Lorena

El inicio de las desventuras de lorena

Lorena

Cuando ocurrió esto, yo  me encontraba cursando el primer año de la preparatoria; en esa época era un  niño solitario. Era muy delgado y completamente lampiño con rasgos infantiles; me vestía de manera holgada y sencilla para no llamar la atención, normalmente  jeans y playeras; en eso días ya tenia una larga cabellera que me llegaba  unos 10 centímetros abajo de los hombros, tenía las orejas perforadas,  en un especie de capricho por intentar parecer más rebelde, y remataba todo  el conjunto  los lentes que utilizaba para leer.  Por consiguiente mi apariencia no me ayudaba  a sociabilizar con las chicas y mucho menos con los chicos pues consideraban mi apariencia afeminada; si, algunas veces había sido confundido por chica, pero no me molestaba, por el contrario algunas veces me había aprovechado de ello, en especial en el trasporte público, para conseguir un asiento y poder estudiar tranquilo. Mis padres… mis padres eran los grandes ausentes,  me la pasaba el 90 % del tiempo solo en casa y mientras no diera problemas y tuviera buenas calificaciones me dejaban hacer lo que quisiera.

Todo comenzó unos 15 días después del regreso  a clases tras las vacaciones navideñas, el colegio donde estudiaba  organizo un viaje a provincia, que serviría tanto para estudiar como para hacer  un poco de servicio a la comunidad. Para mi desgracia, era obligatorio. Dos días después entregaba la autorización firmada por mis padres y me enteraba que  viajaría con los 15 chicos restantes de mi grupo y como coordinador tendríamos al maestro de educación física, un punto más que  aumento mi desanimo, no es que fuera mal profesor, pero solía bromear sobre mi falta de masculinidad, aun así,  solo solía ignorarme.  Así que me mentalice,  y solo vi las cosas positivas  que obtendría del viaje.

Tres semanas después me encontraba dejando mis maletas en el colegio. Fueron recibidas por Ricardo, el encargado del grupo de organizar todo, me dio mi vale lleno el formulario con santo y seña de mis cosas y me indico que nuestra salida sería dos días después, que las habitaciones nos habían sido ya asignadas  y que  nuestras cosas estarían allí, que por cualquier error estaba el vale.  Pero que yo no debía preocuparme de nada, al decirme eso hizo una ligera sonrisa medio sarcástica. Tome mis cosas y me retire.

La salida fue caótica, gritos risas y muchísimo movimiento y luego dos largas horas de camino escuchando chistes  y obscenidades,  un grupito encabezado por Ricardo, saco un par de botellas de ron y con el beneplácito del maestro comenzaron a beber. La mitad de las reglas  las estaban rompiendo en ese momento, pero  mientras no me molestaran  no me preocupo. En cuanto a mí,  note que me veían con cierta maldad y burla y cada vez que alguien me volteaba a ver en mi solitario viaje se reían a carcajada limpia. Por dentro sabía que debía preocuparme por esa situación, pero como hasta el momento solo me ignoraban, opte por  no hacerles caso alguno. Me coloque  los audífonos y aumente el volumen para aislarme completamente del mundo. 35 minutos después hicimos la primera escala en un pintoresco pueblo,  si en vez de aislarme hubiese escuchado todo, esa hubiera sido mi oportunidad de huir,  por el contrario 15 minutos después estábamos rumbo a nuestro destino final, al cual llegamos tras otros treinta minutos de viaje. Al bajar, inmediatamente nos formaron y pasaron lista, el profesor dio una serie de reglas y el aviso que nos abandonaría  los 15 días y que él solo volvería  a recogernos, que podíamos hacer lo que quisiéramos, siempre y cuando no saliéramos del rancho, dejo encargados de todos  a  Ricardo y Manuel y se largo dejando a todos en la euforia total. Por mi parte esa situación me pareció perfecta, la situación era de lo mejor,  días después me entere que era costumbre del profesor hacer lo mismo en cada viaje y que con el dinero de la escuela pagaba las putas y el alcohol que frecuentaba esos días. Todos estaban parados viendo como se alejaba el camión que  nos había traído y que ahora  se llevaba al profesor con él, en el momento que se perdió de vista todos gritaron.  Ricardo y Manuel volvieron a tomar el control de  la situación. Empezaron por dar el número de los respectivos cuartos  y  mandaron  a todos a revisar que no faltara nada, para así empezar con la diversión cuanto antes.

Subí  a buscar mi habitación,  era la última del segundo piso y estaba casi aislada del resto de los cuartos y tenia su propio baño. Agradecí la suerte,  en ese lugar sería completamente ignorado. Entre, era una habitación amplia y bien iluminada, tenía un enorme closet de madera rustica que cubría todo un muro de la habitación, y  en la puerta un enorme espejo de cuerpo completo, al centro una cama con dosel y un tocador con espejo y una silla a un lado, casi en una esquina vi lo que era el equipaje,  nada mas acercarme, pude darme cuenta que era víctima de un error, mi suerte volvía a cambiar,  en vez de mi maleta  frente a mi había  tres maletas bastante grandes, un par de mochilas, un porta trajes, una pequeña mochila y  una zapatera, lo que me llevo a pensar que más bien, habían mandado a mi cuarto todas las maletas y cosas perdidas. Me acerca y abrí alguna para tener idea de quien eran, para mi sorpresa era ropa de mujer, la segunda lo mismo,  ya no intente abrir lo demás y me dirigí al cuarto de  Ricardo  para resolver el problema. Al entrar lo vi hablando por teléfono, y me imagine que ya alguien había preguntando por las maletas. Al terminar  de hablar colgó y me volteo a ver. Me  pregunto qué quería  de manera un poco  brusca, al mencionarle la situación  su rostro pareció iluminarse y comenzó  reír.

