Los amigos son para esto

Relato como desvirgamos juntos el culo de la novia de mi mejor amigo.

Carlos y yo somos amigos desde hace mucho tiempo, mucho antes de tener pareja íbamos dos dos por ahí en búsqueda de pasar un buen rato. Hemos compartido momentos inolvidables y otros no tan buenos, por lo que nuestra amistad es grande, casi nunca hemos tenido problemas entre nosotros, y el tema de las chicas siempre lo hemos sabido sobrellevar sin complicaciones.

Por eso ahora estoy pasando un mal momento, ya desde hace algún tiempo siento la presión de su mujer. Ella parece que estar empeñada en llevarme a terreno, seducirme y hacer conmigo algo que me encantaría por ser ella, pero que me desagrada por tener que ponerle los cuernos a su marido con su mejor amigo.

Por una parte me siento muy incómodo, no querría hacer esta mala jugada a Carlos, pero por otra, me siento muy tentado a dejarme convencer por Lolita, su mujer, a pesar que tampoco es realmente mi ideal de mujer.

Muchas veces salimos juntos y compartimos entretenimientos. Algunas veces llevo conmigo la pareja que tengo, otras voy solo con ellos. En esa ocasión fuimos  un parque de atracciones muy concurrido. Para subir a varias de las atracciones tuvimos que hacer cola durante largo rato. En una de las ocasiones el sitio era muy estrecho y nuestros cuerpos estaban muy apretados mientras esperábamos nuestro turno.

Lolita estaba delante de mí, esta algo rellenita y tiene un hermoso culote. Es bastante tetona, sus tetas no las abarco con las manos y es no las tiene como a mi me gusta en una chica, son demasiado grandes.

En medio de tanta estrechez, su culo no hacia otra cosa que restregarse con mi polla. Al principio no le di importancia y creí que era una casualidad. Realmente había muy poco espacio disponible y si le daba la cara a su novio, necesariamente me daba la espalda a mi.

Después de un ratito dándome restregones con su suculento culo, llegué a pensar que ella disfrutaba rozándose conmigo. Trate de eliminar esa idea pues suponía aceptar que la novia de mi mejor amigo me quería calentar sin tener en cuenta el daño que eso le podría causar a mi querido amigo si nos pillaba. Lo desestime porque la idea no me cabía en la cabeza.

Con los roces y golpecitos continuaban, empecé a sufrir mucho, yo no conseguía dominar mi instinto y se me puso dura como una piedra. Pensé en lo que diría mi amigo si ella hacia algún comentario al respecto, y creo que me subieron ciertos colores a la cara.

Después de subirnos a la montaña rusa, decidimos ir a la nueva atracción de caída libre. La cola era inmensa pero todos teníamos ganas de subir en la novedad de la temporada. Al poco rato, Lolita se había colocado en una posición similar, y se restregaba con insistencia contra mi paquete. Ella no parecía que se diera cuenta de lo que estaba provocando en mí, pues si lo supiese creo que debería sentirse “culpable” por ser tan zorrona.

Anduvimos subiendo por todas las atraciones disfrutando de cada una de ellas al tiempo que si había gente esperando para subir, Lolita siempre se ponía de forma que con el culo, con la cadera o con la misma mano me iba dando golpecitos sobre el paquete, como si quisiera pulsar si seguía bien dura… y a fé que la tenia bien tiesa.

Terminó el día y también mi sufrimiento. A los pocos días me encontré con Carlos y la conversación derivo hacia su novia tanto que creí posible confesarle mi “desagradable experiencia”, entre amigos del alma, eso era lo correcto.

-        Si no te conociera desde hace mucho tiempo pensaría que eres tonto - me dice Carlos, dejándome muy pasmado.

-        ¿crees que no me había dado cuenta?... si ella misma me lo había ido comentando en cada atracción, cada apretujón, cada golpecito… si cada golpecito que te daba me lo iba diciendo.

-        No sabes lo bien que lo pasamos contigo…jugando al “te toco pero no me doy por enterado”… y luego lo hemos pasado muy bien hablando de ti... jejeje – me dice haciéndome sonrojar

-        Ahora solo falta que encontremos una buena ocasión para que los tres lo pasemos de fábula – añade para terminar de sorprenderme.

-        En una ocasión me contó que había tenido un sueño contigo. Me dijo que se sentía penetrada con una polla tan gorda que se sentía desgarrar por dentro. Yo me reí mucho cuando me lo contó pero luego sentí un cierto gustito pensando como seria ver a Lola ensartada por la polla de otro, y ¿quién mejor que tu? –

-        Tú estás loco y te quieres reír de mi – le contesto enfadado por sus ganas de meterse conmigo.

-        ¿sabes lo que le encanta?... Tienes que buscar la oportunidad para hacerle una buena comida al chochete, eso la pone a cien por hora - me dice para estimular mi interés.

-        Pero…¿cómo?...¿es que a ti no te importa que ella piense así?¿que te ponga los cuernos con otro?... realmente no te entiendo, le digo todavía envuelto en la sorpresa.

-        Chico…no te pongas así…si no te apetece…pues nada…lo dejamos…ya le diré que te deje en paz …y pase de ti – me dice sensatamente.

-        No, no es eso es que me extraña mucho – digo un poco arrepentido pues la idea no me parecía mal.

-        Cómo me va a parecer mal…somos colegas ¿no? Pues lo mio es tuyo y lo tuyo será mio cuando lo tengas… ¿Okay? – me dice.

