Lola

Madura mujer dara a su joven yerno un ardiente aperitivo antes de dormir...

Lola

Había sido muy difícil, ahora era El responsable de velar y educar a mis hijos sin el apoyo de mi esposa, que había muerto de un paro respiratorio, dejándome solo a la edad de 32 años y con dos hijos pequeños. Aunque algunos de mis familiares sobre todo mis hermanas se turnaban para venir a la casa y ayudarme con los niños y cocinando, después de tres meses sus ayudas se hicieron mas escasas, comprendía tenían sus propias familias que atender, fue así como mi suegra Lola decidió venir y permanecer en nuestra casa por unos meses. Su presencia le daba a mis hijos la imagen materna que hace algún tiempo ya no tenían, y que les hacia tanta falta.

Lola mi suegra es una mujer de 62 años, con una aspecto como ya lo he dicho bastante maternal, quien siempre llevaba el cabello recogido en un moño, es de altura mediana y tiene un cuerpo macizo y proporcionado, ella no era lo que usted diría hermosa, pero si tenia un atractivo especial que no se podía explicar, quizás su candor, es muy conservadora para vestir, siempre usa vestidos largos o blusas que se abrochaban hasta el cuello.

Cada noche después de ducharse, mi suegra se ponía su bata de baño rosa, y se sentaba frente al espejo en la cómoda de su cuarto, se servia un vaso de vino y lo tomaba mientras cepillaba su cabello, ella siempre dejaba la puerta de su dormitorio apenas levemente abierta, yo a menudo me paraba en el oscuro pasillo oculto, espiando a través de su puerta como ella se preparaba para dormir.

Por todas las situaciones que pasaron y con el aumento de mi responsabilidad hacia mis hijos, ya tenia varios meses sin haber tenido contacto sexual con ninguna mujer, por lo me sentía repleto de energía sexual, en algunas ocasiones me masturbaba dos o tres veces al día, y es que ahora teniendo de nuevo una mujer en la casa, aun siendo esta mi madura suegra, mi curiosidad aumentaba así como las oportunidades en que había empezado a fantasear sexualmente con ella. Sin embargo por mas que mi libido aumentaba siempre había sido muy respetuoso con ella por su edad y porque además era la abuela de mis hijos.

Así que para liberar mis impulsos sexuales, recurría a algunos videos porno que alquilaba o a revistas que guardaba en uno de los estantes de mi cama, así era como cada noche me masturbaba fuertemente mirando las chicas de la revista, fantaseando sobre lo que podría hacer con alguna de ellas.

MI rutina era mas o menos esta, una vez que estaba desnudo sobre la cama con mi verga completamente erecta, colocaría la revista a un lado y empezaría a masturbarme, sujetando mi verga en la mano la acariciaba vigorosamente, disfrutando de mi propio placer hasta que sentía como llegaba el orgasmo, y arrojaba todo mi abundante semen sobre mi abdomen, una vez que mi orgasmo finalizaba, entonces me levantaba y tomando una toalla de papel desechable de las que tenia sobre la mesa de noche, limpiaría los restos de esperma sobre mi piel, casi siempre la toalla terminaba completamente húmeda, tenia un pequeña papelera junto a la cama donde depositaba el papel usado. Nunca pensé en eso, pero la que siempre vaciaba la cesta cuando estaba llena era mi suegra.

Una noche recuerdo haber utilizado la ultima toalla de papel de la caja, sin embargo la noche siguiente cuando me acosté, note que había otra caja de toallas nueva sobre mi mesa de noche. Pienso que mi suegra debe haber sabido lo que había estado haciendo, pero nunca menciono nada.

Desde entonces me excitaba aun mas pensando que mi suegra estaba completamente enterada de lo que hacia durante la noche, en algunas ocasiones cuando me encontraba masturbándome, algunos de mis orgasmos mas fuertes eran cuando dejando la puerta de mi habitación abierta imaginaba a mi suegra oculta mirándome masturbar, mientras ella acariciaba sus senos y su vagina.

Algunas semanas después me encontraba cada vez más obsesionado sexualmente con mi suegra y su maduro cuerpo. Es que siempre estaba tan apropiadamente vestida, además usaba un perfume muy agradable, me agradaba mucho estar en su compañía y con mis hijos, y parecía que ella también disfrutaba mucho mi compañía. Mi suegra me contaba sobre lo sola que se había sentido desde que su marido había muerto hacia varios años y como le alegraba sentirse útil para sus nietos y para mi. Llegue a estar cada vez mas obsesionado de esta mujer. A menudo me ofrecía a ayudarla con las tareas de la casa y hasta a lavar los platos después de la cena, en alguna ocasiones durante esta tarea pude rozar "accidentalmente" sus prominentes senos.

De noche, después de su baño, mi suegra siempre llevaba una gruesa bata de baño, que cubría totalmente su figura, puedo recordar aun el fresco olor del jabón en el aire cuando cruzaba hacia su cuarto. Era tan cuidadosa y tan limpia en todas sus cosas, siempre estaba atento para en cualquier ocasión poder verla desnuda, pero esta oportunidad nunca llegaba.

