Los amigos de mi hermano se aprovecharon de mi.
Dos de los amigos de mi hermano se aprovecharon de mi en una fiesta.
Esta historia tuvo lugar a unos meses de que terminara el primer año de preparatoria, yo era una chica como cualquier otra de mi edad, me gustaban las fiestas, salir con amigos a bailar, viajar y por supuesto los chicos mayores de la universidad.
En mi casa solo vivíamos mi madre, quien casi nunca está en casa, y la comprendo bien, somos tres y ella es el único ingreso, mi hermano mayor, que en ese entonces estudiaba el cuarto año de la carrera profesional, él es un chico muy despreocupado, siempre en fiestas y borracheras, y yo, que contaba con dieciocho años y muchas ganas de divertirme.
Como les comentaba, a mi me encanta andar de fiesta y salir continuamente, siempre encuentro a algún muchacho que quiera invitarme a salir y pagar todo, ya que como les decía no teníamos mucho dinero en ese entonces, pero lo que sí tenía y lo sabía muy bien era mi cuerpo, yo soy más bien del tipo voluptuosa, como dirían por ahí, tengo lindas caderas, unas piernas grandes y firmes, mis nalgas son redondas y muy bonitas, y mis senos son como un par de sandias, sin exagerar, son bastante grandes, lo suficiente para abrir más de una puerta y una cartera, mi cabello es negro y largo, tengo ojos color verde y una boca con labios carnosos y suaves.
Mucho tiempo estuve pidiéndole a mi hermano que me llevara con él y sus amigos de la universidad a las fiestas, ya que todos se me hacían muy interesantes y guapos, pero no se porque razón él nunca accedía y me dejaba en la casa. Hata que un día, mamá tuvo que salir de viaje ya que una de sus tías estuvo muy enferma y debía cuidarla un par de semanas.
Así que, ni tarde ni perezoso mi hermano decidió organizar una gran fiesta en nuestra casa, pero me prohibió bajar, yo me enojé muchísimo pero tenía que hacerle caso, al fin de cuentas era mi hermano y por el momento él estaba a cargo.
Cuando llegó el día de la fiesta, no pude bajar, solo escuchaba la música a altísimo volumen y los gritos y risas de todos los amigos de mi hermano, yo estaba que echaba chispas, una gran fiesta, sin supervisión y yo encerrada en mi habitación. Pero como siempre he sido del tipo optimista, después de un rato dejó de importarme y decidí ponerme a escuchar un poco de mi música, así que me puse mi ipod y comencé a bailar sola en mi habitación, estaba muy relajada y cómoda, ya que como esa noche no habría de salir me puse mis calcetines blancos, una tanguita muy cómoda que tengo, blanca también, mi camisón rosa y me recogí el cabello.
De pronto, Luis, uno de los amigos de mi hermano, entró medio borracho a mi habitación, yo me quedé mirándolo y él al verme sólo pudo decir: "lo siento, pensé que este era el baño", yo lo miré y le dije que obviamente no era y le indiqué hacia donde debía dirigirse, pero él comenzó a hacerme la plática y a preguntarme que hacía ahí sola y no en la fiesta abajo con todos los demás, yo le explique que mi hermano me lo había prohibido. Él se molestó un poco por la situación y decidió bajar a buscarlo para convencerlo de que me dejara bajar, pero regresó como a los 5 minutos con Jaime, otro de los amigos de mi hermano, ambos estaban cargando a mi hermano que estaba totalmente ebrio e inconciente, me preguntaron donde podían recostarlo y yo los llevé a su habitación, ahí dejaron a mi hermano y salimos todos al corredor principal. Luis y Jaime me dijeron que como no podía bajar a la fiesta me llevarían la fiesta a mí, yo me reí mucho, estaba muy nerviosa, ellos eran muy guapos y me gustaban mucho.
Al principio creí que era broma, pero unos quince minutos después regresaron ambos a mi habitación, con una botella de tequila y una baraja de cartas española, me preguntaron si quería jugar con ellos y yo claro que dije que sí, primero comenzamos jugando el clásico verdad o reto, cada que yo perdía me hacían preguntas sobre mí, sobre mi escuela, mis amigas y cosas así y cuando tocaba reto teníamos que beber un sorbo de la botella de tequila. Después las cosas fueron subiendo de tono, yo ya estaba un tanto mareada, pero muy contenta, así que me dijeron que ya no beberíamos más por el momento, pero que el juego continuaría.
