Lola y mi tia (ahora mi madre)
Se une también mi madre.
Allí estaba. Junto a la puerta. Mi madre. No se el tiempo que llevaría allí, pero la vi cuando besaba la boca de Lola. Mi tía estaba entre nosotros, suspendida por nuestras pollas. La de Lola le llenaba el culo, yo la empalaba por el coño. Como siempre mi tía estaba pero no estaba, los ojos en blanco, babeando y corriéndose como una cerda.
Mi madre llevaba una falda negra ajustada, una camisa blanca que casi transparentaba un sujetador también blanco de encajes. La camisa apretaba sus rotundas tetas y la falda se ajustaba a sus caderas potentes y marcaban una deliciosa barriguita. Maquillada, estaba preciosa, tenía los ojos brillantes y se le estaba poniendo una cara de zorra cachonda que puso mi nabo todavía mas duro. Lola giró la cabeza y también la vio. Me miró a los ojos y sin palabras empezamos a follar a mi tía con violencia. Cuando volvimos a mirar hacia la puerta, la puta de mi madre había subido la falda y se estaba tocando el coño, abrió la camisa y se sacó una teta, el pezón lo tenía grande, gordo y muy tieso. Se le notaba muy caliente y vi rastros brillantes en sus muslos, le chorreaba el chocho a la muy guarra.
Lola la llamó con un imperativo: "Acércate zorra".
Desempalamos a mi tía que se desmadejó en suelo y como siempre después de correrse empezó a mearse. Mi madre se acercó hipnotizada por el pollón de Lola, se agachó sin necesidad de decirle nada y empezó a meterse la polla de Lola en la boca. No le importó que el nabo de Lola tuviera algunos trocitos de mierda del culo de mi tía. Cuando los cojones de la mulata golpeaban la barbilla de mi madre la agarró de las orejas y empezó literalmente a follarse a mi madre por la boca. Al poco tiempo la saliva le rebosaba por la boca y chorreaba hasta la tetas. Vi a mi tía arrastrándose hacia mi madre que en cuclillas dejaba ver el coño bien abierto. Hasta allí llegó mi tía y boca arriba empezó a comérselo. La puta de mi madre estaría muy caliente porque a los pocos lenguetazos empezó a correrse. Era impresionante la cantidad de caldos que soltaba por el coño y que mi tía no dudaba en tragar. Mientras se corría Lola le mantenía la polla clavada en la garganta agarrándola de las orejas para que no pudiese sacársela. Creí que no salía de esta. Hubo un momento que al no poder respirar empezó a moquear por la nariz.
Lola le sacó el nabo de la boca y le ordenó: "ahora a cuatro patas perra". Mi madre se puso a cuatro, mi tía siguió lavándole el coño con la lengua y Lola por detrás empezó a apuntar su polla contra el ojete de mi madre. Se le desencajó la cara cuando el capullo le atravesó el culo pero al contrario de lo que yo pensaba que iba a hacer, se movió hacia atrás y se enchufó el pollón hasta el fondo. "Son iguales de putas las dos, Lola" le dije. "Claro son hijas de la misma puta madre" me contestó Lola.
Mi madre empezó a gritarle a mi querida mulata. "¿Eso es todo lo que sabes hacer, cabrona?. Párteme en dos maricón." Lola viendo como tenía yo la polla de dura, me dijo:"Cállala". Me acerqué con cierta indecisión a mi madre pero la muy zorra metió la mano entre mis piernas, me empujó del culo y se clavó mi nabo en la boca. Lola empezó con fuerza a follarle el culo y esto hacía que mi madre se clavara mi polla hasta la garganta. De vez en cuando paraba, sacaba el pollón del culo y mi tía se encargaba de ensalivárselo metiéndoselo en la boca hasta que hacían tope los cojones.
Mientras Lola y yo nos morreábamos como cerdos pasándonos la saliva de ambos de una boca a otra. Noté que me iba a correr y pellizqué con fuerza los pezones de mi puta Lola que sonrió agradecida. Mi madre cuando notó mi corrida sacó un poco la polla de su boca y recibió mi leche en su lengua, mientras Lola seguía partiéndole el culo.
Me retiré hasta un sillón y seguí contemplando el espectáculo. Cuando Lola notó que le venía la leche empezó a cachetear con fuerza el culo de mi zorra madre y le dijo: "Aquí tienes tu lechada guarra" y le empezó a llenar el culo con su corrida. Mi madre el notar que el pollón de Lola engordaba para regarla también empezó a soltar caldos a chorros en la boca del putón de mi tía que esta vez no los tragaba. Lola sacó la polla del culo y al poco empezó a salir la leche que había depositado momentos antes. Mi tía corrió a recogerla y mezclarla con los caldos del coño de mi madre. Se incorporó y abrió la boca para que viésemos que la tenía llena con todos los jugos que había recogido. Mi madre abrió la suya y la muy guarra había guardado mi corrida. Las dos con caras de zorrones pervertidos empezaron a pasarse las corridas, a beber de la boca de la otra y a dejar resbalar hasta las tetas los caldos. Yo que ya hacia rato que me había corrido me acerque con la polla morcillona y les dije: "Falta un ingrediente para el cóctel. Abrid la boca putas." Y empecé a mearles en la boca. Lola dijo:"Esperad" y salio corriendo hacia la cocina. Apareció con una copa grande, hizo que vaciaran sus bocas en la copa, recogió la leche que tenían en las tetas, cuello y cara y poniendo la copa bajo mi nabo me dijo: "Termina". Terminé de mear y con la copa casi llena de toda clase de jugos les dijo a las putas: "a beber cabronas". No dejaron ni una gota.
