Locuras de amor 3
Continuación
HOLA CHICOS, LAMENTO LA DEMORA PERO AQUÍ ESTA LA CONTINUACIÓN... SALUDOS!!
Coordinadora: señorita Alexia Cervantes lamento informarle que ya no puede entrar a clases, los pagos no se han cubierto.
Alexia: ammmm está bien –tome mi mochila y me fui-
Llegue a casa y no había nadie, pensé que sería el mejor momento, tomé un par de cosas, aliste mi maleta y le avise a Gonzalo.
Gonzalo: ¿estas segura?
Alexia: si, completamente –emocionada-
Gonzalo: sí que estás loca.
Alexia: es lo más emocionante que he hecho en mi vida, además las cosas en mi casa están mal
Gonzalo: no creo que sea la manera Alexia, no se debe huir de los problemas
Alexia: no estoy huyendo, simplemente me alejo de lo que me hace mal, Gonzalo tu mejor que nadie sabes que yo no soy feliz aquí –triste- no soy yo… la estadía en mi casa es cada vez más insostenible.
Gonzalo: ok, pero prométeme que me vas a llamar todos los días
Alexia: claro que si –abrazándolo-
Nos dirigimos a la central de autobuses no sin antes dejarle una nota a mi madre, le avise a Fernanda que ya estaba ahí, y quiso llamarme:
LLAMADA:
Fernanda: hola linda
Alexia: hola
Fernanda: ¿estás nerviosa?
Alexia: mucho, ¿y tú?
Fernanda: el doble que tú, oye ¿y si no te gusto?
Alexia: no digas eso, tú me gustas muchísimo
Fernanda: quiero que estés consiente que es diferente la convivencia por chat y en persona
Alexia: ¿acaso estas tratando de hacer que me arrepienta?
Fernanda: para nada mi amor, ya me muero por que estés aquí
Alexia: jejeje no parece, estas a tiempo de arrepentirte
Fernanda: jajaja creo que eres tú la que se está arrepintiendo ya
Alexia: no amor, solo son nervios, esto es lo más loco que he hecho en mi vida.
Fernanda: ok linda tranquila jeje, debo volver al trabajo, me envías mensaje cuando vengas en camino… te quiero mucho
Alexia: ok amor, te quiero más, bye
Eran aproximadamente las 7pm y una chica anunciaba la salida del autobús, las piernas me temblaban y comenzaba a sudar, había llegado el momento.
Gonzalo: bien amiga, es hora de despedirnos.
Alexia: si, cuídate mucho Gonzalo, gracias por todo. Te quiero –abrazándolo-
Gonzalo: recuerda llamar cuando llegues, y le das mis saludos a Fernanda –sonriendo-
Subí al autobús, sabía que esta decisión marcaría mi vida para bien o para mal, me sorprendió la seguridad que tenía en mi misma. Las primeras seis horas de viaje fueron las peores de mi vida, tenía mucho frío y mi mente volvió a la realidad, pensé en todo lo malo que podría sucederme, mi madre y mi padre comenzaron a llamarme, no dejaban de hacerlo, era evidente que estaban preocupados.
Creo que esa no era la manera correcta de hacer las cosas, imaginaba lo angustiada que debía estar mi madre, pues en la nota no puse a donde iría. Pensé un par de veces en bajarme, pero tenía que enfrentar todos mis miedos, dicen que para encontrarse consigo mismos a veces tienen que alejarse. Fernanda y yo estábamos en contacto y ella me brindó apoyo y la seguridad que me hacía falta, las cosas ya estaban hechas y no había vuelta atrás.
Eran las 7am y el camión se detuvo, abrí los ojos asustada pues sin darme cuenta me había quedado dormida. Le envié un mensaje a Fernanda diciéndole que ya había llegado y ella me contestó que ya venía en camino.
Me dirigí al baño, estaba aún más nerviosa que el día anterior, pues por primera vez la vería. Me retoque el maquillaje y en cuestión de 5 minutos recibí un mensaje de Fer.
“¿estoy en la sala de espera, donde estás?”
Mi corazón latía mil veces por segundo literalmente e inmediatamente salí.
Caminé hacía la puerta, sentía como mi alrededor estaba en cámara lenta, a lo lejos vi la silueta de aquella hermosa mujer, me acerque a ella lo más rápido que pude, su mirada estaba clavada en mi lo cual me ponía un poco nerviosa, hasta que por fin la distancia que había entre nosotras se acabó posicionándome justo en frente de ella.
