Los bribones

-camaradas, vamos a repasar el plan por undécima vez; el primero a entrar seré yo, una vez dentro entre los dos, Bendita, ayudaremos a subir a Javi, y una vez los dos dentro, entre los dos te subiremos ¿alguna pregunta?

-Migue: venga va, que el viejo se ha ido al puticlub y se va a pasar ahí como dos horas.

-Javi: es verdad, y si mis informaciones son correctas ha sacado esta mañana un puñado de billetes del banco, por lo que la noche se prepara larga.

-Bendita: ¿pero qué vamos a conseguir entrando en su casa? 4 trastos de viejo y como mucho una caja fuerte detrás del cuadro pero cerrada.

-Javi: pero que va a molar Tita, tú no lo has hecho nunca pero es como ver una película de miedo, entrar en la casa del viejo. Pero sin pagar.

-Migue: mucho más guapo que ver una puta película. En la película te pasas dos horas sentado pero la realidad lo supera diez veces, y, quizá tenemos suerte y sacamos tajada.

-Bendita: pues yo sigo pensando que no. ¿Y si volviera temprano y nos pillara con las manos en la masa? ¿Y si se lo dijera a nuestros padres? ¿ Y si..

-Javi: cállate miedica, que pareces recién salida del convento.

-Bendita: yo no he estado nunca en ningún convento!

-Javi: que sí, que sí, que antes de llegar al pueblo estabas en un convento de monjas e incluso os tenían prohibido miraros desnudas, prohibidos los espejos y..

-Bendita: ¡Ay cállate!

-Migue: venga va, no os peleeis. La cosa pinta perfecta. Tenemos más de dos horas para revolver la casa sin ningún miedo, pues la mafia rusa se encargará de tener entretenido al Kaoporrex.

-Bendita: bueno va, que después os reís de mi. Dilo Migue ¿cual es el plan?

-Migue: camaradas, llevamos semanas preparando esto, vamos a repasar el plan por undécima vez; el primero a entrar seré yo, sin luces ni nada me encaramaré a la claraboya con la ayuda de Javi, una vez dentro entre los dos, Tita, ayudaremos a subir a Javi, y una vez los dos dentro, entre los dos te subiremos Tita, ¿alguna pregunta?

-Bendita: que tengo miedo puede ser considerada una pregunta?

-Migue: no, adelante, a partir de ahora silen.c..i...o.....

Los tres rufianes se aproximan a casa del capitán Kaoporrex de esquina en esquina cual soldados. Nadie escepto las bacterias se percata de que hay movimiento en la oscura calle. Al final el pelotón llega a la pared en la altura del cual se exibe ese jugoso tragaluz. Como acordado Javi y Bendita hacen dos caballitos a Migue para que este llegue al ventanuco. Una vez ha conseguido afianzarse del borde de la ventana las cosas se hacen más fáciles. El capitán Kaoporrex no parece temer que nadie entre en su casa pues tiene siempre el ventanuco entreabierto. Migue alarga el brazo por el espacio que le permite la abertura para soltar la cadenita y que se abra el tragaluz completamente.

--Chap--

-Bendita: ..vete..con..cuidado..

-Migue: ..ya..está..abierto..sube..Javi..

Javi sube ahora con un caballito que le dispone Bendita y un cómplice brazo que desde arriba lo ayuda a subir. Una vez arriba este se saca un pequeño cabo del bolsillo y con él y cierta dosis de maña, entre los dos consiguen subir a Bendita.

-Bendita: ufff, bofff, como ha costado, ufff, me va el corazón a 100.

-Javi: pues que lo haga en silencio (dice Javi sacándose una linterna) vamos a inspeccionar la "suite".

Los tres bribones están ya en el piso y cada uno con su linterna registra la vivienda para localizar su tesoro.

-Javi: mira qué tenemos aquí, de donde habrá sacado el capitán estas joyas.

Dice Javi tras revolver un cajón.

-Bendita: a ver, déjame ver........uy, son baratijas, esto no tiene más valor que un casco de cerveza.

-Migue: mmmm, creo que he encontrado algo que sí puede tranformarse en plata. Mirad esto, creo que se llama sextante verdad?

-Javi: sí sí, es un sextante de verdad, como los de las películas de piratas. Pero esto sí que es una joya, esto puede venderse, si nos lo curramos, a precio de oro.

-Migue: pues venga, a la mochila, métemelo dentro Tita.

Migue da el sextante a Bendita y se da la vuelta para ofrecer su mochila a esta. Esta le mete el sextante dentro y está cerrando cuando los tres, con terror, oyen como una llave entra en una cerradura y da la vuelta.

-Los-tres: ..d..i..o..s.....v..á..m..o..n..o..s......

Migue y Javi parecen convertirse en ranas pues de un salto se encaraman al tragaluz y salen tan silenciosamente como pueden por el ventanuco. Bendita en cambio, cree que se le va a escapar el corazón de la boca del miedo que se apodera de su cuerpo. Va de un lado a otro del salón buscando un sitio donde esconderse, al final lo único que encuentra es el retrete, donde se mete pidiendo a Dios, que Kaoporrex venga meado del puticlub y se vaya a dormir sin entrar en él.

