Los amigos de mi esposo

Mientras mi esposo y sus amigos preparan un torneo, yo me divierto.

LOS AMIGOS DE MI ESPOSO

Hola, mi nombre es Roxanne y si siguen los relatos de esta página ya me conocen.

De todas maneras les contaré algo de cómo soy.

Tengo 27 años, soy bien blanca con el cabello largo y bien negro, bastante bonita de cara y mi cuerpo des también muy atractivo. Mido 155 y peso 52 kilos. Mis senos son de tamaño medio y resaltan en mi figura, mientras que mi cola es bien parada con caderas grandes y cintura chica, cuerpo de guitarra. Mis piernas son muy firmes y proporcionadas. En conjunto creo que atraigo las miradas de los hombres.

Mi esposo es entrenador deportivo, bastante apuesto y liberal. Llevamos una vida sexual muy activa, sin celos ni prohibiciones siempre que estemos juntos.

En época cálida me gusta llevar ropa ligera y atractiva, me gusta gustar y que me miren, a mi esposo también le gusta que me miren.

Nosotros vivimos en una ciudad del interior, en Uruguay.

Era octubre y en esos días mi esposo y tres colegas también del interior organizaban un campeonato deportivo. Como se iba a realizar en nuestra ciudad, ya que queda en un punto central, habíamos coordinado que los otros entrenadores viajaran y se alojaran en nuestra casa para poder trabajar tranquilos en la organización de este evento.

Nosotros para hacer espacio en nuestra casa le habíamos pedido a mi madre si se podía hacer cargo de nuestra hija durante el fin de semana. Nuestra hija tiene adoración con ella por lo que temprano de la mañana nos estaba pidiendo para ir a la casa de la abuela.

El sábado a la mañana llegan los tres colegas de mi esposo, a quienes yo no conocía.

El primero en llegar fue Marcelo, un hombre alto de la misma edad de mi esposo, grueso y muy interesante.

Próximo al medio día llegaron los otros dos colegas, Carlos y Raúl, dos muchachos de unos treinta años a quienes se les notaba un excelente trabajo de gimnasio.

Yo me encontraba vestida con un vestido tipo solera muy corto y abotonado adelante en fibrana estampada en tonos de rojo.

No llevaba sujetador y por única prenda íntima llevaba una mini tanga blanca. Completaba mi atuendo unas sandalias rojas de taco alto.

La impresión que les debo de haber causado era muy buena ya que se quedaron mirándome largo rato, unos con mas y otros con menos discreción.

Como el vestido tiene un escote muy generoso, cada vez que yo me agachaba a algo, se veían perfectamente mis senos.

Estaban los cuatro sentados en los sofás del living de nuestra sala y usaban la mesa ratona para apoyar los papeles.

Desde esa posición, me dijo después mi esposo, se me veía perfectamente la cola y la tanga desde atrás cada vez que me agachaba.

Estaban los muchachos organizando todo y yo me estaba haciendo cargo del almuerzo. Mi esposo me llama y me pide que les sirva algo de beber, mientras esperamos el almuerzo.

Sirvo cuatro vasos de vino blanco dulce bien frío y se los alcanzo, depositándolos en la mesita ratona. Al hacer esto el que estaba frente a mi me miraba los senos y los que estaban detrás me veían la cola.

Parece que esto los puso un poquito nerviosos y prefirieron dejar el trabajo para la tarde, por lo que me senté en uno de los sillones mientras estaba pronto el almuerzo. Al hacerlo como los sillones son bajos les obsequié una panorámica de mi ropa interior.

Yo también me había servido un vaso de vino y pronto el efecto se hizo sentir haciendo que el ambiente se hiciera distendido y comenzamos a hacer bromas y a reírnos.

Con el almuerzo seguimos charlando y haciendo bromas. Seguimos con el vino blanco durante el almuerzo y luego del almuerzo también.

Los muchachos eran tan alegres que me contagiaban.

Planificaron algunas cosas y luego de un par de horas. Deciden seguir el domingo, ya que iban a ver el local y entonces definían todo.