Alexia: ho.. Hola –nerviosa-
Fernanda: -silencio- (solo sonreía)
Alexia: ¿te vas a quedar allí parada? –nerviosa-
Fernanda: -reaccionando- ehh perdón jeje estoy nerviosa
Me acerque a abrazarla y ella me abrazó aún más fuerte.
Fernanda: por fin mi amor, estas aquí jeeje
Alexia: ¡dios! Estoy tan nerviosa –aun seguíamos abrazadas-
Fernanda: estas más hermosa que en las fotos –separándose
Alexia: tú también, y más alta de lo que creí jeje
Nuestras bocas estaban muy juntas, esperando el contacto, pero la gente comenzaba a observarnos y me separé de ella bruscamente, no estaba lista para ese tipo de demostraciones en público, Fernanda lo entendió y nos marchamos de allí.
Estábamos en el auto:
Fernanda: quiero presentarte a mis mejores amigas
Alexia: ¿les has hablado de mí? –nerviosa-
Fernanda: sí.. ¿Te incomoda? Ellas son buenas chicas, lo tomaron muy bien, de hecho ya te quieren conocer jeje
Alexia: está bien
Fernanda: estoy feliz de que estés aquí –tomando mi mano- (ese simple contacto provocó en mi muchas cosas que nunca había sentido, me gustaba verla hablar, observar con detenimiento cada uno de sus gestos y esa manera tan especial que tenía de mirarme.)
Ambas estábamos nerviosas, pero tratábamos de no hacerlo notar. Juro que jamás había deseado tanto besar una boca como la de Fernanda. Llegamos a la casa de su amiga y tocamos la puerta.
Fernanda: ven aquí
Alexia: -acercándome- dime –nerviosa- (me tomo por la cintura y me acercó a ella, para abrazarme)
Fernanda: te quiero mucho linda.
Alexia: jeje yo te quiero más hermosa
Su amiga abrió la puerta y Fernanda se acercó a ella para saludarla, me tomó de la mano y nos presentó.
Fernanda: mira Carolina, ella es Alexia… mi novia –mirándome-
Carolina: hola –sonriendo- Fer me ha hablado muchísimo de ti –estrechando la mano-
Alexia: -nerviosa- hola –correspondiendo al saludo-
Hablábamos de muchas cosas, era una chica muy agradable y me sorprendía el hecho de que lo viese tan “normal”. En mi familia siempre satanizaron a los homosexuales y creí que quizá todos serían así. Rápidamente llegué a sentirme muy cómoda en su compañía, hasta que recibí una llamada de mi madre.
LLAMADA:
Mamá: ¿hija dónde estás?
Alexia: no te puedo decir mamá, lo que sí, es que estoy en un sitio donde me siento muy tranquila y en paz, por primera vez en mi vida.
Mamá: regresa Alexia, por favor
Alexia: no, ya va siendo hora que vea por mí misma y busqué mi felicidad
Mamá: ¿estás con esa chica?
Alexia: no, ahora tengo que dejarte, cuídate mucho mamá te amo –colgando-
Voltee y descubrí a Fernanda detrás de mí, solo sonrió y me abrazó
Fernanda: todo va estar bien linda, te lo prometo
Alexia: por favor no me falles, he dejado todo, no me falles –llorando-
Fernanda: nunca mi amor… tranquila, yo solo quiero hacerte feliz, ven aquí caminemos -tomando mi mano-
Nos dirigíamos al final de la calle y se mostraba una hermosa vista de toda la ciudad.
Fernanda:sé que no va ser fácil, pero superaremos cualquier obstáculo, voy a poner todo lo que está en mis manos para que funcionemos ¿sí?, lo único que quiero es hacerte muy feliz.
Alexia: yo también mi amor, quiero hacerte feliz, te quiero.
Tomamos nuevamente el camino de regreso a casa de Carolina, y yo no podía resistir más las ganas de besarla, quedamos en que ella no lo intentaría hasta que yo estuviese segura. Al estar en la puerta me acerqué a ella lentamente y apenas rose sus labios con los míos, y seguí caminando hasta que entré, ella se quedó un par de minutos afuera.
Me dirigí a la cocina a beber un poco de agua, pues estaba más nerviosa, en eso entra Fernanda y me abraza por la espalda.
Fernanda: ¿estás bien?