-Kaoporrex: bofff mierda rusas (habla solo) las hay guapas pero las hay... o almenos la que me ha tocado hoy no servía ni para hacerte unos garbanzos.

Bendita oye el delirar del capitán aterrada pensando qué habrán hecho su dos cómplices.

-Bendita: (vete a dormir, estás muy cansado, mañana será otro día, no tienes ganas de mear...)

Ella oye diversos ruídos inidentificables durante un rato, aunque le parece estar segura, por lo menos, que el capitán no se ha dado cuenta de la sustracción del sextante, porque si lo descubre |estoy perdida|. Durante el rato en que Bendita está escondida lo único que hace es volverse loca inventándose excusas por si el capitán acaba acudiendo al retrete, aún sin ver muy clara la aplicación de ninguna de ellas. El rato pasa y parece, o almenos ella desea que le parezca, que el capitán se va a ir a dormir sin asearse. Distingue que se apagan una a una el conjunto de luces de la casa y canta victoria cuando se apaga la última.

-Bendita: (¡por fin! a dormir!)

Ella impaciente se dispone a salir del tirón al primer ronquido que oiga, y así con el silencio del espacio presta sus oidos a escuchar bien. Las luces parecen todas apagadas pero aún se oyen algunos murmullos. En esto que por fin el silencio total se apropia de la vivienda, y Bendita con el sígilo de una mosca de luz, tienta la suerte de salir del retrete. Se mueve a la velocidad de una estatua temiendo no tropezarse con nada. La vivienda del capitán es del tipo estudio, basada en una única estancia que da todos los usos, pero Bendita piensa en ello y no recuerda haber visto donde se encontraba la cama. Y es que la cama no estaba en ningún sitio, almenos cuando entró la incursión, sino que el capitán duerme en un armario cama que despliega cada noche. Pero esto Bendita lo descubre demasiado tarde, pues en su trayecto recto hacia la claraboya, tropieza con la cama y cae de bruces encima del capitán.

-Kaoporrex: ¡uuuuuuuuuuh! boooof!

El capitán alarga la mano y enciende la luz de inmediato, para encontrar a Bendita encima de si mismo temblando de miedo.

-Kaoporrex: ¿quien eres tú? qué haces aquí?

-Bendita: esto, me he perdido...

-Kaoporrex: ¿que te has perdido? ¡maldita sea!

Kaoporrex se levanta cual fogata y toma fuerte el brazo de Bendita para levantarla frente a la cama.

-Kaoporrex: eres una ladrona ¿a que sí? qué esperabas robar en casa del capitán Kaoporrex? te crees que traje oro de las Indias? te crees que soy rico?

-Bendita: no...no...sólo...entré para...jugar.

-Kaoporrex: ¿jugar? te crees que se juega con las pertenencias de la otra gente? Y si ahora yo jugara con tu cabeza, o con tu lengua, o con tu pelo? te parecería bien?

-Bendita: buuuh, perdone, buuuuh, yo no sabía que era malo, buuuuh, sólo quería jugarrrrrr.

-Kaoporrex: uy chica, no te pongas así, no te voy a cortar la cabeza.

Kaoporrex deja que la niña se siente en la cama y contempla apenado como esta se desmorona y se echa a llorar cual diluvio. El capitán deja la niña y se dirije a su cocina para tomarse un vaso de leche. Cuando vuelve se sienta al lado de Bendita y le toma la mano tratando de detener el lloro.

-Bendita: buuuuh, yo no quería, buuuuh, pero ellos me obligaron, buuuh.

-Kaoporrex: ¿quienes son ellos? quien te ha obligado?

-Bendita: mis amigos, ellos querían entrar aquí y yo les seguí, pero ahora ellos se han ido y me han dejado aquí sola, y tengo mucho miedo.

-Kaoporrex: tranquila hija, que no soy ningún ogro malo, no te voy a comer.

-Bendita: buuuuuuuuuuh.

Re-estalla a llorar Bendita y ahora se abraza al capitán destrozada.

-Kaoporrex: ja ja ja ja, no tienes porque llorar hija, si yo fuera tú te aseguro que sonreiría durante todo el día.

-Bendita: pero es que, buuuh, he sido mala, iba a robarle a usted y no voy a robar nada nunca más a nadie.

-Kaoporrex: tranquila que no tengo mucho que robar, no tienes nada que sentirte culpable.

-Bendita: snif, snif, gracias capitán, snif.

Así Bendita y el capitán se quedan abrazados encima la cama y en esta posición se duermen ambos. A la mañana siguiente Bendita es la última en despertarse. Se despierta metida dentro la cama, deshabillada y tapada por la manta. Lo primero que ve es al capitán preparando algo en la cocina. Ella hace mente y recuerda todo lo pasado la noche anterior y no se atreve a decir nada. Tan solo espera como al cabo de un segundo el capitán se acerca a la cama con un vaso de leche y un par de tostadas.