Nos relajamos. Lola vino junto a mi y empezó a acariciarme los cojones. Mi madre seguía tumbada en el suelo. La guarra de mi tía se sentó a su lado y se las arregló para meter un dedo en su culo. Le sacaba los restos de la corrida de Lola y chupaba el dedo. Empezaron a ponérseles los pezones como pitones.
"Estoy caliente otra vez"- dijo.
"Quiero que me deis caña hasta que me reventéis".
"Espera zorrón"- dijo Lola.
Salió de casa y fue a la suya. No tardó mucho en volver. Traía dos cuerdas finas, un aparato que en ese momento no sabía lo que era y una vara que parecía una pequeña rama de un árbol sin hojas.
Puso a mi tía de rodillas, pasó las cuerdas por la anillas del coño y de los pezones de la cerda de mi tía y la ató al clavo de un cuadro que quitó de la pared. Tensó bien la cuerda, tanto que el clítoris de mi tía y sus tetas parecían que iban a desgarrarse en cualquier momento. Ató las manos y las piernas de mi madre, la tumbó justo debajo de su coño e insertó el aparato en su boca. Cuando terminó mi madre estaba inmovilizada y con la boca completamente abierta.
"Bien" dijo Lola. "Ahora la voy a follar con el puño. Tu zumbale las tetas. Procura que los golpes le den justamente en los pezones, donde están las anillas. Eso la pondrá a mil. Cuando esté bien caliente la ensartaré por el culo. Tienes que hacerlo suave hasta que veas que me voy a correr. Entonces golpea bien fuerte. Recuerda, justo donde están las anillas. Si se le desgarra un pezón aún disfrutará más. Espera, se me está ocurriendo algo." Volvió a salir y vino con una pera de irrigar, para poner lavativas y otra especie de pera de plástico. Me pareció un tapón anal de los que había visto en las pelis pornos. Cargó un par de veces la pera de irrigar con agua y la vació en el culo de mi tía. Le incrustó el tapón y me dijo: "Empieza a darle caña en las tetas, recuerda tiene que ser suave. Cuando veas que me corro, das un golpe a ella y otro a mí. Bien fuerte. Quiero que sea la mejor corrida de mi vida cabrón."
Empecé a golpear los pezones de mi tía. Al poco tiempo empezó a soltar caldos y a poner los ojos en blanco. "Más fuerte hijo de puta" -me decía. "No, recuerda que debe de ser suave" -dijo Lola.
Los jugos caían directamente en la boca inmovilizada de mi madre. No tenía más remedio que tragarlos. Lola empezó a restregar la mano por el coño de mi tía y cuando me fui a dar cuenta le había clavado el puño en el coño de la guarra. Mi tía aulló como una perra. Babeaba y ni se le entendía lo que decía. Empezó a follarla con el puño. Le clavó más allá de la muñeca. "Cuando le saque el puño le das en la pipa"- dijo Lola.
Así lo hice. Mi tía berreó y su coño era una catarata. Todo caía en la boca de la otra zorra. Lola sacó el tapón anal y rápidamente le insertó su pollón. Otro berreo. "A mi ritmo"- dijo Lola. Yo adecué los golpes en las tetas a las clavadas de Lola. Fue incrementando la velocidad de los pollazos y yo el de los golpes. La cerda de mi tía tenía las tetas y los pezones rojos como tomates.
"Me corro cabronnnnnn"- gritó Lola. Entonces alterné las tetas de mi tía con las de Lola. Golpeaba fuerte. Me asusté un poco. Mi tía berreaba, Lola berreaba y mi madre se ahogaba. Hubo un momento en el que Lola y mi tía se relajaron. Mi mulata sacó la polla del culo. Fue una fuente de agua, leche de Lola y mierda. Todo cayó en la cara y boca de mi madre. Mi tía como era su costumbre al relajarse empezó a mear. La cara de mi madre era un poema. Lola soltó la cuerda de mi tía.
La guarra de mi tía medio se desmayó, y no sé si queriendo o no, su cara fue a para junto a la de mi madre. Empezó a lamerla y a tragar toda la porquería que embadurnaba su cara. Lola vino hacia mí y se metió mi nabo hasta la garganta. Yo estaba tan caliente que no tardé en soltarle mi leche. La muy puta se lo tragó todo y me miró a los ojos relamiéndose con su lengua.