Alexia: jejeje muy bien –sonriendo-
Me di media vuelta y me puse frente a ella, con sus brazos rodeó mi cintura y me acercó totalmente a su cuerpo, mi respiración era muy rápida y antes de poder decir algo me beso, nuestros labios húmedos estaban unidos y parecían ser solamente uno, mis movimientos torpes hicieron que nos separáramos.
Fernanda: no sabes besar jejeje
Alexia: -apenada- lo sé, ya te lo había dicho jeje
Fernanda: eso tiene solución, pero requiere de mucha práctica, así que es mejor empezar ¿no?
Alexia: si jeje –besándola-
Duramos algún tiempo “practicando” la verdad es que tenía a una excelente maestra, sus labios eran tan suaves y dulces, me encantaba su sabor y lo que me hacía sentir, era un beso tierno y sin morbo. Sus manos tocaban mi cara y ese gesto lo hacía aún más perfecto.
Llegaron un par de amigos más y nos dedicamos a ver una película de comedia, nuestras manos siempre buscaban el contacto de la otra, con la yema de los dedos, acariciaba tiernamente mi brazo, mi cara, incluso tomaba mechones de mi cabello y los apartada de mi rostro. Estaba cómoda con el ambiente, a Carolina y los chicos no parecían molestarles nuestras acciones.
La tarde llegó a su fin, y era hora de marcharnos, pasamos a una tienda comercial a comprar algunas cosas, y posteriormente tomamos camino a su casa.
Fernanda: oye linda, se me había olvidado decirte.. Esta noche dormiremos en casa de mis padres, la casa que pretendía rentar ya estaba ocupada
Alexia: ¿Qué? A casa de tus padres, ¿acaso estás loca? Olvídalo, llévame a un hotel –molesta-
Fernanda: tranquila –conduciendo- solo será esta noche
Alexia: mañana irás a trabajar temprano, no quiero quedarme ahí sola.
Fernanda: no estarás sola bonita, estará tu suegrita. –riendo-
Alexia: no causa gracia –seria- llévame a un hotel, yo lo pagare
Fernanda: ¿es enserio? –Seria- vamos, solo será esta noche, en la mañana te llevo con las chicas y listo.
Alexia: si me hubieses dicho desde el principio que harías algo así, créeme que lo hubiese pensado dos veces antes de venir. –molesta-
Fernanda: ¡fuck! Te comportas como una niña –golpeando el volante-
Era evidente que estaba molesta, y quizá mi comportamiento no ayudaba, sin duda eso lo recordaría como nuestra primera discusión.
Después de un par de minutos de silencio:
Fernanda: bonita, no soporto que estés así de seria –deteniendo el coche-
Alexia: lo sé, a mí tampoco me gusta, menos ahora que es la primera vez que nos encontramos, es solo que eso no es en lo que quedamos.
Fernanda: perdóname bonita, es solo que se me sale de las manos, pensé que ese departamento estaba libre.
Alexia: vamos a tu casa, estoy cansada
Fernanda: ¿segura?
Alexia: si-riendo- pero mañana me traes con las chicas, no dudo que tu mamá sea buena persona, pero me aterra la idea de imaginarme sola con ella.
Fernanda: jajaja no es un monstruo, solo no la hagas enojar jajaja, es broma linda.
Alexia: ok, ese tipo de comentarios no ayudan.
Llegamos a su casa y estaba totalmente oscuro, ya todos estaban durmiendo. Entramos sin hacer mucho ruido y nos dimos una ducha (por separado). Estaba acostada en la habitación, esperando a que saliera del baño Fernanda, estaba bastante nerviosa y a la vez ansiosa de dormir entre sus brazos, me imaginaba que sería una hermosa sensación. En eso me saca de mis pensamientos:
Fernanda: -secándose el cabello- ¿Qué tanto piensas? –en tono preocupado-
Alexia: nada, solo que ha sido un día de locos, no me imagine estar así contigo.
Fernanda: ¿te arrepientes de haber venido?
Alexia: hasta el momento no, solo tengo miedo, ¿Qué tal si esto no funciona? No conozco a nadie aquí. –Llevando las manos a la cabeza- no creo estar haciendo lo correcto…
Fernanda: no pienses eso bonita, claro que vamos a funcionar… yo no te voy a fallar, se todo lo que has sacrificado.
Alexia: no me falles, es lo único que te pido –abrazándola-
Con ese simple acto pudo brindarme mucha seguridad, es tan rico estar entre sus brazos.