Como ya era casi de noche decido ir a ducharme pero no les comento nada. Me encontraba ya secando mi cabello cuando escucho que se abre la puerta del baño y es Marcelo que entra a orinar. Giro sorprendida y entonces lo veo parado mirándome ya que yo estaba totalmente desnuda y él ya tenía su pene en la mano.

Yo también lo quedo mirando porque aquello que sostenía su mano era hermosamente gigante. Nunca había visto nada de ese tamaño.

Disculpa me dijo, es que no aguanto más... Yo cubro mi cuerpo con una toalla y el comienza a orinar, y yo lo sigo mirando y ya me imaginaba lo que sería tener todo ese animal adentro, cuando él me toma una mano y me hace que la tome y la sacuda.

Me dice gracias y se retira.

Yo quedo totalmente ida y caliente durante unos minutos no sabiendo que hacer.

Como quedamos en salir a tomar una copa luego de la cena, me vestí para la ocasión.

Me puse un mini top de color celeste para cubrir apenas mis senos, una minifalda negra de cadera muy baja que si no me depilara toda la conchita se me verían los pelitos y de atrás permitía ver el nacimiento de mi cola. En los pies llevaba sandalias de taco muy alto. Bien maquillada, peinada y con algunas alhajas.

Los muchachos, incluído mi esposo se quedaron de boca abierta cuando me vieron entrar a la sala y pude notar el bulto que se formaba en sus pantalones.

Salimos, tomamos bastante alcohol y reímos y bromeamos.

Cuando llegamos a casa nos sentíamos todos muy alegres y el alcohol nos ponía muy desinhibidos a tal punto que mi esposo me toma de espalda y me mete una mano debajo del top tomando una de mis tetas delante de todos. Me dice "me tenés muy caliente y te quiero coger ahora".

Yo me dejaba tocar y pronto otra de sus manos fue tocando mi cintura hasta que se coloca en mi muslo y comienza a subir hasta tocar mi conchita. Yo estaba que me moría, mi esposo me estaba tocando delante de sus amigos y ellos nos miraban sin saber lo que hacer.

Yo los miro a los ojos y me agacho delante de mi esposo y comienzo a chuparle la pija.

Los demás me rodean y yo comienzo a bajarles los pantalones para que sus pijas quedaran a mi disposición.

Le sigo chupando la pija a mi esposo con muchas ganas mientras comienzo a masturbar a Carlos y a Raúl mientras Marcelo me acariciaba, los hombros, la espalda y las tetas.

Siempre me desagradó el sabor del semen, pero en ese momento no me importaba nada y cuando siento que mi esposo se estaba por acabar y me quiso sacar su pija de la boca, yo lo tomé de la cola y lo apreté contra mí, logrando que se acabara en mi boca y tragando toda su leche.

Con la boca todavía sucia de la leche de mi esposo, busqué la pija de Carlos y comencé a chupársela como si buscara alimento en ella. En pocos minutos una abundante cantidad de esperma se me escapaba de la boca al no poder tragarla toda y me caía en las tetas.

Apenas saco de mi boca la pija de Carlos, es la de Raúl la que busca alivio y tomándome de la cabeza me empuja con la cadera haciendo que mis labios lleguen hasta sus pelos provocándome ganas de vomitar. Pronto me acostumbro a la presencia de esa larga y fina pija en mi garganta.

Raúl me coje por la boca durante varios minutos mientras yo juego con su pija en mi boca tratando de enroscar mi lengua en ella. Cuando noto que se está por acabar comienzo a mordisquearle la pija muy suave hasta que su pija comienza a soltar una muy espesa pero poca cantidad de leche que queda en mi lengua como si fuera gelatina ácida.

