Los cafetales
Historia real.
Probablemente este relato a algunos les parezca un poco simple, pero es porque es totalmente real, menos en nombres y lugares.
Mi nombre es Sandra, y he decidido compartir en esta pagina una de las experiencias mas fuertes de mi vida. Muy poca gente, de verdad casi nadie, saben de esto, asi que lo tomo también como una manera de descargarme. Esto sucedió cuando tenia 19 años, ahora tengo 35, pero aun sueño muy seguido con esto y me trae sentimientos muy encontrados ..
Como dije, tenía 19 años, pero a esa edad era todavía muy niña, fui educada de una manera muy tradicional y estricta, hija única de un matrimonio de clase media alta de México. Mi desarrollo físico sin embargo fue todo lo contrario. A los 19 francamente me veía mayor. Cabello castaño lacio , tez muy blanca, ojos entre miel y verdecitos, mido 1.74 y soy de complexión mediana. Ahora estoy mucho mas delgada por mi alimentación, pero a los 19 tenía muchas curvas. Así que mis padres que controlaban mi vida completamente me compraban ropa muy suelta para no llamar la atención.
Aun así nunca faltaba el tipo que me gritara de cosas en la calle, o los albañiles que me silbaban todos los días de regreso de la escuela. Y francamente a mi todo eso me caía muy mal, lo veía como algo sumamente sucio, y créanme que sufría cada vez que tenía que pasar por esa construcción. A veces hasta lloraba sola en mi cuarto, porque me sentía muy sucia y enojada con el mundo por estar lleno de hombres depravados!
Por ese entonces estaba estudiando la carrera en la UNAM , y comencé a llevarme con un par de amigas y una profesora bastante joven, de hecho tenia 35 años. Los mismos que tengo yo ahora. MUY JOVEN!!!!! Una de las chicas, Laura era un poco rara. Medio seria, pero era buena onda. Y a los pocos meses de salir con ellas una de las otras chicas me dijo un día que ella creía que Laura andaba con Patricia, la profesora. A mi me extrañó mucho porque si bien Laura si era un poco retraída, no muy bonita y de pelo corto , o sea que podía caer en la descripción de una chava lesbi con problemas de aceptación, Patricia era casada, una mujer muy guapa, muy femenina...no lo podía creer.
Sin embargo a partir de ese día yo también vi ciertos detallitos que daban mucho que pensar. Muy seguido Patricia se llevaba a Laura en su coche porque le quedaba de paso su casa y le daba un raid, y cuando Patricia por algo se tardaba, me daba cuenta de que Laura tomaba una actitud como de esposa enojada cuando el esposo se tarda en una junta de negocios eran detallitos muy sutiles.
Resulta que un día Laura no fue a la escuela, y me encontré con Patricia en el pasillo de la facultad. Me invitó a tomar un café en una de las cafeterías. Estuvimos platicando muy a gusto, con ella me sentía muy bien porque sentía que me abría nuevos horizontes, empecé a abrir mi mente un poco más. Ella se daba cuenta de lo cerrada que estaba y de cuantos paradigmas había en mi cabeza. Como le dije, solo tomamos un café y charlamos..luego me fui a mi casa.
Al otro día, Ya estaba Laura, y en especial la sentí muy seria conmigo. Le pregunté si algo le pasaba y me dijo que no, pero algo tenia se fue temprano a su casa y no se despidió de mi
A partir de ese día Patricia ya no salía con el grupito, siempre estaba ocupada, y Laura estaba definitivamente deprimida, según ella por broncas en su casa. Tania, la otra chica, y yo comentamos que seguramente habían tronado, Además de todo Laura nunca fue la misma conmigo otra vez.
En esas semanas hubo una fiesta grande en casa de unos chavos de mucha lana, y fuimos el grupito. Patricia no fue con nosotras, pero en la fiesta de pronto la vimos con su esposo en una mesa con otras parejas. El esposo por cierto era también un profesor, bastante reconocido y era todo un cerebrito.
