Locura, tortura y adicción

El siempre sabe cómo ponerme a mil para lograr que me corra y experimente los más formidables orgasmos únicamente a tráves de sus palabras. Una relación a distancia que ha sido una locura, tortura y adicción

Llego a casa, he vuelto del trabajo, camino directo al ordenador, lo enciendo y me conecto al servicio de mensajería instantánea pues se que pronto él también se conectará. Hace ya un tiempo largo que mantenemos esta relación; tanto tiempo como casi distancia entre nosotros.

Un mar nos separa, y a pesar de no tenerlo cerca, cada vez que veo su nombre acompañado de las palabras “en línea” mi corazón late fuertemente y me emociono como adolescente cuando ve a su primer y gran amor. Se ha conectado.

-¿Cómo está mi niña?- saludó tiernamente y continuó en tono sarcástico - ¿Qué tal la peli? ¿Demasiado sexo?

Solté la risa, pues un día antes había visto un largometraje de dibujos animados y es prácticamente imposible que el tema del sexo esté presente  en películas infantiles  como lo está en nuestras conversaciones y por supuesto esta vez no habría diferencia alguna.

Le conté un poco de la trama y le expliqué que de alguna forma el sexo si había sido tema en la película, pues hablaba sobre la conservación de especies en extinción, reímos por el contenido de nuestra conversación y súbitamente me dijo:

  • Sácate la camisa…

-Enciende tu cámara -contesté en forma retadora –Si no me dejas verte no me quito la ropa -deseaba verlo.

-Será mejor que no lo haga -contestó seriamente –porque entonces te sacarás la camiseta, te pediré que sigas, seguiré yo sin que me lo pidas, me correré, se me harán las tantas, te correrás tu (espero) y mañana yo a trabajar muerto de sueño porque sabes que eres  lentísima y lo peor es que me encanta. Nunca he estado con una mujer como tú de veras y no es que yo sea un experto.

Y sin dejarme tiempo siquiera para insistir en verlo agregó:

-Dime con la mirada que te la meta ¿sí?- y me preguntó -¿Te has masturbado? Porque quiero que te toques y pienses en mi.

Me estaba poniendo caliente,  sus palabras y la forma en cómo me las dice  logran que mi coño se empape y no desee otra cosa más que proporcionarme un intenso y muy placentero orgasmo.

  • ¿Te quieres masturbar para mí? Porque me encanta como lo haces, ojalá durara tanto como tú, pero estando contigo es imposible controlarme… ¿Me enseñarás?  Eso me encantaría, tener el control del cuerpo como lo tienes tú –me dijo.

Insisto sus palabras son poderosas en mí, me estaba poniendo caliente y una vez más insistí.

-Quiero verte…pon tu cámara, me gusta tocarme para ti.

  • Y a mí que lo hagas –respondió -pero si lo hago se me hace de día…, tengo que acostarme y lo sabes, Ayyysss!!! Esto no solo es una locura también es una tortura… te quiero bicho- se despidió.

Como buena e idealista mujer que soy, todo aquello que me haga sentir segura y amada por él, provoca una sensación de excitación en mi cuerpo que me lleva a seducirlo.

Además no quería que se fuera en ese momento, estaba muy caliente y quería tocarme y correrme para él, sin importar si lo veía ese día o no a través de la webcam.

Acaricié mis tetas frente a la cámara para que se quedara un poco más.

-Zorra- me llamó. -¿te follarás el culo?, mira que creas adicción.

-Sólo te consiento,  es todo- le respondí.

-Por favor, nunca dejes de hacerlo, ¿sí?- me pidió dulcemente y continuó -Pon saliva en las tetas, déjala caer sobre los pezones, acumula mucha saliva y luego escúpela.

Esta cuestión de las secreciones y sobre todo la situaciones que involucran exceso de saliva y escupir siempre me han costado trabajo e incluso me dan un poco de asco, pero esta intensa atracción hacia él siempre me lleva a traspasar mis límites, nuestros límites, porque la verdad es que casi cada encuentro y cada aventura que vivimos son ideados por él. El es la parte activa y creadora pero siempre  le pongo mi toque especial, me gusta sentirme dominada; además me gustan los retos y me disfruto experimentar cosas nuevas con él.

Después de un par de intentos y varias carcajadas provocadas por mi poca habilidad para producir saliva o de escupirla en el lugar correcto, lo logré. Y sabía, aun sin verlo, que estaba caliente, tanto o quizá más que yo.

