Loli y los camioneros
Loli y los camioneros...
Loli y los camioneros
Loli es un monumento de mujer. Si bien es verdad que acostumbra a pasearse cerca de los paradores donde son frecuentados por los camioneros, prefiere irse a la cama con un par de ellos a la vez.
Y es que Loli era mucha mujer para un solo hombre. Su boca se tragaba las vergas de forma bestial, y sus tetas eran tan gordas que cobijaban entre ellas a dos vergas bien tiesas y duras hasta que largasen todo el semen bien cremoso por todo el cuerpo de la rubia Loli.
¡Vaya, que par de tetas que tenés Loli!
Si las querés ver, tendrá que ser en compañía de tu amigo, para que cuando uno se pierda el otro lo encuentre.
Cuando subieron a la habitación del hotel, la esplendorosa mujer les ofreció sus grandes pechos y los dos chicos se abalanzaron sobre ellas con desesperación. Se las manosearon a gusto a cuatro manos. Cada uno de ellos le chupaba uno de esos grandes y colorados pezones. Era una lujuria escandalosa las enormes tetas de Loli.
Déjenme a mí ahora chupar una de sus vergas preciosas, y no se priven de nada ya que a mí me gusta el vicio.
No te preocupes te daremos todos los gustos.
Cójanme por delante y por detrás soy toda de ustedes chicos.
Loli se subió a caballo del moreno el cual se la metió hasta lo más profundo de su concha mientras le relamía las enormes tetas que le colgaban sobre su cara. El rubio empezó a lamerle el culo, el que era ensanchado por la presión de las manos que realizaba sobre las nalgas de Loli.
- Así chicos, así denme placer... Vos mójame bien el culo, llénalo de saliva que me gusta, me gusta que me lo abran bien con los dedos antes de que me penetren.
Ahora era Loli la que le echaba una buena chupada al rubio mientras que este sé dedicada a meterle sus dedos en el enorme orto.
Quiero que ahora vos también me penetres al mismo tiempo que tu amigo, si rómpeme bien el culo, ya lo deseo.
Te penetraré hasta lo más hondo de tu orto y lo llenaré de semen.
El rubio no tardó demasiado en penetrarla, Loli, estaba en lo mejor del juego con una verga por el culo y otra por la concha.
- No paren ni un momento, esto me enloquece, me fascina que me penetren por ambos lados al mismo tiempo.
Las enormes tetas parecían dos globos, hinchados y redondos. Ella se los frotaba y apretujaba buscando que toda esa desenfrenada y frenética lujuria aumentase cada vez más.
Todo era un continuo esfuerzo para alcanzar lo inalcanzable; un estado de clímax, de orgasmo continuo, sin pausas ni relajaciones. Por eso, cuando el moreno se vació en su concha rociándola de leche, ella le suplicó al rubio que imitase a su amigo.
- Cojéeme así... Cojeme y no pares córrete dentro de mí culo... Me quema el culo y me gusta.
El rubio que no andaba nada mal calzado, se la siguió metiendo y dando unos buenos golpes. Sus huevos empujaban las nalgas de Loli de una manera salvaje. Ella sintió la virilidad de aquella tranca en todo su culo, y como las paredes anales se iban ensanchando.
Aquella verga parecía que iba penetrando en una nueva dimensión, desgarrando ese enorme culo.
- Me destrozas... Sácala... Me matas...
Pero Loli no hizo ningún intento para despegarse del vergajo, que le estaba martirizando el culo en forma bestial.
¿Querés que la quite por un momento?
¡No!, ¡Ni se te ocurra!... Seguí pero más fuerte, no quiero que te detengas.
Ella se lanzó a lamerle la verga recién escurrida al moreno, poniéndosela dura para que los dos acabasen juntos, eso tardó en ocurrir, ya que la orgía en la que estaban metidos finalizó mucho más tarde, cuando el cuerpo de Loli se llenó de semen viscoso y pegajoso, que los dos hombres vertieron sobre ella.
¡Quiero que me la entierres lo más posible dentro de mi culo!...
¡Te penetraré tan profundo que llegaré hasta tus deseos!.
¡Así me gusta!... Siento que me desgarras... Y vos acaba en mi boca y sacia toda mi sed. - Pidió Loli, esperando el disparo final.
Los dos chicos después de semejante lujuria quedaron agotados, pero Loli se fue a pasear otra vez cerca de los camiones para ver si podía divertirse nuevamente.
Loli 4