En un momento de la fiesta me fui sola a buscar un refresco, ya era de noche, y era en un gran jardín. Las mesas de las bebidas estaban a un lado de la pista de baile y detrás había un jardín muy grande que era como el limite de la fiesta. Estaba esperando mi turno para pedir mi refresco cuando siento una mano en mi cintura. Era Patricia. Traía un par de cervezas en vasito de plástico. Nunca la había visto medio tomada, su mirada un poco vidriosa y muy contenta
" que onda Sandrita! Como es que estas solita? Como ves la fiesta? "
Venía vestida con una falda larga de hippie , y una blusa blanca con encajes, y una chamarra de mezclilla, se veía super bien. En ese momento la admiré mas que nunca.
" ven" me dijo "vamos a caminar un poco, ye me aburrí de Iván (su marido)"
Me tomó del brazo. Me ofreció una de las dos cervezas. Caminamos hacia el jardín del fondo, hablando de la fiesta. La notaba distinta, en control de todo, atrevida, desafiante. Un poco mas bajita que yo, pero alta también, mucho mas delgada, de facciones muy finas, pelirroja, ese dia por cierto traía el cabello suelto y rizado. Al final del jardín había una especie de terraza techada con muchos pilares de cantera y un balcón que daba a un río que ya era el final de la propiedad. Nos pusimos a ver el río. Casi no se oían las voces por la fuerza de el agua. Teníamos que acercarnos mucho para escucharnos. El aroma de su perfume me encantaba era un aroma entre dulce y herbal, muy muy rico. Le pregunté como se llamaba
"te gusta?" Se acercó mas a mí y me ofreció su cuello para olerlo mejor. Me acerque. La verdad un poco nerviosa, su cuello blanco y estirado parecía el de una bailarina de ballet, al acercarme a ella sentí el cambio de temperatura, y al percibir el aroma, ella de una manera muy casual se acercó mas y sentí su piel en mi nariz. La sensación fue muy agradable, me dijo el nombre del perfume, que por cierto he olvidado. En ese momento sentí que debíamos de regresar.
"no se enoja Iván de no verte?" Me respondió que para nada, que estaba muy entrado con unos colegas con una de sus discusiones filosóficas. Le pedí que volviéramos y accedió. Pero cuando nos dimos la vuelta para regresar vimos que en una de las bancas que estaban fuera de la terraza había una pareja dándose un verdadero festín. Seguramente no nos habían visto porque estábamos en una sombra. Patricia me sujetó del hombro. Y me hizo señal de que viera y de que no hiciera ruido. La chica estaba besando muy apasionadamente el cuello del chico, y la mano del chico se perdía por debajo de la minifalda de ella. La mano de Patricia no se había quitado de mi hombro. Se juntó a mi para susurrarme al oído:"mira nada mas que faje se están dando esos dos! "
La situación era muy fuerte para mí. Todo el ambiente, la fiesta a lo lejos, el ruido de el agua parecía un mantra, nos protegía al igual que las sombras en donde estábamos, el olor de Patricia, el contacto con su cuerpo, podía sentir su mano en mi hombro, me abrazaba por detrás y su barbilla se posó en mi hombro después de sus palabras, y ya no se retiró. Podía sentir su seno recargado entre mi brazo izquierdo y mi espalda, por detrás en ese momento sentí que podía estar tal vez buscando el contacto con mi cuerpo, y recordé de golpe que tal vez era lesbiana, como verán era aun muy ingenua, hasta ese momento se me ocurrió.
La chica no dejaba de besar a su pareja, y pudimos ver como con una mano empezó a desabotonar su pantalón. En ese momento Patricia me apretó mas con la mano que tenia en mi hombro, sentí sus uñas al tiempo que me decía directo al oído: "ay ay ay mira eso "
Vimos como el pene del chico salió y comenzó a ser masturbado por la chica, que seguía a su vez con la mano de él seguramente penetrándola ya. Yo estaba caliente, podía sentir mi sangre caliente en mis brazos, en mi estomago la cara de Patricia se movía muy lentamente, como hipnotizada por el movimiento de la mano de la chica, eran unas muchachos muy jóvenes, tal vez no llegaran a los 18 años.
