LOLI (1ª Parte)
Para un servidor, hoy en día, no hay nada más excitante y morboso que "pescar" en corral ajeno... por suerte, hay infinidad de preciosas mujeres en donde la monotonía entro un día en sus matrimonios por la puerta y el amor junto con el deseo salieron por la ventana.
Fue la primera de todas… con ella comenzó mi pasión por follar únicamente con mujeres tan casadas como cansadas de sus anodinos y aburridos matrimonios…
Era una preciosa y bajita morenita de pelo largo con 26 años recién cumplidos tan bien llevados pese a su estado civil que no tenia nada que envidiar a chicas mucho mas jóvenes…
Todavía recuerdo la primera vez que me la encontré esperando al ascensor del edificio al que me había mudado de alquiler apenas una semana atrás… estaba de espaldas y mi mirada se poso sobre su espectacular culito embutido en unos ajustados pantalones vaqueros…
-¡Buenos días!- la dije apartando la mirada de su culo para fijarme en su rostro…
-¡Buenos días!- me contesto alzando la vista para mirarme directamente a los ojos…
-¡Me llamo Manu… soy el nuevo inquilino del piso de alquiler del 3ºA!- la dije presentándome, intentando sin mucho éxito fijar la vista en sus ojos y no en sus tetas…
-¡Ah… pues entonces bienvenido… yo soy Loli, tu vecina del 3ºB!- me contesto con una amplia y bonita sonrisa que me deslumbro…
La charla fue breve durante el corto ascenso, simplemente se me ofreció para ayudarme en cualquier cosa que necesitase, sobre todo información sobre el barrio, horarios de transportes etc, etc, etc…
Por aquel entonces acababa de terminar una relación de unos tres meses con una enfermera que tenia bastantes mas tetas que cerebro y me basto fijarme aquel día en mi nueva vecina para colocarla en la primera posición de mi lista de posibles “ligues” junto con la curvilínea camarera de la cafetería cercana a mi trabajo…
Creo sinceramente que todas las personas tenemos un “don”… algunos ganan millones corriendo detrás de una pelotita en pantalones cortos… otros son capaces de llegar a gobernar países haciendo promesas que jamás llegaran a cumplir… en mi caso tengo muy claro que mi único “don” tiene mucho que ver con las mujeres pues la mayoría de las veces solo me hace falta mirarlas a los ojos para saber que quieren, buscan o desean…
La verdad es que cuando me entere de que estaba casada me lleve una buena desilusión, de echo la borre de mi lista pues por aquel entonces no me llamaba nada la atención “meterme en corral ajeno”… aun así, no podía evitar observarla y charlar con ella muchas veces por el patio interior del edificio mientras poníamos lavadoras o colgábamos la ropa… su cuerpo me ponía un montón, pero aun era mayor el morbo que me producía el brillo de su mirada…
Una noche, ya de madrugada, al acercarme al aseo para orinar, escuche unas ahogadas risitas que venían del patio interior… por inercia eche una mirada a través de la entornada ventana del aseo para llevarme la agradable sorpresa de encontrarme a mi preciosa y casada vecina en ropa interior “jugando” con su marido en un plan francamente cariñoso por ambas partes, aguzando el oído para escuchar la siguiente conversación…
-¡Venga… me dijiste que donde yo quisiera… y como yo quisiera!- dijo ella…
-¡Tu estas mal de la cabeza… vamos a la cama que es mucho mas cómodo… además, aquí no puede ver cualquiera!- le contesto él…
-¿Quien coño nos va a ver a estas horas?... ¡Y en la cama paso, siempre es igual!- le reprocho ella…
-¡Y entonces por que cojones lo quieres hacer aquí!... ¡No lo entiendo!- le contesto él…
-¡No se… por cambiar… por morbo… seguro que no hay nadie despierto a estas horas, pero me parece excitante imaginar que algún vecino nos esta mirando!- le explico ella magreandole la entrepierna…
-¡Que no joder… que a mi estos rollos no me van!- le contesto su marido apartándola las manos de mala manera…
-¿Y si solo me dejas chupártela un poco?... ¡Después, para follar… si eso… ya entramos!- le contesto ella inclinándose sin esperar su respuesta…
Desde mi ventana en el aseo pude comprobar como su marido cedía y al poco ya observaba a mi morbosa vecina comiéndole la polla… pensé en dejar de mirar, pero desde luego aquello era mucho mejor que la televisión… no se exactamente cuanto tiempo llevaría tragando polla la guarra de mi vecina, dos o tres minutos como mucho antes de que para mi sorpresa, el marido cerrara sus manos sobre su cabeza haciéndola tragar su minúscula polla mientras claramente se corría en absoluto silencio…