-Kaoporrex: toma hija, tu recompensa por ser buena chica.

-Bendita: no se pitorree por favor, que he sido muy mala. Aún así me lo comeré, estoy hambrienta.

Bendita se incorpora en la cama y golosa traga su almuerzo mientras el capitán la contempla sentado a su lado.

-Kaoporrex: este es tu premio no por ser buena chica, sino por lo buena chica que tienes que ser en el futuro.

-Bendita: ¡gracias gracias!

Grita Bendita abrazándose al capitán. El impulso de Bendita ha sido tan repentino que incluso ha dejado caer el plato y el vaso vacío al piso, afortunadamente sin romperse. Él y Bendita restan abrazados un rato en el que Ella no siente otro impulso que abrazar más y más fuerte cada vez, hasta que viendo que no puede hacerlo más fuerte, hace lo que siente muy dentro de si misma. Se acerca a la cara del capitán y lo besa en la boca, saboreando la tostada doblemente.

El capitán y Bendita restan abrazados y besados un largo rato. Ella lleva el bastón dominante pues es ella que lo tumba bajo si y lo devora hambrienta. El capitán lleva apenas un pijama la camisa del cual es desabrochada en un santiamen. Bendita ama con desesperación al capitán y le faltan brazos para desnudarlo y desnudarse a si misma a la vez. Por fin consigue ella tenerlo bajo suya completamente desnudo. Ella, también desnuda, se da la vuelta para gozar y hacer gozar al capitán de un 69. Bendita siente una potente excitación sexual y tiene problemas para controlar sus manos. Mama el veterano pene del capitán en toda su longitud, y saborea a pleno gusto el salado sabor a pescado de este.

-Kaoporrex: mmmm, que bien que lo haces niña, de ti tendrían que aprender muchas, mmmm.

Bendita mama el pene del capitán el tiempo que cree preciso. Cuando cree que ha llegado el momento oportuno, se da la vuelta de nuevo y de rodillas encima el capitán se mete la verga en la almeja. No tarda ni un segundo Bendita en botar al capitán con toda su furia.

-Bendita: aah, aah, aah, aah, aah, capitán.

-Kaoporrex: oh, oh, oh, oh, oh.

Ambos gimen a la vez demostrándose por igual que lo están pasando tan bien como el otro. La panocha de Bendita engulle el pene del capitán con desesperación, cala su cintura en el entrepierna de su tutor a la máxima profundidad por naturaleza permitida. Para hacer incluso más cercana la relación ,Bendita, sentada de rodillas encima de él, se le abraza y come con la boca el rudo faz del capitán.

-Bendita: ooooh, oooooh, oooooh, ooooh, capitáaaaaaan.

-Kaoporrex: oh, oh, hijita, quien lo iba a pensar que te encontraría en mi propia casa.

De pronto el capitán parece querer cambiar de posición y levantándose, es ahora él quien se tumba encima de Bendita y la acomete con furia en el otro extremo de la cama. La cintura del marino ataca con cíclopea fuerza el centro de su querida, incluso ella ve superada su exigente líbido.

-Benduta: aaaaaah, aaaaah, aaaaaaah.

Por fin a Bendita le es dada toda la fuerza con que quería ser regalada y grita, aulla, ruge toda la electricidad que le es traspasada por el entrepierna. Bendita está abrazada a él con toda la fuerza que su médula espinal es capaz de proporcionarle. Y tal es la profundidad con que él se mete dentro de ella, que se siente ella ser desvirgada por segunda vez en la vida.

Y es en ese momento de tener esa sensación tan rara, de que le rompan a una por segunda vez el himen, que el capitán eyacula dentro de ella como quien hincha un globo. Eyacula una densa cantidad de leche que siente Bendita en cada uno de los chorros que salpican sus paredes vaginales.

-Bendita: oooooh, ooooooh, oooooooh, más, más, máaaaaaas.

-Kaoporrex: ufff, hump, uy niña, que esto se acaba.

-Bendita: máaaas, máaaaaas, máaaaaaas, capitáaaaaan, aaaaaaaaaaah.

El capitán concede, peró, la súplica de su devota y descarga toda la fuerza que le queda en las últimas acometidas en el entrepierna de Bendita. Ella agradece con lágrimas la concesión de su amante y resta gimiendo aún largo rato después de que el capitán se haya detenido.

En acabado y hubiendo descansado un poco, Bendita se viste y trata de arreglarse lo mejor que puede. Dando un beso y una promesa se despide del capitán para volver a su supuestamente intranquila casa. Una vez allí, un par de excusas baratas le son válidas para obtener el perdón. Al lunes siguiente Bendita se encuentra con sus conpinches.

-Migue/Javi: ¿como te las arreglaste? te escondiste? te descubrió?

-Bendita: tranquilos, me dejó ir sin ningún problema.