Los amigos de mi novio.

Por andar mostrando más de lo debido 3 amigos de mi novio me hicieron sentir como puta por una noche.

Mi nombre es catalina, tengo 23 años y les voy a comentar como fue que una noche de viernes terminé poniéndole los cachos a mi novio con sus amigos.

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Yo siempre he sido una mujer bastante alegre. Rumbera y muy descomplicada pero a pesar de eso jamás en mi vida había sido capaz de engañar a algún novio, y mucho menos había sido capaz de coger con más de un chico al mismo tiempo.

No es por presumir ni nada parecido pero tengo un buen cuerpo el cual me ha hecho ser muy popular entre los hombres y tener muchísimos pretendientes, y gracias a que soy bastante rumbera y suelo vestir de manera muy provocadora puedo darme cuenta de la manera en la que los chicos me miran. Cada vez que ando por la calle siento como los hombres me desnudan con solo una mirada y a decir verdad me gusta que me miren. Pero solamente hasta ahí. Me gusta que los chicos me miren y me echen cumplidos pero siempre tomo la distancia necesaria para no llegar a nada más.

De entre mis amigas yo era la más “seria” si podemos llamarlo de esa manera. Ya que solamente había tenido 3 novios incluyendo al que tenía actualmente y solamente había tenido sexo con 4 hombres durante toda mi vida. Mis amigas llevaban u  registro mucho más extenso que el mío por el cual siempre ellas me molestaban para que dejara de ser tan “santurrona” pero debido a mis principios y la forma en la cual fui criada nunca hacia nada que no estuviera dentro de lo normal.

Era una noche de sábado. Mi mejor amiga Daniela aprovechando que los papás habían salido de viaje por el fin de semana decidió junto con su hermano Carlos armar una fiesta en su casa. Ella vivía a algunas calles de mi casa y puesto que habíamos sido amigas desde niñas esa noche hable con mis papás y les avise que me quedaría a dormir en casa de ella por lo que no debían esperarme despiertos.

Yo fui a la fiesta con mi novio armando.  Daniela estaba esa noche también con su novio al igual que la mayoría de los que esa noche estábamos ahí.

Mi novio es uno de esos hombres que cuando toma un par de tragos empieza a ser patán. Esa noche tuvimos una pequeña discusión porque no quería que tomara más de la cuenta pero él con su grosería me dijo que él hacia lo que le daba la gana y casi toda la noche me dejo sola y prefirió irse a beber junto a Hernán y a Camilo. Ellos dos eran sus mejores amigos junto con Carlos, el hermano de Daniela.  Con ellos nunca tuve una amistad propiamente dicha y casi nunca cruzaba palabras con ellos. Aparte del saludo era pocas las veces que les decía algo. Pero esa noche iba a ser distinto pero no me adelantaré.

Era casi la 1am. Ya mi novio estaba totalmente ebrio. Yo estaba tan enojada que ni le determinaba. Mis amigas me decían que lo llevara a su casa pero yo no les hacía caso.

Los amigos decidieron llevárselo a su casa y el obviamente no quería irse y dejarme sola en la fiesta ya que era increíblemente celoso pero ellos como pudieron se lo llevaron.

Yo en medio de mi amargura comencé a tomar un poquito más de la cuenta. No me gustaba mucho tomar pero esa noche me valía madre todo.

A medida que pasaba el tiempo la gente se iba marchando y cuando se hicieron las 2.30am ya solamente quedábamos Daniela, su novio, los tres amigos de mi novio y Susana,  una amiga de Daniela. Puesto que yo ya estaba aburrida y sin nadie con quien charlar decidí irme a dormir pero Hernán, tomándome de la mano me dijo.

-          Cata, quieres bailar un poco?

-          Mmmm… bueno si.

No había bailado mucho ya que estuve enojada con mi novio y él se molestaba si bailaba con otro chico pero como el ya no estaba decidí al menos divertirme un poco.

Bailamos al menos 4 canciones. Yo con el no me tenía mucha confianza por lo que bailamos un tanto separados. A mí me gustaba bailar como se debe. Cuerpo con cuerpo, con movimientos atrevidos y sin discreciones pero como él era amigo de mi novio y puesto que no me la llevaba bien con el no me atrevía a decirle nada.

