Loly en el espejo
Una chica trans hace sentir su sexo a su amante...
LOLY FRENTE AL ESPEJO
Loly está frente al espejo. Se ve su belleza extraña. Se notan sus pestañas largas, cuando entra al baño Mark y la mira embobado.
La conoce ya hace un tiempo y desde ese día no ha podido despegarse de ella. La baba en la boca del hombre es notoria. Ella lo provoca. Ella le hace todas esas cosas. Se maquilla sin pausa, pero no de manera exagerada. Mueves sus glúteos de infarto y el tiene una erección de inmediato.
Ya han tenido sexo en la tarde y están próximos a salir a cenar a lo de unos amigos.
Es la primera vez que saldrán en plan digamos, pareja, ya que el está separado hace un año de su ex y nunca ha llevado a nadie a comer lo de un amigo.
Ella lo trae loco desde que se conocieron en un boliche de la costa. Todo fue fuego desde el principio. La llama de la calentura seguía viva y aprovechaban el momento.
Mark la abrazo por detrás y se prendió a los turgentes pechos de Loly que se estiró, tomando la cabeza del macho y suspiro hondamente.
__¡Ay papi, eres insaciable, ¿qué quieres?¿qué buscas?, tontito, cariño!__ dice ella y le acaricia las orejas. El muerde los hombros y el cuello de la belleza extraña y chupa su cuello que no es ni fino ni grueso, pero es fuerte y fibrosos y a él le encanta tanto que su verga se yergue ferre y soberbia chocando contra su pantalón fino, de verano.
__¡Pero que tenemos allí…una piedra…Hummmm nene te vas a vaciar…!!!__ rió ella colocándose unos aritos largos y despampanantes.
__¡Tengo que vestirme amorcito…ya déjalo!!
__¿No tienes ganas preciosa, me vuelves loco…quiero cogerte a cada rato, eres un vicio!!
__¡Tranquilo que la llama se apagará más rápido, debes aguantar un poco!!
Loly tenía los labios gordos, parecían hinchados, pero invitaban a morder. Invitaban a besarlos y a chuparlos, a lamerlos, como hacía Mark cuando tenía oportunidad.
Los ojos eran claros, de un brillo especial e indefinido. Las tetas eran hermosas, no muy grades, pero tampoco chicas, eran como pensaba el hombre, de la medida justa. Le encantaba besarlos y hacer que los pezones gordos se endurecieran, y disfrutar de los gemidos de Loly.
El trasero de Loly paradito, firme, un dibujo perfecto. Daba ganas de acariciarlo hasta quedarse sin vida. Era rotundo, contundente. Pre moldeado, un manjar exquisito que al macho lo volvía loco.
Le restregó su verga dura, la pellizco, busco que ella se animara, pero fue en vano. Estaba resuelta a salir y así hicieron.
Llegaron a lo de los amigos que los recibieron con la sonrisa de oreja a oreja. Mirando a aquella criatura exuberante y desquiciante que era Loly. Todos en es noche se enamoraron de ella, de su femineidad, de su sensualidad que escapaba por cada uno de sus oros, de la sugestividad en cada uno de sus gestos, que parecían casuales, que parecían al pasar, que eran siempre tratando de seducir y ella lo sabía.
Mark estuvo alzado durante toda la noche, respondiendo preguntas de sus amigos, cada vez que Loly estaba lejos o en algún otro punto de la casa.
Bebieron y comieron hasta el hartazgo, rieron.
A la madrugada iniciaron en regreso a casa. Mark no aguantaba mas, Loly sabiéndolo, acarició la verga dura del macho que conducía lentamente por la carretera. Se acostó sobre la tela del pantalón mordisqueando la víbora gruesa de Mark que suspiraba caliente por demás.
Entraron a la casa y Mark se quitó urgente los pantalones y calzoncillos, tirándolos a un rincón.
__¡Espera bebe, debo ir al baño, puedes esperar un minuto!!__ dijo Loly besando suavemente los labios del hombre que blandía una espada temeraria y gruesa. Venosa y dura a punto de llorar.
Ella movió su hermosos culo y desapareció hasta el baño de la casa. La dureza de Mark fue bajando poco a poco, porque Loly cada vez que iba al baño tardaba.
Se sirvió un vaso de agua. Dio unas vueltas y se desnudó por completo.
Al fin apareció Loly, con un body transparente. Mark se movió, la miró venir, erguida, única, magnífica. Ella como una diosa pagana se paró frente a el. El cuerpo del macho se conmocionó, sintió frio y calor, como un golpe en la espalda y cayó de rodillas, casi arrastrándose llegó a al entrepierna y rozó con sus labios olfateando el caramelo casi levantado entra las piernas.
Lo husmeó como animalito salvaje, lo rozó con la lengua mientras el objeto cobraba vida, como un animal resucitado. Venoso y endureciéndose. Lamió y Loly gimió por vez primera en aquel encuentro.
Un helado. La baba empezó a caer al piso frío del departamento. Mark de pronto se encontró ahogándose con el pedazo que le ofrecía la bella Loly. Estaba tan duro, parado. Lo envolvió tragando sin detenerse. Atacó al bello pedazo de carne que aquella chica llevaba entre las piernas y lo adoro como desde el día mismo en que la conoció.