Apunté la cámara a la parte sur de mi cuerpo, baje mis manos y comencé a tocarme el coño.

–Eso es mami, dámelo. Te miro…te miro y me hago una paja. Ábrelo con las dos manos, mete los dedos, todos los dedos…mete mas, más…. Que me voy a correr.

Me llena saber que lo caliento y que se excita conmigo. Adoro el hecho de que él se sienta atraído a mí.

-Te gusta, estás húmeda ¿quieres hacerte una paja tú también? Dale, no pares, no dejes de frotarlo no quiero que lo retengas. ¡Córrete! –me incitó.

Yo quería correrme pero sabía que era tarde para él, así que le pedí hiciera lo que más rápido y más caliente me pone:

-Dime qué me vas hacer y cómo, me excita que me describas lo que quieres hacer conmigo y de mi cuerpo.

No tuve que pedirlo dos veces y esto fue lo que me escribió y yo leí en la pantalla de mi ordenador:

“Ponte como la otra vez, toda abierta para mí. Sube las rodillas, eso me excita, así…toda para mi, quiero ver tu culito porque voy a follarte como un condenado, como si me fuera la vida en ello.

Quiero metértela en el coño y mirarte a los ojos mientras te taladro como nunca nadie lo ha hecho ni lo hará, follarte como un salvaje, hacerte gritar como una loca, chillar, correrte a chorro como nunca pensaste que podrías hacerlo porque te gusta mi polla y si la tienes dentro de tu coño los dos sabemos que te vas a correr como si fueras una perra en celo y me suplicarás que no pare mientras yo mordisqueo tus pezones.

Me suplicarás que no pare, que siga dándote, quieres mas y si me corro me matas. Me pedirás que no deje de penetrarte y me dirás que te has corrido ya pero quieres mas, quieres que te la meta toda hasta los huevos.

Te voy a forzar las piernas para que te abras aun más, subiré tus rodillas hasta tus tetas y abierta completamente enterraré mi verga en tu coño rico hasta que no pueda entrar más.

Entonces sacaré mi polla dura y voy a frotar tu coño. Estás como loca  sintiendo la piel de mi prepucio rozando tu enorme clítoris excitado. Veo como chorrean las secreciones vaginales hasta llegar a tu culo y con mi mano las introduzco dentro de tu ano.

Haré que te corras al frotar tu clítoris y gritarás como loca. Me aprietas los brazos y la espalda mientras me dices que soy un cabrón y que follo como nadie, que te quieres correr otra vez más, que te la meta dentro y te dé muy duro, porque quieres que me corra, quieres mi leche caliente dentro de tu coño, quieres que te bombee sin descanso hasta terminar dentro de ti.

Entonces la sacaré para que la chupes, te agarro la cabeza  y te follaré la boca como a ti te gusta, es una delicia follarte esos labios. Meterla bien adentro, hasta la garganta. Quiero ver cómo te caen lagrimones mientras te follo la boca, quiero ver cómo te dan las primeras arcadas y cae tu saliva a chorros.

Y cuando apenas te recuperas te fuerzo más aun, centímetro a centímetro empujo hasta meter toda mi polla en tu boca linda y después de una arcada mas y antes de que vuelva a meterla en tu boca para follártela, escupes en la verga y me dices – ¡eres un cabrón!, pero me gusta lo que me haces  -entonces vuelvo a montarme encima de ti y hago que sujetes las piernas con los brazos y sin pedir permiso te la meto por el culo haciéndote gritar:

-¡HIJO DE PUTA POR AHÍ NOOOO, ME DUELEEE!!

Yo me acerco a tu oído y te digo

-Eres mi puta y te haré lo que yo quiera, cuando yo quiera y como yo quiera y ahora, quiero follarte por el culo, así que ábrelo todo lo que puedas y más vale que te hagas una paja mientras te la meto porque no pienso lubricarte, ¿me oyes? No te hagas la inocente que sé, te gusta.

Córrete, quiero que te corras ahora.  Eres mi puta y te lo ordeno, date como nunca, zorrita ¡córrete! Date placer, ahí lo tienes, frótalo más que tu cabrón quiere ver cómo te masturbas…”

El orgasmo fue espectacular, apenas me incorporaba cuando dijo:

-Escúchame bien, mañana te follarás el culo para mi ¿entiendes?… Besos mi Reina, me acuesto mami, gracias por la paja.

Sólo alcancé a decirle adiós antes de que desconectara, pero ansío follarme como nunca antes el culo para él…