Muchas veces, después de que ella se acostaba, me metía furtivamente dentro del baño y buscaba dentro de la cesta de la ropa sucia algunas de sus prendas. La etiqueta de su sostén decía 42D, acariciaba las grandes copas de algodón, fantaseando sobre los grandes senos que llenaban esta prenda, tomaba este junto con sus medias y los acercaba a mi nariz y aspiraba profundamente su erótico olor de mujer. A menudo me masturbaba frotando mi dura verga contra sus medias de seda, hasta llenarlas completamente de mi esperma.

Una noche después de que mis hijos y mi suegra se habían acostado, decidí bajar a la cocina a buscar algo de comer, así que Salí de mi habitación usando solamente un delgado pijama de algodón sin ropa interior debajo, mi pene flácido colgaba junto con mis pelotas oscilando de aquí para allá mientras bajaba las escaleras. Ya que era más de medianoche y todos dormían, no sentí necesario ponerme una bata sobre el delgado pijama.

La cocina estaba oscura, decidí no encender la luz, para no despertar a mi suegra que dormía en la habitación cerca. Cuando abrí la puerta del refrigerador la pequeña bombilla dentro lleno la cocina con un esplendor amarillo suave.

Mire dentro de esta para ver que podía encontrar, accidentalmente deje caer un frasco de jalea que afortunadamente no se quebró, pero si escuche el sonido de las bisagras de la puerta del dormitorio de mi suegra al abrirse. Me sentí un poco avergonzado mi suegra se había despertado y yo me encontraba ahí casi desnudo. "Que es lo que esta haciendo?" Pregunto mi suegra con una suave voz mientras se paraba en la entrada de la cocina.

"Busco algo de comer señora" respondí

Lola dio un paso adelante, con el suave resplandor de la refrigeradora puede ver que mi suegra llevaba únicamente un camisón blanco sin mangas delataba que su cuerpo estaba desnudo bajo este, era obvio que mi suegra no llevaba medias, puesto que su bata se traslucía y podía ver el montículo oscuro de pelo en su ingle, también podía notar que no llevaba sostén, pues a los lados su bata revelaba parte de sus blancos y cremosos senos.

"Hay un poco de pollo frito pero esta frió" me hablo mientras se inclinaba a mirar dentro del refrigerador.

La mire mientras se inclinaba hacia delante para mirar dentro del refrigerador, "quiere el pollo o le gustaría algo mas" ,respondí en su espalda mientras le miraba sus marcadas caderas a través del material de la bata, si mi suegra se había percatado de que estaba casi desnuda frente a mi, parecía que no se avergonzaba.

Mientras mis ojos recorrían su voluptuoso cuerpo, note como se camisón se había abierto mostrando un generoso escote, me di cuenta de que esta era mi oportunidad de mirar un poco mas los senos que ella tanto ocultaba bajo sus conservadores vestidos, vi como a través del escote de la bata abierta, se veía una buena porción de sus grandes senos, me incline junto a ella, fingiendo mirar también dentro del refrigerador, desviando levemente la mirada, era posible mirar directamente dentro de su bata.

Mi verga empezó inmediatamente a ponerse dura mirando la mayor parte de sus senos expuesta ante mi, era posible que mi suegra no se diera cuenta?, sus senos era grandes como melones, blancos y cremosos colgaban pesadamente hacia adelante.

Mientras mi suegra continuo buscando dentro del refrigerador, la erótica vista de sus senos balanceándose me hipnotizo. Sus pezones eran del tamaño de una gran moneda, oscuros y gruesos como un pulgar.

Mi verga estaba cada vez más erecta, no podía controlarme, todas mis fantasías y sueños sobre mi suegra se estaban haciendo realidad teniéndola ahora prácticamente desnuda frente a mí. Mi pijama estaba completamente levantada impulsada por mi dura erección, no me atrevía a moverme para que mi suegra no notara mi estado de excitación. Entonces fue cuando vi como mi suegra desviando su vista un segundo hacia mi pijama miraba mi dura erección y volviéndose a mirarme, hacia contacto directo con mis ojos. Me había descubierto!, en un acto para tratar de fingir inocencia, desvié mi mirada a mi pijama para ver lo que ella ya había mirado, copiosas cantidades de líquido preseminal habían estado saliendo de mi pene y habían mojado gran parte de la delgada tela del pijama.

Mi suegra rápidamente puso su mano sobre su pecho cubriendo la abertura en su camisón y se levanto. Yo apenas pude enderezarme mirándola avergonzadamente hacia el piso, sentí como mi erección empezaba a bajarse rápidamente por la pena.

Sin decir una palabra, Lola cerro la puerta del refrigerador, quedando de nuevo la cocina completamente oscura, permanecí inmóvil en la oscuridad del lugar, mis piernas temblaban por la ansiedad, sabia que mi anciana suegra estaba parada frente a mi sin decir una palabra, que podría estar pensando?, estaría mi suegra molesta?, finalmente mi visión nocturna empezó a volver, ahora podía ver el camisón blanco de mi suegra.

