedo más, ellos tampoco.

Así quedamos un rato, tirados en el pasto, muertos de cansancio y doloridos.

Cuando nos despertamos ya es de día y de los chicos ni noticias, se habían ido.

Quizás temiendo una denuncia por parte nuestra.

La realidad es que nos lavamos, nos vestimos y emprendimos el viaje a la playa.

Este tipo de relaciones con varios hombres para mi solita nos pone recalientes a ambos, por lo que queremos hacer contacto con grupos de amigos para sexo en grupo.

Si son un grupo de amigos con ganas de divertirse, pueden escribirnos a royluis@adinet.com.uy