Los caprichos implacables de sofia 01
Sofía tiene cara de ángel, pero dentro de ella se esconde una fiera diabólica, sensualmente agresiva e injuriosamente insaciable , Una tigresa salvaje anuladora de almas y de pollas enormes
Hola de nuevo...
Hoy empieza algo mus especial...
La historia de Sofia...
¿Cómo describirla?
Para alguien como yo…, que la amaba desde el primer segundo sin conocerla es muy difícil…
Para alguien como yo…, que al ver su rostro por primera vez, supo que seria su gran musa inalcanzable físicamente…, es difícil escribir…
He de intentarlo, aunque sea una gran responsabilidad.
Sofía en mucho más joven que este depravado, pero la cara de madurez dice de ella que es una mujer como ninguna otra...
Sofía es única.
¿Qué decir de su sensual rostro?
Aquella foto me conmocionó desde aquel maravilloso primer instante…
Su cara caída hacia un lado…, haciendo una pose de mujer sincera, y noble…, pero al mismo tiempo luchadora por lo quiere conseguir…, ese sexo brutal que necesita a diario…
Su maravilloso pelo con reflejos rojizos de pasión…, conformado de miles de preciosas largas hiladas…, que me gustaría besar, mesar y amar toda la vida…
Sus enormes ojazos oscuros queriendo saber…, necesitando poseer y ser poseída…
Su pequeña boca pero increíblemente bien conformada de labios pasionales…
Una boca dispuesta a amar salvajemente cualquier polla que diese la talla…
Una nariz pequeña y redondeada con una nota de sensualidad innata que es su bella seña de identidad…
Cuello y torso sensuales, como ninguno otro…
Nadie de quienes la conocen a diario en su barrio, amigos, familia y compañeros de trabajo…, saben lo que este animal sexual esconde dentro de ella…
El resto de su oculta belleza será narrado día a día, a través de sus travesuras…
Travesuras que son simplemente una necesidad oculta dentro del alma que Sofía esconde dentro en su interior…, oculta ante la gran mayoría de quienes la conocen…
Travesuras o caprichos implacables…, qué más da…
El destino la dotó de una radar de endorfinas de hombres salvajes aparentemente, de enormes pollas penetradoras…, pero sin alma…
Sofía tiene de ángel tanto como de demonio…, aunque ese ser nocturno y oscuro dobla en sensualidad a la mujer de día…
Su apariencia noble de mujer sensible se convierte al atardecer casi todos los días en una tigresa devoradora de placer y devastadora de hombres superdotados…, una diabólica y sensual mujer que cada noche dará caza del mejor macho que encuentre para que la cubra en ritos carnales y salvajes que noche a noche va desposeyéndoles de su masculinidad…
Hombre que se sacia de ella…, pierde su energía.
Es una verdadera viuda negra humana…, reflejo de la araña de mismo nombre, con un terrorífico nombre científico…, latrodectus mactans…, tambien conocida…, como araña del trigo, araña capulina, araña casampulga en el Salvador…, y mico-mico en el sur de Bolivia…
Muy cerca de allí…, entre El Salvador y Bolivia…, reside Sofía…
En la bella y sensual Colombia y en una de sus tres grandes ciudades…, todas las noches sale Sofía de caza…
No diré de qué ciudad se trata…, salvo que ella me lo permita…, para que los hombres predeterminados genéticamente a conocerla no dejen de salir para ser devorados de pasión…
Sofía todas las noches saldrá a sacarles su néctar…, todo su néctar…, y robarles no la vida…, devorándolos con la araña, sino algo peor…, robarles su alma.
Jamás se enamorará de nadie…, solo tiene un amante secreto…
Poco a poco conoceremos más a nuestra protagonista…, una devoradora de hombres con cara pacifica, tranquila y noble de día.
Conozcamos brevemente a su presa de hoy…
Se llama Alejandro y desde que abandonó la iglesia por sus tremendas contradicciones entre el deseo oculto de carne y el imposible control de su enorme polla deseosa de poseer carne permanentemente…, vaga todas las noches desde hace meses…, renegando de la vida y de la muerte.