------------- no hay error, ese es tu equipaje ------------  claro que no, ¡esas maletas son de alguna mujer del grupo! --------- lo sé,  yo mismo escogí todo. Te lo voy a explicar mejor,  todos sabíamos que el profesor se largaría,  como no iba venir ninguna chica con nosotros nos desilusiono un poco, pero Manuel se acordó de ti,  teníamos a nuestra chica para el viaje. Así que arreglamos todo para que eso pasara, Manuel pago todo y yo  seleccione todo el guardarropa. Yo guarde  tus maletas y puse todas esas en su lugar, a si que ahora regresaras a tu cuarto, te quitaras esas ropas y te vestirás de mujer  durante todo el viaje ¿entendimos? ---------- ¡estás loco!

Me di media vuelta para salir de allí y hablar para quejarme, cuando di de frente con Manuel en la puerta que había escuchado todo y solo me observaba, lo observe y antes de darme cuenta me dio un tremendo puñetazo al estomago  que me hizo caer  al suelo, se me escaparon las lagrimas, jale aire y me medio incorpore. Manuel se paro a un lado de donde estaba yo de rodillas y con las manos en el piso, Ricardo fue quien volvió  a hablar.

---------- mira no tienes opción,  regresaras a tu cuarto te vestirás  de nena y en una bolsa me traerás  lo que traes puesto junto con tu celular, si no lo haces, créeme que te pesara, y en caso  de que se te ocurra hablar, me encargare que tu vida sea un infierno. En dos horas sirven la comida,  tienes ese tiempo para pensar y espero verte bajar al comedor vestida de mujercita.

Ricardo empezó a carcajearse y salió del cuarto con Manuel para bajar a divertirse con el resto, yo me levante y me dirigí a mi cuarto, mi primer instinto fue tomar el teléfono y hablar para que me sacaran de allí; el dolor en el vientre me hizo acordarme de lo que me pasaría si lo hacía.  Me tumbe en la cama y empezó a llorar de la impotencia. Sentía  que debía revelarme ¿pero cómo? Sabía  que el golpe de Manuel no sería nada comparado con la golpiza que me pondrían. Me quede así  un buen rato hasta que  la alarma de mi reloj me saco de mi ensoñación, ¡me quedaban solo 30 minutos para decidir!  No lo dude, el miedo me dominaba,   me acerque a las maletas y comencé a revisarlas, en las dos que ya había abierto sabía que había ropa,  abrí la tercera  esperando ver más ropa, mi sorpresa fue mayor estaba llena hasta el  tope de ropa interior; en una mochila había más ropa y accesorios y en la otra solo trajes de baño de varios tipos, la pequeña mochila tenia maquillaje y demás cosas de tocador, me imagine que el porta trajes llevaba un vestido de noche para la fiesta de gala. Sabía que Manuel tenia muchísimo dinero, pero lo que había gastado allí era muchísimo, al parecer tenían ya tiempo planeando esto y el viaje fue solo una excusa. Me resigne y escogí que me pondría, tome un conjuntito  de braga y sostén de color blanco con moñitos rosas a los lados, saque un vestidito  sobre la rodilla de color rosa claro y  urge entre los zapatos hasta  encontrar unas zapatillas blancas de tacón bajito que con el moñito rosa que tenían  combinaban bien con el atuendo, me coloque frente al espejo y comencé a maquillarme, como estaba en el taller de teatro no me costó trabajo. Me puse un poquitito del perfume que me habían dejado  y tras meter mi dignidad y mi ropa en una bolsa me dirigí al cuarto de Ricardo, no había nadie. Deje la bolsa sobre su camine al comedor. Sentía el pánico correr sobre mí a  cada paso. Todos me vieron, los silbidos  y gritos  no se hicieron esperar, de inmediato Ricardo puso orden y se dirigió hacia mí, Manuel hizo  lo mismo y al llegar a mi me tomo de la cintura y me pego a él, Ricardo se coloco del otro lado y me susurro al oído

---------- que bueno que aceptaste, ya todos estaban impacientes por verte nena, ahora compórtate como toda una nenita y habla como tal

Esta vez ante la multitud  fue Manuel quien tomo la palabra

----------   ¡calma calma que falta algo importante!

Vi a Manuel su mirada era de control y orgullo, el me controlaba y me presumía como a cualquier chica que tuviera… vi al resto de mis compañeros, a algunos ya se les notaba una erección y eso me dio más miedo; Manuel continuo hablando y  procedió a decidirse cuál sería mi nombre de nena. La lista comenzó a sonar cada quien tenía una idea. Gabriela, patricia, helena, Tatiana, mariana, Ana, Karla, etc.… por fin se decidió que cada quien escribiera un par de nombres, los colocarían en una bolsa y yo sacaría uno, ese sería mi nombre. Momentos después sacaba el papelito y con la voz más femenina que pude poner  mencione a todos el nombre elegido, durante todo el tiempo del viaje dejaría de ser yo y me nombraría Lorena.

