Los amigos de mi mujer (2)

Cómo se tira mi mujer a los compañeros de la oficina.

Posteriormente al encuentro que tuvo mi mujer en el coche de su amigo Pascual (ver Los amigos de mi mujer-1) estuvo unos días de sin ir al trabajo por unos asuntos familiares y claro, no pudo volver a ver a su "amigo", por lo que éste decidió llamar a casa.

Recuerdo que acabábamos de comer y no encontrábamos con el clásico sopor de la siesta. Sonó el teléfono y claro, al que le tocó levantarse y contestar fue a mí. Naturalmente. Faltaría más. El mundo de la telefonía inalámbrica era desconocido por aquellas fechas.

Dígame,

.

¡Hombre Pascual, ¡ cuánto tiempo sin vernos,

.. Sí, sí, está ahí amodorrada en el sofá. ¿Cuándo pasas a tomar un café?

Ah¡ Lo que pasa es que me marcho al curro dentro de media hora

Bueno no te preocupes, ya nos veremos,… ahora se pone.

Dejo el auricular en la mesita de nuestro dormitorio y le pido a mi mujer que se ponga.

Vuelvo a retomar mi posición horizontal interrumpida. Oigo parte de la conversación,

Hola, que tal,…..

..

. No te preocupes, no tengo intención de salir, voy a estar en casa

.sí, sí, sola. Puedes venir sin ningún problema. ¿Pablo?, Pablo se va a trabajar en media hora, …..

Sí, sí, yo también tengo ganas de repetir,…..., venga un beso, hasta ahora. Chao

Cuando entra en la habitación lleva una sonrisa de oreja a oreja,

Qué morro tienes –le digo- yo me voy a currar y tú aquí a follar con tu amante. ¿No?

Ella sonríe y calla.

Naturalmente que te vas a preparar como a mí me gustas, de esa manera en el trabajo estaré toda la tarde empalmado y regresaré en un periquete. ¿Qué te vas a poner?

Bueno,… no se. ¿Qué te parece el traje ese de la camarera porno?

No, me gusta más el corpiño negro, con las medias y el liguero. Y te pintas los ojos como me gustan.

De acuerdo. Bueno, pues entonces me voy a arreglar que viene en media hora.

Y yo me marcho en 15 minutos, sí arréglate, que quiero verte como te vamos a follar esta tarde.

Sale ella y la oigo trastear en el aseo. Cuando me levanto para salir al curro, entra ella echa una putilla.

Joder macho –digo- me parece que me voy a poner malo esta tarde.

Lo digo sabiendo que no puedo faltar al trabajo, por lo que me la atraigo hacia mí y nos besamos largamente en la boca. Nuestras lenguas se tocan, se chupan y nos relamemos uno del otro con todo el sabor de nuestro beso. Al fin me separo, ella echa mano al tremendo paquete que tengo bajo los pantalones y suspira,

Uhhhhh, Dios ¡Cómo está esto¡

Anda, no me toques más los huevos que estoy yo bueno hoy. Si tu maromo se va antes que yo regrese, no quiero que te laves ni nada. Quiero olerte y chuparte toda.

Vete que llegas tarde

Adiós

Salgo dando un portazo.

No os podéis figurar la tarde que pasé. Parecía que iba a jurar bandera.

Cuando dieron las 7 de la tarde, salí de la oficina escopeteado. Dejé a Juan, mi compañero, con la palabra en la boca.

Lo siento, Juan, mañana me lo cuentas, tengo prisa. Hasta mañana.

Salí dando un portazo que sonó como un signo de interrogación.

El trabajo en aquellas fechas lo tenía a dos minutos en coche de casa, por lo que apenas si tardé nada. Cuando entraba en el ascensor, salía Pascual.

¡Ché Pascual, te marchas ya?, ¿ahora que llego yo?.

Lo siento pero aun me queda casi una hora para llegar a casa y no quiero llegar muy tarde. Finita no se fía de mí.