-¡Joder… siempre me haces lo mismo!- se quejo ella nada mas sacarse la polla de la boca…
-¿Pero que coño dices ahora?... ¡Nunca estas contenta joder!- le contesto él…
-¡Si… claro… no te jode… tu te habrás quedado como dios… y yo que… a quedarme como casi siempre con el calentón!- le contesto ella…
-¿Sabes que te digo?... ¡Que te follen guapa!... ¡Si no estas contenta conmigo, ahí tienes la puerta… y si estas cachonda es porque quieres… tienes diez deditos para quitarte el calentón!- le contesto él mientras entraban dentro del piso dejando de escuchar el resto de la conversación…
Al día siguiente me la encontré por casualidad en el supermercado del barrio… nada mas verla me vino a la mente su imagen arrodillada comiéndole la polla a su marido y las ganas de rabo con las que se quedo…
-¡Joder vecina… no se como lo haces, pero cada día estas mas guapa!- la dije ya de entrada…
-¡Gracias!- me contesto sonriendo mientras alzaba la vista para mirarme directamente a los ojos…
-¡La verdad es que es una lastima que estés casada… y mas con un tío que ni te entiende ni te complace!- añadí sin cortarme un pelo…
-¡No entiendo porque me dices eso!- me contesto visiblemente extrañada…
-¡Anoche… sobre las dos de la madrugada… escuche vuestra conversación en el patio interior!- la dije mirándola fijamente a los ojos antes de dejar resbalar descaradamente la mirada por el resto de su anatomía…
-¿Nos escuchaste?... ¿A mi y a mi marido?... ¡Creo que te confundes… yo a esas horas ya estaba durmiendo!- me contesto esquivando mi mirada…
-¡Si solo te habría escuchado, quizás… pero desde una ventana también se puede observar sin ser visto!- la conteste mientras se giraba y con paso rápido se dirigía hacia la línea de cajas…
Paso mas de una semana antes de que volviéramos a coincidir, en aquella ocasión subía del garaje en el ascensor cuando se paro en la planta baja y entraron los dos mientras su marido me daba los buenos días y yo le contestaba… yo me gire para quedarme frente a ella mientras el marido se quedaba mirando a la puerta… la mire fijamente a los ojos y ella bajo rápidamente la mirada para casi al momento volver a levantarla y mantenerme la mirada hasta el mismo instante que el ascensor se paro… no me dijo nada de palabra, pero aquella mirada me conto mucho mas de lo que yo me esperaba…
Mas tarde o mas temprano se me presentaría la oportunidad de comprobar si acertaba con mi vecina o estaba equivocado… de echo fue un par de semanas mas tarde, concretamente un viernes por la noche…
Aquel viernes, como casi siempre, había salido de marcha con un par de amigos que curraban al día siguiente así que me recogí bastante pronto… como siempre me quede fumando el ultimo cigarro en la calle, en un banco al lado del portal, pues no me gusta fumar en casa… al poco de sentarme llego un taxi del que para mi sorpresa vi bajarse a mi risueña vecina, despidiéndose entre risas de alguna amiga antes de que se acercara hacia el portal sin que se diera cuenta de mi presencia…
-¿Te hace falta ayuda?- la pregunte tan de repente que del susto se la cayeron las llaves mientras intentaba abrir…
-¡Joder… que susto me has dado!- me contesto arrastrando un poco las palabras mientras se inclinaba para recoger las llaves, un síntoma bastante claro de que había bebido algo mas de la cuenta…
-¿Te a dejado tu marido salir sola?- la pregunte con ironía…
-¡No… si… bueno… era la despedida de soltera de una amiga!- me contesto mientras finalmente abría la puerta…
Ya dentro del portal me pude fijar mucho mejor en ella… llevaba un top blanco con un cómico dibujito fálico típico de las despedidas de soltera y una minifalda negra muy cortita que la tapaba poco mas que el culo…
-¿Subimos o que?- me pregunto desde el interior del ascensor mientras rebuscaba algo en el minúsculo bolso que llevaba…
-¡Déjame que al menos me alegre un poco la vista!- la conteste manteniendo abierta la puerta del ascensor para mirarla descaradamente…
-¡No hagas eso joder… no me mires así… no soy ninguna cría… y además ya sabes que estoy casada!- me dijo dejando de rebuscar en el bolsito lo que fuera que estaba buscando…
-¡No hay nada de malo en mirar algo que te gusta… o te excita!- la conteste manteniendo tanto la mirada como la puerta abierta…
-¡Hay miradas y miradas… y tu no me miras de una manera precisamente “normal”!- me dijo claramente nerviosa…
