Los baños del vicio

Lo que voy a relatar sucedió en 2018 cuando me encontraba estudiando 1º curso de la carrera de Filosofía en la universidad de Elche (Alicante):

La primera vez que ocurrió no daba crédito a lo que oía justo en el baño que tenia inmediatamente a mi izquierda. Estaba acostumbrada a oír a otras chicas orinar, tirarse pedos e incluso cagar y alguna que otra diarrea suelta (esos últimos casos tenía que aguantarme muchas veces la risa) pero ese día, un caluroso martes de septiembre ,escuché a una chica masturbándose, vuelvo a repetir que a lo primero no daba crédito  a lo que estaba oyendo, pero..; es que justo al lado había una chica masturbándose, si , estáis leyendo bien: se estaba MASTURBANDO en el lavabo, no me lo podía creer, se oían perfectamente sus gemidos a través de la fina pared de madera que nos separaba y ese característico “chof , chof,chof” cada vez que sus dedos penetraban su húmeda vagina. Recuerdo que incluso me agache un poco y mire por debajo del hueco para concienciarme que era real y no producto de mi calenturienta imaginación.

Terminé de orinar, me seque mi vagina que estaba un poco húmeda por la extraña situación y me dispuse a volver a clase, pero cuando me estaba dirigiendo ya a la puerta volví sobre mis pasos , no podía irme de allí sin antes acabar un asunto pendiente. Toqué a la puerta y se abrió hacia dentro muy despacio, allí se encontraba esa chica : de unos 22 años, era la típica chica del montón, no era muy pechugona (calculo que una 85 de tallaje) De piel y pelo era morenita; y con unos ojos marrones muy claros que eran preciosos, me fije que seguía con las bragas completamente bajadas hasta los tobillos , pero ella ni se inmutaba , me miraba fijamente pero estaba completamente roja como de vergüenza de que la había pillado “cometiendo actos impuros”.

Di 2 pasos al frente , me introduje en el pequeño habitáculo del retrete , cerré la puerta con pestillo y ahora vino la mejor parte (os puedo asegurar que tanto ella como yo lo disfrutamos): Le acerqué mi mano a la boca para que me chupara los dedos y una vez me los dejo bien empapados de saliva fui bajando mi mano hasta llegar a su chocho que por cierto era bien frondoso , comencé a introducir mis dedos primero uno , luego dos y hasta tres (aquella vagina era de las más estrechas que han pasado por mis manos) me dispuse a follarla primero con calma con movimientos lentos y progresivamente fui subiendo el ritmo hasta el punto que empezó a estremecerse de placer fue tanto el placer que le estaba dando que le tuve que meter sus bragas en su boca para ahogar sus gemidos que de cada vez eran más altos , mis dedos salían super empapados después de cada mete y saca , parecía aquello ya llegados a ese punto un bebedero de patos, Después de un buen rato de darle placer se retorció un par de veces, noté como su vagina se contraía y como ya sabia lo que se venia deje de meter mis dedos para pasar a frotar su clítoris sin compasión, las respiraciones de la chica fueron en aumento y de repente un chorrazo pequeño de squirt , que segundos después fue acompañado por uno comparado al chorro de una fuente que fue a parar contra la puerta.

Le di dos besos y allí la deje muerta de placer , no nos dirigimos la palabra en ningún momento, pero más adelante la conocí más a fondo y esto solo fue el primero de muchos otros encuentros furtivos en los baños de la universidad…