Los azotes de Candy

Su piel blanca se iba poniendo sonrosada, luego a un rojo intenso cuando la fusta volvía a remitir contra su piel perfecta

Muchas personas ahora tienen un amo o juegan a la sumisa, un par de nalgadas, mucha lectura barata en verdad, Cincuenta Sombras de Grey lo leí en verdad me gusto no lo niego, pero el tema del sadomasoquismo, es mucho más amplio, no es solo una desviación o un problema mental, es un estilo de vida, y el entregarse a un amo es mucho más profundo, más de conciencia, Soy Lizeth y le voy a contar algo de mi experiencia. Besitos

Mi novio, 2 años de relación, sexo bueno, aunque siento que era muy controlado, una tarde me pareció que lo hacía más por mí que por él, me enfurecí la verdad el sexo no es algo que se mendiga se da todo o nada.

  • Si no quieres estar conmigo lo dices y ya.- dije mientras recogía mi ropa

  • No es lo que crees- replico un poco sorprendido

  • Ah no, entonces el sexo por caridad te hace sentir mejor, porque mejor no me dices que tienes otra nena y ya, nos ahorramos dramas

En ese momento me abofeteo, caí al suelo con mi ropa en las manos, totalmente confundida, jamás en los dos años no habíamos golpeado, o las discusiones que teníamos eran muy normales, me ardía la mejilla, una furia se apodero de mí y trate de arañarle la cara, mientras le gritaba lo poco hombre que era al golpearme, simplemente tomo mis manos, las puso detrás de mi espalda.

-No que querías sexo, es mi estilo

Me soltó las manos, y espero a que el comentario hiciera efecto, no sabía lo que decía en verdad, que el verdadero placer era golpear y abofetearme mientras me follaba, está loco pensé, otro desviado, con sus fantasías, lo mire y espero.

  • El sadomasoquismo en la actualidad está muy embellecido y alejado de su real. Como todos lo entienden, el dolor, el placer, no es simplemente, atar a una persona a una cama, darle unos azotes y luego el sexo- me miro- va mucho más allá

  • Ahora me vas a decir que tú eres un gran sabio, y...

  • Estas dispuesta, lo dudo mucho, aceptar las normas, los castigos, someterse a la voluntad del amo. Has probado cosas, si sexo entre tus amigas ya hasta con tus padres, pero nada fuera de lo común, este es otro nivel.

Me pareció que me estuviera retando, si el conocía mis experiencias, no tengo secretos con mis parejas, ni estoy con alguien que no acepta mis sombras, mis demonios, si no está de acuerdo no podrá compartir mis pasiones, pero mi característica la curiosidad salió a relucir.

Dos días después, había leído todo, en verdad lo que uno cree todo, y el sadomasoquismo va mucho más allá, estaba en la sala de mi novio y me dijo que haríamos algo especial para empezar, primero me ordeno retírame mi ropa interior, lo cual no me molesto mucho me quite mis vaqueros, y quite la tanga, luego me dijo que volviera a ponerme el pantalón, a estas alturas ya que más daba, iba llegar al fondo del asunto, salimos en su carro ni una sola palabra solo una autentica sonrisa, y yo preguntándome el porqué de todo, hasta del clima.

-Listo preciosa- me señalo una serie de apartamentos-Llegamos, solo pido que te portes bien- un beso fugaz

Aparcamos, y la lenta transición del piso uno al diez, salimos y llegamos al apartamento 1001 al llegar me encontré con el hermano de él, por favor tiene que ser una broma, lo mire y me dijo él es un Master, y yo lo mire, somos amos, si sabía lo que significaba, pero siempre deteste la dependencia de su novia al parecer era que chasqueaba los dedos y ella en ese lugar, lo que no sabía era que se había dado la norma de 24/7 en el este mundo es una relación de tiempo entero, todo empezaba a tener más sentido.

  • Liz, hermosa como siempre

-Sebastián, bocón como siempre- salude riendo-

Ambos se miraron Sebastián, sonrió, y miro fulminantemente a Cristian, mi novio, también reía, me sentía como una estúpida, mientras ellos claramente tenían un dialogo de la cual no tenía la más mínima idea.