Me quedaba aún complacer a Marcelo que ya estaba de pie frente a mi con su "monstruo" bien duro y en la mano. Lo tomo con ambas manos y comienzo a pasar mi lengua por la cabeza de su pija. Luego trato de metérmela en la boca pero apenas si me entra la cabeza y el resto queda afuera. Comienzo a chuparle la cabeza y a masturbarlo con mis manos. En mas o menos veinte minutos, el me toma de la nuca y empuja su pija dentro de mi boca que aloja apenas la mitad llegando hasta mi garganta en el mismo momento que una gran cantidad de esperma comienza a llenar mi garganta. No me la puedo tragar de la cantidad que era y tampoco la puedo escupir porque tenía mi boca totalmente ocupada con la pija de Marcelo, por lo que la pesada leche se escapa por mi nariz.

Ahora me tocaba el placer a mí.

Tomo saliva y semen de mi boca y me lo paso por mi culito para lubricarlo. Le pido a Carlos que se tumbe de espaldas y me monto encima de él dándole la espalda. Coloco la fina pero larga pija en mi culito y muy lentamente comienzo a hacerla entrar. El comienza mover su cadera pero le pido que se detenga, que me deje a mí que lo tengo muy sensible y que me duele un poco. Entonces comienzo yo a hacer movimientos circulares mientras empujo hacia abajo logrando que toda la pija entre en mi culo. Me acuesto sobre su pecho y sus manos comienzan a apretar mis tetas.

Lo llamo a mi esposo y le digo "ven mi amor, lléname con tu pija mi conchita que estoy que me muero de calentura".

Mi esposo me monta y me la pone toda de una sola vez ya que yo estoy muy mojada y me comienza a coger muy rápido.

Tener dos pijas adentro moviéndose violentamente me hace llegar al clímax en forma muy rápida mientras empujo a mi esposo de sus glúteos para sentirlo mas adentro.

Me acabo en forma muy violenta, larga y potente, moviendo mi cadera hacia arriba y abajo con toda la fuerza que podía. Yo gritaba mi orgasmo "me acabo, me acabooooo, aaahhhhhhh..... que lindo, cojanme mas..... mas, mas......me acabooooooo, ah, ah, ah, masssss..."

Sentía las contracciones de mi concha y mi culo presionando las pijas que tenía adentro. Mi esposo no pudo aguantar mucho mas y cuando estaba terminando mi orgasmo, el comienza a acabarse, llenando mi conchita de leche.

Abro los ojos y veo a Marcelo y a Raúl que con sus pijas muy duras me están mirando. Apenas mi esposo se sale de mí su lugar es ocupado por Raúl, que me coje con movimientos lentos pero muy profundos, logrando llegar a mi punto G y me provoca otro orgasmo muy diferente pero igual de hermoso. Esta vez mi cuerpo se tensaba todo y luego se aflojaba, para contraerse nuevamente por varios minutos hasta que Raíl me empuja con mucho mas fuerza y siento que me está llenando la concha con su leche que ser mezcla con la de mi esposo en medio de sus contracciones.

Se queda dentro de mi unos minutos y luego cae para un lado. Siento como la leche de ambos cae de mi conchita y me moja mi ocupado culito y los genitales de Carlos que por la posición en la que estaba no se había logrado acabar todavía.

Marcelo me acerca su enorme pija y me toma de las piernas empujándolas hacia atrás, dejando mi inflamada conchita a su disposición. Me pone la pija en mi rajita y comienza a pasarla desde mi culito que estaba ocupado hasta mi clítoris, sin metérmela, masturbándome son su pija durante un largo rato hasta que llega mi orgasmo, esta vez en forma descontrolada. Nunca había estado tan caliente, necesitaba su pija adentro de mí con urgencia.

"Cojeme por favor... necesito tu pija adentro, necesito que me cojas....ah, ah, ah, como la gozo... poneme tu pija, no puedo mas..."

Mientras tanto Marcelo seguía frotando mi conchita y mi clítoris con su pija. En momentos me ponía la cabeza de su pija en mi conchita y me hacía un poquito de presión y me la sacaba. Yo estaba desesperada y comenzaba a acabarme nuevamente.

Entonces Marcelo me dice que si quiero que me la ponga y le contesto que si, lo tomo de la cadera y lo empujo contra mi. El se mueve y su pija resbala nuevamente hacia mi clítoris que estaba ya muy sensible, haciendo que me vinieran convulsiones.