Pues qué raro –le digo con sorna- Tenemos que montar algo en casa que esté bien. Pero tenemos que ser cuatro. ¿Vale?

Vale, vale nos vemos

Me despido de él cerrándose el ascensor.

Entro en casa totalmente desesperado, creía que me iba a reventar el pantalón.

Muy buenas, ya está el "follaor" de la casa. ¿Dónde está esa puta a la que me voy a follar?

Entro en la habitación y me sorprendo de ver el estado de batalla que se encontraba el dormitorio. Mi mujer se había recompuesto un poco, se había pintado y puesto su corpiño, pero como le dije no se había lavado. Hasta la puerta me llegaba el olor a sexo que despedía. Aun podía apreciar salpicaduras de semen por su ropa. Lo cual aun me excitó más aun.

¿Cómo te ha ido? –pregunté

Uffff, nos hemos corrido cinco veces, pero me he reservado para ti. Hoy no tengo límite, quiero que me folles bien por mi culo. Mi coño me hace bluf-bluf, lo tengo palpitante, pero por el culo casi no me he enterado.

Me acerco a ella. Ella tumbada en la cama. Llevaba el corpiño apretándole y levantándole las tetas, que no son pequeñas. Las medias negras le torneaban las piernas y morían en la puerta de su Paraíso. Los ojos profusamente pintados de azul cielo y los labios brillando como si se los hubiese pintados de miel. Me arrodillo junto a ella y la beso, primero suavemente, le mordisqueo los labios. Noto como ella llama con su lengua a la puerta de mi boca, pero no le abro. Me lo tomo con calma. Le mordisqueo los labios, le paso la punta de mi lengua por la mejilla, por el cuello, le mordisqueo el lóbulo de la oreja. Sé positivamente que eso le pone a mil. Le mordisqueo el cuello y, ahora sí, le paso la lengua por los labios y la restriego por su desesperada lengua. Casi es un choque de trenes. Yo estoy excitado, pero ella le noto que echa humo, si me retraso un poco más va a explotar. Nuestras lenguas se agitan dentro de nuestras bocas, nos lamemos, sorbemos nuestra saliva y nuestros olores. Le pongo la mano en el clítoris y noto lo mojado que está. Me inclino hacía él y le empiezo a dar largo lengüetazos, le mordisqueo, es cuando empieza a jadear. Lo que realmente a veces me hace correr es oír como va llegando a su clímax. Su respiración se agita, empieza a balbucir y si ella se encontrase encima de mí empezaría a babear. Empieza a articular palabras a medio pronunciar, palabras comidas por las que va a pronunciar de nuevo,

OHHHHHH, síiiiiiii, Di… siiiiií , -su respiración se agita-, ohh, ohh ohh ohh,

La noto muy caliente, yo acabo de entrar en acción, pero ella lleva toda la tarde puesta a mil. Así que como puedo la volteo y le hago ponerse de rodillas en el borde de la cama. Con los pies saliéndole por el lateral. De esta manera, me acoplo de pié en el suelo y bajándome los pantalones como buenamente puedo le meto mi gorda polla en el agujero de su culo. Le gusta que se lo rompa, no quiere que se lo vaya dilatando poco a poco con los dedos. No. Ella quiere sentir una polla, una enorme polla de veinte centímetros de grosor entrando en su culo. De golpe. Sin previo aviso.

El grito que dejó escapar se debió de hacer oír en toda la urbanización.

Un grito entre placentero y desgarrador, el dolor se tenía que haber hecho patente pero así le gustaba a ella.

AHHHHHH, SIIIIIIIII, SIIIIIIII, MÁS, MÁS, MÁS QUIERO MÁS POLLA, MÁS, QUIERO MÁS POLLA. MÁS POLLA.

DIOSSSSSSSSSSSSSS, FÓLLAME, POR FAVOR FÓLLAME MÁS. QUIERO MÁS. DIOSSSSSSSSSSSSSS, QUE POLLA TIENES CABRONAZO.