La muchedumbre volvió a gritar y el Lorena, lorenita, lore, se escuchaba por todos lados, algunos más atrevidos llegaron a rosarme las nalgas, pero no paso a mayores, en ese instante el terror me dominaba, todos  actuaban con una normalidad que me espantaba, se sirvió la comida y sentí muchísima pena al ver entrar a los encargados y verme con cierto aire de desconfianza, allí estaba yo vestido  como una mujercita y aparte de esos abusadores, personas extrañas me veían. Me sonroje y baje la cara lo que provoco un  nuevo  acceso de carcajadas, parecía que allí todos estaban disfrutando de la situación menos yo. Al bajar la vista me percate de la tremenda erección que portaba Manuel, al parecer la situación lo excitaba y mucho.la comida trascurrió sin inconvenientes. Todo parecía girar en qué tipo de ropa interior llevaba, que tal la mamaria, y si era buena novia… Manuel contestaba con monosílabos  mientras Ricardo reía… al terminar de comer, tuve que esperar a que todos se levantaran y salieran, esa era  mi primera regla, era menos que un hombre y como buena hembrita tenía que ir detrás de ellos.  Un pequeño grupo salió a caminar y fumar yerba   pero la mayoría se quedo allí para alcoholizarse a gusto, las botellas empezaron a correr. Algunos  inhalaron unas pocas líneas de coca, yo era mantenida sentada a un lado de Manuel, quien charlaba y reía como si nada raro pasara, me sentía tan indefensa mientras sentía como todas esas miradas lascivas se fijaban en mi. Un par de horas  después empezaron a jugar,  poco a poco los castigos  se hicieron más subidos de tono. Un momento después fui obligado a bajarle los bóxers a uno de ellos, todos rieron…  al poco rato había repetido la misma operación varias veces más,  fue cuando empezó la gran competencia,   y yo fui elegida como la única jueza. Manuel rio un poco y tomando su vaso volvió a sentarse viéndome de frente. Todos  se colocaron  en fila y con regla en mano procedí a medirlos. Me di cuenta que el juego era más que eso y tuve que  usar completamente mi mano para medir el grosor de las vergas que me iban presentando, 10 minutos después tenia  a los 3 finalistas. Vinieron aplausos y risas… ahora tras el triple empate con 18 centímetros, fui usada  como material de desempate. Al ver que  eran de un grosor más o menos igual, se medirían forzando mi boca, el que me ahogara mas, ganaría. Trate de resistirme pero antes de darme cuenta mi cabeza era sujetada y  la primer verga entro en ella,  luego la segunda, y la tercera por la violencia del empujón me provoco arcadas  que fueron interpretadas como  que escogía al ganador, caí al suelo asqueada y jadeando, todos felicitaban al ganador.  En ese instante Ricardo hablo, empezaría el premio, los dos finalistas serian masturbados con mis manos, para mi fortuna estaban tan ansiosos y tan excitados por  la situación, que  llegaron  después de agitarlas un par de veces. Al primer lugar tendría que hacerle una mamada, un  que salió de mi boca,  todos rieron y empezaron a exigir el  espectáculo. Nuevamente por miedo lo hice, 5 minutos después de chuparla sin mucha técnica y solo lamiendo el  grueso glande se vino  en mi boca con una fuerte descarga que casi me ahoga. Todos reían y comentaban lo puta que me había visto. También note que ahora todos sin falta tenían  erecciones y al parecer   no pararía el asunto allí. Fue en ese momento que Manuel se paró a mi lado me tomo por debajo de los hombros y  me llevo a un lado de la mesa con una brutalidad increíble. En sus manos parecía mas una  muñeca que una persona, me empujo   con fuerza  contra la mesa y mi pecho quedo sobre ella  me abrió las piernas y me metió mano a gusto, sentí  como estrujaba  mis nalgas sobre las bragas  y como me nalgueaba por momentos. Me jalo hacia él y me obligo a arrodillarme  frente a él… se saco la verga…era enorme  mínimo le media unos 22 centímetros y era muy gruesa.  Unas grandes venas palpitaban haciéndola ver más imponente.  Me tomo del pelo y acerco mi cara, pude olerla, ese aroma  a hombre, a salvajismo y deseo de sexo; era un aroma fuerte y   acre.

----------  ¡vamos puta lubrícalo!!!!!!!

Su orden salió tajante. Sin dudarlo  la metí en mi boca y comencé a mamársela lo mejor que podía, era enorme y me costaba introducirme ese pedazo de carne,  lo escuche gemir y  comenzó  a moverme mas rápido la cabeza llevando el ritmo de la mamada, cuando lo acelero mas y pensé qua acabaría, me separo de golpe. Me volvió a  alzar y colocarme contra la mesa me abrió con fuerza las piernas y al alzarme el vestido todos pudieron ver mi ropa interior. En ese instante me sentí más vulnerable que nunca, me  bajo las bragas. Al sentir la punta de su verga en la entrada de mi ano grite pidiendo por favor que  no lo hiciera, comencé a rogar pero eso pareció enardecer sus ánimos, todos  gritaban de júbilo, y pedían que lo hiciera ya, que le diera fuerte a la puta. Comencé a llorar.  Trate de resistirme pero en la posición que me tenia no podía hacer mucho, apretó su mano en mi espalda y me empujo aun mas sobre la mesa. Sentí su verga en mi entrada y de un solo golpe y con mucha brutalidad  me  la metió. Grite de dolor  y mis lagrimas se hicieron   más fluidas. El comenzó el mete saca sin consideración y en el siguiente empujón me la metió toda de golpe, todos sus  centímetros de verga me penetraban  salvajemente. Todo el cuerpo me ardía y sentía que me estaba desgarrando por dentro. Todos  nos rodeaban y  gritaban  y se masturbaban viendo como Manuel me sodomizaba sin misericordia. Manuel seguía en lo suyo. Solo lo escuchaba decir “grita puta” “vamos  puta hazme llegar”… me llenaba de improperios y me repetía lo puta que era. Para mi desgracia al parecer, pese al tipo de situación, Manuel se controlaba y no llegaría rápido. Llego un momento en que perdí toda noción, me sentía morir,  estaba semiconsciente y lo único que sentía era esa grandísima verga entrando y saliendo de mi y como mis lagrimas recorrían mis mejillas. No sé cuánto tiempo paso,  en mi ensoñación solo el dolor  era constante, solo sé que  lo escuche gruñir como animal, decirme dos o tres veces puta y de repente ensartarme con mayor fuerza, lo cual  me hizo gritar  y provoco gritos de admiración, y llego dentro de mí, sentí su espeso y abundante  semen  refrescar un poco mi adolorido culo… tres disparos con fuerza me llenaron el ano, me soltó, saco su verga y caí como una muñeca de trapo. La estampa era patética, todos  con las vergas de fuera flácidas y chorreantes de semen,  y yo frente a todos, a los pies de mi violador  con el vestido semilevantado, con las bragas a las rodillas, con la cara llena de lagrimas el culo abierto y escurriendo semen, con el cabello enredado… intente pararme, pero tropecé con mis propias bragas,  me las subí y camine a trompicones hasta la escalera, convirtiéndome nuevamente en el hazmerreír de todos. No sé como llegue a mi cuarto. Solo sé que  caí en la cama y hecha bola entre las cobijas llore hasta quedarme dormida.