-        Ahora estoy con Lolita…pero mañana…quien sabe…y sobre todo a ella me encanta la idea de tener dos pollas juntas…es un zorrón de mucho cuidado. Yo diría que es ella quien más lo quiere.

Visto que me lo pone tan fácil y que no solo está conforme, sino que también va a disfrutar con la aventura, me pongo a su lado para tramar como conseguir los objetivos de cada uno de nosotros tres.

Carlos me cita en su casa con excusa de revisar una nueva versión de un video juego del que somos fans. Sabiendo que voy a ir a su casa, en presencia de Lolita hace ver que recibe una llamada del trabajo que le obliga a asentarse durante varias horas. De esta forma que cuando llego a su casa encuentro a Lolita, sabedora que su novio va a tardar un buen rato y por lo tanto está sola para mí.

No sé si Lola está al corriente del trato entre Carlos y yo, pero disimula muy bien. Sabiéndolo o no parece que tiene ganas de cachondeo y lleva la conversación hacia temas comprometidos e íntimos.

-        Me ha dicho que eres muy cariñoso. Carlos es buen amante, pero un poco brusco - me dice Lolita con total normalidad.

-        Te gusta hacer el amor por detrás… no en cuatro…sino por el culo – me pregunta con total desfachatez

-        A mi me gustaría probar, pero… me da un poco de miedo que Carlos, temo que me lo haga a lo bruto y luego se me quiten las ganas para siempre.

-        He pensado que quizás te gustaría ser el primero… sin decírselo a nadie, ¡claro!., y así yo ya sabría cómo guiar  a Carlos para que nos guste a los dos.

Tal como he acordado con Carlos me hago el sorprendido y aun ofrezco un poco de resistencia. No debe parecer que conozco su entendimiento previo. Me acompaña hasta la habitación y me empieza a desnudar. Luego ella se quita la ropa y exhibe sus generosas redondeces, tanta curva me marea un poco.

Siento ganas de colgarme de uno de sus pechos y sorber como un bebe. Su culo prominente merece atención a parte.

-        ¿Qué te parece? ¿sientes ganas de coger este culito? - me dice mientras se pone en pompa.

-        Será la primera vez, pero seguro que no será la última. Vas a ver lo mucho que te gusta sentir esta tranca bien adentro - le digo blandiendo mi polla erecta.

Se coloca en cuatro con la cabeza orientada hacia el centro de la cama y los muslos en la vertical del lecho. Me acerco desde atrás y le sobo el culo y la entrepierna, Le pongo la mano sobre la raja y noto su calor. Sujetándola por la base, restriego el capullo por sus partes más sensibles y finalmente lo encaro frente a sus labios. Aprieto y se la clavo hasta las bolas.

Ella exhala un hondo suspiro y mueve su redondo culote para acomodarse mejor. En esto que vuelvo la cara y veo a Carlos contemplándonos desde la puerta de la habitación. Me siento violento al verme sorprendido enculando a su novia, a pesar de todo él me hace señas para que continúe y me hace ver que le gusta mirar como lo hacemos.

Empiezo a bombear suave y ampliamente hasta hacer que su vagina se dilata lo suficiente para acoger una polla doble que la mía. Con los jugos que desprende humedezco el alrededor del ano.

-        Toma, ponte esto - dice Lolita poniendo a mi alcance un tubo de crema lubricante - Creo que esto nos ira bien a los dos-

-        Con esta crema te puedes meter la mía y la de Carlos al tiempo - le digo mientras le aplico una buena cantidad.

Sigo bombeando sobre su conchita para mantener la excitación, al tiempo que se meto el dedo meñique en el ano. Al principio no se da ni cuenta. Luego la reacción es apretar el culo para instintivamente resistirse a la penetración. Le dejo el dedo dentro sin moverlo mientras le doy fuerte en la vagina, dejando que se le canse el esfínter.

Cuando ya se ha acostumbrado a la presencia del dedo, con una mano le sobo la nalga y la otra la muevo lentamente dando una pequeña torsión al dedo metido. Cuando ya se ha acomodado le saco el dedo le lleno el agujero de crema y le meto el dedo índice. Suavemente le hago un mete y saca forzando la dilatación.

Con el dedo noto como el borde del capullo se desplaza hacia dentro y hacia fuera en la cavidad contigua. El culo se ha dilatado lo suficiente como para probar con dos dedos. A los pocos instantes el culito está listo para ser penetrado por una polla gorda y lustrosa como la mía.

Me echo a un lado para que Carlos pueda ver mejor el bonito espectáculo de su novia con los dos agujeros abiertos y bien preparados para recibirme en su interior.

Me cojo la polla y dirijo la punta hacia su culo. Unto un poco más de crema y aprieto... aprieto… y se la clavo por el culo. Siento un calor asfixiante y una presión enorme, pero mi polla no se da por vencida y sigue penetrando.

Después de culear un poco, la saco y enseño a mi amigo el agujero completamente abierto. De un salto se cuela dentro de la habitación, me empuja hacia un lado y ocupa mi lugar.

-        No puedo aguantar más… y tengo derecho a ser el primero en desvirgar el culito de mi Lola -  dice a modo de excusa para ocupar mi lugar tras el culo de Lolita.

Me echo a un lado y espero con paciencia a que llegue mi turno. Carlos no sabe que la primera vez es tan excitante para el hombre que apenas duramos unos segundos. Después de él volveré yo a rematar la faena y esta vez sobre un culito jugoso lleno de leche.

Deverano.