Ante tanto desenfreno mi excitación se dispara y empiezo a bombear mi gruesa polla por su ya dilatado ano.

Sí, sí, sí, sí, -exclamo mientras hago el mete-saca de mi polla en su ano.-Cuando le saco la polla de su culo se puede apreciar un gran agujero que se rellena en cuanto le vuelvo a introducir mi grueso zipote. Zás-zas-zas-zas. En este proceso noto como se corre con una fuerte aspiración de aire, para luego expulsarlo de un solo golde y de un sonoro grito.

-AHHHHHH AHHHHHH AHHHHHH AHHHHHH.

El orgasmo le llega pletórico. Yo sigo bombeando en su ano. . Zás-zas-zas-zas. Cuando al fin noto que me voy a correr la saco, volteo a mi mujer y le hago que se coma mi hinchada polla. Apenas sí le cabe en la boca, tengo que tener cuidado de no atragantarla. Una cálida sensación me invade y toda mi leche le inunda la cara, la boca, el pelo y la ropa. Una vez que he terminado de inundarle de semen, sigue chupando, relame la polla, absorbiendo todo resto de leche.

En ese momento me dejo caer junto a ella y yacemos unos momentos juntos.

Cuando nos recuperamos le pregunto,

¿Cómo te ha ido?

Uffff, ha estado genial, nos hemos corrido cinco o seis veces. Perdimos la cuenta.

Cuéntame.

Nada más irte tu llegó él. Como sabes estaba preparada como me viste por lo que miré por la mirilla de la puerta para comprobar que no había ningún vecino en el rellano. Abro la puerta ocultándome detrás de ella. Cuando Pascual me vio se quedó de piedra. No se esperaba esa recepción. Me dijo que estaba excitante, increíble, irresistible, no se cuantas cosas me dijo.

Todas eran verdad –apostillé-

Se echó hacía mí y nos besamos largamente, nos dimos un beso de lengua, largo y profundo. Me cogió por la cintura y me apretó contra él, haciéndome restregar contra su paquete. Lo noté muy hinchado, le desabrocho la correa y la cremallera de los pantalones. Automáticamente se le caen al suelo. Me quedé un segundo mirando su paquete debajo de los calzones. Le mordisqueé su polla por encima de la tela de los calzones. Eso le gusto, por lo que me arrodillé delante de él y le terminé de quitárselos. Su larga polla, ya te dije que la tenía muy larga pero fina, estaba totalmente erecta. Le pasé la lengua por toda ella. Mordisqueándole la puntita con los dientes. Volví a repetir la operación de pasar la lengua por toda la polla, pero esta vez me metí un huevo en la boca, jugando con él. Le mordí los huevos, se los chupé, luego cogí su polla y empecé a comérmela. Tratando de metérmela dentro de la boca. Se sucede una serie de golpes mete-saca de su polla en mi boca. Trato de comérmela entera dándome una serie de arcadas. Noto su polla que me golpea el paladar. Es una sensación agridulce que me pone cada vez más caliente.

Con un gesto me comunica que está a punto de correrse, por lo que me levanta y me apalanca contra la pared. Nos besamos ardientemente en la boca. La saliva de nuestras bocas inunda la cara. Pasamos nuestras lenguas por la cara del otro. Como podemos le arrastro hacia la habitación del fondo del pasillo. Al llegar a ella me doy cuenta de la pinta de mi compañero. Está desnudo de cintura para abajo, pero lleva perfectamente anudada y colocada en su sitio la corbata. Se lo hago saber y termina de desnudarse. Mientras me tumbo en la cama viendo como termina de desvestirse. Se me queda extasiado viéndome. Estoy tumbada en la cama, con un corsé que a mis grandes tetas, gasto una talla de sujetador 120, me las aplasta y me las sube hacia arriba, con que la sensación de grandes y opulentas aumentan. A esas alturas, los pezones se me han puesto duros y del tamaño de unas canicas. Me toco mi entrepierna y me la noto mojada, muy mojada. Me abro de piernas, el tanga me lo hago a un lado y la raja de mi entrepierna se la ofrezco a mi amante.