Le pedí que me dejara ir a tomar agua, el accedió no sin antes decirme que me esperaba para seguir bailando. Mientras estaba en la cocina pensaba que ese era el momento para comenzar a conversar mas con él y conocernos mejor ya que al ser amigo de mi novio muchas veces íbamos a coincidir en algunos lugares.

Cuando regresé sonaba una canción muy movida y el cómo leyéndome la mente me tomo de la cintura, junto su cuerpo  al mío y comenzamos a bailar de la manera en la que a mí me gustaba. Si bien al principio me dio pena, miré a mi alrededor y noté que nadie nos estaba mirando por lo que simplemente me relajé y me dejé llevar por él. Bailamos un par de canciones sin decirnos absolutamente nada. Estábamos junticos los dos. Podía sentir su cosa en mi barriga pero no me disgusto en lo absoluto ya que no era el primer hombre con quien bailaba que le sucedía eso. La tenia durísima, el trataba de alejarse un poco pero yo ya había notado su erección. Me causó un tanto de gracia la situación. Cuando se terminó la canción nos miramos y el tratando de desviar mi atención me dijo.

-          Bailas muy bien cata.

-          Tu bailas genial (le dije sonriéndole un tanto)

-          Quieres seguir?

-          Claro.

Continuamos bailando. El tenia sus manos en mi cintura, bailábamos lo mas de bien que olvide ese detalle de su verga en mi barriga. Cuando la canción iba por la mitad el volvió a pegarme su verga, nuevamente sentí su cosa dura en mi barriga pero esta vez no hacía nada por separarse, me la recostaba de manera un tanto descarada ya. Yo totalmente concentrada en el baile le reste importancia al asunto. Pero aun así miré a mi alrededor nuevamente y noté que en la sala ya solamente estaban Carlos, Camilo, Hernán y yo. No me había dado cuenta de que se habían ido todos. Carlos y Camilo estaban concentrados en una conversación que tenían y no nos miraban por lo cual simplemente me dejé sobar su verga.

Pero las cosas se iban a poner un poco más calientes cuando en medio del baile el puso su mano derecha sobre mi nalga. Al principio solo la tenia posada ahí pero luego comenzó a agarrármela, yo me sorprendí mas no me molesté. Puesto que no hice nada para detenerlo el continuo aventurándose y ahora me agarro la otra nalga y me apretó durísimo de manera que pudiera sentir mucho mas su cosa junto a mí. No sé porque. Tal vez los tragos que me había tomado, o tal vez quería que pasara algo, pero no hice nada por detenerlo. Seguía bailando como si nada estuviera sucediendo.

Cuando termino la canción nos miramos fijamente por un par de segundos y sonreímos. Sin dudas algo pasaba ahí. Yo sin dudas estaba dándole vía libre al amigo de mi novio para que me manoseara a su antojo y el no iba a perder esa oportunidad conmigo.

Nos ubicamos un tanto lejos de Carlos y Camilo para que no nos vieran y Hernán nuevamente siguió manoseándome. Ahora mucho más atrevido el me agarraba el culo y ya casi no bailábamos, la situación me tenia plenamente excitada, no podía creer que estuviera dejándome manosear de esa manera de alguien que no era mi novio, de repente el me puso de espaldas a él y comenzamos a movernos así. Tenía su pene pegado a mi espalda, ya que soy un poco más baja que el. Pero el luego comenzó a manosearme mi chucha. Sin dudas el condenado sabía que estaba excitada y buscaba prenderme aun más y lo estaba logrando. Luego me agarraba las tetas, yo ya estaba en el punto cuando noté que Carlos y Camilo nos estaban mirando. Me puse un poco nerviosa por lo que me separé de él y le dije que iba a tomar un poco de agua.

Desde la cocina podía ver como los tres secreteaban algo y me miraban. Yo no sabía de que hablaban pero no le daba importancia. Trataba de bajarme un poco las calenturas que tenia, tardé un par de minutos en regresar a la sala. Cuando volví, Hernán estaba sentado hablando por celular y Camilo sin perder tiempo me pregunto si quería bailar con él. No vi motivos para negarme y acepté.