Desperté a media noche, no se  escuchaba absolutamente nada, sin duda todos estaban demasiado ebrios para seguir, mi culo me molestaba un poco pero ya no era esa sensación terrible de la tarde. Decidí  tomarme un baño para relajar mi tan tenso  cuerpo, busque algo para ponerme y encontré un babydoll, sin duda ese era el tipo de pijama que habían decidido que usaría. Tome el jabón y el shampoo y me dirigí al baño, al salir todo estaba en calma. Al entrar al baño me lleve una tremenda sorpresa,  era un baño diseñado para las mujeres con sales cremas y demás cosas necesarias incluidas un par de batas de baño color rosa pastel. Llene la tina hasta el tope y en el botiquín busque algún analgésico, saque dos que me tomaría antes de dormir, coloque el vestido y  el conjunto de ropa interior en donde decía ropa sucia y me metí a la tina, nada mas sentir el agua caliente mi culo se relajo y sentí inmediatamente alivio, me deje caer y cuando toda el agua me cubrió me relaje totalmente. Para mi fortuna pese  a lo brutal de mi violación, solo sentía molestias menores en ese instante, y no había tenido desgarros, solo tenía el culo inflamado pero hasta allí. Cerré los ojos y me deje consentir… lo  necesitaba. Así estuve hasta que  sentí como  el agua comenzaba a enfriarse. Me levante y me duche rápidamente, Salí, me seque con calma y me  puse crema, que dejo a todo mi cuerpo oliendo a duraznos, tome la bata y  cubriéndome con ella regrese al cuarto, sentada en el tocador me seque el cabello, me tome las pastillas y me vestí con el babydoll, al  cubrirme  con las cobijas y pegar  la cabeza en la almohada me relaje totalmente y caí en un profundo sueño.

Cuando desperté era cerca de mediodía, me dio adormilado  me fije que las maletas habían desaparecido, lo que me hizo  pensar que todo había sido un mal sueño, pero  la molestia en mi culito y  mis vestidos me hicieron volver a la realidad. Me estire un poco y bostece quitándome lo adormilado que tenia aun.  Me  levante de la cama  vi el tocador perfectamente ordenado, corrí al closet y allí toda la ropa había sido ordenada, sin duda   alguien había desempacado por mi  mientras dormía… había dormido demasiado… tanto el cansancio físico como todo lo que había pasado,  me hicieron dormir demasiado profundo. Todo había sido ordenado cuidadosamente y ahora toda la ropa y los zapatos  están en su lugar y lo único que no había sido abierto fue el porta trajes  que fue colocado como estaba, regrese al tocador, allí estaba todo bien ordenado estaba parada dirigiéndome a la cama para volverme a acostarme y pensar cuando la puerta se abrió, por instinto  me cubrí con las manos y gire la cabeza, por la puerta pasaban  Ricardo y Manuel

---------- te vez bien con ello puesto, te vez sexy

Al decírmelo Manuel me sonroje aun mas y me metí  en la cama cubriéndome con las cobijas; Ricardo y  Manuel se sentaron en la cama uno a cada lado de mi

-----------Veo que estas asumiendo muy bien tu papel, ya hasta te comportas como toda una nenita pudorosa, eso me agrada.

Al oír las palabras de Ricardo me sorprendí, era cierto, estaba actuando de manera natural como una mujer, Manuel me rodeo con su brazo y me  acerco a él, sentí escalofríos al recordar lo que me había hecho el día anterior y lo vi con miedo.

-----------  no tengas miedo en realidad el único que tiene el derecho de cogerte es Manuel, si alguien te  intenta hacer algo  dínoslo y nos haremos cargo…  y en caso de un desahogo  tendrán que pagarnos o competir por el…   en fin ya es un poco tarde, te mandaremos el desayuno aquí  y como el clima es bueno se lleno la piscina, estará lista en unos 45 minutos,  te vemos allí preciosa

Manuel me magreo nuevamente las nalgas y tras darme un fugaz beso me pidió que me pusiera un bikini porque  le encantaban las mujeres así. 5 minutos después una señora entro llevándome el desayuno consistente en hotcakes, cereal, leche,  jugo y fruta, me sonrió amablemente,  me dejo la charola  en el tocador y salió. Me senté y comí con calma mi estomago agradeció el alimento pues desde la comida del día anterior no había probado nada. Al terminar deje los trastes en el mismo lugar donde  había desayunado. Suspire un poco y con un poco de resignación me dirigí al closet  y  tras encontrar donde habían colocado los trajes de baño empecé   a escoger que me pondría ese día en total tenía  9 trajes de dos piezas y dos trikinis;  deje los trikinis en el cajón y coloque el resto sobre la cama. Frente  al espejo comencé a ver cual  escogería para ese día, pensaba cual le gustaría mas a Manuel, iba por el tercero cuando caí en cuanta, que me estaba comportando como toda chica, deje caer lo que traía en la mano y me asuste… no podía ser posible ¿mi inconsciente me traicionaba?  Dude… dude por un momento pero dude… me repetí que hacia eso solo por mi seguridad y para evitar cosas peores, pero creo que ni yo me convencía de ello. Suspire nuevamente y tome  el primer bikini  que alcance. Me dirigí al baño y tras ducharme rápidamente me vestí… me fije en el espejo, a fin de cuentas salvo  el pequeño bultito que se medio notaba al frente tenía delante de mí a una chica bastante plana pero al fin y al cabo a una chica, el  bikini me ajustaba bien al pecho y   los lacitos abajo me hacían ver con un poco mas de cadera. Sentí la confusión  y para evitar más problemas tome  un pareo, me amarre el cabello en una coleta rápida y baje.