-¡Cómeme el coño¡-le ordeno-.

Me arrastró hacia los pies de la cama, se arrodilló en el suelo, puso mis piernas en sus hombros y empezó a hacerme la mejor comida del chichi que jamás me han hecho.

Su fina lengua entraba y salía de mi coño, me lamía el clítoris, me pasaba la lengua por el ano. Todo era una sucesión de sensaciones. No paraba de jadear. Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo se detuvo. Creí morirme. Mi queja salió de lo más hondo de mí ser:

-NOOOOO, NO SEAS CABROOON, CONTINUA POR FAVOR

No me hizo el menor caso. De cara a él me cogió por detrás del culo y me aupó a la altura de su polla. La posición era totalmente nueva para mí. Él estaba de pié en el suelo y yo tumbada en la cama, pero con la mitad de la cintura para abajo más alta de tal manera que tenía mi coño totalmente enchufado a su dilatada polla. En un periquete me alzó y puso mi raja a la altura de su pene y de un tremendo empujón me lo metió hasta llegar al tope de los huevos.

AHHHHHHHHHHHH, SIIIIIIIIIIIII, ME MATAS HIJO DE PUTA. SIIIIIIIIIII

Calla puta, vas a saber lo que es follar.

Comenzó una sesión de mete-saca con una velocidad enloquecida. No me daba tregua a poder asimilar cada nueva embestida. La acción de meter y sacar su polla de mi coño era muy rápida y el orgasmo no tardó en llegar. Primero tomo una gran bocanada de aire, aguanto unos segundos la respiración y al exhalarlo explotó en un atronador grito

HAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY

Cuando me tranquilizo, cuando mi pulso se serena y mi respiración comienza a normalizarse, se saca su polla y me deja caer en la cama. Casi al mismo tiempo, se posiciona encima de mí, con sus dos rodillas a los lados de mi costado y empieza a agitar frenéticamente su polla encima de mi cara.

Es ahora Pascual cuando su respiración se le agita, cierra los ojos y sacude frenéticamente su mano en torno a su polla totalmente erecta.

Siiiiiii, puta saca la lengua –así lo hago- síííííííííííí, abre la boca so puta y cómete toda mi leche.

A lo cual abro la boca todo lo que puedo sacando la lengua preparándome para recibir toda la descarga. El continúa masajeando su polla frenéticamente en una sucesión enloquecida de movimiento. Yo con la boca abierta y la lengua sacada a la espera de la descarga……..

Al final

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Una fuerte descarga de esperma sale proyectado de su súper dilatado pene. Un esperma me golpea la cara, me inunda la garganta, otro se proyecta en el pelo y el resto va a parar a la cama.

Una vez que ha terminado de correrse, se la cojo con mis dos manos (¡mis dos manos no abarca toda la longitud del pene¡) y le relamo la polla con mi lengua. Se la paso por toda la polla, despacio, conocedora de las sensaciones que le están llegando a mi compañero. Le miro a los ojos, le paso la lengua por el glande, y le sonrío.

Se deja caer encima de mí y sintiendo su pene, ahora flácido, en mi bajo vientre, nos besamos, nos damos la lengua, cuando le doy mi lengua le paso a él parte del resto de semen que aun me queda en la boca. Nos damos la lengua y la chupeteamos cada uno.

Nos quedamos un poco traspuestos recuperando fuerzas. Poco después le invito a pasar a la ducha.

Nos desnudamos. El entra en la ducha y como no me gustan los chorretones que el agua me va a hacer con el maquillaje, me desmaquillo y entro con él en la ducha.