El momento fue mágico el chico tomo de la cabeza a la muchacha y esta volteando a ver que no hubiera nadie primero, accedió finalmente. Se recostó en la banca y agachándose comenzó a darle una mamada al chico. Fue entonces que yo fui la que volteó a decirle a Patricia algo acerca de ello, pero me encontré con sus labios. Fue solo un instante. Ella sonrió y me dio un besito en la mejilla, me miró como diciendo.." no pasa nada" y me dijo rozando mi oreja "ve que delicia, que ganas de tener una cosita así" Yo en ese momento recuerdo que pensé: " se referirá a la verga del chico o a la muchacha" En ese momento sentí como su cuerpo se pegaba mas a mi, y se movía muy suavemente. Yo tenia mi mirada puesta en los chicos y en la mamada que la muchacha le daba a él, pero mi atención real estaba en el roce de Paty. Era muy leve, pero si, era una caricia...su mano me acariciaba muy despacio el hombro, y con su cabello acariciaba mi oreja. El movimiento se hizo un poco mas fuerte, pude sentir su seno moviéndose y restregándose en mi espalda
" mira .la chica se esta viniendo" Así parecía ser. La chica estaba temblando con un fuerte orgasmo, y su boca parecía ir a mil por hora masturbando al chico de pronto nos dimos cuenta cuando el chico eyaculó por su manera de moverse. En ese espacio de tiempo en que ellos llegaban a su orgasmo yo tome la mano que me sujetaba el hombro y la apreté . Sentí también la fuerza de el abrazo de Patricia. Los dos chicos estuvieron unos dos minutos abrazados y se pararon para regresar. Nos habíamos quedado solas de nuevo, no me atreví a moverme. Mis dedos seguían acariciando la mano de Patricia, y su cara seguía recargada en mi hombro. Mi respiración estaba muy agitada. Ella se volteó y me dio un suave beso en la mejilla nuevamente, me vio y me dijo:"Dios mío, que fuerte estuvo esto " Yo temblaba, no contesté, solo la miré a los ojos y asentí con la cabeza.
" Ven regresemos" me dijo comenzamos a caminar por el pasillo de piedra entre cafetales. Toda la parte más lejana de la propiedad era como una selvita de cafetales y árboles mas grandes y había varios pasillos de piedra con barandales para pasear. Patricia me había tomado la mano como para guiarme, íbamos caminando muy despacio, yo estaba como perdida, sin voluntad, no quería pensar, solo estaba sintiendo un mar de emociones. Cuando estábamos ya a unos metros de salir de la selvita de cafetales hacia lo que era el jardín abierto, que parecía un campo de futbol, Patricia se paró en seco, me atrajo hacía ella y me beso yo solo cerré los ojos y correspondí a sus labios. Fue un beso muy tierno, muy largo. Me recargó contra el tronco de un árbol, y sentí como su lengua urgaba dentro de mi boca, como succionaba mi aliento como si quisiera que mi ser entrara en ella. Sus manos tomaban mi cara por los dos lados, y su pierna se introdujo entre las mías. Sentí la presión de su muslo en mi pubis, y su pecho contra el mío. Yo no hacia nada, mis brazos colgaban a mi lado, solo me dejaba hacer, quería sentir, y sentir y sentir mas.
Su pierna se frotaba contra mi coñito; me subió la falda y pude sentir su pierna desnuda, frotándose contra mis labios, que estaban totalmente mojados ya, tanto así que su piel resbalaba con mucha facilidad. Me besaba el cuello, los ojos, las orejas. Metía su lengua a mi boca , mordía mis labios. Yo movía mis caderas buscando mas roce, podía sentir lo abierta y dilatada que estaba mi vagina, sobre esos muslos pecosos y blancos.
Un orgasmo comenzó a surgir, intensificándose hasta hacerme gemir, y era yo ya la que quería comerla, saborearla, morderla. Me vine como nunca antes en mis sesiones masturbatorias, mi primer orgasmo con otra persona, y era Patricia. Mis ojos llenos de lágrimas de placer la miraron, y me abrace a ella como una niña. Aun sentía la intensidad recorriendo todo mi cuerpo, como una droga. Ella me abrazaba muy tiernamente, acariciando mi cabello, me tomó de la cara, me miró directo a los ojos, y con una dulzura infinita me dijo:"todo esta bien, ok chiquita? Todo está bien." Su sonrisa me hizo sentir completamente cuidada, protegida. Me dio un último abrazo y regresamos a la fiesta .
Me he arrepentido, no voy a contar el final de esta historia, prefiero dejarla hasta aquí No te olvido, Patricia. Jamás, no quiero, sabes?