Pero el, atento a lo que había logrado Hernán al principio puso sus manos en mis caderas pero luego comenzó a manosearme aunque de manera menos insistente que Hernán. En ese momento debí ponerlo en su lugar pero no lo hice. Sin dudas quería que algo pasara, me hacia la desentendida mientras Camilo seguía agarrándome el culo. Nos movíamos a la par  y luego yo de manera voluntaria me puse de espaldas a él posando mis nalgas en su verga la cual también estaba erecta. Ahí, entendí que quería sexo. Pero no sabía lo que iba a pasar, el comenzó a agarrarme las tetas ya con mas desenfreno y cuando ya estaba yo nuevamente perdida de las calenturas con mi mano derecha comencé a sobarle su verga por sobre el pantalón. Nos dimos un tanto la vuelta y quedé de frente a Hernán y a Carlos los cuales me miraban de una manera increíblemente morbosa. Camilo seguía agarrándome las tetas y la chucha y yo mirando fijamente a Hernán le sonreí. Dios que me estaba pasando. No podía creer que me estuvieran manoseando delante de dos personas y yo no dijera nada cuando en situaciones normales solía abofetear a quien se atrevía a tocarme un seno.

Hernán se me acerco un poco y con su mano derecha comenzó a agarrarme las tetas. Yo, como en toda la noche se lo permití y finalmente Carlos, el hermano de Daniela también hizo lo propio. En ese momento supe que iba a terminar follando con los tres. Olvide novio, moral, principios, todo. Solo quería follar y ellos obviamente estaban ansiosos por hacerlo.

No pueden imaginarse el grado de excitación que llegue a sentir en ese momento. Era impresionante como mi sexo se humedecía. Mis pezones estaban durísimos y mi corazón latía desesperado. Yo comencé a sobarles las vergas a Carlos y a Hernán quienes estaban delante de mí mientras que Carlos no paraba de agarrarme la chucha. Hernán comenzó a bajarse el pantalón. Yo por sobre el bóxer seguí sobándole la verga y luego Carlos también se bajo el pantalón pero el si se quito el bóxer mostrándome su gran verga. Yo sin dudar se la agarré. Camilo detrás de mi comenzó a desabrocharme el pantalón. Yo descontrolada seguía agarrando la verga de Carlos y Hernán al bajarse el bóxer me guio para que también se la agarrara. Tenía dos vergas en mis manos y estaba tan golosa que me incline un poco y comencé a mamárselas. Las tenía una al lado de la otra y me metía una y luego la otra. Camilo mientras había logrado quitarme el pantalón. Me bajó la tanga hasta las rodillas y comenzó a meterme dos dedos en mi chucha. Dios mío que delicia lo que estaba sintiendo. Cuando de repente siento como Camilo comienza a meterme su verga en la chucha. Lo mire por encima de mi hombro y le sonreí. El tomándome por la cintura comenzó a follarme. Al tiempo seguía mamándoles las vergas a Hernán y a Carlos. Esa follada fue tremendamente placentera tanto así que tuve el orgasmo más rápido de mi vida. Y que orgasmo por dios santo. Una descarga monumental la cual escurría por mis piernas. Camilo no paro de follarme. Seguía metiendo y sacando su cosa mientras yo seguía mamando.

Hernán comenzó a quitarme la blusa dejándome solamente con el brasier puesto, cosa que inmediatamente procedieron a quitarme. Dejándome totalmente desnuda ante ellos tres.

Camilo siguió follándome hasta que luego de algunos minutos se corrió dentro de mí. Joder, que gran cantidad de semen me había echado el infeliz. Siguió metiéndomela por algunos segundos hasta que ya, perdiendo la erección me la sacó. Podía sentir como el semen comenzaba a salir de mi chucha, sentía como si me estuviera orinando. Sin dudas una sensación espléndida. Pero yo no estaba ni siquiera cerca de estar satisfecha por lo que al acabar Camilo miré a Hernán y le pedí que siguiera.