Yo no podía dejar de reírme, talvez influenciada por el alcohol, pero la verdad es que ambos eran muy graciosos, continuamos jugando un rato cuando de repente en una pregunta de verdad, me preguntaron si me gustaba alguno de ellos, yo respondí que ambos eran muy guapos, y era la verdad.
Continuaron haciéndome preguntas un poco subidas de tono, como si era virgen, como me gustaban los hombres, cuántos novios había tenido, etc. Yo respondía a todo y seguía tan feliz como siempre, ya estaba bastante borracha y todo me parecía muy gracioso.
Cuando por fin se terminó la botella, me preguntaron si quería jugar precisamente botella con ellos, yo en ese momento no sabía jugar, pero me explicaron que al que le apuntara la punta de la botella después de hacerla girar en el suelo recibiría un castigo que le impondría quien le apuntara la base de la botella. Yo por supuesto dije que sí y comenzamos a jugar.
En el primer giro, yo le puse el castigo a Jaime, le pedí que bailara sexy para mí, y así lo hizo, comenzó a bailarme y yo riéndome a más no poder por la situación le pedí que parara después de un par de minutos, el segundo giro fue en mi contra y Luis me puso el castigo, me pidió que le diera un beso en la boca, yo me sorprendí un poco y al inicio me negué, pero estuvieron insistiendo y me recordaron que un juego de apuesta es un juego de honor, entonces después de un rato me decidí y le dí el beso, no duró tanto, pero noté cuando su cuerpo estaba pegado junto a mí que ya le había crecido el paquete que tiene entre las piernas.
En el tercer giro perdí de nuevo y esta vez le tocó a Jaime ponerme el castigo, y me regresó el favor pidiéndome que bailara sensualmente para él, yo lo hice, ya que no tenía más opción y era un castigo exactamente igual al que yo había puesto, yo ya estaba más desinhibida y me dije porqué no? Me levanté, comencé a bailar frente a Jaime, dejándole ver mis piernas, jugando me quité los calcetines y se los aventé, simulando a una bailarina exótica, me di la media vuelta y dándole la espalda me levanté un poco más el camisón dejándole ver el inicio de mis nalgas, él lanzó un grito pidiendo más, pero me negué y me senté diciendo que el show había terminado.
El juego prosiguió así por algunos giros más, a veces yo les ponía el castigo y luego ellos a mí, cuando la cosa se puso realmente candente, fue cuando ellos decidieron que a partir de ese momento el juego sería de prendas, yo no quería, ya que solo traía puesto el sujetador, mi tanga y el camisón, y ellos traían toda su ropa normal.
Me insistieron mucho, yo no quería, les dije que eso sería demasiado, pero me dijeron que si no continuaba jugando con ellos le dirían a mi hermano y a mi mamá que bajé a la fiesta y que me puse muy borracha y cosas así, yo al inicio si me preocupé mucho, pero sabía que igual al final no pasaría nada y que probablemente ni mi hermano ni mi mamá les creerían a ese par, pero después recordé que mamá estaba muy enferma y que de inicio un coraje así podría hacer que enfermara más, y como me había estado portando muy mal, pues quien sabe que podría pasar, entonces accedí a seguir jugando.
En la primera ronda, perdió Jaime, se quitó la camisa, aunque la verdad he de reconocer que estaba muy bien y me gustó verlo así, después perdió Luis, también se quitó la camisa, y el espectáculo no era menos halagador, ambos estaban muy bien, muy definidos y marcados de los músculos, cuando por fin me toco el turno a mí me levanté, tomé mi camisón con ambas manos y me lo quité de un solo movimiento elevándolo por encima de mi cabeza, noté como ambos me miraban con mucha lujuria directamente hacia mis pechos, algunas rondas más y ellos estaban solo en boxers, se notaba que tenían una erección tremenda que ya no podían esconder, cuando perdí nuevamente me quité el sostén dejando al aire mi par de senos, ellos comenzaron a decirme que nunca se habían imaginado que los tuviera tan bonitos y grandes, estaban babeando literalmente.