Había podido mantener oculto su deseo hasta la muerte de aquella mujer de piel frágil, de mirada tierna, demasiado sensual para soportar la presión de aquel vicioso oculto de la carne…
Sor Lucia finalmente no soportó la presión y que se había suicidado por él…
Esta noche el destino los hará encontrarse e inevitablemente Alejandro fenecerá no como vida sino como alma errante ante las entrañas posesivas y lascivas de Sofia.
Mientras Sofía se arreglaba para salir a iniciar su habitual ritual de deshumanización de hombres salvajes, pensaba en él, su desconocido amante imaginario o real…, soñaba habitualmente con aquella polla enorme sin cara aún, pero que la hacía satisfacerse antes de dormir…, primero con el consolador y después ensoñadamente con él…
La última noche había sido penetrada salvajemente después de cenar en la mesa, sin apenas tiempo para quitar y recoger todos los platos y cubiertos…
Se habían puesto a copular salvajemente encima de aquella mesa de madera labrada que resistió aquel empuje maestro…
Mientras el…, la desnudaba salvajemente, arrancándole la ropa que dejaba hecha jirones, ella reclamaba ser poseída, mientras es la llamaba salvajemente puta…
- Puta…, puta…, puta… Mi viciosa y caliente puta…
Puesta obligadamente cara a la mesa, solo pudo maniobrar con sus dos manos para retirar toda la vajilla y así no hacerse daño en su cara y pechos al ser puesta forzadamente allí en la mesa para recibir la doble estocada del placer…
Ya había sacado el primer néctar con su soberbia boca…, es el ritual de nuestra mortal araña humana…
Su boca comprimida contra la madera…, sus pechos apenas visibles y respirando compulsivamente solo esperaba el placer soberbio de la brutalidad…
Si aquella victima aguanta la primera extracción de leche y aún sigue dura, turgente y deseosa…, pedirá ser penetrada salvajemente en su doble cueva…
En el sueño, tremendamente excitada y semidormida esperaba recibir sin nada de preparación aquella enorme tranca de carne dura en su ávido y precioso ano…,
Después habría de terminar en su coño…
Eran sus reglas y nadie las infringiría…
Ambas cuevas siempre estaban lubricadas… El deseo de sexo salvaje hacia que en una fracción de segundo antes de ser penetradas…, sus neurotransmisores forzaran en cascada, suficiente dosis de lubricante necesario para no ser lesionada interiormente…
Jamás Sofía deseaba ternura, ni oralidad, ni dilatación previos…
Sofía siempre era brusca en el sexo y necesitaba a un hombre con un alma gemela…, que la follase duramente…, llamándola por su verdadero nombre… Puta…
Esa grandísima puta…, que eternamente buscaría un alma de polla grandiosa, tremenda, incansable, brutal…, de acero y muy lechera…
Lo malo de esta viuda negra era que tenía que resultar siempre victoriosa… El destino se imponía noche tras noche…
Hoy comienzan los relatos infinitos de deseo, pasión y mucha sexualidad desenfrenada.
Mientras Sofía terminaba de arreglarse notó como sus bragas recién colocadas se humedecían al recordar como en el sueño su culo era penetrado sin avisar mientras aun relamía aún el sabor de aquella primera leche que acababa de sacar a su recurrente y diario amante imaginario…
Volvió a cambiarse de bragas…, hoy se pondría un tanga… Era intuición.