El obviamente se posicionó detrás de mi y sin perder el tiempo comenzó a meterme su verga. Jamás en mi vida había sentido tanto placer teniendo las piernas abiertas. Siempre en el momento de tener sexo sentía un poco de vergüenza y me costaba soltarme pero esa noche estaba tan relajada que solamente disfrutaba de lo que me estaban haciendo. La manera en la que chupaba la verga de Carlos era fenomenal. Parecía una experta actriz porno. El me despeinaba y por momentos me agarraba por detrás de la cabeza para llevarme su verga hasta la garganta. Era increíble pero ni hablar de lo que me estaba haciendo Hernán. Su verga era sin dudas la más grande de las tres y me estaba abriendo la chucha de una manera única. El la metía y sacaba lentamente, la sacaba completamente y luego de golpe la metía toda lo cual me encantaba. Por momentos aceleraba y la metía mucho más fuerte y rápido lo cual me hacia vibrar de placer. Yo no podía decir mucho porque tenía la verga de Camilo en la boca pero ellos sí que me decían cosas, algunas veces cosas sucias y que en otros momentos me parecían desagradables pero esa noche no era así. Me encantaba que me llamaran zorra, puta, perra. Eso me excitaba aun más. Mis gemidos indicaban que me gustaba, y ellos no me preguntaban ni me consultaban nada, hacían lo que querían. Tanto así que Carlos sin decirme nada soltó una gran corrida en mi boca. El agarrándome la cabeza me hizo imposible que pudiera escupirlo por lo que me toco tragármelo completamente. Primera vez que tragaba semen y a decir verdad me encantó. Luego, Camilo se puso delante de mí y ya con la mondá erecta me la metió en la boca. Hernán me hizo moverme un poco. El se sentó en el sofá y me acomodó de frente a él. Yo bajé lentamente y agarrándole la verga me la puse en la entrada de mi chucha y empezó a entrarme. Luego, Camilo poniéndose de pie al lado mío comenzó a metérmela en la boca. Esa noche casi todo el tiempo tuve una verga en la boca. Yo me la sacaba, la escupía y de vuelta me la metía en la boca. Jamás había disfrutado tanto mamar una verga como esa noche.

Luego, cuando noté que Carlos ya tenía su verga parada traté de acomodarme para que se parara del otro lado y poder mamársela pero el tenía otros planes. Me puso sus manos en mi espalda y me empujo un tanto quedando recostada sobre Hernán. Luego, el acomodando la cabeza de su verga en mi ano comenzó a metérmela. Yo no hice nada por evitarlo a pesar de que nunca había dado el culo. Mi culo virgen esa noche iba a recibir verga por lo que me acomode aun mas para que pudiera enterrármela.

El, untándose los dedos de saliva me los metió en el culo. Luego me lleno el culo de su saliva y nuevamente comenzó a metérmela. Esta vez pudo meterme la cabeza de la verga. Entonces tomándome por las caderas comenzó a moverse detrás de mí y así fue metiéndola poco a poco. Un dolor increíble me sacudió y le pedí que se detuviera, pero él no me hizo caso y siguió metiéndomela. Mientras tanto Hernán seguía con su verga dentro de mi chucha por lo cual estaba recibiendo las dos al mismo tiempo. En ese momento, al darme cuenta de que tenía las dos vergas incrustadas me sentí realmente como una puta. Deje de negarme a ser enculada y agarrando la verga de Camilo comencé a mamársela. Carlos seguía metiéndome su verga hasta que ya me entraba con más facilidad. Aunque no lograba metérmela completamente si sentía que me llegaba muy adentro, cuando me la metía sentía como si estuviera cagando lo cual fue una sensación grandiosa. Estando así tuve un nuevo orgasmo. Deje de mamársela a Camilo y me recosté sobre Hernán sin moverme. Sentía como mi cuerpo temblaba. Pero ellos no paraban de follarme. Sudaba como nunca en mi vida había sudado y Hernán también por lo cual nuestros cuerpos empapados se hacían un tanto resbalosos. Carlos seguía metiéndome su verga por el culo.  Mi culo estaba muy adolorido pero no quería que me la sacara. Seguimos así hasta que Hernán se corrió debajo de mi. Yo no me baje y seguí dejándomela correr por Carlos, el no se detenía, seguía metiéndomela cada vez más rápidamente, sentía que se me dilataba cada ves mas y mas. Luego lo hice detenerse, Hernán se paró dándole el lugar a Camilo, luego me monté sobre su verga y después Carlos volvió a metérmela en el culo volviendo a tener las dos vergas en cada agujero.

-          Como te gusta verdad zorra?

-          Me encanta… rico…. Sigan.. más… más……

-          Si Armando te viera en estas.

-          No menciones a ese cabrón. Síganme cogiendo.