Me dice que si lo quiero en la conchita, luego lo tengo que aceptar en el culo. Yo le digo que haga lo que quiera conmigo, que voy a complacerlo en todo...

Entonces de un solo movimiento me mete todo su enorme aparato en mi concha, haciendo que yo pierda el aire y me comience a acabar en una sucesión de orgasmos.

Comienza a moverse con lentitud, sacándola y poniéndola, mientras yo convulsionaba por los orgasmos que me venían una y otra vez.

Marcelo me toma con sus manos de la cadera y empuja con violencia su pija dentro mío buscando su propio orgasmo. Cuando este llega, yo desespero ya que su pija parecía hacerse mas grande todavía y mi conchita parecía que no iba a poder alojar todo su pene.

Saca su pija todavía dura de mi conchita y una cantidad impresionante de leche cae de mi concha.

Yo estaba molida y la concha me dolía pero aún Carlos no se había acabado. Por lo que me pongo en cuclillas sobre él y comienzo a cabalgarlo lo mas rápido que puedo.

En pocos minutos escucho los gritos de Carlos que comienza a acabarse y me quedo quieta para que sea él el que controle su orgasmo. Se acaba con movimientos cortos y muy fuertes en medio de gritos de placer. Apenas se acaba su pija pierde solidez, quedando en pocos segundos totalmente flácida dentro de mi culo. Me salgo de él totalmente satisfecha y cansada. Me dolía la concha y también el culo.

Entonces Marcelo me hace acuerdo de mi promesa, yo le digo que si pero que otro día y él me dice que no que lo quiere ahora... y me pide que me ponga en cuatro patas como una perra. De mi concha y de mi culo caía leche. Marcelo toma su pija siempre parada y la pasa por mi culo y mi concha lubricándola.

Entonces me pide que me afloje y me comienza a coger el culo. La entrada de la cabeza es sumamente dolorosa y le digo que no voy a poder, que me la saque, que me duele mucho.

Entonces mi esposo se coloca debajo mío y comienza a chuparme el clítoris, para que la penetración sea placentera.

Marcelo aprovecha que yo contraigo y aflojo mi culo y cada vez que yo lo aflojo mete unos centímetros de su pija hasta que está toda metida adentro.

Yo aprovecho la posición de mi esposo y comienzo a chupar su pija mientras él me chupa la concha.

Marcelo no se mueve, entonces el dolor y el ardor van pasando y una sensación molesta y placentera a la vez invade mi cuerpo, principalmente mi culo.

Entonces comienzo yo a moverme hacia delante y hacia atrás, haciendo que la pija saliera un poco para luego meterse nuevamente toda.

La lengua muy hábil de mi esposo y la enorme pija de Marcelo en mi culo hacen que un muy lento pero fuerte orgasmo me llegue haciendo que mi cadera de mueva en todas direcciones hasta que me acabo en medio de gemidos y convulsiones.

Mi esposo se acaba nuevamente en mi boca mientras Marcelo comienza a cojerme sin ningún tipo de contemplación, sacando y metiendo su pija en mi culo con mucha fuerza. Me estaba doliendo pero ya no había retorno. Lo tenía que aguantar... mi esposo ya se había retirado y miraba la escena igual que el resto.

Marcelo me cojía con mucha fuerza y yo le decía "acabate de una vez que me estás destrozando... ah, ah, ah, me duele, cojeme con fuerza pero acabate pronto, ay como me duele, ay como me duele, me estas matandooooo".

La tortura duró mas de media hora hasta que me dijo, me voy a acabar y me comenzó a coger con mucho mas fuerza destrozando mi culo. Las lágrimas caían a la vez que la leche llenaba mis intestinos.

Me la sacó y yo caí desplomada.

Estaba totalmente destrozada y dolorida pero muy complacida por la gran cantidad de orgasmos que había tenido.

Esta historia es prácticamente real. La parte no real es que todos usaron preservativos para cojerme, pero me hubiese gustado poder cojerlos sin condón. Los nombres también fueron cambiados.

royluis@adinet.com.uy