Aquel trozo de carne la había inundado sin avisar su ávido culo de placer y había tenido un soberbio segundo orgasmo…, en apenas dos segundos…
El primero había llegado al recibir aquella increíble andanada de leche en su garganta…
Su mente ahora solo deseaba sentir el tercer y último orgasmo…, aquel que la haría llegar a su plenitud diaria…
Al sentir como salía aquel trozo de carne cada vez más duro de su oscuro y bello culo, bajo levemente sus caderas para poner su enorme y precioso coño voraz a la altura de aquella enorme polla cada vez más ansiosa…
Espero…
Su mente ordenaba a aquella marioneta que dispusiese de su coño…
Quería ser penetrada como el rayo…, sin avisar…, de un soberbio y eficaz golpe maestro…
Estaba suficiente lubricada para no sufrir desgarros…
Pero necesitaba sentir aquella tremenda polla ya…, de manera urgente y precisa…
Zass…
Llegó sin avisar…, como a ella le gusta…
En una fracción de segundo, sintió aquel enorme y deseado trozo de carne dura, venosa sin indulgencia dentro de ella…, la cubría a plenitud…, ni un solo milímetro de su enorme y caliente deseosa vagina estaba al margen del brutal placer.
Al sentir como se llenaba de leche, necesitando retroceder un palmo, para dejar sitio a aquel deseado liquido..., Sofía se sintió morir de placer y se despertó como todas las madrugadas sudorosa, plena…, pero al mismo tiempo vacía al no ser real…
Su amante nocturno se había ido de nuevo, abandonándola sola en el placer de sus orgasmos en soledad…
Esta noche buscaría de nuevo…
Ella aun no lo sabía, pero hoy cambiaría la vida de un nuevo hombre… Alejandro.
Había cambiado ya la vida de cientos y cientos de hombres desde hace años…, ahora solo empieza a relatarlos gracias a un cómplice relator en la distancia…, que se habia enamorado perdidamente de ella…
Cuando la noche cerrada descubría paseando a aquella bellísima y sensual mujer…, no podía esperarse que en unos minutos y sobre aquel coche rojo pasión la brutalidad sexual originase aquellos momentos iniciales de anhelo y el resultado final demoledor.
Había visto Sofía varios hombres cruzarse…, le habían dicho de todo pero su mirada de hembra dominante los había achantado a todos ellos…, que había bajado sus cabezas y sus iniciales erecciones habían sucumbido ante la dominación de aquella mirada felina…
No eran aptos para ella…
No eran hombres para ella…, muy pocos lo eran…
Hasta ahora…, solo uno cada noche…
A veces la espera la llevaba a la madrugada…
Al final de la calle la figura de un hombre alto y fuerte sobresalía en aquella misma acera…
Le gusto desde el principio y se alteró… Se mojó excitada.
Sus feromonas estaban empezando a sobresalir. Llevaba apenas diez minutos paseando buscando una presa y ya se presentaba ineludiblemente la de esta noche…
Apenas a diez metros de Alejandro, vio la violencia carnal en sus ojos negros… Eran unos ojos nobles pero perversos y lujuriosos…
Alejandro no pensó en ella hasta que al cruzar vio la luz de sus ojos…
No pudo dejar de volverse a mirarla…
Sofía ya lo esperaba.
La cazadora experta había echado la red y la presa había caído inexorablemente en ella…
Todo sucedió en un segundo…
La erección fue inmediata y refleja.
Cuando Alejandro quiso darse cuenta, su enorme polla estaba siendo succionada por Sofía y esta se corría al recibir aquel enorme rio de leche caliente…
Alejandro aún no había reaccionado, cuando Sofía relamía de placer ordenando mentalmente ser poseída a aquel enorme hombre o “man”…, que sin poder defenderse de la lujuriosa cazadora le obligaba a cogerla en volandas para aferrarla a su cuello y besarla posesivamente…
Ella con sus piernas atornilladas a las caderas de Alejandro ofrecía sus tesoros a aquella enorme polla incluso más dura que antes.