  • Una esclava...- dijo Sebastián sin poder terminar

  • Ni eso, no sabe normas, no tiene idea, por eso te pedí que la llamaras, quiero que lo vea y si quiere entrar será bienvenida y estaré agradecido.- Dijo Cristian

  • ¿Viniera quién? ¿Esclava?

En eso Cristian se acercó me dijo que me sentara y apreciara, si apreciara, como a una obra de arte,

  • Candy,

En eso sale gateando una hermosa rubia, alta, despampanante, pero con nombre de puta Candy, la miraba atentamente no levantaba su cabeza del suelo, y se sentó sobre sus talones, manos en su regazo las piernas como la boca ligeramente abiertas, mirando el suelo

  • Veras Liz-Empezó Cristian- Candy es una ama switch, es decir es dominante pero se puede volver una sumisa, pero solo con ciertos amos. Comprendes. - Me miraba

  • Si algo-respondí

  • Primer error- Dijo Sebastián- Uff yo gozaría enseñando a tu esclava

  • Candy buenos días- Saludo Cristian

  • Buenos días amo - Dijo ella sin levantar la cabeza

  • Ves eso es etiqueta, respeto, entrega con tu amo- Dijo Cristian, pero sin embargo Candy esta así por que cometió un error, y hoy la voy a castigar

Me sentía como una niña en su primer día de clases, haciendo largas presentaciones, y explicando todo, sin embargo quería ver hasta donde llegaba

  • De pie Candy - le ordeno Sebastián, mientras le pasaba a Cristian una doma, la chica obedeció al instante,

En ese momento Cristian empezó a remitir contra la espalda, la nalgas, los muslos de esa perfecta chica, su piel blanca se iba poniendo sonrosada, luego a un rojo intenso cuando la fusta volvía a remitir contra su piel perfecta, al principio solo se escuchaba el silbido de la fusta que hacia contra el aire, el golpe seco contra la piel de la muchacha, pero a medida que aumentaba la intensidad, empezaba a escuchar a la chica quejarse, jadeos y luego gemidos fuetes, ha expresiones claras de dolor, Cristian no paraba, para mí era claro que era suficiente, pero no me atrevía a detenerlo, cada vez eran más rápidos y más fuertes los azotes.

  • Amarillo-dijo por fin Candy

Pensé que alucinaba por el dolor, aun así Cristian siguió, pero más lento, alcance a contar 20 golpes más, en algunas partes empezó a brotar hilos delgados de sangre

  • Rojo- Volvió a decir Candy

De inmediato, cesaron las arremetidas de la doma contra la lastimada piel de la chica, Sebastián le pido que lo mirara, la beso y la felicito como cuando un perro trae de nuevo su pelota, y tú le dices el buen chico que es, le ordeno traer algo de la habitación, volvió gateando, cuando regreso lo traía en su boca un botiquín , Sebastián lo tomo en sus manos, habían bastantes utensilios no era un botiquín convencional, saco una especie de aceite, y ordeno a Candy recostarse en el suelo mientras él le aplicaba el aceite en su espalda, a la chica parecía encantarle, luego tomo un poco de alcohol donde la chica sufrió una pequeña herida  la desinfecto, le cubrió la herida, y la envió de nuevo con su botiquín, en la boca, ella volvió gateando mirada baja, después todos nos sentamos en la sala, Candy se sentó en el suelo sobre sus talones al lado de Sebastián.

  • Y ¿Por qué Candy?

La chica callada mirando al suelo

  • Puedes mirarla y contestar, no tiene rango - Dijo Sebastián

  • Mi nombre de sumisa

-Buena chica- Intervino Cristian- En verdad es muy dulce- Cristian le había puesto el nombre

  • Y ¿Siempre así en el suelo?

-¿Cuándo has visto los perros en los sofás?- Dijo Sebastián y soltó una carcajada, Cristian lo acompaño

Estaba confundida, la chica era un perro por lo que entendida, la habían castigado, no decía mucha palabra, sus amos le daban ordenes, ella obedecía, suponía que pedía permiso para todo, no se toda la situación era tensa, todos nos mirábamos exceptuando la mascota de Sebastián con la mirada abajo.

  • ¿Por qué la castigaron?- -Pregunte

  • Olvido que era mesa- Dijo Sebastián con ironía

La azotaron al límite porque olvido que era una mesa. Mire a la chica que sonreia, al parecer a ella le gustaba y bastante todo esto