Ya en la alberca estaban casi todos, aventándose o bebiendo, la música sonaba alto, al percatarse de que llegaba los silbidos se hicieron sonar… una que otra mala palabra y las consabidas frases de mamacita estas bien buena… titubee nuevamente, el miedo volvía, no vi a Ricardo pero Manuel estaba allí tumbado en una de esas sillas para piscina , me acerque a él… me hizo una seña y me acomode en la silla a un lado de el,  de inmediato me ofreció un trago, al primer sorbo sentí que me ahogaba estaba demasiado cargado, al menos para mí. Mi desasosiego pareció divertirlo pues esbozo una sonrisa,  con un poco de pena por la escena me despoje  del pareo y me tumbe por completo en la silla. El sol pegaba fuerte y el clima cálido era agradable, cerré los ojos y estaba empezando a relajarme  cuando al voz de Manuel me saco de mis sueños… amablemente se ofreció para aponerme el bronceador… con cierta desgana y sueño me di la vuelta  y asentí. Un momento después sentí  la crema un poco fría  y respingue,   luego  Manuel entibio un poco la crema y me embadurno por completo la espalda aprovechando para  meterme mano a gusto. Sentí sus manos sobre mis nalgas y bajo el traje de baño, un segundo después estaba poniéndome el bronceador sobre mis piernas,  me relaje y cuando me di cuenta dormía… una hora después me desperté. Todo seguía  igual, salvo que  el sol pegaba un poca mas fuerte. Me di la vuelta y me coloque más bronceador. Manuel junto con el resto jugaban en el agua, un par de chicos a mi derecha bebían, en si todo el ambiente era relajado y eso ayudo a que sintiera un poco mas de seguridad. Eran casi las 3 y media   cuando me metí al agua, la comida ese día término siendo una parrillada, el olor a carne era delicioso. Nade un rato ante la atenta mirada de todos en lo que servían la comida. Salí de la piscina y de inmediato comenzaron los gritos Ricardo y Manuel se pusieron en primera fila. Eso me preocupo.  De inmediato comenzó  la primer competencia del día  y allí de nuevo me vi en la situación de hacerle  una mamada al ganador, en el instante de correrse en mi boca menciono que era mi aperitivo para la comida, lo que genero una gran carcajada general  y por poco mis lagrimas… pues allí estaba yo, frente a la alberca siendo presa de la burla de todos. La llamada a comer interrumpió todo.  Lo que me salvo de más vejaciones. La comida fue rápida y para no perder el hilo la mayoría la acompaño con cerveza. Durante todo ese rato fui completamente ignorada. Al terminar la comida la mayoría fue a descansar o se metieron a la casa a  ver televisión, yo me quede un rato mas tomando el sol, lo más lejos posible de la multitud.  Paso como una hora cuando  volví a meterme a la alberca, flotaba con los ojos cerrados, y se sentí una mirada insistente abrí los ojos, allí en la orilla estaba Manuel, se le notaba sumamente excitado, sin preámbulo alguno  se lanzo al agua  y en dos brazadas me alcanzo; sin dudar un instante empezó a meterme mano y a besarme el cuello, me giro con fuerza y tras colocarme contra la pared sentí como uno de sus dedos hurgaba  mi entrada, comenzó a temblar recordando el día anterior y la tremenda verga de Manuel. Me hizo a un lado la parte baja del bikini y sentí la punta de su miembro chocando con la entrada de mi culo, con su brazo me tomo de la cintura, cerré los ojos,  al entrar en mi, grite, sentí como todo ese grueso pene comenzaba su invasión y como poco a poco  iba ganando terreno, un momento después estaba totalmente ensartada en el, las lagrimas fluían atraves de mis ojos, para mi fortuna esta vez no había sido tan doloroso como el día anterior, no sé si porque el agua ayudaba lubricar o simplemente porque   mi esfínter estaba aun distendido, aun así  el esfuerzo que hacia mi cuerpo por aguantar dentro tan grande pedazo  era enorme; yo solo gritaba cuando Manuel hacia gala de su bestialidad y me penetraba de manera brutal…  al parecer oírme gritar lo excitaba, e intercalaba sus  pujidos y jadeos con palabras que me dirigía a mí, en su mayoría puta y perra. Desde que me había penetrado  cerré los ojos pero al escuchar murmullos los abrí, debido a mis gritos  ya teníamos otra vez una multitud viéndonos. Eso excito más a Manuel que tras dos empujones brutales se derramo en  mí con fuerza. Se separo lentamente y respire con calma, me  temblaban las piernas y tomándome de la orilla para no caer, camine hasta la escalera para salir de la piscina. Alcance mi pareo y camine lo más rápido posible para alejarme de todas las miradas inquisidoras y burlonas… lo último que llegue a oír fue un “cuanto cobras por prestarme a tu puta Manuel”

Llegue como pude al baño, prepare el agua  y espere a que se llenara la bañera,  me quite toda la ropa y al llenarse la tina me sumergí en ella… me relaje y nuevamente llore por mi  mala suerte y mis desgracias, estuve llorando   no se cuanto tiempo, solo sé que  volví en  mi cuando el agua se enfrió y empecé a tener escalofríos. Me duche con rapidez y tras ponerme crema en todo el cuerpo, me envolví en la bata y me refugie en  mi cuarto. Me vestí nuevamente  con un conjunto de braguitas y sujetador y busque en el ropero una falda y una blusa a juego que me coloque con desgana. Mientras  me maquillaba, no pude evitar sentir asco de mi,  pero mi miedo era más grande, si no bajaba para la cena no sé que me harían, me arregle el pelo dejándomelo suelto y tras ver el resultado suspire, me vi aun mas femenina que a media tarde.

