Lolita -2-

Un hombre llega a casa y encuentra a su esposa y a su hija en el momento en que llegan juntas al orgasmo.

Lolita le dijo a Rosa:

-¡Yo.. ya... ya...

-¡Lame, lame, lame!

Al correrse eyacularon al mismo tiempo. Precían dos locas sedientes, gimiendo y bebiendo. Con los ojos cerrados y sacudidas por un terremoto de placer, no vieron en la puerta de la habitación, empalmado como un burro, a Jacobo, el padre de Lolita y esposo de Rosa.

Jacobo entró en la habitación, Rosa, al verlo se tapó con la sábana, Jacobo le dijo:

-Sabía que volverías a las andadas, pero nunca pensé que fuera con mi hija.

-Yo no la he seducido, me sedujo ella a mí.

Lolita, sentada en la cama,  tenía mucho que decir.

-Digamos que las dos estábamos deseando hacerlo, papá.

Jacobo la veía venir.

-Pero...

-Ni pero ni pera. Estabas deeando vernos juntas. El bulto en tu pantalón te delata.

Rosa, que se sentía culpable, se alineó con su marido.

-No le hables así a tu padre, Lolita. ¡Y tápate!

Lolita, sonrió con picardía, y le dijo a su padre:

-Te gusto más así. ¿Verdad, papá?

Rosa la pilló por el aire.

-¡¿Te has follado a tu hija, Jacobo?!

Le respondió Lolita.

-Lo follé yo a él un día que estaba de bajón.

-¡¿Qué me dices?!

-Llevaba dos años llorando la muerte de mi madre.

-¿Y qué?

-Que tiene un bue polvo para cualquier mujer.

-Cuéntame algo que no sepa.

-Pues te contaré que el día que me lo follé estaba echando una cuerda a una viga de la bodega, y como que no me apetecía heredar.

-Me voy a vestir y me voy a ir de este manicomio.

Jacobo se arrodilló al lado de la cama y le imploró.

-No te vayas, por favor, no te vayas, cariño.

Sentada en la cama, Rosa, le dijo:

-Tu cariño es tu hija.

Lolita destapó a Rosa, y le dijo:

-Y el tuyo. ¿Hacemos un trío?

Rosa se volvió a tapar.

-¡Estás loca! ¿Tú quieres hacer un trío, Jacobo?

-Si os apetece...

-¡Dónde me he metido!

Lolita le susurró al oido.

-Mi padre dándote por el culo y yo comiéndotela.

-¡Encima eres una guarra!

-¿Nunca te la metió en el ojete?

-¡No!

-¿Verdad quer te gustaría encularla, papa?

-Si ella quiere...

-¡Otro guarro más!

-Tendrías un orgasmo brutal

-Y una mierda. Nunca mejor dicho.

Lolita se tapó con la sábana. Mojó dos dedos en el flujo de Rosa y comenzó a acariciar su clítoris. Rosa, como si nada le estuviese haciendo, le dijo:

-No  me vas a convencer.

Lolita le siguió susurrando al oido.

-Me da a mí por culo y tú me la comes,  -le lamió la oreja- o me masturbas.

-Sueña.

-Nos ponemos a cuatro y que nos folle a las dos.

-Estás enferma.

-Se la chupamos y nos tragamos su leche.

Presionó el dedo contra el capuchón del clítoris y lo movió más rápido.

-Muiiiiiiiy enferma.

-Tú tienes la cura.

Rosa, con el morbo que le daba que Lolita la masturbara delante de Julian sin que él se diese cuenta, a punto de correrse,  le dijo a su marido:

-¿No dices nada, Julián?

-Yo digo lo que tu quieras, cielo.

-O sea que ¡Oooooooooh! -Rosa se comenzó a correr- Esta, esta, esta, esta, esta es una casa de, de, de locos. ¡Ooooooooooooh!

Julián le preguntó a Rosa.

-¿Estás bien, cariño?

Lolita, conteniendo la risa, le dijo a su padre:

-Ven, papá.

Julián le preguntó a Rosa.

-¿Voy?

-Desnúdate y métete entre las dos.

Rosa y Lolita se besaron. Julián no preguntó el por qué de aquel giro de la situación. Se desnudó y se metió entre su hija y su esposa.

Poco después, Lolita y Rosa pasaban sus lenguas por los huevos de Jacobo, los lamían,  los chupaban. Lamían, chupaban y mamaban sus 22 centínetros. Lo masturbaban a una y a dos manos. Se besaban y se hacían un dedo. Caliente como una zorra en celo, Lolita le preguntó a Rosa:

-¿Te importa si cabalgo un ratito a mi padre?

-No, pero que no se corra que después de ti voy yo.

Lolita subió encima de su padre. No tardaría mucho en correrse. Cogió su polla en la mano la llevó a la entrada de la vagina y la metió de un golpe. Movió el culo alrededor una docena de veces, con la polla metida hasta el fondo. Se comenzó a correr. Su chochito bañó de flujo la polla de su padre. Las contracciones del chochito sobre su polla hicieron que Jacobo tuviera que quitarla de la húmeda cartuchera para no correrse dentro de su hija, que entre gemidos y temblores se moría de placer.

Rosa, viendo como se corría Lolita, y sin tocarse, casí se corre ella.

Poco después, Rosa, dándole la espalda a Jacobo, que estaba boca arriba en la cama, fue metiendo la polla en su ano. Al tenerla toda dentro, Lolita. que mientras Rosa la metía la besara y le acariciara las tetas, antes de comenzar a trabajarle el chochito, le preguntó:

-¿Te gusta que te enculen?

-Es una sensación nueva y muy excitante.

-El sexo cuanto más guarro, mejor.

-Va a ser que sí.

Aún no llevaba cinco minutos con la enculada y la comida de coño, cuando le dijo Rosa a Lolita:

-¡Me voy a correr en tu boca!

-Córrete. Estoy deseando volver a tragar tu corrida.

Rosa comenzó a correrse. Lolita tenía su boca preparada, y recibió en ella, un squirtt, dos, tres, cuatro, cinco. Dejó que el flujo llenara su boca y después se lo tragó todo junto. Rosa se sacudía como azotada por un temporal. El placer que sintió fue sublime. Jacobo viendo como gozaba su esposa, le llenó el culo de leche.

Acabaran de correrse Julián y Rosa cuando sintieron el timbre de la puerta. Iría a ver Julián quien era y se encontraría con Pablo y Rita, un matrimonio de recién casados con el que... En fin, esa ya es otra historia.

Se agradecen los comentarios buenos y malos.