"Creo que usted ha sido un hombre muy atrevido" susurro mi suegra suavemente mientras extendía su mano derecha y sujeto mi brazo izquierdo, "Estaba usted mirando dentro de mi camisón?" pregunto bochornosamente mi suegra.

Completamente avergonzado respondí "Si" suavemente. Sentía como su tibia mano se deslizaba sobre mi brazo y me sujetaba firmemente la muñeca, dando un paso mas cerca de mi, extendió su otra mano y sujeto mi otro brazo igualmente por la muñeca, "Bien, creo que es tiempo que hablemos de algo que ha estado pasando casi desde que llegue aquí" hablo mi suegra mientras daba un paso mas cerca de mi, sujetando aun mis muñecas.

Podía sentir sus duros pezones frotándose levemente a través de la tela de su bata contra mi pecho desnudo. El dulce olor de su perfume llenaba el aire.

"Yerno se lo que usted ha estado haciendo con unas revistas que mantiene en su habitación todas las noches" susurro mi suegra suavemente en mi oreja.

Sentí que me ruborizaba, trague profundamente dándome cuenta de que mi suegra sabia acerca de mis secretas y solitarias pasiones, me sentía muy avergonzado de que ella supiera que un hombre de mi edad, aun se masturbaba como un adolescente en la soledad de su habitación.

"Creo que es normal para hombre solitario masturbarse cuando no cuenta con una mujer con quien desahogarse" continuo hablando mi suegra. "Cuantas veces al día se masturba?" Pregunto.

Estaba completamente confundido y sorprendido a la vez con la pregunta de mi suegra, pero a la vez esto empezó a emocionarme. Acaso mi suegra me había estado espiando secretamente?. Me sentía obligado a decirle la verdad.

"Yo generalmente me masturbo un par de veces al día" susurre mientras sentía como mi verga empezaba a levantarse otra vez "generalmente lo hago por la mañana cuando me baño y otra vez en la noche" le confesé.

Repentinamente me sentí un poco más confiado al notar que las preguntas de mi suegra denotaban más curiosidad que molestia.

"En que otras cosas piensa usted además de en las mujeres de las revistas, cuando se masturba?" pregunto de nuevo mi suegra suavemente.

Ahora mi verga estaba de nuevo completamente erecta, debía decirle la verdad que había estado fantaseando con ella?, el sentido erótico de la conversación estaba causando que empezara a tiritar de lujuria, decidí jugarme el todo por el todo y decirle la verdad.

"Muchas veces mientras me masturbo pienso en cuanto desearia mamar sus grandes senos" le confesé "Muchas noches deje mi puerta abierta así podía fantasear que usted me espiaba secretamente mientras yo me masturbaba" dije con mas entusiasmo.

Sin decir una palabra, Lola levanto mis manos y las coloco firmemente sobre sus grandes senos, inmediatamente empecé a apretar y acariciar la suave carne a través de su delgada bata, frotaba sus pezones suavemente hasta que se pusieran muy duros, podía escucharla gemir calladamente mientras abría su bata y acariciaba directamente sobre su suave piel, mi verga se apretaba contra el delgado material de mi pijama, mientras continuaba amasando y acariciando el objeto de mi deseo.

"Lo estuve espiando todas las noches de la semana pasada" finalmente susurro mi suegra entre suspiros de placer "Cuando vi la cantidad de papel que usted utilizaba cada noche, decidí mirar lo que hacia, cada vez que usted se masturbaba yo estaba parada fuera de su puerta y también me masturbaba mirándolo"

"Le gustan mis senos yerno?" pregunto mi suegra

"Oh si suegra, adoro cuan grandes son" le respondí mientras continuaba amasándolos, inclinándome un poco le hable roncamente "Sus senos me vuelven loca, me permitiría que se los chupe señora?"

Antes de responder, Lola tomo su mano y la metió dentro de mi pijama por el frente, su mano palpaba mis bolas, mientras que con su otra mano bajaba el pijama, su tibia y suave mano iba directamente a sujetar mi verga, mi suegra sabia exactamente como excitarme, mientras seguía acariciando mis bolas con una mano con la otra recorrió la longitud completa de mi verga, acariciando con sus dedos la cabeza de esta, su mano fue mojada con el liquido preseminal que salía de mi dura herramienta, deslizo su mano sobre todo mi miembro, la caricia era ahora mas excitante su mano resbalaba suavemente sobre mi pene produciéndome mayor placer.

"Así que quiere usted chupar los pechos de su suegra?", gimió completamente excitada, mientras continuaba acariciando mi dureza y mis pelotas suavemente entre sus dedos.

Mi boca estaba completamente seca y jadeaba de lujuria cuando Lola me dijo

"Venga, vamos a dormitorio y haremos las cosas de la manera correcta"

Continua.

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