-¡Tu a mi tampoco me miras precisamente como una mujer felizmente “casada”!- la conteste entrando en el ascensor…
No me contesto… bajo la mirada y luego la levanto para hacer dos gestos completamente inconscientes, morderse el labio inferior y llevarse una mano al pelo para enredarlo entre sus dedos… dos señales tan claras de que no estaba equivocado que no me lo pensé dos veces antes de dar tres pasos al frente para literalmente pegar mi cuerpo al suyo, alzando una de mis manos lentamente hasta su nuca para hacerla levantar la cabeza antes de inclinarme para posar mis labios sobre su boca, notando como inmediatamente reaccionaba apretando su cuerpo contra el mío al tiempo que deslizaba su lengua dentro de mi boca…
Me sorprendió la rapidez con la que se sometió, sin ninguna lucha, sin ningún reproche… me esperaba algún intento de apartarme, de detenerme… nada de nada… mi preciosa y casada vecina me estaba comiendo la boca como si no existiera un mañana… mi otra mano fue a deslizarse directamente bajo su minifalda, notando claramente como separaba las piernas nada mas sentir el roce de mis dedos sobre sus muslos…
Sus brazos permanecieron quietos, prácticamente inertes hasta el momento justo en que posaba mi mano sobre su entrepierna, escuchando como dejaba escapar un prolongado gemido sin dejar de comerme la boca al tiempo que alzaba sus brazos para rodearme el cuello apretando mi boca aun mas contra la suya…
Que estaba muy cachonda era indudable… me basto deslizar un par de mis dedos siguiendo el contorno de su rajita sobre la fina tela de las bragas para comprobar que estaban ya húmedas… que fuera por mi causa o por la de cualquier otro durante la despedida de soltera poco me importaba… por si había alguna duda me basto ladearla las bragas y abrirla un poco el coño, fue como meter los dedos en un plato de sopa caliente…
-¿Me vas a follar… aquí?- me pregunto con la mirada perdida…
Supe enseguida que no era una pregunta… me pareció que era mas bien un ruego, quizás soñaba con ello, quizás fuera una fantasía no cumplida…
-¿Me la vas a mamar aquí?- la susurre al oído sin dejar de acariciarla el coño, su mirada al alzar rápidamente la vista me llevo a pensar que había vuelto a acertar…
Inmediatamente bajo sus brazos para posar sus manos sobre mi entrepierna, acariciándome todo el paquete antes de sentir como me desabrochaba el pantalón y me bajaba la cremallera antes de sacarme la ya morcillona polla…
-¡Joooder!- exclamo, imagino que, porque comparada con la ridícula polla de su marido, la mía le pareció bastante grande…
-¡Hablas demasiado!- la dije mientras la apretaba ligeramente la nuca para sentir como mi polla se deslizaba dentro de su boca…
Apenas empezó a comerme la polla cuando me incline un poco, lo justo para levantarla el top y cerrar mi mano sobre una de sus tetas, notando claramente la dureza de su erecto pezón contra la palma de mi mano antes de cerrar mis dedos sobre el pezón para empezar a pellizcárselo de menor a mayor intensidad al tiempo que la obligaba a tragar mas polla, notando como la muy zorra babeaba aun mas…
De ser una tía en la que no tendría demasiado interés en volver a ver, la habría dejado que me comiera la polla hasta regarla las encías con mi corrida… pero en el caso de mi casada vecina tenia claro que si me la follaba y la dejaba satisfecha, la muy zorra no tardaría en volver para pedirme mas…
Ya la tenia dura como el cemento cuando se la hice tragar por completo varias veces hasta que sus labios quedaron pegados literalmente a mis cojones antes de sacársela del todo y hacer que se incorporase… en mis fantasías, casi siempre me la había imaginado recibiendo mi polla a cuatro patas, pero mi reacción en aquel momento fue muy diferente…
Ya he comentado que era bastante bajita en comparación con mi 1´90 de estatura, así que tras arrancarla las bragas de dos fuertes tirones, la levante una pierna y me incline para restregarla mi polla por todo el coño, viendo como tan excitada como entregada, empezaba a gemir de placer cerrando los ojos y recostándose contra la pared del ascensor…
-¡No… espera…! ¿Que haces?- me pregunto sorprendida al apartar la polla y cerrar mis manos sobre sus nalgas…
La muy guarra entendió que me proponía nada mas sentir como la levantaba en vilo recostando su cuerpo contra la pared, no porque me pareciera que pesara, si no mas bien por comodidad para lo que venia después, de echo, me entendió tan bien que ella misma se abrió de piernas rodeándome la cintura con ellas, viendo como su rostro se transfiguraba de placer simplemente con empezar a metérsela…