-          Si supiera que nos estamos follando a su hermosa novia…

-          Me mata. Les dije yo

Ellos siguieron en su labor. Pero ya no aguantaba más tener esa verga en el culo. Por lo que me detuve. Me levante y ahora me puse de espaldas a Camilo ya que el al estar debajo se movía menos. Agarre su verga y me la acomodé en mi ano. Luego baje hasta tenerla adentro. Luego me recosté en su pecho y le abrí las piernas a Carlos para que me follara por la chucha. El me tomó las piernas, las levanto un poco y comenzó a metérmela. Dios mío, sin dudas era lo mejor que me había pasado. Estuvimos mucho tiempo así. Tuve dos orgasmos con las dos vergas dentro de mí. Hernán me había puesto a mamar. El olor a semen era intenso, el descontrol era inimaginable y el placer que estaba sintiendo no puedo expresarlo con palabras, tienen que probarlo para poder entenderlo. Luego de muchísimo tiempo, Carlos se corrió dentro de mí. Una gran descarga. Hernán al notarlo rápidamente se puso delante de mí y tomo el lugar de Carlos, su enorme verga sin dudas era la más rica, era la más grande por lo cual sentía que llegaba muy adentro de mí.

Yo no prestaba atención a las cosas que ellos hablaban entre ellos. Mis jadeos eran tan intensos que casi no podía escucharlos, eso sumado al sonido de la música hacían difícil escuchar lo que comentaban entre ellos. Lo que si podía escuchar era cuando me llamaban zorra. Jamás imagine poder aguantar tanto tiempo una verga en el culo. Ya ellos no tenían ninguna consideración. Me la enterraban demasiado fuerte. Pero a mí me gustaba por lo que no podía quejarme. Cuando Camilo se corrió en mi culo fue cuando pude tomarme un pequeño respiro. Me levanté y fui a la cocina. Tomé muchísima agua. Recuerdo que tomaba con un desespero que se me derramaba por las mejillas cayéndome en el pecho. Pero Hernán no estaba dispuesto a perder el tiempo. Se acerco a la cocina y me montó sobre el pequeño comedor que hay en la cocina, me abrió las piernas y comenzó a metérmela, el comenzó a chuparme las tetas, y la manera en la que lo hizo fue sensacional. Ahí tuve un nuevo orgasmo, el me dejó descansar unos cuantos segundos.

-          Sigue, papi. Sigue metiéndomela.

-          Como quieras zorrita

El volvió a metérmela, me acostó en la mesa y siguió metiéndomela. Puesto que la mesa era bastante pequeña, Carlos en el otro extremo y aprovechando que mi cabeza quedaba por fuera de la mesa me puso a mamársela. Ellos no perdían tiempo y me daban de todas las formas posibles. Camilo quien tomaba una cerveza me la echó casi toda en mis tetas, estaba demasiado fría lo cual fue increíblemente delicioso luego comenzó a lamérmelas, yo no podía pedir nada más. Ellos estaban dándome la cogida mas deliciosa que jamás pude haber recibido. Estuve acostada en esa mesa por un largo rato. Hasta que me cansé y me paré. Hernán me puso en 4 patas y comenzó a metérmela por el culo. Camilo y Carlos delante de mi me pusieron a mamársela.

Estaba gozando tanto que sentía muy poco dolor en el culo debido a la enorme verga de Hernán. Miré el reloj. Eran las 5.10am, y yo seguía  siendo comida por los amigos de mi novio. Ya estaba cansadísima pero ellos no mostraban nada de cansancio. Volvimos a la sala y nuevamente me volvieron a meter dos vergas al tiempo mas una tercera en la boca. Cuando Hernán se corrió en mi culo, ellos decidieron romperme completamente la chucha.

Camilo se sentó en el sofá y me la metió en la chucha pero nada más un poco más de la cabeza de la verga, luego Carlos comenzó a meterme su verga también en la chucha. Ahí sí que sentí un dolor desgarrador. Enterré mis uñas en la espalda de Carlos, era increíblemente doloroso. Las dos vergas lograron entrarme en la chucha pero no completamente.

-          Aguanta zorra. Aguanta que te las vamos a meter las dos.

-          No… me duele.. duele… no.. paren…

Ellos no me escuchaban. Seguían metiéndomelas. Cada vez entraban mas y mas hasta que finalmente las dos vergas lograron entrarme en la chucha. Ellos trataban de moverse pero era muy difícil por lo que solamente Carlos era el que la metía y sacaba. Hernán me miraba de una manera en la cual podía entender que trataba de decirme “que puta eres” y yo mirándolo le sonreía. Sin dudas por mucho dolor que estuviera experimentando me encantaba sentirme así, como una verdadera zorra hambrienta de vergas. Cuando ya no aguantaba más les pedí que pararan, puesto que para ellos también era difícil me las sacaron.

