Los chavales del barrio (02: Sensaciones)

Nikolai se encontraba en el parque desde hacía ya un buen rato, pero Dani no aparecía. Había quedado con él a las 7, pero ya eran y cuarto y todavía no se había presentado. Sacó su móvil y decidió darle un toque.

- Teufel ! –Blasfemó en alemán, mientras marcaba el número en su nuevo Nokia N95. Se lo había regalado su padre unos días antes, y era cuanto un adolescente de 16 años podía desear, sobre todo ahora que la mayoría de móviles tenían WIFI, cámara y un sinfín de funciones, muchas de ellas inútiles pero que siempre vienen bien a los fabricantes para aumentar el precio.

Nikolai Pentrescu era un chico de pelo rubio, ojos verdes muy penetrantes y muy moreno de piel. Había llegado de Iasi (Rumanía) hacía 3 años, pero andaba algo retrasado en los estudios por problemas de homologación de los cursos, aunque tenía una inteligencia excepcional, y siempre sacaba buenas notas en el Instituto. No había hablado con mucha gente, pero sí que se llevaba bien con Dani, un chaval 2 años menor que él que estaba en su clase.

Su padre era un hombre algo misterioso, que entre otras cosas raras, se empeñó casi obsesivamente en que su hijo aprendiera a la perfección alemán y ruso. Nikolai se desesperaba, pero tenía un buen dominio del idioma germánico, incluso a veces se le escapaba algún taco en ese idioma. El ruso era otra historia…lo intentaba, pero iba despacito. Además, hablaba rumano, y español bastante bien.

En cualquier caso, Nikolai no le daba mucha importancia a aquello. Estaba más centrado en otras cosas: las chicas. Desde que llegó a España, no había dejado de fijarse en lo guapas que eran las españolas, y además, ya tonteaba con alguna chica del Instituto. Se había fijado en una morena espectacular, de su edad, que había repetido 2 veces y que estaba en su clase. Todo el mundo la llamaba "la Vane", y era conocida por su promiscuidad. Vamos, en palabras de Pablo, el salido de la clase, "una zorra con el coñito bien jugoso". En cualquier caso, había hablado con ella varias veces, y de hecho, la dijo que se pasara por el parque sobre las 8 o así y que viniera con amigas, puesto que también se lo había dicho a Dani.

Estaba pensando en lo buena que estaba la Vane y lo que le haría si conseguía liarse con ella, cuando aparecieron Dani y Jaco. Empezaron las presentaciones:

-¡Qué pasa Nikolai, cabronazo! Este es Jaco, un colega –Saltó Dani, estrechándole la mano.

Nikolai miró a Jaco de arriba a abajo. De repente sintió una sensación muy extraña; le había visto en clase de refilón, y sin haber hablado apenas con él, notó que le conocía de toda la vida; un escalofrío recorrió todo su cuerpo, y sintió algo así como una decarga eléctrica en su interior que le hizo dudar de sí mismo: ¡se sentía muy atraído hacía ese chaval al que apenas conocía1 Apenas repuesto de la situación, le saludó:

-¡Eeee…ncantado tío!

-Igualmente. –Conbtestó Jacobo.

Cruzaron las miradas, y los fríos ojos verdes del rumano se fijaron en los dulces ojos azules de Jacobo. De repente, se empezó a levantar viento, y el cielo comenzó a oscurecerse repentinamente.

-¡Jodeer, me parece que como siga así de nubes, el partido se va a la mierda! –soltó Dani.

-No pasa nada. ¡ya verás chacho, le he dicho a Vane que se venga un rato con nosotros, y que traiga unas amigas!. Nos lo vamos a pasar de puta madre, aunque sólo sea mirándola las tetas, jeje. –Dijo Nikolai, ya repuesto de su intenso encuentro con Jaco.

-¡Ey, pues de puta madre.. joder , tiene unas peras…a ver si algún día se las puedo comer.-replicó Dani.

Nikolai se envalentonó:

-Bueno, bueno, la morena es para mí…va a saber lo que es un buen rabazo rumano.

-Jeje, no te flipes, seguro que tienes un gusanito que no te lo puedes ni mirar-se burló Dani.