Baje. Allí todo mundo me esperaba, como el día anterior Manuel me tomo del talle y evito que me separara de él, por lo que tuve que soportar sus chistes y sus burlas veladas hacia mí. Esa velada paso sin problemas y ya no tuve que ser el premio de nadie.  Eran como las diez de la noche cuando Manuel, tomándome de la mano,  se despidió  de todos. Me jalo con él, y poco después entrabamos a mi habitación, al entrar puso llave a la puerta y me lanzo a la cama inmediatamente me bajo las bragas y me alzo la falda, sin duda quería mas,  empezó a besarme todo el cuerpo y antes de darme cuenta  el resto de mi ropa había volado por toda la habitación. Se desvistió rápidamente sin dejar de tocarme, antes de darme cuenta me vi en cuatro mamándosela. Manuel gemía y suspiraba mientras  me sostenía del cabello,  lo saco despacio de mi boca y me vio,  me coloco de  espaldas y se coloco sobre mí, me levanto las piernas a sus hombros y como siempre, sin ninguna delicadeza, me penetro con fuerza. Solté un grito que sin duda se escucho en todos lados. Manuel estaba desatado, entraba y salía de mí con ansiedad, y en esa posición me entraba todo sin que algo lo detuviera, me dolía y sentía que de un momento a otro me destrozaría  por completo. Mis gritos de dolor y mis gemidos solo lo excitaban mas, y mis suplicas eran ignoradas. De su boca solo salían insultos para callarme o el consabido “así puta” momentos  después sentí como llegaba en mi y como una gran oleada de leche  me llenaba toda,  Manuel  se separo muy  muy lentamente, se paro y con señas me indico que iba al baño, me levante de la cama y sentí como el espeso semen de Manuel me escurría de las piernas, tome un pañuelo desechable y me limpie,  luego saque del ropero  otro salto de cama y me vestí con él. Estaba terminando de recoger mi ropa y colocarla en el bote de la ropa sucia cuando entro de nuevo Manuel, nada mas verme vestida asi, vi como su enorme verga volvía a erectarse, no me dio tiempo de nada, solo me lanzo a la cama y me lo volvió a hacer  salvajemente. Perdí la noción del tiempo solo sé que me lo hizo dos o tres veces más, se vistió y se fue, dejándome  dormida en la cama.

El resto del viaje… fue similar, descansaba y tomaba el sol… terminando con un bronceado que envidiarían todas las chicas que conocía, en promedio se las mamaba a seis o siete chicos del grupo como premio de las competencias que se organizaban y Manuel… Manuel tomo la costumbre de hacérmelo una vez al día y luego toda la noche hasta cansarse. Lo hacíamos tres o cuatro veces, de pie,  yo en cuatro o piernitas al hombro, así que a la semana de ese régimen, ya estaba tan dilatada que me entraba sin problemas.  Solo una de las situaciones se salió de esa norma, la cena de gala una noche antes de volver.

El día de la cena fue…demasiado tranquilo, a tal grado que no  hice nada en todo el día  y hasta Manuel se mantuvo lejos de mí. Eran como las 6 de la tarde cuando salí de la alberca y me metí  a mi cuarto para arreglarme para la cena, tome el porta trajes,  lo abrí y me lleve una sorpresa enorme, era un precioso vestido largo  satinado de color rojo con aplicaciones en encaje de color negro,  en el mismo porta trajes habían colocado unas zapatillas  de color rojo y encaje mandadas a hacer para que hicieran juego  con el vestido, además el juego de lencería de corset  con porta ligas  y  bragas todo a  juego con el color del vestido, incluso las medias negras de encaje  combinaban perfectamente, me metí al baño y tras  bañarme con calma  regrese a  mi habitación, me coloque  el corset  y las bragas, y tras colocarme con calma y mucho cuidado las medias me puse el vestido y me vi al espejo… como siempre la imagen que me mostraba era la de una señorita, durante esos días mi  feminidad había sido resaltada y por momentos la duda  me había empezado a ganar, viéndome por muchos momentos como una mujer  y no como un chico, pero a fuerza de voluntad alejaba eso pensamientos. Me maquille lo más simple posible para evitar cualquier problema. Baje, al llegar al salón de la recepción vi a otras chicas allí por lo que me llene de terror al pensar que mis compañeras de clase estarían y me verían en tan penosa situación.  Pero al detenerme y fijarme más,  puede ver que  eran chicas mayores y completas desconocidas para mí. Camine con pasos titubeantes y entre al salón… esta vez todas las miradas se posaron en mi pero no hubo rechifla ni piropos subidos de tono,  si no miradas de admiración tanto de mis compañeros como de las chicas que allí se encontraban. Eso me dio seguridad y  un nuevo sentimiento de vanidad femenina me inundo, era la chica más atractiva del lugar y lo sabía. Di dos pasos cuando unos brazos firmes me tomaron del talle y con delicadeza me giraron para quedar frente a frente con Manuel,  me saludo de manera cortes y me dio un ligero beso en la mejilla, me tomo de la muñeca y con cuidado me acerco a donde Ricardo platicaba con un par de chicas

----------- ¡buenas noches señoritas! Ricardo… ------------ buenas noches ---------- dejen les presento a mi novia  Lorena

Al escuchar eso me quede petrificada, un encantadas y un beso en la  mejilla como saludo y presentación fue todo, continuamos al charla como si nada y las chicas me veían como una más. Allí fue donde me entere que la mayoría de las chicas eran  putas contratadas para el evento. Cada momento que pasaba me sentía con más seguridad.  Llego el baile y tras un par de copas me vi siendo arrastrada a la pista por Manuel donde me llevo con calma y seguridad, eran casi las  11 de la noche cuando se dio el brindis,  yo aproveche el momento para ir al baño y cuando volví  Ricardo me intercepto.

---------- es bueno verte sola  nena… tengo que pedirte algo ------

Solo esboce un que, con cierto miedo y cierta duda

--------- es sencillo mañana es el cumple de Manuel y quería que le dieras un regalo muy especial, a media noche se irán a tu cuarto y tu sabes… harán lo que todos escuchamos hacerte cada noche… solo que esta vez quisiera que le dieras algo muy muy especial..