Le pedí que esa noche solamente durmiéramos y así lo hizo, después de una larga sesión de besos nos quedamos dormidas, a la mañana siguiente sonó la alarma, y ella comenzó a vestirse para trabajar, yo, pese al cansancio y el sueño me levanté y salimos a la sala donde nos encontramos con su mamá.
Fernanda: ehh hola mamá, buenos días
Mamá de Fer: Hola hija, que tal durmieron –mirándome de pies a cabeza-
Fernanda: muy bien mamá, ammm mira ella es Alexia
Alexia: ho- hola señora, buen día
Mamá de Fer: hola mi niña, igualmente
Fernanda: ya nos vamos
Mamá de Fer: ¿Cómo que ya se van? Es que te la llevas al trabajo?
Fernanda: no, se va quedar con las chicas
Mamá de Fer: ah bueno, hasta la noche entonces
Alexia: gracias señora, hasta luego
Salí apresurada de allí, al parecer mi suegrita era buena persona, o al menos era lo que aparentaba en el momento. Nos subimos al coche y partimos a casa de Carolina.
Fernanda: que te ha parecido mi madre?
Alexia: jajaja muy amable
Fernanda: ¿solo eso? –riendo-
Alexia: pues sí, no la conozco bien… oye pero apresúrate en buscar un nuevo departamento, no quiero dar más molestias en tu casa
Fernanda: -besándome- está bien princesa, hoy reviso eso en el trabajo ¿sí?
La tarde pasó bastante entretenida, la verdad es que Carolina es de las chicas con las que puedes pasar todo el día sin aburrirte, tiene una plática súper buena, y además de eso es muy graciosa, le gusta mucho hacer reír a la gente.
A las 5pm pasó Fernanda por mí y fuimos a buscar un departamento, llegamos a la dirección. Bajamos del coche tomadas de la mano, lo que sorprendió un poco a la señora, nos terminó de mostrar la casa y preguntó.
Señora: ¿ustedes son hermanas?
Fernanda: no señora –mirándome-
Señora: ¿entonces son primas?
Fernanda: no, cambiando el tema estoy interesada en este departamento, ¿Cuándo cree que sea posible alquilarlo?
Señora: de inmediato, mañana mismo si quieren..
Alexia: perfecto, nos lo quedamos entonces
Señora: qué clase de relación tienen entonces si no son familia –intrigada-
Fernanda y yo nos miramos por varios segundos hasta que fui yo quien respondió:
Alexia: somos pareja señora –seria-
Señora: ¿Cómo pareja? Ambas son mujeres –sorprendida-
Alexia: pues sí, somos novias (no sabía de donde sacaba valor)
Señora: -seria- chicas si me permiten un consejo, lo que están haciendo va en contra de la voluntad de Dios y..
Alexia: -interrumpiendo- señora…mire, si esto es complicado para usted simplemente nos marchamos, gracias por su tiempo. –Tomando a Fernanda de la mano, dirigiéndonos a la puerta-
Señora: no esperen, es que las quiero ayudar a regresar por el buen camino.
Alexia: no se preocupe señora, créame que este fue un proceso muy difícil, no es que hayamos despertado una mañana diciendo “hoy amanecí con ganas de ser gay” para nada, es complicado aceptarnos a nosotras mismas como tal, ya que algunos pensamos en el que dirán y suele ser hasta cierto punto traumático. Ahora que por fin me he aceptado no voy a permitir que comentarios como el suyo opaque mi felicidad. Buenas noches –marchándonos-
Entramos al coche y con un silencio un tanto incómodo, Fernanda solamente me miraba pero no decía nada.
Alexia: jejeje que tanto me miras
Fernanda: nada amor, es solo que me has dejado sorprendida, pensé que te tomaría más tiempo asimilarlo.
Alexia: jajaja que intensa, pues solo le dije lo que pensaba a esa señora metiche
Fernanda: -tomándome la cara- y estoy muy orgullosa de eso preciosa, de que hayas defendido lo nuestro –besándome-
Nos dirigíamos hacia la casa de mi suegra, ya era un poco tarde y yo esperaba que estuviesen dormidos. Llegamos y nuevamente cada una nos dimos un baño.
(Acostadas)
Fernanda: acércate a mi hermosa, quiero abrazarte
Alexia: te quiero mucho –besandola-
Fernanda: yo te quiero más preciosa, estoy muy feliz de que estés aquí, de hecho en el trabajo notaron mi cambio de humor jeje
Alexia: jajaja
Comenzamos a besarnos muy apasionadamente
Alexia: ¿puedo subirme arriba tuyo?