Apenas unos segundo para oler aquellos pechos lujuriosos que habían salido a recibir su boca…
Solo un pequeño gesto de uno de los dedos de Alejandro, separando el minúsculo borde de aquel húmedo tanga separó aquel coño de ser penetrado en caída libre gracias a la gravedad y soltar el peso controlado de Sofía…
Sofía ya estaba clavada a aquel estacón de carne caliente…
El gesto malhumorado de Sofía, obligó a Alejandro a apoyar el cuerpo de aquel animal hambriento en el capó de aquel coche…, para que ser penetrado obligatoriamente en primer lugar su ojete hambriento y que esperaría para ser pletóricamente llenado de leche de manera inmediata…
No sabía Alejandro como podría ocurrir aquello…
No era dueño ni de sus actos, ni de su polla, ni de su leche…
Era una simple marioneta de placer en manos de aquella fiera sexual…
Los huevos golpeaban el culo bajo de Sofía… Los golpes frenéticos de Alejandro habían dado el resultado deseado…
La compresión de aquella polla por el culo de Sofía había dado como resultado un doble orgasmo al mismo tiempo…
- ¡Fóllame el coño ahora mismo…! (ordenaba mentalmente Sofía a Alejandro)
Una orden imposible de desobedecer… En la mente de Alejandro había quedado meridianamente clara aquella petición indiscutible.
Sacó la polla aun dura de aquel culo, dejando caer un cálido chorro de esperma caliente sobre la chapa de aquel coche…, que había resultado un lecho sexual al azar…
Con sus piernas abiertas y desafiantes…, el coño de Sofía recibía la última carga de profundidad de aquella magnifica estaca de acero imperturbable de carne…, de Alejandro.
Pocas veces una polla alcanzaba el fondo vaginal de Sofía de aquella manera…
Notó como la llenaba de gozo al sentirla…
Mentalmente obligó a Alejandro a ser follada una y otra vez con fuerza…
El chirriar de la chapa de aquel coche elegido al azar…, armoniosamente rítmico hizo salir a varios espectadores a observar la hazaña sexual…
Atónitos y excitados cinco curiosos en cinco diferentes ventanas ocultos por la noche.
Sofía la hembra “máxima” de la noche se sintió más fuerte gracias a haber extraído los últimos néctares de aquel hombretón que quedaba allí abandonado de rodillas mirando al cielo…
Sofía altanera y más llena de vida y de fuerza que ayer…, abandonaba la escena lujuriosa sintiendo dentro de ella, los últimos momentos de clímax…, que volvería a repetir en casa antes de dormir…
Alejandro hablaba mentalmente con su futuro… Volvería al redil de la iglesia para no volver a pecar jamás… Aquella viuda negra le había extraído su maldad con aquellas tres extracciones posesivas y brutales de leche… Sor Lucia le acaba de perdonar su falta y desde el cielo le sonreía perdonándole todo su pasado malvado.
Nadie o casi nadie…, se daba cuenta de dos detalles…
Un pequeño rio de leche cada vez más pequeño que seguía cayendo a través del capó en dirección al negro suelo de alquitrán de la calle…, y dos pequeños hilachos de leche aún caliente que caían por los muslos de Sofía saliendo aún de su coño… Aquellas sugerentes y excitantes sensaciones ultimaban los últimos segundos de placer de aquella fiera salvaje sensual y bella mientras se alejaba…
Los pocos espectadores que habían vivido aquella brutal escena de sexo, no volverían a dormir el resto de la noche…, cuatro de ellos con pareja, follarían el resto de la noche recordando para siempre aquella mujer tan sexual y el único que estaba sin pareja, se haría media docena de pajas pensando en Sofía, hasta caer rendido sin abandonar la imagen de aquella perra en celo…
Sofía llegó a su casa…
Se duchó…
Se acostó…
Sus manos buscaron aquel enorme consolador de la mesita…, para meterlo dentro de ella…, y esperar como todas las noches recibir el placer de su amante extraño e inanimado antes de dormir…
Cerró los ojos y espero dormirse para recibir su triple placer nocturno en donde era aquella puta viciosa de aquel desconocido amante…
Su próxima víctima…, un servidor de la ley, un policía corrupto, Carlos Andrés…, que caerá inevitablemente en las redes de nuestra viuda negra en esta ocasión en un banco del parque solitario…
Agradecimiento: Gracias a una musa que no es terrenal, empiezo esta serie, que espero…, les guste… Te guste…
Comuníquense conmigo a través del correo…, para indicarme lo que quieran… Contestaré a todos…
PEPOTECR.