El plato de ducha es amplio y aun así nos tenemos que apretujar para que el agua nos tonifique a los dos. Ese acercamiento despereza poco a poco al diablo que tiene Pascual entre las piernas y nos reímos viéndolo crecer. Crece poco a poco. Le acaricio los huevos y su polla va tomando su posición de firme. Me pongo de rodillas delante de él y me zampo toda la polla en mi boca. Aprovecho que no ha tomado aun todo su tamaño. Noto en mi boca como va creciendo. Aprieto suavemente los dientes. Empieza a mover la pelvis haciendo entrar y salir la polla de mi boca. Con la polla dentro de ella miro hacia arriba y veo el efecto que le está haciendo mi masaje. Se tiene que sujetar a las paredes de la ducha. Mientras, el agua nos va cayendo a los dos. El movimiento se va haciendo cada vez más rítmico y rápido. Su respiración se va entrecortando, como si fuera el jadeo de un asmático. Cada vez me aprieta más la cabeza contra su miembro y cada vez, al estar más hinchado, me atraganto más. Jadeo, toso y salivo mucho. Me saca su ya larga polla y me coloco en la ducha de tal forma que le facilito que me penetre por el culo. Separo los cachetes de mi culo con las manos para ofrecerle bien el agujero de mi ano. El agua nos sigue cayendo y humedece todo, lo que facilita la penetración. Me gusta pero lo mío es que me rompa el culo, que me penetre una enorme polla gorda y sin ningún tipo de humedad ni lubricante me la meta por el ano. No obstante la sodomización me va entonando otra vez. El ritmo de penetración va cogiendo velocidad. El mete-saca que me está practicando en el culo va a buen ritmo, por su parte, y debido al jadeo que le oigo por detrás de mí, le va haciendo efecto. Noto como su pene cada vez se retiene más en lo más profundo de mi culo, mi orgasmo se va acercando cada vez más, hasta que los dos, al mismo tiempo se producen un estallido. Me inunda un fluido muy cálido por todo mi ano hasta el desborde. El sentir su leche en el fondo de mi ser hace que estalle un millón de cohetes en mi interior y reventamos los dos en un sonoro grito placentero,

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Después de la ducha nos secamos mutuamente y nos fuimos a la cama a descansar un poco. Me acordé de ti por lo que volví a maquillarme. Nos volvimos a correr un par de veces más. Si quieres eso te lo puedo contar otro día.

Como tenía yo una polla totalmente erecta, me la cogió. En mi caso con una mano podía abarcar toda la longitud de mi miembro, pero debido a su grosor, los dedos de su mano no conseguían cerrar el contorno de mi polla.

Ya veo que estás bien dispuesto, pero con el polvo que me has echado al llegar ya no tengo más fuerza para nada más. Si te parece, déjame que te masturbe

Se inclinó y empezó a masajearme mi zipote con su mano experta. Se inclinó sobre ella y empezó a pasarle la lengua como sabía hacerlo. Me mordisqueaba el glande, me mordisqueaba los testículos, me miraba y me ponía muy cachondo el verla con los ojos pintados de azul. Como sabía el efecto que me iba a producir, empezó a contarme

Cuando entró Pascual a casa cerré la puerta de la calle me agaché y me metí su polla en mi boca …..

En ese momento una fuerte descarga de semen salió disparado de mi polla, mi mujer, muy puta ella, ya estaba preparada y con la boca abierta se tragó buena parte de mi leche, pero aun así fuerte goterones le caía por la cara. Le limpié la cara de semen y se lo llevé a la boca con la punta de mis dedos. La muy puta me chupó con muchísima fruición todo el líquido que quedaba en ellos. Aprovechó la ocasión para simular que mis dedos era la felación de la polla de otra persona.

Tenemos que conseguir echar un polvo los tres juntos –me dijo mi mujer-

Sí, pero también podéis traer a Rosita

Pues sí.

Pero eso,… eso es otra historia.