__¡Ahí tienes tu caramelo putito, como se lo que te gusta!!__ esgrimió ella. Ya el hombre tragaba hasta el fondo aquel garrote que iba mojándose. Loly acariciaba los cabellos del hombre que tragaba aquel sable con devoción, con adoración, casi con sumisión.
__¡Ohhh eres tan buen chupador de vergas, siiii, hazlo, así, sabes cómo me gusta, ahhh, te llenare de leche la boca quieres!!__ el macho se acercó a las bolas, dejando por un momento la poronga alzada de Loly que disfrutaba de las mamadas corrientes que le proporcionaba Mark. Besó las pelotas gordas de la chica, que gemía a cada segundo un poco más, con más energía y más placer y lujuria. La boca del hombre se regodeaba con aquellas pelotas llenas, llenas de miel, de sabroso néctar, que además a él le encantaba.
__¡Ohhh si amor, sigue así, ohhh, cariño, que dulce boca!!__ Loly gemía y balbuceaba palabras que calentaban mas y mas al macho que tenía su garrote duro y presto, lo masajeaba de vez en cuando, acariciando todo el pedazo y las bolas y abriendo su ojete con dos dedos, preparando para recibir el machete de Loly.
Ella fue a sentarse en el sofá, el la siguió casi de rodillas. Atrapó otra vez el garrote, pero la chica levantó su cabeza y lo fue atrayendo hacia arriba. El llegó al vientre y lo fue lamiendo y besando, así, fue recorriendo el camino hasta los exuberantes pechos. Los mordió, los comió con un fervor desenfrenado.
Los pezones estaban tan paraditos y rígidos como la vara. Tragó los pezones. Sonoramente chupó y chupó las tetas que le ofrecía la chica trans. Llegó al cuello de la chica guiado por Loly. La saliva resbalaba por todo el cuerpo de Loly que gemía, gruñía y se sofocaba a la vez, muy caliente, y tan caliente como el macho.
Mark de a poco se sentó a horcajadas de Loly. Ella por vez primera llegó a acariciar las nalgas de Mark, que se conmovió cuando sintió las manos e la chica.
Las apretó y las pellizco hasta que por fin llegó al medio de las nalgas. Jugó con el agujerito presto, pronto, abierto. Ella escuchó los desgarrados gemidos del macho. Ansiando, esperando, condenado a recibir la porción de carne.
Anhelante busco la boca de la chica y se fundieron en un profundo y largo beso. Las lenguas se chocaban incendiando los interiores.
Un dedo de Loly perforó las últimas resistencias del macho entregado a gozar. Luego fue otro dedo el que se hundió sin resistencia ya, dos dedos empezaron a jugar.
Iba y venía y Mark se abrió por completo levantando un poco las caderas. Los dedos entraban y salían, las bocas se abrían y se chorreaban por las comisuras de los labios el agua salada de las profundidades.
El ojete de Mark quería ser perforado de una buena vez.
__¡Ya dame tu pedazo amor!!__ casi rogo. En un respiro de los besos fogosos. De los besos húmedos y salvajes.
El se aferró al pedazo y lo fue guiando. Lo colocó el mismo en la entrada y ella lo dejo hacer. Ya había esperado durante toda la noche por aquel pedazo que tanto deseaba. Se había hecho un vicioso. Ella lo había convertido en un confeso amante de las vergas, de su verga.
Se fue sentando lentamente, sintiendo como se iba abriendo el túnel, como se ensanchaba. Como se abría caliente, chorreando jugos, deseaba tener aquel garrote en su culo de una vez. Fue entrando, Loly fue poseyendo a su hombre. La vara se fue enterrando en el ojete presto y perverso del macho. Tragó todo el mástil. Sentado sobre el empezó a moverse, escuchando los gemidos de Loly.
Subir y bajar, bramar de gusto y de calentura. Mark se movía, saltando sobre el grueso pedazo de Loly. Ella en tanto le pellizcaba los pezones duros al macho que erizado por completo balbuceaba como un pájaro herido, como un ser próximo partir del mundo.
Así fue largando sobre el vientre de Loly el néctar que tenía acumulado sin tocarse. Solo. Babeando el garrote del macho largó todos los jugos, torrentes de leche sobre el vientre de Loly, que sonreía y empujaba mas brutalmente su pedazo en la cola del macho.
__¡Ohhh amor, lléname, lléname con tu leche!
__¿La quieres cariño?__ preguntó la chica trans
__¡Si dame tu leche, dámela de una vez, ahhh, estoy tan caliente, quiero que me llenes, dame tus jugos, si cariño, bebe, soy tuyo, dámela!
__¡Eres mío, quieres que tu chica te coja siempre, quieres la verga de mami!!
__¡Si, por favor, lléname, ahora, ohhh Loly eres genial, me encanta ser tu amante!!__ ella se aferró a las caderas del hombre. Las apretó fuertemente. Empezó a serruchar con mas furia. El ojete de Mark estaba explotado, lleno, completo y más aun cuando los chorros de semen empezaron a brotar de la verga de Loly, que empezó a gritar de forma descomunal, de forma salvaje, sin control, inundando el túnel sin piedad.
Busco aire con la verga aún chorreando líquidos dentro del ojete del hombre que besaba los labios de la chica, los mordía de manera tranquila, sosegado, con l poronga aún en sus entrañas.
Así quedaron pegados un buen rato, dándose besos interminables, incendiarios, quemantes.
El amanecer pintaba con empezar y ellos se iban la cama, tal vez a dormir un poco.-