Asentí sabia que esa no era una petición si no una orden,  me tendió una hoja y la leí… ahora sabía que tenía que hacer.  El día tranquilo acababa de manera abrupta y mi seguridad terminaba, mi infierno seguía por una noche más. El baile continúo  un rato más,  y dicho y hecho, a media noche Manuel me dio un beso  y me jalo con él  en dirección a mi cuarto, la frustración y el coraje me hicieron dar un paso que no pensé que fuera a dar. Querían que fuera una mujercita pues  esa noche lo seria. Recordé  lo escrito  en la pequeña lista que  un rato antes  Ricardo me había dado. Al cerrar la puerta, me abalance sobre  Manuel, y me colgué de su cuello con mis brazos para darle un tremendo beso. Manuel se sorprendió un poco y me separo  de el tomándome por el talle

---------- ¿no te gusta papi? ¿No deseas a tu putita el día de hoy?

Había mencionado la frase de manera natural…  y lo veía directamente a los ojos con una carita inocente de niña haciendo un puchero. Manuel sonrió, me sujeto de la cintura con delicadeza y me beso en la boca… fue un beso largo y lleno de pasión,  en todo el tiempo que llevaba usándome era la primera vez que me besaba en la boca, me deje llevar y cuando me  metió la lengua  en la boca deje que la mía jugueteara con la suya. Al apretarme sentí su duro miembro golpeando mi  vientre, Manuel estaba demasiado ansioso pero se controlaba  mucho. Poco a poco me fue llevando hasta la orilla de la cama.se separo de mi boca y girándome un poco comenzó a lamerme las orejas y el cuello, me lamia y chupeteaba muy despacio, cerré los ojos y gemí un poco,  esta vez no de miedo y dolor, si no de placer, eso me sorprendió un poco, pero  no le di mucha importancia, con destreza y cuidado me despojo del vestido que sentí caer a mis pies, con un leve paso me lo termine de quitar dejándolo a un lado en el suelo. Se separo de mi y me observo con cuidado, me hizo girar  de un lado a otro para verme por completo en el corset y las medias, me apene un poco y me sonroje, me volvió a  jalar junto a él y me volvió a besar,  lo tumbe en la cama y lo desvestí muy despacio, mientras le sonreía al quedar completamente desnudo me acomode sobre él y comencé a besarle todo el cuerpo hasta que llegue a su verga y comencé  a mamarla muy despacio lamiéndola por completo, como siempre estaba enorme y al metérmela a la boca,  me costo, mas trague toda la que pude. Manuel gimió y me tomo de la cabeza para llevar el ritmo.

---------- ¡oh! ¡Ah! ¡Así puta sigue así! ¡Que bien la mamas puta! ¡Sigue puta  sigue!

Manuel empezó a dejarse llevar…

--------- ¡vamos puta! ¡Mírame mientras me la mamas! ¡Así puta no dejes de verme!

Manuel dejo de controlarse y empezó a empujar su miembro dentro de mi boca mientras no dejaba decirme lo puta que era, algunas veces  iba tan  profundo que me hacia dar arcadas,  su pene comenzó a palpitar con más fuerza y cuando lo sintió me dijo que le lamiera la cabeza de  su verga, unos segundos después el primer  disparo de leche, luego uno más y así hasta completar 6 disparos que me llenaron la boca de semen,  y que por poco hacen que me ahogue, lo trague todo y cuando  me saco la verga de la boca  me relamí los labios para  saborear los restos de semen que quedaban en ellos. Manuel me levanto y comenzó a besuquearme todo el cuerpo, me recorría con las manos y   ante todo no dejaba de  besarme el cuello, que al parecer era su sitio  favorito de  mí cuerpo, después de mi culo por supuesto, como cinco minutos después  sentí como su erección golpeaba mis nalgas, sin duda estaba muy excitado, me pidió que me colocara en cuatro  a la orilla de la cama y le obedecí tras dedicarle una sonrisa,  al verme hacerlos se incorporo al pie del cama, con una mano me abrió las nalgas,  y con la otra guio a su ansioso pene a mi entrada,  gire mi cabeza para verlo y en ese  instante me penetro, gemí y eso pareció agradarle,  me tomo de las caderas y empezó el mete saca; Manuel jadeaba  y me nalgueaba mientras me decía lo puta que era. Cerré los ojos y me deje llevar. Al olvidarme de todo comencé a sentir muchísimo placer y estaba a punto de llegar, cuando Manuel se separo de mi. Voltee a verlo con sorpresa y cierto enojo, el solo me tomo de la cadera y me coloco de espaldas sobre la cama.  Me levanto las piernas  sobre sus  hombros y antes de darme cuenta  me penetro sin contemplaciones, en ese instante llegue, era la primera vez que eyaculaba teniendo relaciones sexuales,  a Manuel pareció no importarle, solo sonrió y siguió con lo suyo.

Estuvimos haciéndolo como por dos horas, cambiando de posición las veces que fuera necesario y a gusto de Manuel, de pie, de pie y el cargándome,  de espaldas a él, sentada sobre él, piernitas al hombro, de cucharita,   y no cuantas más solo sé que me uso a su antojo. Yo me  vine  tres veces más, pero  Manuel no, cada vez que sentía que se iba a venir se detenía y bajaba el ritmo para volver a empezar. Cuando llegue la última vez con un gran grito Manuel se separo de mí, eso me sorprendió mucho, realmente eso era muy raro  en el.  Al ver mi cara volvió a sonreír. Me pidió que para hacerlo llegar me vistiera nuevamente. Con una sonrisa y un leve rose de labios salte de la cama y me coloque las bragas y luego el vestido, Manuel se coloco tras de mí, puse mis manos sobre una de las columnas de la cama, el  me levanto el vestido mientras me lamia y chupeteaba el cuello sentí su mano haciéndome  a un lado la braga y poco después su  pene entrando en mi, comenzó a bombearme con fuerza, me tomo de la cintura y sentí como el vestido que el sostenía se deslizaba cubriendo   una parte de mis nalgas.