Luego volvieron a meterme una en cada hueco. Hernán me puso a chupársela por lo que tenia los 3 huecos llenos de vergas.

Así estuvimos por un buen rato también. Ninguno lograba correrse. Ya eran casi las 6 de la mañana.

Camilo fue el primero en correrse. Mi culo quedó llenito de leche, Hernán sin perder tiempo comenzó a metérmela por el culo mientras que Carlos seguía metiéndomela en la chucha. Yo fui la siguiente en correrme. Ese sería mi último orgasmo esa mañana/noche.

Me dejaron tomar un poco de aire y luego siguieron enterrándomelas. Carlos se corrió en mi chucha y Hernán muy seguidamente lo hizo en mi culo. Yo estaba muerta. Adolorida por todas partes. Me levanté y me senté en el piso. Pero estaba tan cansada que me acosté ahí. Los miraba y les sonreía de una manera agradecida. Porque a pesar de que no me llevaba bien con ellos me habían dado la mejor cogida de mi vida.

Me escurría semen por mi ano y por mi chucha. Yo estaba tirada en el piso boca arriba con las piernas abiertas muerta del cansancio. Pero ellos aun tenían fuerzas, ya no aguantaba más, mi chucha estaba destrozada al igual que mi culo por lo que le dije que ya no más.

Ellos comenzaron a masturbarse a mi alrededor lo cual me excitó. Me arrodille y comencé a mamárselas una por una. Demoraron mucho en correrse.

-          Como mamas de sabroso cata.

-          Mmmm…mmmm

-          Toda una puta mamando.

-          Mmm…mmmmm….

Obviamente no podía decir nada porque tenía una verga en la boca pero me saboreaba ante cada insulto de ellos que para mi eran halagos. Cuando finalmente comenzaron a correrse me arrodille y abrí la boca. Hernán fue el primero en hacerlo. Me lleno la cara de leche. Luego y un par de minutos después, Carlos hizo lo propio. El me lo echo en las tetas dejándomelas todas llenas de su leche y finalmente Camilo me puso de espaldas echándomela en las nalgas, espalda y piernas.

Estaba toda llena de leche. Me senté y comencé a limpiarme. Con mis manos iba quitándome la leche y me la llevaba a la boca. Hernán con su móvil me tomo una fotografía, yo hasta le sonreí para la foto. Luego le pedí que la borrara no sin antes pedirle que me la pasara a mi celular. Aun esa fotografía la tengo de recuerdo aunque no es necesario ya que esa noche jamás la voy a poder olvidar.

Luego, me metí al baño, tome una ducha breve y finalmente me fui al cuarto donde quedé rendida como un foca.

Al despertarme, eran las 12.40pm. Daniela estaba preparando el almuerzo y Carlos estaba en la sala. El al verme me sonrió pero yo muerta de la vergüenza enseguida me vine  para donde Daniela.

Por varios días no les hable a ninguno de los tres hasta que un día estando en la casa de mi novio llegaron los tres. El momento más incomodo de mi vida fue ese. Los tres me saludaron con beso en la mejilla. Yo de forma cortante trate de alejarme de ellos y los ignoraba lo mas que podía.

Cuando en un instante nos quedamos solos, Hernán me dijo que no me preocupara, que armando jamás se iba a enterar de nada. Que ese seria nuestro secreto y que jamás volveríamos a hablar de eso.

Me sentí más tranquila con esas palabras y a partir de ese día mi relación con ellos mejoró muchísimo. Nunca más volvimos a comentar esa noche hasta que el día de mi cumpleaños yo muerta de la excitación volví a entregarme a ellos.

Actualmente sigo con mi novio armando. supongo que para desquitarme de todas las cosas que me hizo y de manera un poco más frecuente me veo con sus tres amigos los cuales siguen dándome placer igual que la primera vez. He tenido más de 10 encuentros con ellos y actualmente estoy convertida en su puta. Aunque nadie tiene idea de lo que hacemos yo no pierdo oportunidad para entregarme a los que sin duda son los mejores amantes sexuales que he tenido. Los amigos de mi novio.