De repente, a lo lejos apareció el grupito de chicas…pero lo que hizo a nuestros amigos flipar fue con quién venía Vanessa agarrada de la mano…¡era Pablo!

Pablo era un chaval con gafas, de la edad de Dani y Jacobo, con la cara llena de granos típicos de la adolescencia, el pelo oscuro y los ojos marrones, que no solía tener mucho éxito con las chicas debido a su poco agraciado aspecto. Era un pajillero compulsivo, y un chaval que solía hacer el 95% de los comentarios subidos de tono en clase.

-Tíos... ¿ese de ahí no es el Pablito?-Advirtió Jaco.

-Joder…ya te digo…jajaja, y va con tu piva, Nico-Soltó Dani.

-No me llames Nico…me llamo Nikolai...y no es mi piba…y…joder…¡¿qué coño hace con ese tío?!-Soltó con voz de enfadado . La verdad es que si que le jodía que estuviera con el pringado de la clase de la manita.

El grupo por fin llegó. Eran Pablo, Vanessa y dos chicas más: María y Sonia. María era una chica rubia, de ojos verdes, pero que no sobresalía por tener un cuerpazo, ya que más bien sus tetas eran pequeñas y su culo tampoco era espectacular. Eso sí, era una chica con una cara muy bonita. Sonia era todo lo contrario: la cara era normalilla, pero tenía un cuerpo de infarto, con unas tetazas que hacían sonbra a las de Vanessa y un culo explosivo. Otra vez empezaron las presentaciones, ya que Nikolai, Jaco y Dani sólo las conocían de vista en clase, pero ni sabían cómo se llamaban (salvo Vanessa).

-Hola chicos, ¿Qué tal?. Bueno, os presento: están son María y Sonia; estos son Nikolai, Dani y…oye, ¿tú no eres el chaval ese con el apellido tan raro…como era Zumalanosequé?-Dijo Vanessa, riéndose de Jaco.-Es que cuando pasan lista en clase ni los profes lo dicen bien, jeje.

-Bueno, me llamo Jacobo…aunque mis amigos me llaman Jaco…y mi apellido no es raro, es vasco: Zumalacárregui.-Dijo ofendido y poniéndose colorado.

-Jaja, bueno…y a mi novio Pablito ya lo conoceis, ¿no?

-No sabía que estabaís saliendo- dijo Nikolai medio celoso, medio turbado. La verdad es que por una parte tenía una rara sensación cuando estaba con Jacobo…una especie de atracción misteriosa, que trascendía de lo meramente ´físico, y que no entendía...y luego estaba los celos de Nikolai por Vanessa. Se sentía muy confuso. De repente, se empezó a sentir mareado y confuso. Súbitamente, una frase, que no había oído ni recordaba le vino a la mente, y retumbó en su interior, palabra a palabra, en rumano: *"Fe

riţi-vă de cal negru care e numele este plimbari cu Moartea.".*

Nikolai, en cuanto cayó en la cuenta de lo que significaba, empezó a sentir sudores fríos. Sus amigos se dieron cuenta de que algo ni iba bien.

-Nikolai…¿estás bien? Tío, te has quedado…-dijo Jacobo. Nikolai de repente reaccionó, como saliendo de un trance. "¿Qué coño me pasa?", pensó.

-No me encuentro muy bien…tengo que irme a casa Mai tarziu!- Y echó a correr como un poseso.

-¿Qué coño ha dicho?-se preguntó DAni. –Cuandocse le va la pinza a veces se pone a hablar en rumano o en alemán y no le entiende ni Dios. Bueno, yo me voy a tener que ir…tengo cosas que hacer en casa y se está poniendo a llover-comen´to, mientras se oian ya los truenos, y las primeras gotas de lluvia comenzaban a caer en el suelo.

-Yo también me piro…un placer conoceros, chicas. Hasta otra-Y Jacobo se despidió. La verdad es que todavía no había superado su "contacto" con Dani y estaba confuso…por no hablar de la sensación que había tenido al ver a Nikolai…parecía que se había despertado en su interior algo que llevaba mucho tiempo oculto