Sus brazos rodearon mi cuello justo antes de que cerrara mis manos sobre sus nalgas para empezar a follarmela, sacando la polla lentamente antes de volver a metérsela de golpe hasta los cojones… un pollazo… dos… tres… al cuarto se corrió gritando de placer olvidándose por completo de donde nos encontrábamos…
-¡Ya… ya esta…!- me dijo sonriente con el rostro aun descompuesto…
-¿Cómo que “ya esta”?- la pregunte sin entenderla…
-¡Si… que ya esta… que ya me puedes bajar, que yo, con suerte, solo me corro una vez!- me contesto para mi absoluta sorpresa…
-¿Qué te apuestas a que no es así?- la dije justo antes de comerla la boca…
Tras inclinar mi cabeza para cerrar primero mis labios y después mis dientes sobre uno de sus pezones, empecé a mover las caderas para seguir follandomela, primero muy despacio, como a cámara lenta, para después ir acelerando poco a poco, viendo como apenas tardaba un par de minutos en empezar de nuevo a gemir completamente descontrolada, dejando de mover mis caderas para ver como la muy puta empezaba a mover las suyas frenéticamente hasta volver a correrse literalmente babeando de placer delante de mi sonriente rostro…
Un minuto mas tarde ya estaba de rodillas comiéndome la polla y en aquella ocasión tenia muy claro cual seria el final… de echo, cuando note que estaba a punto de correrme, retire mis manos de su cabeza dejando de follarme su garganta para dejarla escoger con total libertad… la muy zorra no me decepciono apartándose en el ultimo momento, si no que mas bien hizo exactamente lo contrario, tragándose mi polla literalmente hasta los cojones mientras descargaba mi corrida directamente en su garganta…
-¡Que rica!- fue su único comentario mientras sonriente me relamía el glande…
Subimos en el ascensor después de vestirnos y de que recogiera del suelo sus rotas bragas sin hablar…
-¡No pasara mas… tienes que entenderme… soy una mujer casada!- me dijo acariciándome sonriente la cara justo antes de salir del ascensor…
No la conteste, no hacia falta, estaba seguro de que cuando necesitara una polla entre sus piernas se acordaría de aquel polvo en el ascensor y seria ella misma la que llamaría a mi puerta… aun así, quise dejárselo muy claro, pero no con palabras… estaba ya a punto de introducir la llave en la puerta de su casa cuando me eche encima de ella…
-¡No… no… espera… aquí no… aquí no…!- me dijo con un hilo de voz casi inaudible…
No me moleste en contradecirla, me limite a hacerla girar antes de empujarla sobre la puerta de su propia casa para mantenerla inmovilizada únicamente con mi cuerpo y mi propio peso mientras la levantaba el top y la metía mano debajo de la falda… durante la silenciosa y corta “lucha” se apago la luz del portal quedándonos a oscuras mientras buscaba con ansiedad uno de sus pechos con mi boca, besándolo, lamiéndolo y finalmente succionando uno de sus pezones para sentir como enseguida dejaba de luchar y separaba las piernas, dejando escapar varios ahogados gemidos con mis dedos recorriendo ya su raja…
No me habría costado nada hacer que se volviera a correr allí mismo, de pies y recostada sobre la puerta tras la cual la esperaba el cornudo de su marido… pero no lo hice… en vez de eso espere a que estaría a las puertas del orgasmo antes de susurrarla al oído que se tumbara en el suelo, repitiéndoselo un par de veces antes de que finalmente me hiciera caso…
No pude evitar una sonrisa apenas quince minutos mas tarde mientras completamente espatarrada sobre el suelo la comía todo el coño y la acariciaba las tetas al recordar que me había dicho que con un solo orgasmo tenia bastante… mas bien me pareció que era insaciable mientras saltaba de un orgasmo a otro apenas sin pausa apretándome la cabeza contra su entrepierna con tanta fuerza que pensé que me la reventaría como si fuera un melón…
Finalmente “la deje” regresar a la seguridad de su casa una hora mas tarde, después de que volviera a comerme la polla para follarmela allí mismo a cuatro patas, metiéndola sus propias bragas en la boca para silenciarla pues parecía que no podía controlar sus placenteros gritos de la misma manera que cuando la comía el coño, encendiendo finalmente la luz únicamente para descargar mi corrida directamente sobre su precioso y sonriente rostro de putita satisfactoriamente follada…