El siguiente en perder fue Jaime, se levantó, se quito los boxers y dejo a mi vista su pene, era muy ancho, no tan grande como los que yo había visto en algunas películas, pero de buen tamaño, estaba totalmente erecto, yo no le quité la vista de encima por algunos segundos, cuando reaccioné dije que siguiéramos jugando, perdió ahora Luis, y se repitió la escena, se levantó se quitó los boxers y me dejó justo enfrente de mi rostro su miembro, un poco más delgado que el de su amigo, pero mucho, mucho más grande.
Por último, cuando me tocó mi turno, me levanté y me quité la tanga, dejándoles ver mi sexo, que ese día solo tenía una ligera línea de vello, ya que planeaba ir de vacaciones y me había depilado casi todo.
Ellos estaban mirándome muy fijamente, también se levantaron, se acercaron a mí y me dijeron que me enseñarían ahora a ser mujer, yo ya estaba excitada para ese momento y me dejé llevar por el momento. Jaime tomó mi mano y la llevó directamente a su miembro, yo lo tomé suavemente y comencé a acariciarlo de arriba abajo, mientras Luis se acercó por mi espalda restregándome su enrome equipo en mis nalgas y tomando mis dos senos con sus manos, me estuvo sobando un rato mientras yo tocaba y besaba a Jaime.
Me llevaron hasta la cama y me recostaron, Luis me pidió abrir las piernas y cuando lo hice acercó su boca hasta mi parte más íntima y comenzó a pasar su lengua por ella, yo nunca había sentido esa sensación, me calentó inmediatamente, no podía parar de gemir de placer, estaba realmente húmeda y deseosa de ese par de hombres.
Jaime se arrodilló a mi lado y comenzó a tocarme el busto, mientras me decía lo buena que estaba y que le encantaba ver a una mujer como yo con ese gran par de tetas, yo casi no podía reaccionar a causa del placer que me estaba dando Luis, tuve mi primer orgasmo con él entre mis piernas.
Después de disfrutarlo un poco más, me levanté, le pedí a Jaime que se recostara y así poderle devolver el favor, el abrió sus piernas, pasé mis manos por debajo de sus nalgas y me metí de un solo bocado su miembro en la boca, el comenzó a mover la cadera como si estuviera cogiendo, bueno me estaba cogiendo por la boca.
Mientras tanto Luis se pasó por detrás de mí y levanté las nalgas ofreciéndoselas sin decir palabra alguna, él entendió de inmediato la señal de mi cuerpo, comenzó a mordisquearme, a meterme la mano, yo levanté más mis nalguitas y él me puso en la entrada de mi conchita su gran pene, comenzó cogiéndome suavemente y poco a poco fue subiendo el ritmo.
Yo estaba extasiada, nunca había sentido tantas cosas con ninguno de mis inexpertos novios, aunque también estaba atrapada, mis manos se habían quedado debajo de las nalgas de Jaime y yo con su pene dentro de mi boca, mis rodillas sobre la cama y Luis cogiéndome como un loco por atrás.
La escena prosiguió de esta forma durante algunos minutos más, hasta que logré liberar una de mis manos, tomé el miembro de Jaime, lo levanté y me metí sus ricas bolas en la boca, noté que le gustaba mucho por los sonidos que hacía, seguí masturbándolo fuertemente mientras le acariciaba la bolsita con mi lengua, de repente, sentí como empezaba un movimiento en su pene, y salió toda su leche disparada, me cayó un poco en la cara y en las manos, pero no me importó. Luis muy excitado seguía con su movimiento de caderas haciéndome sentir gran placer, y como notó que su amigo ya había terminado me pidió que me diera vuelta, se colocó sobre mí y me siguió cogiendo mientras manoseaba mis tetas y me pasaba la lengua por todo el cuello. Súbitamente y sin decir nada, sacó su miembro y me lo colocó entre los senos, me los apretó hacia su miembro y comenzó a moverse de atrás para adelante, me gritó que estaba a punto de llegar y me pidió que abriera la boca, se levantó sobre mí, me puso el pene justo en la boca y siguió con su fuerte movimiento, lo sacó al momento de llegar y me dejo caer toda su leche en mi cara y en mi boca, yo la recibí con gusto ya que notaba lo excitado que estaba.
Cuando por fin ambos habían terminado, me dieron algunos besos más en los senos y en la boca, se vistieron y se fueron, y así termina mi primer aventura con los chicos de la universidad, aunque no fue la última ..