----------- ¡vamos puta! ¡Así muévelo así! ¡Vamos...dime que eres una puta barata! ------so… soy… una puta barata papi ---------- ¡mas fuerte! ---------- ¡soy una puta barata! ------- ¡mas fuerte puta! ¡Grítame lo puta que eres! ---------- ¡soy una puta barata! ¡Soy  bien puta! ¡Soy bien puta! ---------- ¡Dime que eres una puta y que te encanta la verga! ---------- ¡soy una puta y me encanta la verga! ----------- ¡otra vez! --------- ¡soy una puta y me encanta la verga!

Manuel se separo  de mi y se coloco en la cama boca arriba pidiéndome que  como ya le faltaba poco que yo lo hiciera llegar como buena putita barata que era,  me subí a la cama y colocándome a horcajadas sobre el  hice que el vestido  nos cubriera un poco, me hice a un lado la braga y colocando su pene en mi agujerito me deje caer totalmente sobre el quedando perfectamente ensartada, Manuel jalo mi vestido  para que no estorbara y empecé a subir y a bajar; en esa posición era como mas sentía el grosor y el tamaño de la verga de Manuel. Manuel  estaba por llegar o le faltaba poco, me sostenía de la cintura llevando el ritmo cada vez más rápido

----------- ¡Dime que eres una puta barata otra vez!

Lo dije nuevamente, sentí como las arremetidas de Manuel eran más profundas y empecé a moverme más rápido, cerré los ojos, yo también estaba por llegar y me estaba perdiendo en el placer.

------------ ¡dime lo puta que eres! ¡Vamos dímelo! --------- ¡soy bien puta! --------- ¡dilo otra vez puta! ----------- ¡soy bien puta! ---------  ¡dime que eres una puta tragavergas! ------ ¡soy una puta tragavergas! ------------- ¡grítalo! ---------- ¡SOY UNA PUTA TRAGAVERGAS! -------------------- ¡no dejes de gritarlo!

Fue en ese momento que perdí toda decencia  y la poca dignidad que me quedaba, para ese momento, ya no era el  niño abusado y obligado a degradarse continuamente y ante todos, sino  una jovencita tratando de darle todo el placer posible a un hombre y comencé a gritar

----------- ¡SOY UNA PUTA TRAGAVERGAS! ¡SOY UNA PUTA TRAGAVERGAS! ¡SOYUNAPUTATARGAVERGASSOYUNAPUTATRAVERGASSOYUNAPUTATRAGAVERGASSOY UNAPUTA TRAGAVERGAS…!

Me  sujeto de la cintura para impedir cualquier movimiento y  un gemido acompaño su abundante venida... la leche corrió dentro de mi con fuerza llenandome toda por dentro,  al sentir el primer chorro de leche recorriendo mis entrañas  yo también llegue,  cai sobre el exhausta, jadeaba, me abrazo y senti su palpitaciones aceleradas y   como todavía algunos chorros de leche  se abrían paso dentro de mi. Cerré los ojos y estaba tan cansada que me quede dormida ente los brazos de  Manuel.

Lo que me despertó fueron los gritos de mis compañeros, estaba perfectamente arropada en la cama y lo único que vestía eran las bragas todavía  húmedas  por la abundante venida de Manuel. Unos 10 minutos  más  tarde y tras pensar en todo lo que había pasado la noche anterior vi entrar a Manuel y  a Ricardo

---------en 2  horas  vendrá el camión para regresarnos a nosotros y a nuestras cosas a casa… así que  como veras el trato está por terminarse,  en el baño Manuel dejo lo que usaras hoy para el resto del día y del viaje, no te preocupes no es nada femenino  luego bajaras y haremos vida social en lo que empacan todas las cosas así que no tienes de que preocuparte, eso y el hecho de que seremos dejados en nuestras casas, tu eres el primero en la lista así que deja de  mortificarte, nadie se enterara de esto.

Los dos salieron y me quede  frio. Olvide todo, ya solo era cuestión de horas y todo acabaría y terminaría siendo un mal recuerdo que borraría. Me metí al baño donde me tome todo el tiempo del mundo, al salir de la tina y secarme  me  cubrí el cuerpo con crema, me sorprendió un poco el hecho pero lo tome ya como una costumbre mecánica  por todos los días que  lo había hecho,  revise la ropa que habían escogido, eran un conjunto de pants color azul   una playera de  color  blanco y de  ropa interior un conjunto de bragas y camiseta  color azul claro, por fortuna con la sudadera puesta no se notaria, pero al parecer llevarían al humillación hasta el último momento, tenían razón el conjunto no era femenino si no neutro y salvo la ropa interior  el resto podría pasar por ropa masculina sin problemas. Salí del baño y cuando regrese a mi cuarto la señora de los días pasados y  otra chica recogían todo en  las maletas.  Baje al salón donde todos jugaban cartas y comían algo ligero, todo fue platica y chistes, al poco rato llegaron por nosotros, se nos paso lista y al escuchar mi nombre todos soltaron una carcajada.

El viaje de regreso fue tan largo y entretenido como el  de ida, nadie me hizo caso y  me dejaron abandonado en el fondo del autobus. Estaba dormitando cuando Ricardo me tomo del hombro y me indico que estábamos en casa. Era cierto allí a un lado estaba el portón de mi hogar, baje, allí Manuel había colocado todas las maletas que había usado en el viaje y  sostenía mi maleta original. Ante mi sorpresa  dejaron todo en el suelo abordaron de nuevo y se fueron en el autobús. Al notar que algunos vecinos me veían  metí todo a casa lo más rápido posible, subí toda esa ropa al ático en espera de un mejor momento para deshacerme de ella y suspire  la humillación del viaje había terminado

Continuara…